Capitulo 1: Ella se sacrifica
Sus ojos negros parecían brillar cuando se miraba en el espejo.
Su padre le había comprado un nuevo vestido, pero solo para esta ocasión. Era su fiesta de cumpleaños, sus "dulces" dieciséis y todo el clan iba a estar presente, ella estaba muy nerviosa, pero respiro profundo y se dijo a sí misma que todo va a estar bien, a parte que ya no era una niña pequeña.
"¿Cariño, estas lista? la dulce voz de mi madre me llama detrás de la puerta."
Entonces al salir da un paso hacia el pasillo perfectamente decorado. Tenía un vestido largo color lila y unos zapatos negros.
"Kasaan, ¿Cómo me veo?."
"¡Te vez hermosa Mikoto-chan! ahora vamos, no quisiera que llegaras tarde a tu fiesta de cumpleaños."
Al llegar la sala estaba llena de huéspedes, el sonido de las conversaciones se había vuelto un tanto sofocante.
"Les presento a todos a mi hija, Mikoto-Hime, la princesa del clan Uchiha.
La voz ronca de Madara llamo la atención de todo el mundo
Por supuesto que era solo un apodo cariñoso. Ella había aprendido hace mucho tiempo que no existían tales "princesas"
Mikoto reía levemente, mientras observaba a su padre que parecía desencajar completamente con su personaje.
Ella fue bajando las escaleras, lo cual camino por una alfombra roja, se podía escuchar el sonido de sus tacones al caminar. Estaba muy nerviosa y se propuso a no hacer el ridículo, realmente la hicieron sentir como una verdadera princesa, a no ser por aquellas miradas frías y calculadora posadas en ella.
Su padre la llama para que ella se sentara a su lado. Después de ahí en más, se la pasaron platicando sobre futuros avances del clan. Ella Sentía que todos la estaban juzgando sin razón alguna. Simplemente con esa forma de observarla calculando hasta el más mínimo movimiento provocaba en ella que hasta la comida le cállese mal.
"¿Por qué no vas a presentarte a algunos de nuestros colegas hija? papá tiene asuntos importantes que hablar con estas personas."
"De acuerdo."
Mikoto asiente y suspira…
En verdad ella odiaba la forma en la que él le hablaba, era como si la tratase de niña inocente. Mikoto se pone de pie y arregla disimuladamente el borde de la falda del vestido; realmente no iba a decepcionar a su padre.
"¿Le gustaría bailar?"
Un chico se pone a su lado, Mikoto calculo que tendría su misma edad.
"No, gracias."
Niega amablemente.
Mikoto al negar su propuesta, se retira del lugar pero de repente este hombre la toma bruscamente de su brazo…
"¡Nadie rechaza a Atsui Uchiha!, no sea una perra frígida y baile conmigo."
"E-espera que es lo que estás haciendo, le dije que no quería bailar."
Contesta Mikoto algo atemorizada…
Ella no sabía qué hacer, lo miraba con horror hasta que sintió que un hombre lo aparta de ella.
"Fuera de aquí Atsui , no deberías tratar así a una señorita."
Atsui se retiro avergonzado. La verdad que este hombre la había salvado.
"¡M-muchas gracias!."
Ella se quedo observándolo un momento, al darse cuenta que era un joven de su misma edad… o quizás más mayor
.
A medida que fue avanzando el día Mikoto se dio cuenta de que ese hombre la estuvo observándola todo este tiempo, estando bastante cerca de ella, aunque su "cercanía" no la molestaba en absoluto, pero sí la incomodaba por el simple hecho de que Madara lo miraba con una cara de aprobación…
"Así que ya has conocido a Fugaku-San"
Madara sonrió amablemente.
"Oh, no sabía su nombre, F-fugaku-kun me cae bien…"
Supongo, pensó.
"No te di permiso como para que hables con él con tanta cercanía hija, recuerda tus modales"
Ella ya estaba harta, no podía hablar ni pensar por sí misma, siempre lo que decía tenía que ser cuestionado.
"Está bien Madara-sama."
Fugaku sonrió.
El tenía extrañas líneas al rededor de su boca lo cual le daba una apariencia de estar enojado aunque suponía que no será así todo el tiempo.
Fugaku pasa su mano sobre el cabello de Mikoto y le susurra unas palabras. "Usted puede llamarme como quiera."
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Era el día de su boda, obviamente fue un matrimonio arreglado con un hombre al que apenas conocía, Mikoto no estaba contenta en absoluto.
Fugaku era un buen hombre suponía, pero sentía que debería de poder elegir libremente con quien quería casarse.
"¿Lista?."
Su madre la miro con una cierta ternura y compasión…
"Supongo que sí, pero realmente no creo que sea el hombre adecuado para casarme, es decir yo debería haber esperado hasta e-"
"¡Tonterías! Fugaku es un joven muy agradable y perfecto para ti. Confía en mí, mamá sabe lo mejor."
La abraza.
"Madre no me hables así, ya no soy una niña."
Su madre le sonrío. "Ya lo sé, es por eso que tienes que casarte, para poder crecer y dejar de ser vista como la niña que ya no eres. No quieres decepcionar a tu padre ¿Verdad?".
"No jamás, ¡respeto a mi padre!" Era inútil pensó, nada cancelaría la boda.
"Vez, mamá sabe lo mejor, así que ahora vayamos al altar, que Fugaku ya debe estar esperándote ahí".
Ella fue a dirigirse al altar con su padre, el estaba tan estoico como siempre. No debía decir ni una palabra ya que no iba a servir de nada. Tan solo tenía diecisiete años, pero a su familia no le importaba en absoluto, porque sabían que el clan con esta boda iba a prosperar.
Mikoto con una sonrisa pintada en su rostro de porcelana, caminaba hacía su futuro marido. Esto era como una sentencia a muerte para ella. No quería casarse, aunque le gustase el hombre, no lo amaba.
Su clan la observan con ojos despreciativos, era como estar en el mismo infierno, solo que ella estaba viva. Fugaku era un buen partido para ella, era un ninja muy hábil respetado por todo el clan.
Mikoto sacrifico su felicidad por lo que todo el mundo quería, pero ni una vez ha dicho que lo amaba...
Continuara…
Bueno hola esta historia es de Kaline Reine ella me dejo traducir y publicar el fanfic muchas gracias
Espero que les guste, costo un poco adaptarlo para que la lectura sea más cómoda para ustedes pero bueno
¡Nos estamos leyendo!
