Bueno, este es un drabble que escribí en mis años de infancia en un arrebato. He pensado en convertirlo en una historia más larga basada en los hechos que tuvieron lugar después del paso del grupo de Shaoran y Sakura, pero no sé si se dará. Es corto, es típico y no dice nada nuevo peeeerroooo podría decirlo en un futuro si me lo pedís ;)

Capitulo 1: Abanico.

El hijo del Ryoshi sostenía el abanico, y lo usaba como cualquier otra arma...

Te recuerdo bien madre. Como cualquier niña de corta edad no podía evitar pensar que eras maravillosa, la más sabia, poderosa, e inteligente de todas. A ti no te gustaba que dijera esas cosas, eras humilde; pero aun así yo sabía que eras una gran mujer.

Tratabas a todo el mundo con cariño, cuidabas bien del pueblo, y solucionabas las cosas de forma pacífica. Te quería y te quiero, y te seguiré queriendo siempre.

Nunca parabas de enseñarme cosas nuevas. Me educabas con cariño pero con severidad a la vez. Y yo era feliz.

Tú me enseñaste a ser compasiva y a ver las cosas desde distintas perspectivas. .. Pero aun así no puedo evitarlo, les odio. Desearía poder hacer algo, revelarme, tener el poder suficiente para hacerles frente y hacerles sufrir hasta que expirasen sus últimos alientos...pero soy incapaz de ello.

Ha ocurrido algo importante que, aún así, ha hecho florecer de nuevo mi esperanza. Un grupo de extranjeros han llegado al pueblo, ellos nos van a ayudar. Son muy poderosos y además cuentan con la presencia de la favorita de los dioses.

Pero ver ese abanico...

La sangre me hierve, mi corazón late más deprisa, la desesperación se pinta en mi rostro. ¡Ese es tú abanico!

Lo recuerdo bien, era tu instrumento de Hijutsu, aquel día, hicisteis que un árbol seco volviera a vivir y yo me sentí fascinada con tu maravilloso poder. Me enseñaste otra importante lección, "El Hijutsu es un poder para hacer feliz a la gente. Nunca debe usarse por interés propio".

Con ese abanico, tu salvaste muchas vidas, ayudaste a los demás y defendiste el pueblo...y ahora... ¡Y ahora...!

¡Ese idiota descerebrado lo usa creyendo que le pertenece e incumpliendo totalmente la lección que me distes! ¡Mi adorada madre!

Luchaste contra ellos para protegernos a todos...y moriste.

El Ryoshi ha mandado el viento, y mi nuevo amigo es herido. ¡Madre no puedo evitar ponerme furiosa!

Sin embargo...sin embargo...leo la expresión del hijo de Ryoshi...mi corazón se comprime. Intento detenerlo pero es imposible.

Lo ha lanzado al viento. El tiempo se detiene, mi corazón marcha a un ritmo más lento, el abanico se abre lentamente y el cascabel choca contra él. El tintineo se escucha en el viento...y el abanico, tu abanico, se rompe en pedazos.

El cielo oscuro se deshace y se ven los naranjas de la tarde, los pequeños pedazos de madera caen del cielo sobre mí. Aun permanezco mirando el lugar dónde una milésima antes permanecía.

Lo único que me quedaba de ti, ha desaparecido.

¿Por que son tan crueles madre? ¿Por que insisten en seguir haciendo daño a la gente?

Me dejo caer dónde están los restos, y recojo el cascabel, que está intacto.

Madre... ¿Acaso llegará el día en que podré dejar de llorar sumergida en esta tristeza amarga?