First!
Los personajes (obviamente) no son de mi propiedad… y están en preparatoria. Ojalá les guste.
Avril Lavigne - What The Hell
Tal cómo lo suponía desde el principio, todas las miradas, literalmente, se habían posado sobre ella, estupefactas.
Aunque aquí hay un detalle que rescatar, las miradas no la veían a ella, sino a él.
El pantalón purpura dos tallas más grande, la musculosa blanca en contraste con la destapada azul y los collares artesanamente burdos en el cuello le daban un aire algo afeminado, pero salvaje.
- ¿Wendy? –
De igual manera, el largo cabello estaba recogido de tal forma que solo se notaba el flequillo del frente, siendo tapado por la boina casi completamente. Es más, la boina era lo único que demostraba que ese muchacho de baja estatura era ella.
- ¡¿Wendy?! –
La aludida seguía caminando por los pasillos sin tomarle importancia, después de todo, tenía una misión que cumplir, una duda que resolver.
Además, hoy no era Wendy, no señores. Era Wendell.
No obstante, la voz que gritaba su nombre-no-masculino pertenecía a una persona en especial: Bebe, su mejor amiga. Los demás seguían sin decir palabra alguna, aunque por experiencia sabía que el chisme se regaría como la pólvora después.
Basta decir que la rubia era bastante tenaz cuando quería, así que cuando se cruzó en el camino del ahora chico y le tomó de los brazos, no fue una sorpresa para nadie.
- ¿Qué está pasando, Wen? – Bebe intentaba hablar con la calma que no tenía, se le cortaba la voz de pura sorpresa. Vamos, no todos los días vez a tu mejor amiga travestía de chico.
- Nada importante, aunque te agradecería que por hoy me llamaras Wendell –
- ¿Wen- dell? Yo… esto. Carajo ¡Si pasa algo, Wen, y me dirás que es! – Ella solía ser paciente con Wendy, no por nada eran mejores amigas, pero esta situación estaba por fuera de todo rango y eso la desesperaba. Necesitaba respuestas y las necesitaba ahora.
- Bebe, te prometo que te lo diré después ¿Si? Vamos a la cafetería antes de que se termine la hora del almuerzo – Wendy se mantenía tranquila, sonreía con suavidad y miraba al frente, aunque mentiría si dijera que estaba totalmente cómoda con la situación.
Bárbara no hizo más preguntas y la tomó del brazo para salir del pasillo hacia el comedor, sabiendo que su amiga seria bombardeada por comentarios hirientes y una que otra pregunta.
Wendy, ahora Wendell, respiraba profundamente, controlando sus inhalaciones. Inhala. Exhala. Inhala leeento. Exhala rápido. Leeento. Rápido.
Decir que estaba un poco asustada era un eufemismo, ya que realmente estaba que se moría de los nervios. Sin embargo, fuera chica o chico, no se permitiría demostrarlo.
En este punto, era bastante obvio que tendría un ataque de pánico muy pronto. No obstante, eso nada tenía que ver con su supuesto cambio de sexo (si es que se le podría llamar así a disfrazarse de chico por un día). Al menos, no directamente.
Cuando entraron a la cafetería, con casi todas las miradas sobre ellas, Wendy vio superado su miedo por determinación. Al igual que Bebe, ella quería respuestas inmediatamente, pues ya había esperado mucho tiempo.
El casi aplicaba exactamente a 8 personas divididas en dos Team. De forma que los únicos que no viraban la vista hacia Wendell y su mejor amiga estaban en la mesa del fondo, comiendo juntos.
Fue cuestión de pocos segundos. Wendy se deshizo del agarre de Bebe y camino hasta el final de la cafetería, con un solo objetivo en la mente.
Stanley Randall Marsh.
Mientras caminaba con rapidez, sin escuchar el cuchicheo detrás de ella, pudo ver que el chico estaba comiendo cabizbajo, ignorando los comentarios de Kenny. Al parecer Kyle no estaba cerca, por lo que solo había siete personas en la mesa.
A pocos pasos, volvió a sentir nervios. Sin embargo, no se detuvo. Nada la detendría.
Como todo buen macho pecho peludo, tomó al chico del pompón rojo por el cuello de la chaqueta, el cual al sentir el agarre se levantó de inmediato. Creyendo que alguien estaba buscando pelea.
Grande fue su sorpresa al detallar a su exnovia vestida de muchacho.
- ¡¿Wen – Stan abrió tanto la boca que pareciera que su mandíbula pronto caería al suelo.
- Ven. – Lo corto. Sus amigos y el team Craig se levantaron al ver al intruso. No obstante, antes de poder hacer conjeturas, la chica (hoy chico) ya se había llevado a un confundido Marsh por la puerta de atrás.
- ¿La puta de Wendy se volvió hombre? –
Stan era un soltero más desde hace aproximadamente cuatro meses. Y contrario a lo pensado por todos, a pesar de que fue él quien corto con Wendy, terminaron en buenas condiciones.
Por eso no entendía por qué carajos su exnovia lo jalaba por el pasillo, vestida de hombre.
Si, vestida de hombre.
Un muchacho llamado Wendell, según sus propias palabras.
¡¿Qué demonios pasaba?!
- Para, Wendy. Explícame a que se debe esto- Contra todo pronóstico, Stan se guardó una sarta de groserías causadas por la confusión.
Aunque más temprano que tarde, esa confusión se volvió furia.
- ¿Te estas burlando de mí? – La voz calmada pero colérica del pelinegro preocupo a Wendy. Ella sabía que aquello pasaría, era inevitable. No obstante, no quería perder su amistad con Stan y por eso debía tener cuidado.
- No. No lo hago, pero ya es tiempo para las respuestas, Stan –
- ¡No me jodas! ¡Todo esto es porque te dije que soy homosexual! Nunca creí que tu…-
- No creas que lo hago para molestarte. Es solo que no sé qué hacer, y a tiempos desesperados medidas desesperadas– Exclamo Wendy con determinación.
El cuerpo de Stan hizo un sonido seco al ser lanzado contra los casilleros. Wendy lo había acorralado y se cernía sobre él con las dos manos al lado de su cabeza, evitando que escapara.
No obstante, teniendo en cuenta que Wendell media un poco menos del metro setenta mientras Stan se alzaba orgulloso con su altura de 1.85, el efecto no fue el deseado.
- Wendy, solo dime que quieres – El cansancio que transmitían esas palabras era eterno. Stan estaba aburrido de la sobreactuación que hacia su exnovia por cualquier cosa.
- Bien. Quiero que me digas por que terminamos – La cara de furia de Stan se intensifico. No obstante, Wendy no tenía expresión alguna en el rostro, era como si estuviera recapitulando un libro.
- Porque soy homosexual – Las cejas de Stan se curvaban mientas susurraba palabrotas.
- Eso ya lo sé, y no es la respuesta que quiero-
- ¡¿Qué?! Me vale una completa mierda que quieras que te diga ¡Soy marica, algún problema! –
No es necesario explicar que el grito espanto a las pocas personas que estaban cerca, mientras Wendy paro de respirar por un segundo. Estaba asustada, no lo negaría, pero debía continuar.
Por el bien de su orgullo, pero más importante aún, por el bien de Stan.
- ¡No tengo problema con eso y lo sabes! Solo quiero que me digas quién te gusta, maldición-
- Eh… - Un sutil sonrojo cubrió las mejillas del más alto, dando a entender que por fin le diría quien era el afortunado que le había robado, comido y vomitado el corazón - ¡Eso a ti no te importa! Ya hablamos de esto Wendy y no pienso decirte quien me gusta. –
- Si ¡Tienes que hacerlo! – Eso sonó más como una súplica, pero Stan se enfureció de nuevo. Él no le debía nada a ella ¿Quién se creía?
- No. No tengo porque hacerlo. Así que métete en tus propios asuntos, Wendy –
- Wendell –
- ¡Lo que sea! -
- Por favor, Stan. Es de vida o muerte, literalmente hablando. Sé que no tengo derecho a saber quién te gusta, pero lo hago por tu bien – Pidió susurrante, alejándose del pelinegro. Al parecer su plan inicial no funcionó y tendría que proceder al plan B: Contarlo todo.
- Lo haces por tu orgullo, no por mí. Vete de una vez – Stan estaba dolido, no por la pregunta, sino por la actitud de quien llamaba con cariño amiga.
- Puede que mi orgullo tenga algo que ver, no lo niego, pero no es lo más importante. Stan, te lo ruego, dime quien te gusta-
- No -
- ¡Stan! Al menos dime no gustas de Cartman – Pidió Wendell al borde del llanto.
Debemos entender la situación, Wendy por poco se tiraba al piso y pataleaba igual o peor que una niña pequeña. Estaba frustrada con ella misma y preocupada por el pelinegro ¿Cómo no iba a estarlo? Ese gordo hijo de puta podía dañar de forma importante y/o permanente a Stan. Además, la había derrotado, pues lo había enamorado mientras su noviazgo intermitente continuaba.
Aceptaba que Stan se enamorara de cualquiera, menos del gordo.
Nunca había perdido contra Cartman, y justamente tenía que hacerlo en algo tan importante como el corazón del pelinegro.
Ella no lo amaba, pero si lo quería mucho. Sabía que ese gordo podía hacerle daño y obligarlo a hacer cosas que no quisiera.
Prefería vestirse de hombre a dejar que su exnovio sufriera por culpa de ese patán.
- ¡Wendy! ¿Me escuchas? – El pelinegro le agitaba los hombros con fuerza.
¿Se había perdido de algo?
- Si, perdona. Me quede pensando –
- Dime ¿Quién te digo que yo gustaba del culón? ¡Le voy a romper la cara! – Vaya que el pelinegro estaba histérico, temblaba de pura rabia. Wendy era muy lista, pero aún no estaba convencida.
Red menciono que Tammy le dijo que Thomas escucho que Clyde sabía que tu gustabas del gordo porque Craig se lo había dicho –
- ¡¿Qué?! Maldito Tucker ¡Lo voy a –
- No obstante, pensé que solo era un rumor, dado que la relación entre tú y Tucker es pésima. Pero ayer cuando salía vi cómo te llevaste a Cartman a una sola alejada, lo azotabas contra la reja y parecía que lo estabas besando profundamente –
- ¡Agh! No… ¡Claro que no paso! ¡Lo estaba amenazando! – Stan gritaba como loco, estaba enojadísimo. Primero golpearía a Cartman y luego a Craig. Ya entendía porque Wendy estaba tan desesperada por saber quién le gustaba, creer que le gustaba el gordo debió ser horrible para ella.
- Desde mi posición parecía que estaban besando, Stan –
- ¡Qué asco! Si quieres pregúntale al gordo, no me importa, pero no vuelvas a decir que me gusta esa bola de grasa – Stan se apretaba con fuerza el tabique de la nariz. Debía calmarse un poco, enserio estaba muy asqueado y furioso, podría desmallarse.
La sonrisa de Wendell se expandió por su cara. Ya había resuelto el problema principal, así que los nervios por fin habían desaparecido. No obstante, como toda mujer, siempre sería un poco cotilla con sus allegados.
Pensándolo bien, tal vez podría hacer de cupido.
- Entonces ¿Qué tipo de chico te gusta? Ya sabes– Decidió no bombardearlo con posibles candidatos de una vez, Stan se sonrojo de nuevo.
- Morenos tal vez – Decidió mentir Stan, sentía que llevaba horas allí con Wendell. No obstante, su afirmación sonó como una pregunta.
- Oh, como Token – Dijo Wendy con toda seguridad, sabía que su exnovio le mentía.
- ¡No! –
- Entonces no me mientas –
- Bien. Me gusta que midan más de uno setenta – Fue la indirecta (muy directa) que le dio a su acompañante disfrazada de chico. Entre líneas decía "No importa si te vuelves hombre, nunca vas a ser mi tipo"
- Vaya, tengo suerte. Lo menos que quisiera es estar contigo de nuevo en una relación sentimental – Dijo con fingida sorna, riendo un poco.
- Hey – Acuso riendo también.
- Continua, Stan –
- Me gusta que sean honestos –
- Vamos, ya se ¿Ojos verdes? – Susurro, creía saber quién era la persona que le robaba el sueño a Stan. Él era su primera opción hasta que se enteró sobre el supuesto amor de Stan hacia Cartman.
- Si. Profundos, bellos y… soy tan marica- Su exnovia ignoro el comentario y siguió.
- ¿Cabello extravagante? –
- Como no tienes idea – Rio.
- Nunca creí que te gustara Tweek, aunque hacen linda pareja – Sonrió Wendell. A Stan se le cayó la boca de la impresión.
- ¡Me gusta Kyle, es obvio! – Realmente tenían suerte de que nadie estuviese pasando por allí. Wendell, ahora Wendy dado que se había quitado la boina y liberado todo su cabello, sonreía satisfecha. Stan se puso rojo al procesar lo que había dicho: Había gritado que le gustaba Kyle ¡que era marica por él! Bueno, no exactamente, pero ya la había cagado.
- Lo sabía ¡Son tan lindos! – La risa suave de su exnovia lo alertó. Por eso había evitado decirle quien le gustaba, porque como toda chica correría y lo gritaría a los cuatro vientos hasta que el pelirrojo se enterara y no le volviera hablar, o tal vez peor, se fuera para siempre.
Demasiado drama. Al parecer Wendy no era la única que sobreactuaba por cualquier cosa.
Pero seamos sinceros, el plan de la pelinegra si funcionó. Suponiendo que ella fue tan radical cómo para hacerse pasar por hombre para que su exnovio le contara su máximo secreto, pues en las propias palabras de Stan, hace 3 meses:
"Se lo contaras a medio mundo. No te ofendas, pero las chicas siempre lo hacen cuando algo las emociona. Incluso si no lo haces se lo dirás a Bebe y ella lo gritara con detalles exagerados y todo se ira al carajo."
"No es por que seas tú, Wendy. Sino porque ustedes se cuentan casi todo."
Wendy como toda buena feminista, había visto que no quería contarle temiendo que, por su condición de chica, el secreto ya no lo sería. Algo estúpido por parte de Stan, o tal vez no tanto.
Basta decir que Wendy intento por todos los medios sacar el nombre del crush de su exnovio. Pero después de estar cuatro meses con lo mismo cualquiera se aburre.
Stan esperaba que Wendy se desinteresara del tema, y justo cuando estaba por hacerlo ¡BAM! Aparece ese jodido rumor sobre su enamoramiento por el gordo.
Él, enamorado de Cartman.
¿Acaso era el único que consideraba que esas palabras no debían ir juntas?
Se considera abiertamente gay: Le dicen que gusta de Cartman.
¡Qué asco! ¡Juraba que mataría a Craig!
Como podían comparar a Kyle, con ese cuerpo delgado y tonificado por el baloncesto, de ojos verde oscuro impresionantemente profundos, con su rostro perfecto, de rizos rojo fuego y pestañas pelirrojas, con ese trasero y su piel pálida suave al tacto… ¿Se estaba desviando del tema?
El caso ¡Como comparaban a Kyle con el culo gordo de Cartman!
Volviendo al tema, ese rumor de mierda hizo que su exnovia se frustrara y se vistiera de hombre. La cereza sobre el pastel fue que él, Stan Marsh, inconscientemente, le dijo su secreto olvidando que hablaba con una chica.
Wendy, sí. La chica más inteligente que conoce, sí. Su amiga, sí. La mejor amiga de una de las mayores chismosas de toda la escuela, también.
Alguien debería decirle que ciertas chicas guardaban secretos. No obstante, las preocupaciones de Stan no eran en vano, dado que recién le comento sobre su homosexualidad a Wendy, ésta lo comento con Bebe y a los dos días ya todos sabían que era gay.
Teniendo esto en cuenta, era obvio para Stan que en poco tiempo ya toda la escuela sabría que está loco, loquísimo, por su mejor amigo.
- ¡Stan! – No vio la cabellera roja, ni la sonrisa cómplice de su exnovia.
- Wend… ¡¿Kyle?! – Estaba tan metido en sus pensamientos que no notó la cara del otro, a pocos centímetros de la propia. Sentía su respiración.
Al parecer Kyle tenía una de sus suaves manos en su frente. Le gustaba el contacto, mucho.
- No te quedes mirando al vacío, mierda – Claro, hasta que su suave mano le tomo la mejilla con dureza, jalándola.
- Agh! ¿Qué pasa? –
- El timbre sonó hace bastante y tenemos examen de física, Stan- Aun si le hablaba con hastío, amaba su voz -Vámonos. Adiós Wendy-
- Wendell por hoy, Kyle – Se despidió también la pelinegra.
- Claro. Nos vemos Wen – Stan, ya en sus cinco sentidos, seguía desde atrás al pelirrojo. No podía creer cómo, con ese pantalón suelto, se le veía tan grande el trasero.
Cuando volteo a ver a su exnovia, ésta movió los labios, vocalizando sin hablar.
"Son el uno para el otro"
Tal vez Stan no haya escuchado cuando Wendy prometió no decir nada, pero sabía que ella no comentaría al respecto.
- ¿Pasa algo? -Kyle lo miró, deteniendo la marcha.
- No. Vamos – El pelinegro lo tomó del brazo, halándolo. No por nada era el quarterback del equipo de fútbol.
- Suelta ¡Stan! –
- ¡Kyle! –
Es oficial, estaba loquísimo por ese pelirrojo.
Okey… tal vez algunos querrían una pareja crack, pero yo no. Al menos en este escrito.
Pensaba hacer un one-shot, pero creo que no debería dejarlo así. Tal vez salgan tres o cuatro capítulos a lo sumo. Además, aclaro que, con toda honestidad, mis mejores amigas son grandes confidentes de secretos, y que el cambio de género es algo sumamente complejo y profundo.
¿Alguno recordaba a Wendell?
En el siguiente sabrán por qué Stan estaba "conversando" con Cartman. :)
