-¿Casa de Devine, Josh?...- preguntó, como si se tratara de un chiste que el ya sabía la respuesta.
Zayn lo miró confuso, sin entender el porqué a ese tono tan peculiar.

-Así es… ¿sucede algo?- preguntó cuidadosamente, temiendo haberlo arruinado todo con decirle donde era la fiesta. Zayn sabía que a Louis le parecía raro Josh, pero no a tal punto.

-Interesante…- dijo el ojiazul, rascándose la barbilla.

Zayn notaba sus ojos pensativos, pero era raro, no se distinguía el rechazo en sus palabras.
Es más, comenzó a sonreír, como si le acabaran de dictar la respuesta en un examen final.
Lo estaba asustando de cierto modo, pero el azabache trató de guardarse las dudas y ocultar su curiosidad.
¿Qué piensas, Tomlinson?
Probablemente, creería que el moreno le estaba jugando una broma…

-¿Zayn?- le preguntó casualmente.

-¿Sí Louis?

El ojiazul se sonrió de nuevo.

No estaba creyendo que era una broma.
Esa sonrisa Zayn la había visto una vez.
Algo estaba trabajando arduamente en la cabeza de su amigo.
Y esta vez iba en serio…

-Espérame en punto, y lleva una cámara de fotos. Iremos a esa fiesta.

Pronunció un rápido "Adiós, Zayn" y se marchó con un paso apresurado por las calles nevadas en dirección hacia su casa.

El moreno simplemente no podía creerlo, había sonado tan seguro y de cierto modo entusiasmado, que era prácticamente una razón para creerlo loco.

¿En qué carajos pensaste, Louis?

Pero bueno, si eso era lo que necesitaba para salir de ese estado calamitoso, él llevaría la cámara, y estaría allí, en punto.
Si era su amigo, por algo lo era…

El azabache siguió caminando hacia su departamento, pensando constantemente en las últimas palabras del mayor.

Louis no se salvaba fácilmente.
Tarde o temprano le tendría que explicar porque el repentino entusiasmo.

¿Y para que coños una cámara? No pensaría grabar algo en esa casa de brujas ¿o sí?
¿Qué pensaba hacer?

El ojiazul le debía una explicación, y de las gordas…

9:45 p.m.
Cielo despejado. Luna: Cuarto creciente.

Revolvió el fondo de su closet, plagado de objetos y juguetes viejos envueltos en periódicos aun más viejos. Algún día tenía que sacar todo, hacer una limpieza profunda y guardar todos esos cachivaches de una vez por todas en el ático.

Suspiró, allí no estaba.
Giró un poco su cabeza y se encontró con un papelito que resaltaba de los periódicos amarillentos por su color rosa chillón.
Lo desplegó y una caligrafía extremadamente curvada y femenina se disparó hacia sus ojos:

Tomé prestada tu cámara para mi proyecto de química.
Te prometo no dañarla.
La devolveré cuando antes termine.
Fizzy

Rodó los ojos, arrugó el papel y lo tiró desganado al cesto de basura.

Quería mucho a su hermana ¿Pero justo ahora se le ocurría tomar la única cámara a prueba de agua que había en la casa, que por cierto, era de él?

Para colmo, Fizzy se había ido por todo el fin de semana con unas amigas, y, seguramente se había llevado su querida y necesaria Nikon L810.

Bueno, mejor sería ir buscando las otras cosas, y rogar que la cámara que llevara Zayn sea apta para lo que tenía planeado. O que no se olvidara de llevarla, el moreno podría haber creído que estaba jugando.

Pero no era una broma.
Esto no era un juego.
Por más que lo pareciera, no lo era, en absoluto.

-¿Casa de Devine, Josh?...- preguntó, como si se tratara de un chiste que el ya sabía la respuesta.

-Así es… ¿sucede algo?- le respondió.

En ese momento una neurona abandonada de su cabeza llamada "razonamiento" se había despertado y comenzó a funcionar como nunca antes lo había hecho.

Louis en ese momento casi se cae de rodillas al suelo, no sabía si de desesperación o de emoción.

Una loca y fugaz idea se pasó por su cabeza.
Ignoraría, tan solo por una vez, su odio a las multitudes, a la gente, al contacto humano.
Sería una locura, pero…

-Espérame en punto, y lleva una cámara de fotos. Iremos a esa fiesta.
…pero ni siquiera sabía de donde le había salido eso, de que oscuro rincón de su subdesarrollado sentido común había dado el "sí".

¿Importaba acaso? Probablemente.

Apenas había comenzado a caminar hacia la casa que compartía con su madre y sus hermanas, su mente se puso en negro (No, blanco no. Había sacado el blanco de su vida hace mucho, era demasiado luminoso para él) y dos datos entrelazados revoloteaban era lo único en lo que pensaba.

"-¿Joven Tomlinson?

-Él habla…

-Le habla el comisario Nelson. – Reconoció al hombre que estaba como sub-jefe en la investigación de su padre. Sonaba ¿cómo describirlo?: avergonzado.

-¿Qué sucede?- habló mientras se preparaba para la respuesta.

-Hemos encontrado evidencia coincidente y resultados positivos en propiedad privada de la Familia Devine…

Bueno, ESA respuesta, no la esperaba…"

Dos datos, solo eso…
Casa de Josh Devine-à Desaparición de mi Padre.

Apenas llegó a su casa en los suburbios del lado Este de la ciudad, entró como siempre, por la puerta del jardín trasero. Lo había hecho así los últimos meses, siempre tratando de evitar cualquier tipo de preguntas de su madre acerca de cualquier cosa interesante que le podría haber pasado en las 6 horas que estaba metido dentro del instituto.
Y hoy, quería evitarla a ella, a cualquiera de sus hermanas, hasta a cualquier mosquito que se le cruzase.

Necesitaba pensar como nunca lo había hecho antes.
Tan apartado como fuera posible.
No, no era posible.

Esa noche no iría de fiesta, no, por supuesto que no.

Evitaría la parranda, el sudor, el baile… y el alcohol tanto como fuera posible.

Esa noche, estaría en la misma casa donde los policías habían encontrado rastros de ADN de su padre, junto al otro que habían encontrado en unas cadenas rotas: uno que contenía, según el análisis, 13% carbono y 87% nitrógeno.

"-¿Señor Nelson?- habló por el teléfono la señora de Tomlinson, mientras su hijo de ojos azules precavidos escuchaba atentamente desde la otra sala la conversación.-Me dijo Louis que necesita hablar conmigo.- siguió hablando con voz temblorosa.

-Así es, con un apren…

-¿Qué encontraron? ¿Vieron a alguien? ¿Alguien lo vio a él?- empezó a preguntar rápidamente, luego de no haber tenido noticias de su esposo ni de la investigación en meses.

-Déjeme explicarle primero, señora.- la detuvo el comisario, y continuó.

-Con un aprendiz mío estábamos ayer inspeccionando la zona de la calle Borden. Espero no le importe, pero, teniendo en cuenta que es un muchacho brillante desde mi punto de vista, decidí comentarle el caso del señor Tomlinson hace unos días...

-Aja… - a Jay parecía importarle mucho, estaba tan nerviosa que solo quería que el hombre siguiera hablando.

-Bien, el joven sugirió que comenzáramos entrevistando a las personas que vivían cerca del lugar del los hechos, cosa que ya hicimos, si usted recuerda…

-Así es.

-Bien, pues el muchacho sugirió entonces que investigáramos a las personas que frecuentaban a su esposo, no solo en su taller, sino también en su vida cotidiana.

-Pero eso ya lo habían hecho…

-Exactamente. Pero mi muchacho no se quedó quieto. Nos llevó directo hacia la estación de vigilancia de las cámaras de seguridad, y cuando creíamos con el resto del equipo que iba a volver a verificar las cámaras de la calle del taller de su esposo la noche que desapareció, nos sorprendió a todos e hizo que repitiéramos, no el recorrido de su marido, sino el de su hijo…

-¿Lo que hizo Louis esa noche?- preguntó sorprendida.

-No solo lo que hizo esa noche, su recorrido durante toda la semana pasada…

Desde la otra sala, Louis aguantó la respiración desde que el comisario había dicho "su hijo".
¿Qué mierda tenía él que ver?

-¿Y qué encontraron?- ahora sí que la señora de Tomlinson estaba temblando.

-Bueno, desde el trayecto que se puede observar con las cámaras, desde el taller hasta la cuadra de su domicilio, todos los días que el joven Tomlinson volvía del trabajo de su padre, pasaba a su lado un muchacho de chaqueta negra, que siempre cargaba un bolso enorme en su espalda.-
¿Qué muchacho? Según recordaba Louis, nunca nadie pasaba por la calle a esas horas de la noche, nunca lo había visto.
-Cuando íbamos a sugerir que era un estudiante más que volvía de la escuela nocturna, mi aprendiz señaló que, cuando el muchacho estaba a punto de cruzar delante de la cuadra de su esposo, desaparece completamente de todas las cámaras, y reaparece luego en las cámaras de la siguiente cuadra…
Aunque era algo extraño, pese a que podría haber tomado otro camino, sugirió que investigáramos a ese chico, ya que podría haber visto algo el día que desapareció su esposo.
Seguimos hasta su domicilio, y es allí, cuando hicimos el allanamiento, encontramos algunas cosas interesantes en el patio trasero…

-Mi Dios…- suspiró Jay, mientras Louis trataba de no patear la pared detrás de la que estaba escondido.

-Mi muchacho averiguó la identidad de la familia del chico. Es la familia Devine."