Ciertamente no era una región de castillos magníficos, de esos que te dejan con una gran impresión pero por lo menos tendrías una buena y agradable vista . Había decidido llevarle a las praderas,a las afueras de Berlín para que apreciara su país más allá de la imagen poco atractiva que dejó la guerra y así lograría que admitiera que Alemania era igual de hermosa que Francia .
El , tan sólo miraba vagamente a su alrededor con una mirada aburrida y con un cigarro extremo dorado en el borde de sus labios arrugados mientras ella quién iba a su lado giraba suavemente , para disimular , su cuello para observar al francés y tratar de captar el preciso momento en que exclamaria lo que tanto esperaba. Sin embargo sus cortas palabras se limitaban a unos aburridos "Ahhhh" "Bien" "Me gusta" y demás , haciendo que la albina suspirara y hasta cierto punto sentirse contagiada por la pereza del contrario.
Había pasado una hora desde que llegaron a esa linda y rústica comunidad apartada de la ciudad, procreadora de miel , que poseía un lindo amanecer rosaseo con jardines de rosas cuidadas por las mujeres del lugar y adornada con las risas de los niños de la comunidad. La mirada dura del galés surca el lugar, elevando su mano a su frente para cubrirse del sol y así hasta que pudo sentarse en el borde de un manantial aún lado de un gran roble de muchos años , que según las leyendas era participé de una hermosa historia de amor .
Pasó sus dedos entre sus rubios cabellos y suspiro dejando su cigarro aún lado para así tallar sus cejas . En realidad su imagen corporal no era muy sana, sí que era desgastada , con ropa de lo más "casual" y desatendida y con una barba sin rasurar , los ojos cansados y bolsitas debajo de los mismos en color oscuro. Decía que era cosa de el y que nadie debe prestarle atención, ni sí quiera ella. Entonces ella se sentó a su lado , no muy cerca para no incómodarlo , pero lo suficiente para escuchar su ronca voz . No era muy claro pero por lo menos no tendría que molestarse en sacar un diccionario de Alemán - Francés para entenderlo.- No te entiendo. - Llevó su mano a su mentón, recargando de tal forma su cabeza con la punta de su codo apoyado en su pierna que permanecía cruzada sobre la otra.- Estoy aburrida con tus "Ahhhh" o tus "Ohhh" , en todo caso preferiría que mejor estés callado. - Entrecerró su mirada carmín mientras observa a lo lejos algunas casitas rústicas , parecía que se perdía con el aroma tan natural y casero de allí. - Miérda. - pronunció en su tan marcado acento, palpando su pantalón azul marino - ¿Que? - El francés hizo un gesto molesto - No tengo más cigarros. ¿Donde hay un autoservicio cerca Anne? - Maldito. Pensó. - Búscalo tú mismo sí quieres , Rafaelle. Maldición. - dijo molesta , mientras se levantaba de allí . Mandolo al diablo. El antes ya lo había hecho ¿porque ella no? , ya lo sabía . El no era como Francis , el era un maldito fumador de miérda pero aún así había salido con el.
- Idiota. - Digo este , levantándose con toda la pereza del mundo siguiendo a una pursia demasiado enojada. Por lo menos sabía que con decir " Que bonita Mi Prussia" , volvería a tenerla entre sus brazos con una suave sonrisa. Tan sólo para el.
