Estuve rindiendo exámenes, así que olvídense de que tenga una actualización lista para "Indiana Solo y los Cristales Kyber"; para no tenerlos en ascuas y porque los quiero mucho, les regalo un drabble.

Lo más probable es que esto se convierta en una colección de oneshots/ drabbles/ pequeñas historias, algunos quizá correlativos, para darles algo que leer mientras escribo el otro fic.


Última habitación disponible

Pre ESB

-No pienso compartir cama contigo.

-¡No es mi culpa que sea la única habitación que les quede!

-¡Pero si es tu culpa que tu estúpida nave se haya descompuesto y que nos haya obligado a parar y a hacer noche en este mugroso hotel!

-Disculpe Alteza si este no es la clase de palacios a los que está acostumbrada-espetó, furioso, apuntándole con el dedo-¡y el Halcón se descompuso salvando tu maldito trasero, así que deberías estar agradecida!

-Es usted insufrible, capitán-siseó Leia con frialdad, para luego girarse y dirigirse al baño. Han se quedó estupefacto, mirando la nada, hasta que oyó el sonido de la ducha; harto ya de todo, de la estúpida misión, de la princesa mandona y de la tormenta de emociones que le provocaba, decidió bajar por una copa al bar del hotel.

Quizá era hora de dejar la Rebelión de una vez por todas.


El whisky corelliano que le habían dado era de los peores, así que no ameritó una segunda ronda. Algo cansado y deseando que Leia ya estuviera dormida para poder evitar cualquier tipo de roce, Han empezó a subir las escaleras (el ascensor estaba fuera de servicio) para volver a la habitación.

Esquivó a un droide que hacía la limpieza del pasillo y entró, solo con ganas de colocarse su pantalón de dormir, tirarse en el pequeño y desgastado sofá que tenía el cuarto y tratar de olvidar a la hermosa joven que dormía a unos pocos metros de él, pero al parecer que la Fuerza o lo que demonios dirigiera el destino no quería que fuese así: se encontró con Leia sentada en lo que iba a ser su cama, con el pelo atado en una simple trenza, algunas capas de ropa sobre su pijama y envuelta en la frazada que llevaba siempre con ella porque era uno de los pocos bienes que le habían quedado de su vida anterior, esa que había volado en millones de pedazos.

El velador apenas si daba algo de luz, lo suficiente para ver sus grandes ojos marrones llenos de súplica y arrepentimiento, la forma en la que ellos se pedían perdón implícitamente. Han hizo un gesto con la cabeza, su manera de preguntar que sucedía.

-Hace mucho frío-sus dientes castañeaban-no puedo dormir.

No necesitó decir más. Él podría haberse burlado o haberla mandado a seguir intentar durmiendo por cómo lo había tratado antes, pero sabía que para Leia era un enorme esfuerzo tragarse su orgullo: lo entendía porque era igual de orgulloso que ella, y ese era el gran bache entre los dos.

-Ve a la cama mientras me cambio-respondió con suavidad. La chica asintió, murmuró un apenas audible pero valioso "gracias" y se fue hacia el pequeño apartado donde había estado intentando dormir.

Minutos después sintió el movimiento de Han acurrucándose contra ella y, muy cuidadoso con sus manos, la apretó contra él en un cálido y reconfortante abrazo; no tardó más de 15 minutos en dormirse. El piloto demoró un poco más, porque se quedó un rato disfrutando de tenerla junto a él, del aroma de su pelo y reconociendo que no podría dejarla ni aunque quisiera.


¡También escribo oneshots/ drabbles por encargo!