-Hay bastante espacio para ambos- dijo de una manera tan despreocupada que le molestaba.

- ¡Que no, así que sal de mi cama en este instante!

- Pero Luceee, tu cama es muy cómoda, además huele bastante a ti -la sonrisa que puso, le daba a demostrar que había ganado.

La rubia se había ruborizado fuertemente ante las últimas palabras del dragón slayer, pero no lo dejaría dormir junto a ella...no esta vez.

- Natsu, si quieres dormir en mí casa tendrá que ser en el sofá -sentenció ante la terquedad de su compañero.

Sin embargo este hizo caso omiso a las palabras de la rubia y fingió quedarse dormido.

-...-

- Bien si no vas tu, voy yo - y se levanto, dejando ver su pijama que consistía en un simple camisón que le llegaba hasta los muslos, dirigiéndose hacia la sala.

El pelirosa pensó que ella desistiría y dormirían juntos, pero se equivocó. Por eso antes de que ella salga de la habitación, la agarro de la cintura y la cargó hasta la cama, la dejó caer suavemente y luego él se acomodó a su lado.

- Ninguno dormirá en el sofa -dijo mirándo los ojos de color chocolate.

- Pero Nat- fue silenciada por los labios de su pareja.

- Es mas, creo que ninguno dormirá -dijo antes de volverla a besar con mas pasión.

El pelirosa se dió cuenta de que ella no traía nada mas que ese camisón cubriéndola del frío, por eso la calentaría en esa noche de invierno.