- No puedo seguir ... - una voz agitada a duras penas dejaba escapar cada palabra de su boca. El invierno en Japón a veces podía ser muy duro y esta era la ocasión, en medio de la noche donde solo sombras se mezclan entre la oscuridad del parque cubierto de nieve y arboles que dan resguardo a las prófugas.

- Vamos, ya queda poco - mencionaba otra sosteniéndola entre sus brazos, era la única calidez que sentía en esa noche, cada vez mas agitada, mas cansada, sentía como se iba desvaneciendo entre esos brazos que tanto confort le daban - Aguanta un poco mas! - exclamo preocupada al notar cada vez mas peso en sus brazos, hasta que sus piernas se debilitaron por el repentino caer de su acompañante - Mierda...

Solo se podía escuchar el viento gélido que golpeaba con dureza sobre su rostro, sabia que no estaban solas, no podía quedarse mucho mas tiempo allí y menos con ella...

5 MESES ATRÁS

Como todos los años comencé en un nuevo colegio, en una nueva prefectura. Por lo general una persona crece en un lugar hasta decidir por sus propios medios irse y explorar nuevas zonas, pero mi caso no es así. Mi vida se basa en viajes, desde pequeña. Debido al trabajo de mis padres me tocó mudarme a varios lados, estar periodos cortos de tiempo en cada uno de ellos y volver a cambiar. La gente dice que el cambio es bueno, yo no lo creo tanto, me lleve muchos disgustos en el camino del cambio, al parecer no nos llevamos muy bien.

En mi vida sólo tuve 3 amigas las cuales por el tiempo he perdido contacto, así que no me junto como todos los adolescentes a pasar el rato por ahí, eh llegado a envidiar esa parte aunque a veces la borre de mi. Sin embargo me gustaría poder sentir la calidez de una amistad.

Mientras espero a que el profesor llegue a clases, observó como los grupos habituales se juntan, muchos de ellos parece que no tienen mejor cosa que hacer que observarme y hablar por lo bajo. Porque me merezco esto?

Pero tengo esperanza, mis cartas me vienen anunciando la llegada de algo bueno hace unas semanas, cada vez con más énfasis, espero que sea cierto...

Jugueteando con una lapicera entre sus dedos espera a que comience el nuevo día.

-Tu clase será la del 3° A. Ayase San - explicaba amablemente un hombre de mediana edad al cual ya se le estaba notando lo blanquecino del cabello, se encontraba sentado frente a una montaña de papeles las cuales parecían estar catalogadas. Mientras el hombre daba sus explicaciones de cómo llegar al curso la rubia miraba sobre su hombro por la ventana hacia el patio

- Muchas gracias - hizo una pequeña reverencia la rubia y se marchó del lugar cargando su mochila por uno de sus hombros.

Recién llegada de Rusia, una chica mitad japonesa, mitad rusa deambulaba por los pasillos buscando el curso indicado por el hombre de la secretaria. Afortunadamente fue instruida con el idioma japonés desde su infancia, así que no poseía problemas para su dicción ni entendimiento. Fue aceptada en el Instituto Otonokizaka por las buenas calificaciones que tenía en su colegio anterior y por su impecable examen de transferencia, nunca habían tenido algo igual, era una adquisición muy importante para el colegio.

Luego de doblar por el pasillo el cual estaba bien iluminado debido a los grandes ventanales que poseía, vio por encima de las puertas los letreros de los cursos

-3° A - murmuró y se propuso a golpear la puerta luego de quedar parada frente a ella

El profesor había ingresado hace unos minutos al salón, mientras todos ocupaban sus lugares él esperaba al nuevo alumno que le habían avisado que se transfería desde Rusia - Que extraño que alguien venga desde tan lejos - pensaba mientras acomodaba los papeles en el escritorio. Un golpeteo en la puerta lo saco de sus casillas y prosiguió a abrir esta y hacer una reverencia con una sonrisa. Volvió a su lugar frente al escritorio mayor, llamó la atención con golpes en el escritorio con uno de los borradores

-Hoy vamos a tener una nueva estudiante con nosotros -explicaba mientras la rubia se acercaba al escritorio - ella viene desde Rusia. Así que por favor sean amables con ella -mira de reojo a la rubia esperando ver a una chica miedosa como todas las que se presentan por primera vez frente a un curso y su sorpresa fue muy grande al verla con un rostro inmutable, no tenía emociones en el, con una mirada fría examinaba el salón, sin miedos

- Mi nombre es Ayase Eli - sólo explico eso y se reverencio frente a sus compañeros, los murmullos no dejaban de sonar desde que ingresó la rubia al salón, se ponían observar muchas miradas emocionadas por la belleza de la nueva compañera, sin embargo la mirada más llamativa fue la de una chica de cabello morado con dos colitas y ojos verdes, parecía que en cualquier momento se iba a levantar a recibir a Eli, sin embargo sólo se quedó allí, sentada con la máxima expresión de sorpresa que de podía ver

- Siéntate atrás de Hagiwara, es el único asiento libre - señaló el profesor justo delante del lugar de la ojiverde, la cual cambio automáticamente su expresión a una más seria. La rubia sólo asintió y prosiguió a caminar entre los pasillos que dejaban los pupitres entre ellos, todas las miradas estaban sobre Eli, iba a ser un día difícil para la rubia.

Mientras transcurría la clase Nozomi no podía prestar atención a otra cosa que no fuera a su nueva compañera, sentía que eso era de lo que le habían hablado las cartas, era extraño, nunca había sentido eso, ni se podía explicar bien que era lo que sentía pero sabía que ella era.

Al toque del recreo un tumulto de gente se reunió alrededor de la rubia la cual no reflejaba ningún tipo de interés por alguien.

-Bienvenida Ayase-san! - mencionó una de las chicas más populares del salón - Te gustaría participar del club de porristas? - sonriente procuraba darle el mayor interés a Eli, sería una buena integrante debido a su belleza y porte

-No - con una voz grave sin siquiera mirar a la persona que le hablaba contestó a secas, prosiguió a levantarse del asiento y salir del curso esquivando a todas las chicas que se habían reunido a su alrededor. Todas se quedaron estupefactas al ver ese tipo de reacción, lo único que logró con ello fue generar más interés entre sus compañeras

-Kakkoi! Tenemos una compañera ruda! Me pregunto quien logrará ablandar su corazón - colocando sus manos a ambos lados de su cara una de las chicas miraba con un cierto brillo en sus ojos la puerta, como si Eli todavía se encontrará allí.

-Ah! Quiero ser yo! - levantaba la mano otra de las chicas

Mientras seguía el cuchicheo por la rubia Nozomi se dispuso a seguirla, ella era, ella tenía que ser, no podía perderla ni dejarse ganar por sus compañeras de clases. Con un sin fin de pensamiento de como presentarse frente a ella caminaba por los pasillos buscando por donde se podría haber ido. Girando por uno de ellos vio esa melena rubia que tanto impacto había causado aquel día bajando las escaleras. En ese momento sintió de vuelta como su pecho daba un vuelco y se quedó paralizada, no podía quedarse en ese estado, no ahora. Comenzó a correr bajando rápidamente las escaleras y la vio de espaldas

-Espera Ayase-san! -sin darse cuenta había hablado en un tono demasiado alto hasta para ella y no pudo evitar sentir como sus mejillas se acaloraban

-Quien eres? - Pregunto luego de darse la vuelta y observar a la chica de pelo púrpura algo agitada

-Toujou Nozomi, quieres ser mi amiga? - Sentía que su corazón iba a escaparse de su pecho, tantos años siendo rechazada y aislada por sus pares logró quedar reducida en su escritorio sin más hablar. Pero esta vez no, no sabía muy bien de dónde sacó el coraje para decir aquello y más aún decirlo tranquila y con una sonrisa en su rostro.

-Eh? Porque quieres ser mi amiga? - No fue rechazada, sintió como su corazón iba bajando su aceleración inicial, esto era bueno

-Mmm~ - Nozomi bajaba las escaleras con sus manos detrás de su espalda - Es un secreto - guiñándole un ojo pasó a su lado - Quieres que te enseñe el colegio?

La rubia sólo siguió con la mirada a la chica de pelo morado hasta que sus miradas chocaron por una vuelta repentina de esta la cual la miró con incredulidad torciendo un poco su cabeza

- Me puedes guiar hasta la sala de arte Toujou-san?

Esto era un si hacia su petición? Nozomi sonrió y asentó con la cabeza mientras la rubia caminaba hacia ella

- Con gusto te llevo hasta allí

Nota de la autora:

AHHH! Espero que les haya gustado ,, hacia mucho tiempo que no escribía algo y nunca fui muy buena en hacerlo D:, así que si me pueden ayudar a mejorar me harían muy feliz!