Furia pasada

»» O ««

Disclaimer: Este fic usa los personajes del mundo creado por Takeshi Konomi

Pareja: TezukaXFuji principal, AtobeXTezuka

Nota: Esta historia la empecé a escribir en el 2007; y pues ya ven, apenas lo termine y decidí publicarlo, solo espero que alguien lo lea y lo entretenga.

»» O ««

»» O ««

El día se acababa, la luna daba tonos luminosos. Alguien de pie admirándola, tan parecidos, siempre mostrando la misma cara.

Otra persona lo observa, por varios segundos con la mirada fija sin ser descubierto, hasta que la luna fue cubierta por una negra nube, y el joven comenzó a caminar, taciturno.

–¿Aun no le has dicho?– el otro personaje, causando en el paseante sorpresa que no mostro.

Su mirada mostro confusión al ver que el otro no se detuvo.

–deberías decirle– acelero el paso para alcanzarlo

Aun continúa hablándole, le fastidia que le digan que tiene que hacer

–¿es que ahora me vas a ignorar?–

Voltea y lo ve de frente, ver la mirada purpúrea y compararla con una azulina es inevitable.

Confusión.

–¿estás confundido?– vaya obviedad, podría contestarle, pero él no es así.

–¿cómo me encontraste?–

–te vi unas calles atrás, trate de alcanzarte hasta que te vi detenerte– su única parada, esa casa, esa ventana.

–¿aun te gusta?– una pregunta al aire, sospechaba la respuesta.

–no insistas con eso– el fastidio notándose por doquier

–bueno, cambio la pregunta, ¿te gusto?–

–son para ti tan importante las palabras–

La sorpresa ante tal pregunta –no, solo me importa lo que sientes–

–lo he dejado a él por ti– fue su única y verdadera respuesta

–Tezuka tú crees que…– para que insistir, el mismo se interrumpió –contigo son así las cosas, pero sería mejor que él lo supiera, no quiero pelear una batalla que ya gane–

Una mirada acusadora, esas palabras no le gustaron, lo que menos quería era considerarse un premio, ya que al fin y acabo él había sido quien decidió al final.

–olvidemos eso y vayamos a cenar–

–no, es tarde y mañana tenemos escuela– agrego el más alto

–Bien–

»» O ««

No se le podía acercar, le rehuía en cada paso. El gran Tezuka le huía ¿qué es lo que le escondía?, pero más que nada…

… el desinterés, las cortantes palabras, y nada que le dijera el porqué de su actitud. ¿Cuál era el error que cometió?, ¿el crimen que lo hace mantenerlo lejos?

–Fuji, ¿estás bien?– recargado en la pared del pasillo y con un tan solo: 'tengo que irme' para deshacerse de él

–... si Eiji, vamos al salón– no le había dicho sobre su problema, pero cualquiera podría ver la enorme distancia que se estaba formando entre la pareja.

El entrenamiento comenzó, cada uno concentrado en sus partidos, no queriendo importunar al equipo, fingiendo estar normal. Pero las miradas buscando y rehuyendo, el cuerpo tensarse entre divagaciones mentales y el ambiente lleno de preocupación, son inevitables.

El término del entrenamiento, la puerta se cierra, el seguro puesto, este es el momento –Tezuka– el aludido gira sorprendido –quiero hablar contigo–

Incapaz de ver aquellos ojos, tan hermosos y misteriosos, lo evita dándole la espalda.

–no me ignores– le exige con tono de voz, acercándose con paso firme, pero lento –¿qué pasa contigo?, ¿qué es lo que no me quieres decir?– remarco cada una de sus palabras, demandando una respuesta.

–yo… nosotros terminamos– dijo sin mas

Dolor causo en quien las escucho –¿Eso es todo?– su enojo no fue ocultado –¿al menos me dirás qué paso?– su voz se cortaba –me dirás algo o fingiremos que entre nosotros no hubo nada–

El más alto se irguió con la cabeza gacha, aun no podía verlo. Entre sus peticiones en ese momento era el poder contestar todas las dudas, pero ni él conocía las respuestas.

–¿qué hice?, ¿por que ya no me quieres?–

¿Querer?, ¿Querer? Maldita palabra, ¿por qué era tan complicada esa palabra? –Fuji, yo…–

Un desesperado y apasionado beso, del cual ninguno podía rechazar, el más alto deseaba saborearlo, invadir con su lengua aquella boca mientras sujetaba firmemente la delgada cintura, pegarse a su cuerpo, inhalar su aroma, su calor desquiciante.

–te gusta, ¿no es así?– lo sujetaba del cuello, juntándose aun mas, despertando su pasión.

Tezuka no podía negar que adoraba ese cuerpo, recorrerlo lento… rápido, sentir arder la piel con él, ver su rostro sonrojado por su culpa, descubrir la luz azul de sus ojos entrecerrados.

Pero también…

–espera, no– la respiración agitada y esta vez sus manos lo alejaban –estoy con Atobe– el otro cuerpo dejo de presionar, la mirada castaña no vio lo que sus palabras afectaron en el otro. Tomo sus cosas lo más rápido posible, necesitaba salir de ahí –lo siento– pronuncio tras abrir la puerta.

Esa misma puerta cerrarse, y un cuerpo cayendo sobre sus rodillas, no pudiendo sostenerse; un par de lagrimas y una sonrisa con extraño significado.

»» O ««

Tres días de tal revelación, y todo en total tranquilidad, a excepción de un tensai más irónico y menos conversador.

–recuerden que la convivencia interescolar será pasado mañana, estén todos listos– el capitán a lado de la entrenadora –nosotros junto con Hyotei, nuestros anfitriones, serán los primeros en llegar al punto de reunión, cuatro escuelas más fueron invitadas, las cuales llegaran en días posteriores– se dieron últimas instrucciones y todos se marcharon.

–será divertido– el pelirrojo junto con varios del equipo habían decidido pasar a otro lado antes de ir a sus casas

–si, pero… no había escuchado de este lugar– una hoja informativa en manos de Kawamura

–es propiedad de Atobe–

–¿si?, ¿es cierto Inui?–

–que amable ha sido Atobe…– el resto de la conversación no fue escuchada por el castaño que los acompañaba, sentimientos como repugnancia y felicidad estaba sintiendo. Tenía un plan en mente y esa convivencia seria el escenario perfecto.

»» O ««

Una enorme casa, en medio de un bosque privado, carretera de tierra pero aun así mostrando la opulencia de sus dueños.

–wuaaaaau, que grande–

–vaya que los Atobe son ricos– exclaman los de Seigaku al bajar de camión

–Sus habitaciones ya fueron asignadas, dejen sus maletas, y bajen para darles últimas indicaciones–

Fuji y Kawamura compartían habitación, la selección de parejas había estado a cargo de Hyotei, razón para que la mirada azulina estuviera fija en la pared derecha, lugar donde ambos capitanes dormirían. Vaya maldición.

–hoy será día libre, pueden hacer lo que gusten, mañana empezaremos el entrenamiento conjunto– todos estaban en el salón, varios juegos de salas, y mesitas la amueblaban, alguna que otra pintura en la pared.

El inicio del plan para vengarse de Atobe y recuperar a Tezuka, empezaría ahora mismo, aprovechando la falta de control de ese día.

–Fuji, ven conmigo–

–¿eh?– Eiji lo había tomado de la muñeca y lo jalaba consigo

–vamos a jugar un rato– ya sus compañeros habían entendido lo que pasaba, e intentarían animarlo.

–solo déjame hacer una cosa antes– se había detenido, pero le costaba hacerlo, su amigo aun lo jalaba

–Nya, hazlo después, Momo ven, ayúdame–

El aludido tomo la otra muñeca –vamos Fuji-sempai, te va a gustar–

–chicos les digo que… auch– una pelota le había golpeado en el antebrazo, los tres voltearon para ver quien había sido.

–perdona, perdona, perdona– había pronunciado con rapidez un apenado Jiroh

–no hay problema– con una mano en la parte golpeada, una sonrisa en los chicos

–no creas que por ser golpeado te salvas de jugar con nosotros–

–¿y quien quería ser golpeado?, ¿ah?– prefirió suspender por el momento su plan, aunque había algo más que le hacía dudar.

–vamoooooos–

En el segundo piso de la casa, ambos capitanes se asomaban en el amplio ventanal del recibidor –se lo dijiste–

–hnh– un gesto de afirmación, mientras unos brazos lo rodeaban, las bocas muy cercas.

–me alegra ya no tener que ocultarme– le dio un beso en los labios, uno rápido al ver que su atención estaba en otra parte –¿qué pasa?–

En el área de las canchas, se veía mucha agitación; se enfocaron en Fuji, quien tenía una de sus manos en su cabeza y era sujetado por Oishi. Y un Oshitari haciendo reverencias disculpándose.

–¿te preocupa él?– pregunto al verlo tan atento

–me preocupa que haya rencillas entre ambos equipos– el problema ya había llevado a discutir a varios miembros.

–no es para tanto, solo fue un golpe y ya se están disculpando– todo afuera parecía ahora calmarse.

–hn– no sabía cómo expresarlo, pero tenía un mal presentimiento.

Atobe tampoco comento nada, sabía lo que había entre Tezuka y Fuji, había estado atento en esa relación, y todo lo que pasaba, es una persona que le ponía empeño a lo que quería, tenia gran habilidad para encontrar los puntos débiles.

Su mirada en el castaño, sospechaba lo que pensaba, aun quería a Fuji, y que pretendía olvidarlo, y obviamente le ayudaría… le ayudaría a que todo su cariño fuera para sí.

Unas gotas en la ventana, todos los de afuera tuvieron que cancelar lo que hacían. La lluvia se hizo presente.

»» O «« O »» O ««

El amplio comedor, formada por una larga, muy larga mesa, las sillas a su costado, y un incomodo decorado medieval. El lugar había sido, en el siglo pasado, lugar de contrabando, mucho arte había sido comprado ilegalmente y revendido a ricos amantes del arte.

–este lugar no me inspira para comer– murmuraba Momo mientras miraba de reojo el lugar

–no, pero bien que has acabado antes de todos–

–¿eh?, es que no quiero quedarme mucho tiempo aquí–

–miedoso–

–¿a quién le dices miedoso mamushi?–

–ya te dije que no me llames así–

Se escucho voz de atención en el extremo de la mesa –como es más una convivencia haremos varios tipos de concurso, el primer será una excursión por la región, ya que en la tarde haremos carrera de relevos, pero tengan cuidado, el camino es traicioneros, no digan después que no les dije; luego se hará un concurso de cocina, para buscar la mejor cena de hoy, mañana temprano haremos algo de prácticas de tenis, y en la tarde recibiremos a los miembros de Rokaidai y St Rudolph, y tendremos el resto del día libre. Será hasta pasado mañana que la verdadera convivencia se lleve a cabo, cuando llegue Fudomine y Rikkaida, realizando varias actividades deportivas, entre ellas claro esta…– dijo de corrido y hasta ese momento sin interrupciones Atobe

–Perdona– se escucho decir a lo lejos, casi a gritos –podrías repetir lo que dijiste, no se escucha hasta acá–

»» O ««

–cuando dijo Atobe que el camino es traicionero, tenía razón– estaban en medio del jardín casi bosque, bueno, totalmente bosque, sin camino alguno.

–creo que nos perdiste Momo-sempai–

–ja, ¿cómo crees?, ¿Eiji-sempai qué opinas?– pregunto, mientras veía a un pensativo castaño quien solo mostro una misteriosa sonrisa

Concentrado en el paisaje el pelirrojo hablo –¿el sol se mete por el norte?– una mirada en la brújula

–dame eso, yo los guío– Echizen intento tomar la brújula y el muy maltratado mapa

–claro que no Ochibi, deja que tus sempais te guíen– lo alejo de su alcance

–ya lo hicieron y nos perdieron–

–había un 98% de posibilidad de que así fuera–

–veras que pronto encontraremos civilización– el canto de un zopilote se dejo escuchar

–lo dudo– la gorra inclinada, bastante fastidiado –¿y si Inui sempai o Fuji sempai nos guían?–

Tanto Momo como Eiji se le acercaron y en voz baja –ten por seguro que ellos saben exactamente donde estamos– comenzó el pelinegro

–pero ten por seguro también, que nos regresaran por el camino más escabroso que encuentren–

–ya no sé que es mejor, porque no me quede con Boucho, o con Taka–san cocinando–

–bien Momo– una mano en la cabeza del más pequeño –¿qué camino te gusta ahora?–

–según el manual del explorador– en posee

–tu no eres un explorador– agrego Echizen

–hay que seguir siempre el curso de la corriente del rio–

–bien–

–bien–

–¿cuál rio?–

–pasamos uno hace rato– agrego Fuji con una sonrisa y señalando hacia atrás

Y así varios metros atrás –¿este es un río?– el agua estaba embravecida, alejados de la corriente por un metro de piedra alta cubierto de moho.

–bueno, así será fácil seguir la corriente, vamos a meternos– se acerco a la orilla

–no creo que el manual del explorador diga que tengas que meterte a un río, al menos claro, que quieras terminar mojado y golpeado por las rocas– una inocente sonrisa en el tensai –ya después iríamos a sacarte, o lo que quede de ti–

–eh, pues… mejor vamos por la orilla–

–al fin una buena idea–

Varios pasos, varios metros y ya atardecía, –mejor dejemos que otro guíe, ya me está dando hambre–

–a mi también–

–Podemos pescar algo– Fuji se acerco –sería una buena experiencia– todos se acercaron a la orilla con él

–¿sobrevivirá algún pez en este rio?–

–las truchas suelen nadar contra corriente, hay un 25% de posibilidad de que haya algún pez, pero un 0.001% de pescar alguno–

–Olvidémoslo entonces–

–Aniki– todos voltearon hacia el dueño de la voz –los hemos estado buscando–

–Yuuta, chicos–

–hey ¿Como han estado? Comida– al ver lo que traía comiendo Yanagisawa, Momo corrió pero sin darse cuenta empujo a Fuji.

–eh– intento mantener el equilibrio pero la piedra estaba húmeda, cayendo hacia atrás no logrando sujetarse

–¡Fuji!–

–¡Aniki!–

Su cuerpo se sumergió, siendo arrastrado por la corriente.

–¡Fuji!, ¡responde!–

–¡Aniki!–

No lo veían salir –ahí esta– Echizen señalo al ver a su sempai sujetarse dificultosamente de una roca a distancia de ellos.

–Fuji, sujétate fuertemente, ahora te lanzamos algo– los ojos azules voltearon a verlo, pero fue sumergido por algo desconocido.

Algo lo había jalado, intento abrir los ojos, y el rostro de una pálida mujer de cabellera negra se dejo ver, sus ojos se abrieron del susto.

Se impulso hacia atrás, la corriente lo llevo a estrellarse contra otra roca. La misma que lo saco a flote, al fin tomaba aire.

–Fuji toma– una larga rama

–Aniki, sujétate fuertemente–

Estaba cerca de la orilla, le fue fácil sujetarse, pero el frio y el dolor que sentía le hacían resbalarse.

Entre varios lo sujetaron y lograron ponerlo a salvo.

–Aniki, ¿estás bien?– sobre el pasto intentaba regular su respiración.

–… ya, ya estoy bien–

–es mejor que regresemos– Inui se incorporo y dio dos paso adelante marcando el camino a seguir.

–vamos Fuji-sempai– Momo y Yuuta lo ayudaron a levantarse.

–auch–

–¿qué pasa Fuji?–

–mi tobillo, me lo lastime– pero no era la única parte que le dolía pero si la más molesta

–te ayudaremos a llegar–

La marcha fue lenta, las primeras gotas de lluvia caían en cuanto llegaron.

–¿qué paso?– Kawamura y varios se acercaron al verlos llegar.

–fue mi culpa…– había empezado a hablar Momo

–me resbale, y termine dentro del rio– lo interrumpió rápidamente, no quería culpas, sabía que había sido un accidente

–¿Estás bien?– Oishi se acerco preocupado

–Además del frio, solo dolor en mi tobillo– agrego con su típica sonrisa

–entremos, mejor que ya no te sigas mojando–

–no creo que haya mucha diferencia, pero igual vamos–

»» O ««

Todos se estaban reuniendo en el comedor

–Yuuta, ¿vas a llevarle algo de comer a tu hermano?–

–si, Momoshiro–

–te acompaño– con su plato en mano y ya a un lado

–pero…–

–vamos, vamos– lo empujaba con la otra mano

–creo que también los acompaño, Fuji es mi mejor amigo. Y tampoco me inspira este lugar para comer–

–yo voy a donde mis sempais– Echizen con su plato siguiendo a Eiji

–Yuuta, espérame– se apresuro a seguirlos Yanagisawa

–yo también los acompaño– varios seguían el ejemplo

–¿por qué se van?– pregunto intrigado Oishi, ya solo quedaban 8 personas en el comedor.

–han de estar muy preocupados por Fuji– solo quedaron los… ¿valientes?

En la habitación –gracias por visitarme, pero no era necesario que todos vinieran a acompañarme a comer–

–no es tanto por ti Fuji– Eiji se acerco a la cama –arrímate que no quepo– cuatro sentados en ella –es que el comedor no inspira–

–pero es el mejor lugar de toda la casa, me encanta el decorado–

–esa es explicación suficiente–

–yo no los traje, me siguieron– Yuuta se había logrado ganar la única silla

–¿quién quiere cambiar de panecillo?–

–hey ese es mío–

–bueno, es mejor que estar solo aburriéndome– resignado, comenzó a comer –¿Yuuta tienes mas wasabi?–

–si, te doy toda–

–yo también te doy la mía–

–y yo–

»» O «« O »» O ««

Desde su cuarto podría escuchar las risas y quejas, mas quejas que nada; de sus compañeros que estaban participando en un pentatlón, el desorden era completo; solo esperaban la llegada de dos equipos más para empezar el mini torneo, y se lo perdería.

Aun le pulsaba el tobillo, por suerte no había pescado un resfriado.

Escucho unos pasos que se acercaban, la casa estaba en total silencio, podía escuchar la voz de Eiji y Yuuta abajo, tenía las ilusas esperanzas de que fuera Tezuka.

Se escucho unos golpes en la puerta –pase– su rostro hacia la entrada– grande fue su sorpresa al verlo –Te–ezuka– vaya sorpresa

–solo vine a ver… como estabas– cerró la puerta tras de sí, y no se movió de su lugar.

–bien… gracias por preocuparte–

Un muy incomodo silencio, Fuji apretaba su puño en las sabanas, estaba solo con él sería el momento perfecto para aclarar, solo necesitaba un poco de valor, pero por kami, era la primera vez que le costaba decir algo.

–que bien– miradas bajas –me voy– giro y puso la mano en la perrilla

–espera– lo detuvo, aunque no parecía que tuviera tanta prisa en salir –Atobe está abajo, ¿verdad?, podrías, ¿podrías acercarte un poco?–

Dudo al hacerlo, tenía una sospecha al respecto, aunque secretamente esperaba que sucediera.

–solo… quiero decirte que… acepto tu decisión, yo…– la mirada pérdida en la ventana –aun te quiero y… lo que menos deseaba era dejar que te fueras de mi lado, planeaba una forma de… bueno, ya sabes–

Tezuka escuchaba atento, pero sin comprender bien lo que quería decirle, su mirada atenta en una solitaria lagrima que había dejado un rastro en la blanca piel. Su mano se acerca, el pulgar cerca del ojo, su mano limpio aquel camino y ya no se alejo, ambas miradas se encontraron, al fin.

–Tezuka– lo pronuncio con tanta dulzura, con tanta devoción, le gustaba como se escuchaba su nombre. Fuji tomo esa mano, la jalo hacia abajo, el resto del cuerpo siguió la trayectoria, las bocas muy cerca –Tezuka– la misma boca, pero ahora sonaba sensual.

Un solo beso, y el cuerpo del mayor ya estaba sobre la cama, sobre el ojiazul, sus bocas no se habían separado, el recuperar el aire sirvió solo para retirar la sabana que estorbaba y quitar la camisa para dejar a ambos torsos al descubierto.

Se había apoderado del cuello del cuerpo bajo del suyo, escuchando esos gemidos que adoraba, sabiendo que por su culpa el ojiazul perdía todo ese control, esa autosuficiencia que siempre mostraba, desaparecía entre sus caricias.

El también se permitía disfrutar y perder el control.

Las manos más pequeñas recorrían su pecho, deslizándose tentadoramente hacia el pantalón, siguiendo el ejemplo, busco mejor posición recargándose de la estrecha cintura. Cuando… un quejido salió de la otra boca, lo había lastimado.

Se separo y lo vio con temor.

–esta bien, no paso nada– explico Fuji aun con el ceño fruncido por el dolor, lo tomo de los antebrazos –sigamos–

Levanto su mano, y vio en la piel donde había apretado un moretón –no– se quito de la cama, tomo su playera y se alejo –lo siento– fue lo último que dijo tras cerrar la puerta.

Al quedar solo, vio el mismo moretón, causado por uno de los golpes con las rocas del rio. Se tumbo en la cama, la mano en la frente –es mi culpa– totalmente frustrado por haberlo espantado.

Tezuka se había refugiado en el baño de su cuarto, intentando relajarse, enojado consigo mismo. Un golpe en la porcelana del lavamanos, su mano roja. Sabía que debía tranquilizarse, se mojo seguidamente la cara. Un suspiro y con el pensamiento de que lo que paso nunca debió suceder.

Fuji también intentaba recuperarse, lo estaba disfrutando tanto, y ahora sabía que Tezuka también lo quería, debía averiguar que paso entonces. Aunque también recordó porque iba a dejar de lado su plan, y es que en cada uno de los accidentes que había tenido, había estado pensando profundamente en él.

Parecía una mala señal, pero ahora… no sabía qué hacer.

Nuevamente el silencio del lugar le permitió escuchar unos pasos que se acercaban, esta vez no podía ser Tezuka, ¿o si? Con trabajo alcanzo su playera y espero al visitante.

Los pasos se detuvieron frente a su puerta, si era una visita para él, pero ¿porque tardaba tanto en entrar?.

–pase– exclamo suponiendo que esa persona lo creyera dormido, pero aun así nadie entro. Iba a pronunciar mas fuerte cuando la puerta se abrió con fuerza, azotándose con la pared.

Un fuerte viento entro en ella, obligándolo a cubrirse el rostro. Varios objetos comenzaron a volar.

no lo hagas–

La velocidad aumento, se oía el golpe de las cosas, el aire estaba muy denso dificultándole respirar. No se podía mover, no podía hacer nada, le faltaba aire.

aléjate

Un tronido, uno de las ventanas se había roto, el viento desapareció. Con los nervios crispados encontró los folletos regados, la jarra de agua tirada en medio cuarto, ambas camas desarregladas, las cosas del baño se podían ver esparcidas en el piso.

Varias hojas y ramas secas esparcidas; y extrañamente un rastro de agua que empezaba en el marco de la puerta, siguió con la vista hasta la orilla de su cama, al ver frente a él.

Un rostro, una mujer de apariencia mortecina, frente a su rostro.

Muy cerca.

Se dejo caer en la cama, intentando alejarse de ella, el impulso lo llevo a cerrar sus ojos. Al volverlos a abrir… ella ya no estaba, solo él y un fuerte olor a humedad.

Quiso volver a sentarse en la cama, pero el nerviosismo no le dejaba moverse, nuevamente pasos se escucharon, muchos y a gran velocidad. Se obligo a levantarse, salir de ahí, correr. Puso un pie en el piso, luego el otro, el dolor en su tobillo se hizo presente, todo el suelo estaba húmedo y él había caído al piso.

–Aniki– volteo hacia la puerta, eran los chicos quienes llegaron

–¿qué paso?– Eiji se acerco, y lo ayudo a sentarse de nuevo en la cama

–te vez muy pálido– Taka, Saeki, Ban y Yanagisawa también llegaron

–estas muy frio, será mejor que te cubras– Oishi ya lo estaba revisando.

–NO– ella estaba en la cama, quería alejarse

–Tranquilo, no pasa nada– Yuuta lo sujeto

Lentamente se tranquilizo, ella ya no estaba, ya no la veía, pero esa ilusión lo había descontrolado por completo. Se sentó en la cama mirando todo a su alrededor.

–¿qué fue lo que paso?– viendo el lugar

Escucho la pregunta pero un punzante dolor de cabeza no le dejaba razonar –no se– su mano cubría sus ojos –no estoy seguro–

–el cuarto esta hecho un desastre, parece que paso un tornado– irónico el comentario de Yanagisawa

–algo así– con la columna encorvada, intentaba descifrar lo que había pasado, tal vez la presión, todo esto por lo que está pasando fue lo que causo, está bien que le gustara todo ese tipo de cosas, siempre había creído en los presentimientos, pero ¿un fantasma?, ver con sus propios ojos un fantasmas, jamás le había pasado.

Si no fuera por el miedo que le produjera, hubiera sido un gran descubrimiento.

–¿ya estas mejor?– fue la pregunta que le hizo Saeki al escucharlo suspirar

–si– la sonrisa de siempre, sentía la confianza para superar ese miedo –¿creen en fantasmas?–

–¿eh?–

–¿si les digo que vi uno, y lo quiero atrapar?–

–no creo que…–

–hay que divertirnos, ayúdenme a averiguar que le paso–

–¿cómo es posible que creas en fantasmas?– Ban se veía escéptico

–no es que crea, es que lo vi, ¿Quién creen que causo todo esto, si yo no me puedo levantar?

–Fuji no empieces con eso–

–vamos Oishi, ¿qué dicen los demás?–

–yo te apoyo– el pelirrojo se veía muy animado, el tono alegre de su amigo, le hizo creer que era uno de sus juegos.

–no quisiera, pero creo que terminare metido en todo– Yuuta solo se resignaba, de una forma u otra terminaba metido en los planes de su hermano

–también ayudare–

–Pues apoyo–

–yo solo veré, no quiero problemas–

–Oishi que aburrido eres–

–no importa, primero tenemos que reclutar más gente, este lugar es muy grande y no podremos terminar a tiempo, luego…–

El ruido de camiones se escucho, los últimos dos equipos llegaban. El plan caza–fantasmas comenzaba, aunque Syusuke no les había revelado todo el plan.

»» O ««

La noche llego, había veinte personas en la habitación, Kawamura ya había sido informado, y participaría en el plan.

–Bueno el plan es el siguiente– lo extraño es que todos traían su cena consigo –habrá que buscar información sobre una mujer de cabello negro, como de 17 o 18 años, que murió ahogada–

–si murió ahogada, ¿no deberíamos buscar cerca en el rio?–

–nunca dije donde murió, es lo que debemos investigar–

–yo digo que fue en el comedor–

–solo tú piensas que fue en el comedor Momo–

–es muy probable, siempre tengo escalofríos ahí–

–que cobarde Momo-chan–

–no soy un cobarde–

–primero hay que separarnos en grupo, cualquier cosa extraña me lo hacen saber–

–Bien–

–y si se encuentran en peligro, griten fuertemente para saber que mejor no nos acerquemos ahí, sino tendremos problemas los demás–

–¿eh?–

–así que aquí estaban– la puerta se abrió dejando ver a los capitanes –¿por qué no bajaron a cenar?–

–porque subimos a acompañar a Fuji–

–además, estamos organizándonos–

–Organizándose ¿para qué?– Tachibana entro mostrando una serena sonrisa

–para cazar fantasmas– el primero en contestar fue Kamio

–los fantasmas no existen, además ya hay actividades para mañana–

–lo sentimos Atobe, pero no vamos a poder participar–

Una mirada del capitán de Hyotei hacia el ojiazul en la cama, sabía que todo era su plan

–¿ni participar en el torneo amistoso de tenis?–

–es cierto, nos olvidamos de eso–

–pues es en la tarde, así que tenemos toda la mañana para investigar–

–si, buena idea–

–no, mañana temprano va a…– intento hablar Atobe

–me parece bien– interrumpió Yukimura –no creo que haya problemas, además, seguramente ni tú has recorrido toda la casa, es realmente grande–

–pues no, no lo he hecho–

–y venimos a divertirnos, yo también quiero participar–

Sanada que estaba a su lado lo miro un momento –me parece bien–

–vaya, así que todos lo apoyan, el resto ¿qué opina?–

–no tiene nada de malo– apoyo Taipei

–Opinamos lo mismo– hablo el capitán de St Rudolph

–seré el primero en descubrir el misterio– Mizuki no pudo evitar emitir su comentario

–vaya– Atobe aun no estaba de acuerdo, no se dejaría vencer por Fuji –yo aun no veo el caso de todo esto, ¿qué es lo que van a descubrir?–

–quien es el fantasma–

–no hay fantasmas en este lugar–

–claro que si–

–si van a hacer esto– interrumpió Tezuka lo que sería una larga discusión –empiecen mañana, ya empezó a oscurecer–

–pues es cuando se pone más interesante–

Todos voltearon a ver a Fuji, sus palabras y la misteriosa mirada los convenció –si, mejor mañana temprano–

–de acuerdo–

–ya que todos vamos a participar, hay que hacer equipos, el primero en descubrir una pista, tendrá puntos extra–

–es buena idea, Fuji será quien decida si la pista son validas– todos salían, dejando solos a los dos ocupantes

»» O ««

No podía dormir, sentía todo el cuerpo muy tenso, se sentó en la cama, cansado; volteo a ver a su compañero de cuarto, apenas y se podía ver por la escasa luz que entraba por entre la cortina, una ligera lluvia empañaba el vidrio.

Un presentimiento de algo, no estaba seguro de que. Apoyándose en la pared, camino hasta la puerta, abriéndola lentamente, un callado ruido se escucho en toda la habitación. Su compañero no despertó.

Salió recorriendo los desconocidos pasillos, no sabía a dónde iba, solo seguía un impulso. Descubrió una estrecha escalera, dudaba en subirla, pero sabía que ahí encontraría muchas respuestas y se animo a recorrerla.

Había llegado al desván, en la pared de la entrada encontró el interruptor. Todo lleno de objetos cubierto de polvo y telarañas, con el aire enrarecido, no se podía admirar bien el volumen del lugar.

Entro lentamente, titubeando, pues el dolor en su tobillo comenzaba a hacerse presente.

Camino varios pasos cubriéndose por el polvo que levantaba al pasar, unas pequeñas ventanas permitían el paso de la luz nocturna, dejándolo ver por donde la luz de las lámparas eran bloqueadas.

¿No había estado lloviendo recién?

Extrañamente, un rayo iluminaba perfectamente un enorme baúl, se acerco retirando los objetos que estorbaban, inclinándose, levanto la tapa.

El polvo que se levanto le provoco una ligera tos, dentro del baúl encontró ropa de mujer, algunos kimonos, otros tradicionales de Europa, debajo de eso, joyería, rollos de pergamino, plumas, tintura; como casi toda la mansión, una combinación de ambas culturas.

Encontró varios cuadernos de hojas amarillentas, uno le llamo la atención, lo escrito en la pasta parecía ser francés, no sabía leerlo. Destapo descubriendo que era un viejo álbum fotográfico. En ellas se veía a personas en lugares distintos, lo que estaba seguro es que no era Japón, seguramente viajaban mucho, por eso tanta acumulación de objetos extranjeros.

Tras pasar tres hojas, encontró con sorpresa lo que parecía ser cuatro buenos amigos, a partir de allí, el álbum estaba lleno de esas personas, de vez en cuando una chica y un chico de rasgos europeos.

Pero lo que más le llamo la atención fue una de las chicas, se le hacía tan familiar. Tomo una de las fotos, donde se veían mejor los cuatro, observándola más cerca. No solo esa chica se le hacía conocida, sino todos, como si ya los hubiera visto antes.

Una de ellas.

La fantasma.

Ambas chicas estaban juntas, la de apariencia familiar y una de cabello negro, era sin duda la chica fantasma que se aparecía. Descubriendo quienes son los demás, lograría saber el secreto, y la única persona que podría informarle todo era Atobe.

Un golpe.

Giro hacia la puerta, se había cerrado con fuerza, se levanto lentamente.

Al llegar a la puerta, no pudo abrirla, había sido cerrada, por mas intentos que hacía por abrirla nada funcionaba.

Estaba en problemas, no sabía la hora que eran, no había nadie alrededor, ni nada que le sirviera, todo viejo y gastado.

Cojeando se acerco a la ventana, comenzaba a aclarar, solo quedaba esperar que los chicos lo buscaran en cuanto no lo vieran, lo cual no sería problema pues todos habían decidido recorrer el lugar.

Acomodando algunos trapos, se sentó en el piso, hubiera sido mejor seguir buscando, pero el cansancio comenzaba a hacerle efecto. Doblando sus rodillas, recostó su cabeza sobre ellas, y esperaría, por suerte no hacia frio.

»» O ««

–bueno día An…, eh?, donde esta mi hermano?–

–buenos días Yuuta– saludo Taka colocándose sus zapatos –creí que estaba contigo preparando lo de los caza fantasmas–

–No, y ahora que lo pienso, no me ha contado que es lo que tiene en mente realmente– sospechaban que todo era un truco planeado por el mayor de los Fuji, ninguno realmente creían que sería una autentica cacería de fantasmas.

–tal vez este con Eiji–

–yo ¿qué?– el pelirrojo se asomo por la puerta –¿eh?, ¿dónde está Fuji?, iba a preguntarle si le ayudaba–

–cuando desperté no estaba–

–mmm, entonces empezó todo desde temprano, al menos se hubiera esperado a después del desayuno, ya no vamos a tener excusa para comer en su cuarto–

–¿no les gusta la comida?– apareció el prodigio de Hyotei acompañado de Gakuto

–la comida no tiene nada de malo, es el lugar– Momo también llego, muchos también se estaban apareciendo

–¿qué pasa aquí?–

–Oishi– se le colgó del brazo –ya empezó la cacería de fantasmas–

–¿si?, ¿Fuji donde esta?–

–no está– un guiño de ojo, queriendo decir mas

–¿y el desayuno?– esta vez había sido Ibu

–el desayuno en el terruño–

–eso no es gracioso David– con el acompañado golpe vinieron sus palabras

–pues podemos comer mientras buscamos, así ahorramos tiempo–

–y evitamos pasar al comedor, que listo Eiji–sempai–

–lo sé, por eso soy tu sempai–

–bueno, recojamos nuestra comida, y empecemos–

–si!–

»» O ««

–¿por qué siempre tengo que hacer equipo con ustedes?– un disgustado Echizen refunfuñaba, pero aun los seguía

–porque somos tus sempais, además– Eiji hizo posee de triunfador– seremos quienes resolvamos esto– los acompañaban Kawamura, Momoshiro y…

–¿y yo?–

–no te quejes tu también Kaido, además los equipos eran de 6–

–ffshh, somos 5–

–no~o– un siniestra voz

–wuaaaaaa!– el brillo macabro de… unos lentes

–Somos 6–

–Inui, no estabas con Mizuki?– Taka se le acerco

–no, solo fuimos a establecer otras reglas para nosotros dos, vamos a ver quien descubre todo mas rápido–

–me parece genial, con este equipo, seremos los ganadores–

–¡claro que sí!–

–yo lo dudo–

–fsshh–

»» O ««

–Yuuta, ¿estas bien?–

–ah?, si Akazawa–san–

–te veo muy distraído–

–es que…, no creo que Aniki haya planeado esto solo, y no sé quien le haya ayudado, a mi no me la pidió, y seguro que Atobe no lo está ayudando, sobre todo con la forma en cómo se negó–

–pues es parte del misterio 'Yuuta–kun'–

–Mizuki–san, ¿crees eso?–

–por lo pronto hay que buscar a tu hermano, y pensándolo bien– la mano en el mentón –el victorioso seré yo, pues soy el único que puede vencer a Fuji Syusuke–

–…–

–lo que me preocupa es en donde estará, apenas se estaba recuperando–

–ya ha de estar bien, sino no, no habría empezando el juego–

–si– empezaba a sospechar que tal vez no era un juego

»» O ««

Había tenido un muy extraño sueño, el mismo lugar, pero con gente extraña en otro tiempo, tal vez se había dejado llevar por lo descubierto en el desván.

Le dolía mucho la garganta, el aire enrarecido del lugar le estaba afectando, ya llevaba mucho tiempo, tenía todo el cuerpo entumecido, y le costaba levantarse, desde la pequeña ventana pudo ver a dos grupos de chicos pasar por las canchas y los jardines, después de todo era una buena vista.

Unos ruidos en la puerta le llamo la atención.

–está cerrada– logro escuchar, y apresurándose intento llegar a la puerta, de su boca apenas y salía ruido, la tenía muy seca. Tropezó con una caja cayendo en el piso, un rechinar lo llevo a ver hacia arriba, una enorme caja caía hacia su dirección, no se podía mover, no iba a soportar el golpe, estaba muy débil.

Una luz, el golpe de la caja al caer.

–¿qué fue eso?– Shishido desde el otro lado de la puerta, fue el primero en preguntar, habían escuchado todo.

–hay alguien adentro, tal vez sea Fuji– Ohtori se acerco a la puerta –Fuji, ¿estas ahí?– golpeo varias veces la puerta, nada se escucho.

–intenta de nuevo– el pelirrojo intento esta vez –ey, ¿hay alguien?–

–aquí–i– fue una voz muy silenciosa

–si hay alguien, tal vez Atobe tenga copias de la llave, hay que buscarlo– comento Hiyoshi

–si, tu y Ohtori vayan, nosotros nos quedamos– ordeno Oshitari

–bien– ambos chicos se apresuraron a salir

–no me gustan los fantasmas– Jiroh se dejo caer en el piso cerrando los ojos tranquilamente

»» O ««

La puerta de la biblioteca fue abierta –¿no está aquí Atobe?– pregunto el rubio

Uno de los equipos estaba ahí –no, no lo hemos visto– contesto Kisarazu de St Rudolph

–hay que seguir buscándolo–

–¿para que buscan al señor?– pregunto la doncella que se encontraba ahí limpiando el lugar

–es que…–

–no les digas– interrumpió Hiyoshi

–¿pero si esta en problemas?– volteo a verlo, y con aprobación silenciosa continuo –Fuji está encerrado en el ático, queremos la llave para abrir–

–yo tengo una copia– agrego la chica mostrando la enorme cantidad de llaves que portaba, le habían entregado un juego para tener acceso a toda la casa durante la actividad, ventaja para quien la encontrara en ese momento.

–vamos–

No tardaron en llegar –¿encontraron a Atobe?– Gakuto se apresuro a contestar

–no, pero ella tiene las llaves–

–con permiso– se acerco seleccionando una de las llaves, todas estaban marcadas para rápida identificación, el seguro se quito con dificultad –está abierto–

Todos entraron, el lugar estaba oscurecido por una nube de polvo –no veo a nadie– Takuya encabezaba a los grupos, con la puerta abierta el humo comenzaba a disiparse.

–aquí no está Fuji– hizo saber Niou de Rikkaidai

–pero nosotros lo escuchamos– Shishido volteo a ver a la chica –tal vez allá otra salida–

–no, es el único acceso, además esta puerta se mantiene cerrada, nadie entra–

Shudo se agacho –aquí hay varias fotos regadas, tal vez fue el viento lo que escucharon–

–no– comento Oshitari– las ventanas están cerradas y también escuche perfectamente su voz–

–también hubo una luz– vieron hacia Jiroh –junto antes de oír que algo se caía, vi una luz debajo de la puerta–

–Entonces esto es– Yagyuu tomo varias fotos –estas son la primeras pistas, Fuji se encargo de que las encontráramos–

Todos se agacharon y tomaron varias –uno de ellos se me hace familiar, donde lo abre visto antes– el prodigio de Hyotei no pudo evitar comentar

–pues a mi esta chica del medio se me figura a Fuji Syusuke en su versión femenina–

–a ver– todos se le acercaron a Kisarazu de Rokaku –tienes razón–

–se ven muy viejas para ser editadas, ¿será algún pariente de Fuji?– Niou se acerco a la chica –sabe algo sobre estas fotos–

–no, como ya dije, nadie entra aquí, ni Atobe-sama–

–¿el abuelo de Keigo?–

–así es–

–esta chica se parece a usted– Hiyoshi se acerco –mire– la foto enseñaba una chica rubia de rasgos europeos acompañada de otros 5

–pues no tengo idea joven– sin duda se parecían

–creo que ya estoy viendo el plan de Fuji, por lo mientras, guardemos esas fotos, y descubramos quienes son–

–yo sé quiénes son– agrego Gakuto

–¿quiénes?–

–la pelinegra es la fantasma que buscamos–

–eso no es saber quién es–

–¿si?– dirigiéndose a la chica –trabaja alguien parecida a ella?– señalo una parte en la foto

–no, joven–

–mm, pues entonces no se–

–sigamos investigando–

–nos quedaremos con algunas fotos, ¿si no les importa?– Atsushi exclamo

–no, hay muchas, quizás dejemos algunas para los otros equipos que lleguen– Ohtori dejo caer algunas

–Bien–

»» O ««

En los alrededores del jardín uno de los equipos encontró los cimientos de una construcción

–¿qué creen que haya sido esto?– Kentarou se puso en el centro del cuadrado más grande

–cualquier cosa, no queda rastros de nada– Kurobane se recargo en lo que quedaba de una pared

–pues esto se destruyo en un incendio, hay mucha madera quemada– Saeki tiro un pedazo de madera consumida

–¿tal vez fogatas?

–no, porque si no estaría en circulo–

Sacando humo de su nariz –¿quizás era una iglesia?–

–¿una iglesia?, lo dudo, no creo que hubiera muchos creyentes de esa fe en ese tiempo– contesto Bane mirando hacia los arboles cuyas hojas se agitaban tranquilamente

–pero tiene cruces– del suelo recogió una vieja reliquia

–de la cruz para la cruz– y una extraño ruido como risa ¿?

–solo porque estas muy lejos David, sino ya te hubiera golpeado–

–Golpe con marca, marca en el golpe–

–ahora si David, te lo ganaste– camino a lo que sería otra habitación, donde estaba el pelinaranja

–mira– fue lo primero que escucho al llegar

–son marcas–

Los demás, curiosos, se acercaron –que extraños símbolos–

–esto no era una iglesia–

»» O ««

Dentro de la casa, otros dos equipos se encontraban –vaya, cuantas pinturas– Bunta exclamo asombrado

–así es, cada miembro de la familia ha sido retratado y puesto en este salón– Atobe se acerco a una de las pinturas –pronto, una mía estará colgada aquí–

–pues si que tienes mucho parientes, ¿los conoces a todos?– Oishi se acerco a otro de los cuadros

–no, son mis antepasados, claro que no fue el tiempo; a excepción de mi abuelo, mi padre, mi madre y unos tíos. Ah, esta– se acerco a un cuadro un poco más pequeño, donde había tres personas –un cuadro de nuestros abuelos, Tezuka–

El capitán de Seigaku se acerco a donde le indicaba, una pintura a bajo de una más grande del abuelo de Atobe –es una buena pintura–

–¿entonces sus familias son viejos amigos?– Sanada pregunto

–algo así, ellos perdieron contacto con el tiempo, se volvieron encontrar cuando Atobe y yo nos conocimos

–Aunque… fue un reencuentro muy seco, ya que me acuerdo, bueno, cosas de viejos–

–¿y quién es ella?– pregunto Renji, señalando una chica pelinegra estaba en medio de ambos chicos

–no lo sé, se me ha pasado preguntarle a mi abuelo–

–¿no será la fantasma que buscamos?– Jackal se acerco

–¿por que sería ella?– pregunto confuso

–Porque se parece a la chica que describió Fuji– agrego Kyosuke –y porque tú no sabes quién es ella–

–no creo que sea eso, Fuji ni siquiera sabe quién es mi abuelo–

–ah de haber investigado– Tachibana comento –no sabemos quién le este apoyando con esto, pero creo que son los sirvientes–

–podría ser, tendré que hablar con ellos–

–aquí hay un retrato de la chica– se acercaron a Kirihara

–pues creo que es alguna pariente tuya– Oishi noto que estaba justo enfrente de la del abuelo

–además de que esta hecha por el mismo artista– esta vez fue notado por Yukimura

–¿no es su hermana?– Sanada volteo a ver a Atobe

–no, mi abuelo no tiene, tal vez una prima–

–aquí hay algo mas– Kirihara se acerco mas a la pintura –aquí está el nombre Abigail Bagner–

–tiene nombre extranjero para tener rasgos japoneses– el más alto se acerco –aunque no usa traje típico en la pintura como todos los demás–

–a pesar de no tener el apellido de la familia, su retrato se encuentra dentro de la galería, ¿no habrá algún error?–

–ese cuadro ha estado desde que recuerdo, pero jamás había notado eso–

–murió hace 50 años, miren, dice aquí en el titulo– Bunta se había puesto enfrente de todos

–tal vez por eso tu abuelo no quiera hablar de eso– supuso Tachibana

–puede ser–

–ya encontramos la identidad de la fantasma, aunque solo falta un cementerio familiar, y estará completo el escenario– dijo en forma burlona Kirihara

–pueeees…–

–si hay uno?–

–no he visto tumbas, pero hay un templo en la parte trasera, un poco retirado de la casa, aunque ya no se usa, se derrumbo y no fue reconstruido–

–¿se derrumbo?, ¿qué le paso?– Osihi pregunto curioso

–no estoy seguro, algo de que la tierra no está firme, tiembla mucho–

–estamos en las montañas, los temblores no se siente–

–recuerdo que mencionaron que una vez hubo un fuerte temblor por esos años– comento Tezuka

–¿en la muerte de nuestra fantasma?– pregunto Renji

–si–

–el misterio se va formando– dedujo Bunta

–deberíamos resolver el misterio, no hacerlo más grande–

–Cierto Jackal–

–pues sea lo que sea, se está volviendo interesante–

»» O ««

–Recorrimos toda la casa, y no encontramos nada– Kamio se dejo caer en el sillón

–si encontramos algo– Mori se sentó enfrente

–¿ese viejo cofre que no pudimos abrir?–

–Este mero– Tetsu y Sakurai pusieron en la mesa del centro un cofre de 30 por 20cm

–está muy pesado para su tamaño, aunque supongo que en ese tiempo un cofre pesado podría llegar a durar más, o tal vez solo tenga piedras, y haya sido una broma…– hizo notar Ibu mientras tomaba un taburete y se acercaba, unos truenos del exterior se dejaron escuchar.

–Empezó a llover, llegamos a tiempo– Tetsu se sentó a lado de Mori

–ya casi es la hora de la comida, no deben de tardar los demás–

–y no pudimos abrir esta cosa– Kamio le dio una patada disgustado

–¿qué paso?– Eiji y el resto de Seigaku se acerco al oír el ruido de algo caer

–¿están bien?– Taka fue el primero en acercarse

–si, solo que de Kamio tiro ese cofre– agrego Mori viéndolos llegar

–tenía que ser el torpe de Kamio–

–¿a quien le llamas torpe Momoshiro?– se levanto de su asiento

–al torpe–

–esto es interesante– Inui se atravesó entre ambos, el cofre se había roto

–lo encontramos en el jardín, cerca de un templo destruido, no pudimos entrar solo encontramos esto a un lado–

–no reveles nuestras pistas al enemigo Sakurai–

–pero Kamio…–

–nada–

–parece un viejo libro– Inui lo tomo –parece latín–

–¿qué dice?– Eiji se acerco

–dice que todas las personas pelirrojas morirán de una cruel manera si siguen de curiosas– contesto sonriendo

–estas inventando–

–¿suponías que yo sabía latín?– se escucho otro trueno

–buen punto–

–¿qué hace un libro en latín junto a un templo?– exclamo curioso Ibu –no es que me llame mucho la atención, pero no veo la compatibilidad en ambas cosas, además, aun no entiendo porque pesaba tanto el cofre–

–otro buen punto–

–¿qué tal chicos?–

Los demás equipos llegaban

–estamos todos menos Fuji, a qué hora se le ocurrirá llegar, ya tengo hambre– Momo se toco el estomago

–mm, también es raro que no nos haya avisado para ir a comer– los truenos no habían dejado de sonar, la lluvia incrementaba

–Miho, ¿podrías ver qué pasa?– Atobe ordeno a la chica que estaba acompañándolos

–si señor–

–espera– se levanto de donde estaba sentado –tengo que hablar con ellos–

–déjalos Atobe– dijo Tezuka

–no los voy a reprender, solo quiero saber– ambos se marcharon

–¿mientras que hacemos?– Gakuto se aburría

–pues digamos que pistas descubrimos– Yukimura se veía muy interesado

–oye, pero cada quien debía buscar sus pistas– exclamo Kentaro

–Fuji nuca dijo que era una competencia, solo que éramos muchos y por eso buscáramos pistas por separado– apoyo a su capitán Niou

–tiene razón– Shishido se acomodaba en su asiento

–bueno, nosotros primero– Ohtori estaba a un lado de Shishido –encontramos estas fotos en el ático– las fue pasando

–nosotros también tenemos– Takuya paso las suyas

–hay cuatro personas que se repiten, y otras dos que salen de vez en cuando, la chica rubia se parece a Miho, la que se acaba de ir con Atobe–

–y la castaña a Fuji Syusuke– eso llamo mucho la atención de Yuuta, quedándose con una de ellas –los demás no sabemos quiénes son– explico Atsushi

–nosotros si– Kyosuke hablo –uno es el abuelo de Tezuka y el otro de Atobe –la pelinegra se llama Abigail Bagne, y creemos que la fantasma–

–descubrimos que fue miembro de la familia Atobe, a pesar de no tener el apellido, y que murió hace 50 años–

–también creemos que es ella la fantasma, sobre todo por la forma en cómo lo descubrimos– comento Hiyoshi dudoso

–cuéntenos–

–Descubrimos la puerta del ático pero estaba cerrada, pero escuchamos que algo se caía junto con una voz, creímos que era Fuji–

–¿Aniki?– en todo ese tiempo Yuuta se había visto nervioso

–pero cuando Miho nos abrió no había nadie–

–también vimos una luz que provenía de adentro– comento Jiroh con excesivo interés –no existe otra salida del ático y no había nadie más que nosotros–

–¿quieren decir que una voz parecida a la de Fuji les llevo a entrar al ático?–

–si–

–es posible que haya más pistas ahí–

–también el templo en ruinas, el que nos dijo Atobe– comento Bunta –ha de tener pistas–

–nosotros estuvimos ahí– agrego Kamio –y encontramos un viejo cofre con un libro en latín, lo tiene Inui–

–¿no encontraron tumbas?–

–no– suspiro tranquilo y aun mas cuando alguien prendió las luces, la lluvia oscurecía la tarde.

–que bien–

–nosotros también encontramos unas ruinas– comento Itsuki –una iglesia satánica–

–¿¡que!?–

–bueno, no es satánica, pero tiene símbolos demoniacos–

–¿como saben eso Saeki?–

–algo que se aprende de convivir con los Fuji–

–si– hablo Yuuta con la cabeza baja –mi neesan nos ha metido mucho el gusto por lo sobrenatural–

–al menos sabemos porque la temática de fantasma–

–los escritos en este libro también parecen ser satánicos– Inui cerró el libro y volteo a verlos a todos

–Fuji le puso mucha dedicación a este juego–

–¡no es un juego!– Yuuta se paro –¡hay un fantasma en esta casa!–

–qué?, por qué lo dices?–

–¿no lo ven?– dice en voz alta

–espera Yuuta– Akazawa se paro e intento calmarlo explicándoles a todos –nosotros no buscábamos pistas, Yuuta estaba muy preocupado por su hermano, así que regresamos a la habitación, nuevamente todo el cuarto esta mojado, también descubrimos que no se cambio de ropa, ni se arreglo, además de no tender la cama, dice Yuuta que su hermano es muy cuidadoso con esos detalles–

–y lo buscamos por todos lados, quisimos preguntar a la servidumbre, y no encontramos a nadie, ni en sus habitaciones, hay uno para cada uno, 20 para ser exactos– completo Mizuki

–así es, no hay nadie– Atobe llego con la chica –todos dejaron su trabajo, ni la comida hicieron, en cuanto los encuentro los despido–

–pero señor…–

–Calla, tu también serás despedida–

–ya le dije que no tengo que ver en eso, solo sigo las ordenes de usted–

–ella dice la verdad– Oshitari la defendió –nos acompaño todo el rato–

–entonces ¿quien esta ayudando a Fuji con este juego?–

–no es un juego– todos voltearon a ver quien había dicho estas palabras

Fuji estaba sucio, su ropa rasgada, con varios raspones en el cuerpo, sangre en su frente y le costaba mantenerse de pie

–Aniki– Yuuta se apresuro a alcanzarlo, recibiendo a su hermano en sus brazos –¿qué te paso?–

–no lo recuerdo bien, estaba encerrado en el ático…–

–Entonces si eras tú–

–tropecé y tire un mueble, me iba a aplastar cuando… algo me cegó, vi a alguien, y un segundo después estaba en el sótano–

–¿hay un fantasma de verdad?– Mori pregunto temeroso

–no– se sintieron relajados ante la respuesta de Fuji –hay varios– pero no les duro mucho

–¿qué?–

–Ayame me salvo– su vista enfocada en el vacío –Abi me quiere matar, alguien la está usando– temblaba, su voz salía llena de miedo –no quiero lastimarla es mi amiga–

–¿quien es Abi?–

Su voz se oía diferente –Abi es mi amiga, siempre nos compartíamos cosas, pero no me lo quiso prestar– de sus ojos brotaban lagrimas –es su culpa, su culpa, yo no hice nada, él tiene la culpa, lo descubrí y ahora me quiere matar, quiere que Abi me mate; Yuu–cha, no quiero lastimar a Abi–

–¿quién es Abi?, y ¿por qué me dices Yuu–chan?, nunca me has dicho así– todos miraban callados, no les estaba gustando la actitud del tensai

–¿cómo no Yuu–chan?, siempre lo hago– su actitud de repente cambio, esta sonriendo –oh, hay invitados, por qué no me dijiste que traerías unos amigos?, mira que desarreglada estoy…

–¿desarreglada?– claramente noto como lo dijo

–Kunikazu, Kaito, ¿por que no me avisaron?– miro a Tezuka y a Atobe –bueno, iré a darme una ducha y ahora regreso– mas fue la sorpresa al verlo besar a Keigo

–¿por… por que me besas?–

–¿cómo que por qué?, somos novios desde hace un año, no me digas que aun te da pena–

–nosotros no…–

–espera– Tezuka lo interrumpió –mira sus ojos– todos lo hicieron –el color de sus ojos cambio, son verdes–

–quieres decir que él… esta ¿poseído?–

–¿qué pasa chicos?, qué me ibas a decir Kaito?–

–yo pues…

–nosotros no ¿qué?–

–¿no somos novios?– agrego Atobe dudoso, no sabía lo que estaba haciendo

–¿no?– Fuji aprecia perderse en su pensamiento –tienes razón– se acerco a Tezuka –Kunikazu me siento terrible– lo tomo de los brazos, y nuevas lagrimas brotaron de sus ojos –he traicionado a Abi por amor a ti– sentían todos que miraban la escena del pasado –Kaito, no le digas a tu hermana–

–de…– Atobe iba a hablar cuando un trueno resonó con fuerzas, las luces tintinearon para después apagarse.

Las ventanas se sacudieron, otro trueno –¡Abi!– volteo a ver hacia una de las ventanas, una silueta fue claramente iluminada por un breve instante,

No había nadie ahí. Todo quedo en silencio.

–¿Fuji?– fue el primer sonido –¿Fuji?– voltearon a verlo, Tezuka lo sujetaba firmemente, no se movía, había caído en sus brazos

»» O ««»» O ««»» O ««

Todos seguían en la sala, los asientos habían sido movidos para permanecer juntos, nadie había dicho nada, pero no se querían alejar de los otros. Fuji había sido recostado en un sillón, y las luces seguían sin prender

Oscurecía –tengo hambre– comento Momo en voz baja

–también yo– había sido un día muy tenso para todos

–deberíamos prepáranos algo nosotros– sugirió Oishi, se notaba que muchos ya deseaban comer

–pero ¿quien ira?– pregunto Kirihara –¿ya notaron que desapareció gente?–

–organicémonos, unos que vayan a la cocina, otros al comedor, somos mucho, no debería pasarnos algo– Akazawa intentaba organizarlos

–es buena idea– Yukimura se levanto, sería mejor levantar ánimos –los chicos y yo iremos a la cocina. ¿Tachibana nos ayudan?– el aludido estaba a su lado

–si, vamos. Chicos ayudémosles–

–si– Fudomine y Rikkaidai se levanto

–pero en el comedor no, ahí me da más miedo– agrego Momo

–bien, acomoden aquí para poder comer–

Todos se levantaron y comenzaron a mover los muebles, Yuuta se quedo frente al que ocupaba su hermano, había quedado separado del resto. Tezuka se le acerco –seguro se pondrá bien–

–pero ¿y si no despierta?–

–es fuerte, sabrá que hacer– quería creerlo, volver a ver su mirada azulina, que fuera el mismo

–¿qué habrá pasado aquí?– Yuuta volteo a ver al más alto –tu abuelo debe saber lo que paso–

Fue en ese momento que se dio cuenta, la persona que podría darle respuestas a lo que paso, era su propio abuelo

–Atobe– miro a su homologo

–Entiendo, también intentare comunicarme con mi abuelo–

Se levanto y saco su celular –vaya, creí que no serviría, como sale en las películas de terror–

–no invoques Atobe– regaño Gakuto

–¿Masato–san?– le contestaron rápido –¿está mi abuelo?, habla Keigo– esperaba la respuesta –ha vaya, ¿como a qué hora se desocupa?… me urge hablar con él– una explicación más larga –está bien, le puedes decir que me hable con urgencia en cuanto se desocupe, dile que estoy en la cabaña de Tokyo… gracias–

–¿qué paso?–

–está en una junta de negocio, mi padre también está ahí– un suspiro –esas juntas suelen terminar hasta muy entrada la noche–

–bueno Tezuka, te toca a ti–

El castaño ahora sacaba su celular –Okasa, habla Kunimitsu– también había entrado rápida la llamada –¿está el abuelo?… … Gracias–

–por qué no pones el altavoz para que todos escuchemos?– ni siquiera lo aprieto, Atobe ya lo había hecho

–Hola Kunimitsu, es raro que me hables, ¿qué ha pasado?–

–quería preguntarte algo, sobre cuando tu y Atobe Kaito se conocieron–

–es raro que me preguntes, pero dime–

Pero no sabía cómo preguntarle, aun no le cabía en mente que hubiera fantasmas

–¿mi abuelo tenía una hermana?– hablo de repente Keigo

–¿Atobe–kun?–

–si, soy yo, ¿cómo esta?

–bien, pero no crees que mejor le preguntas a tu abuelo–

–ya lo intente, pero está ocupado, pero entonces déjeme hacerle otro tipo de pregunta–

–dime–

–ustedes se dejaron de tratar, ¿por qué?–

–ah, bueno… pues es una historia que… bueno, paso una tragedia. No es un tipo de historia que se deba contar por teléfono, ¿por qué no ahora que regresen…?–

–no, es importante– una tercera voz interrumpió

–mm, a ese no lo reconocí–

–a perdone, soy Momoshiro Takeshi, y estoy en la misma escuela con su nieto–

–mucho gusto, y con quien estoy realmente hablando por teléfono–

–ah esta con el speaker, todos saluden al abuelo de Tezuka–

–Hola, ¿qué tal?, mucho gusto– se escucho decir en diferentes voces

–Hola a todos, pero ahora tengo más curiosidad de saber que pasa–

–bueno, yo le cuento– Eiji se acerco al teléfono –primero, soy Kikumaru Eiji y también voy con su nieto, y lo que pasa es: que estamos en la casa embrujada de los Atobe, encontramos fotos de la fantasma donde sale usted y el abuelo de Atobe, además de encontrar a la versión femenina de Fuji, creo que a él si lo conoce; pero sigo, esa fantasma que descubrimos que se llamaba Abigail ha intentado matar a Fuji, además que recién Fuji, si, de nuevo él, ha sido poseído por otra fantasma que llama a Yuuta, Yuchan, y….– un respiro rápido de aire, había hablado todo de corrido

–Kikumaru–kun, aprovecharé que has tomado aire para interrumpirte, me podrías explicar eso de ¿fantasmas?–

–bueno, no es que crea en fantasmas, pero después de ver todas las cosas raras que han sucedido, además de haber escuchado a una mujer muerta, empiezo a creer en ello–

–tampoco creo en fantasmas, pero muchas de las cosas que me has dicho me han hecho dudar, en primer lugar, Abigail es el nombre de la media hermana de Kaito, supongo que esa es la respuesta a la pregunta que me hizo Atobe–kun,

–¿media hermana?–

–lo otro seria, a que Fuji–kun se parece a una chica llamada Ayame…–

–¿Ayame?–

–si, ella, Atobe Kaito y yo, éramos muy buenos amigos, mucho antes de que llegara Abigail, sabes Kunimitsu en cuanto vi por primera vez a Fuji, me acorde mucho de ella, y es que también Ayame y yo fuimos novios, curioso, ¿no te parece?–

–si abuelo– sabia a que se refería, fue el primero en enterarse cuando Fuji y él comenzaron a salir, incluso se le veía muy feliz

–aunque también salí con Abigail cuando Ayame comenzó a salir con Kaito, si fue todo un lío, creo que por eso…– no se escucho nada por el teléfono

–¿qué paso abuelo?–

–no nada, ¿qué más quieren saber?–

–¿a qué se refiere a antes de que llegara Abigail?–

–conozco la respuesta, pero eso es meterse en líos familiares, en ese caso si tenían que preguntarle a Kaito–

–solo una cosa mas– tomo palabra Keigo –¿cómo murió Abigail?–

–mm?, pues no estoy seguro–

–cómo es que no lo sabe?, no que habían sido buenos amigos?– pregunto intrigado Kirihara

–lo que sucede es que… bueno, hubo un temblor hacia unos 50 años, el templo que estaba ahí se derrumbo y desde entonces cosas extrañas comenzaron a suceder. Abigail y Ayame actuaban raro, Kaito ya casi no estaba por tener que ocuparse de los negocios, así lo había ordenado su padre. Poco después tuvimos una pelea, unos amigos habían ido de visita y la amistad se termino, solo supe que Abigail había desaparecido al igual que Ayame–

–¿no le supieron decir?–

–no, las cosas ya no estaban bien con Kaito, solo agradecí que me informaran, con Ayame hable con su familia, me contesto su hermano, fue muy grosero y cortante, y me prohibió toda relación con su familia, me pareció extraño, pues nos llevábamos bien–

–Yuuta– voltearon ah ver, Fuji había despertado –es el nombre de nuestro abuelo, y también el nombre del hermano mayor de Ayame–

–Vaya coincidencia– comento Mizuki

–Ayame y Abigail se prestaban todo, incluso los novios–

–es eso cierto– agrego en tono alegre –¿cómo lo sabes Fuji–kun?–

–lo único que ellas jamás se prestarían seria el medallón– hablaba en tono neutro

–¿medallón?, ahora que lo mencionas, tras el temblor unas viejas ruinas se descubrieron en el lado opuesto, ahí ellas encontraron un viejo medallón, pero Abigail siempre era quien lo portaba–

–un día Ayame lo tomo, y encontró el libro, pero Kaito se lo quito, lo leyó y…– se cubrió el rostro con ambas manos –todo salió mal– la voz salió entrecortada –Kaito… ya no era él, Abi… ya no era ella, yo… tampoco… era yo, Kunikatsu… lo sabía, llamo a Fabelia y a Nicholai para ayudarnos, pero… solo lo complicaron…–

–no recuerdo eso, Fuji–kun de que…– la llamada se corto, nuevos rayos iluminaban el lugar

–todo se lleno de sangre, no entendía lo que pasaba, me dolía mucho, el medallón en el cuello de Abi brillaba más intenso, rojo, rojo en todos lados–

Miraban expectantes, la verdad estaba revelándose

–tome el medallón, salí, llovía, Abi-chan y Fabi-chan me perseguían, lo querían, pero no dejaría que me lastimara mas, lo avente al rio, ellas se lanzaron; Kai-chan y Ni-chan lograron detener a Fabi-chan, Abi-chan no, ella cayo, no salió, YA NO SALIÓ!– quito las manos, sus ojos derramaban lagrimas

–Aniki– quiso acercársele, pero él se alejo

–Fabi–chan se enojo, me golpeo, y Nicholai a ella, yo mire el rio, esperaba a Abi-chan, quería decirle que no se lo quería quitar, no quise herirla, que mi bebe no era de él…, yo no lo quería tener–

–¿qué… qué mas paso?– lo incitaron a continuar

–mi bebe– se abrazo a sí mismo –¿Yuu–chan cuidaras a mi bebe?– su mirada puesta en su otouto –¿lo cuidaras?–

Yuuta no sabía que responder

–no es… de la persona que amo, pero… aun así lo quiero, quiérelo tú también–

–sí, lo cuidare– al decir esas palabras fue atrapado en un abrazo –¿Aniki?– su llanto ya no se escuchaba, no se movía –¿Aniki?– lo separo de su lado, su cabeza cayó hacia delante –¡Aniki!–

–¿qué pasa?–

–¡no respira!– Tezuka fue el primero en acercarse

–Fuji– lo tomo, lo recargo sobre sus piernas –¡Fuji!– tomo el pulso en el cuello, el miedo fue demasiado notorio en su rostro –Osihi– volteo a verlo –hay que hacer algo–

El vice capitán se acerco, corroboro lo dicho –hay que hacerle primeros auxilios, recuéstalo en el piso– sus manos fueron llevadas al pecho de tensai, impulsando a su corazón a latir

–vamos Fuji¡– Tezuka envolvió los labios de quien yacía inconsciente llevándole aire a sus pulmones; todos a su alrededor esperando que los primeros auxilios sirvieran.

La espera se volvió muy larga y Fuji no despertaba.

««»» ««»» ««»»

Continuara

««»» ««»» ««»»