Hola, =) Después de ser acusado de se "cursi" con mi anterior fic (Un sueño de una noche de verano), me puse a pensar en que tipo de fic podría hacer, y la solución llegó rápidamente; Un fic de suspenso, :P nunca he intentado hacer algo así, por eso espero su comprensión. Un agradecimiento a todos los que han leído mis fics, :D y espero que lean este y dejen Review. ;)
Y sin nada más que agregar, se abre el telón para:
La mano del pecado
Capítulo I : La esperanza es eclipsada.
Un sonido de una risa asfixiándose, regocijada por el placer, con una gran sonrisa en la boca, sus ojos desorbitados al igual que los de su víctima mostraban, como grandes ventanas, el extraño sentimiento que estaba dentro, dentro de su cabeza, el porqué de un acto de tanta maldad y rencor, o tal vez no, ¿Se lo tenía merecido? Nadie sabía y la víctima había sido acallada, no podía dar razones de su muerte, ni las circunstancias, con las pupilas abiertas miraba triste y mortalmente a su victimario, este le respondía esa mirada con una amable sonrisa, inocente, pura, perfecta.
Ahí frente suyo el cadáver de su difunta víctima, con una gran estocada en el pecho, en un lago de sangre, en una oscuro lugar, en una tranquila y calmada noche de Tokio.
El amanecer de ese día había sido muy extraño, todos creían que algo malo podría suceder, pero nunca algo tan grave. Porque podría haber algo malo, todo estaba saliendo bien, todo bien, absolutamente, pero en el interior de los ex niños elegidos algo los perturbaba.
Amanece en la ciudad de Tokio, la bulla matutina de esta fervorosa ciudad comenzaba a despertar a los tranquilos estudiantes dormidos después de una plácida noche. Ya faltaba poco para el inicio de las clases, y faltar a ellas era un error difícil de reponer.
Ya habían pasado los años, Joe se encontraba feliz trabajando y llevaba a su novia Sora todos los días a su Universidad. Llevaban unos años juntos y aparentemente todo estaba bien, pero una pequeña discusión en el automóvil de Joe comenzó una tormenta en su relación que sería difícil de superar:
-Joe – dijo Sora -, me podrás ayudar con este trabajo que llevo mucho tiempo haciéndolo y creo que la opinión de un experto como tú me ayudaría bastante. - Joe sonrió a la petición de Sora.
-Discúlpame, no podré ayudarte. Tengo una importante reunión de trabajo.
-¿Pero si me dijiste que estarías siempre dispuesto para ayudarme?
-Ya te lo dije, es un deber que tengo que hacer, no es que yo lo quiera así... – la voz de Joe se apagaba poco a poco.
-Yo te lo había pedido antes. Deberías faltar – dijo Sora con voz indignada -, yo soy tu novia y eso es más importante que cualquier reunión de trabajo, ¿Qué será de nosotros cuando nos casemos si tu no estás para cuidarme y ayudarme o quererme?
Las últimas palabras de Sora le llegaron hasta el alma a Joe, se iban a casar cuando Sora terminara sus estudios, faltaba poco y una pelea así no era la mejor manera de estar listos para el matrimonio.
-Disculpa Sora – dijo Joe con voz muy débil -, ¿Qué tal si te ayudo el sábado? Ese día voy a estar libre.
-Tengo un compromiso con mis amigas, tendré que ver que es más importante para mí.
Con estas palabras Sora volvió su cara contra la ventana del auto y se quedó callada. Ese silencio era tan cruel con el pobre Joe retumbaba y hacía eco en su débil cuerpo, él no estaba listo para esto, o será, qué no esta listo para ser manipulado.
En condiciones malas pero no tanto se encontraban Takeru y Hikari; Hikari se sentía obligada a amar a Takeru por algo así como "tradición", ella efectivamente lo había amado, pero esos sentimientos se borraron cuando este amor se empezó a volver monótono, aburrido y arreglado. Mientras tanto Takeru amaba profundamente, pero tenía miedo de que ella no ha él y por eso había decidido no ser muy imaginativo en su relación, ya que un cambio la podía espantar y lo clásico seguía funcionando, o él eso creía. Y además podemos mencionar que Takeru tenía un tanto de odio a la familia de Hikari, su hermano Yamato, era el "flamante" novio de Taichi, él no podía comprender como su hermano después de amar tanto a Sora se fuera por ese camino. Takeru creía que Taichi había pervertido a Yamato; y por eso lo odiaba. Esta pareja estaba terminando también su carrera y deseaban terminar para ver como seguirían su vida juntos.
Otra pareja de los antiguos y olvidados en el recuerdo niños elegidos era Koushiro y Mimi, esta pareja llevaba un poco menos de tiempo que Joe y Sora, estaban muy felices los dos, Mimi había conocido el verdadero amor de parte de este pelirrojo, y Koushiro estaba con la mujer que amaba desde muchos años atrás.
Un tanto atrasados al llegar a la universidad se saludaron rápidamente el grupo de estudiantes y fueron a sus respectivas aulas.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Las horas pasaban, el aire era asfixiante, los relojes detenían su marcha por unos instantes, el deseo de salir y tomar aire fresco era un pensamiento unísono entre todos ellos.
Una orden del profesor que provocó una revuelta en las aulas, tropas de universitarios saltando sobre los otros para escapar de esa prisión, esta anarquía duraba unos minutos, no habían bajas, solo descanso y placer después de terminada.
Los niños elegidos, que hace mucho tiempo dejaron de serlos, se sentaron todos juntos en las áreas verdes de la universidad. Conversaron por mucho rato, pero una sensación de tensión e inestabilidad dejó preocupados a todo el grupo, se notaba que las parejas amorosas no estaban en su mejor momento, lo cual condujo a una severa reflexión entre Koushiro y Mimi después de esta:
-Mimi, creo que somos los únicos que estamos estables ahora – la abrazó –, debemos cuidarnos, tal vez algún envidioso puede querer que nosotros también estemos mal.
-No te preocupes Izzy. – le dijo Mimi tiernamente -, nosotros resistiremos...
Y dijeron al unísono:
-Aunque seamos el último edificio en pie y las ruinas de los otros nos dañen.
-Si sé – dijo Koushiro -, solo debemos tener cuidado de lo que nos dicen, no te dejes llevar por lo que dicen, ¿Está bien?
-Sí
La gran sonrisa de Mimi escondía malos recuerdos de varios problemas del pasado, uno de ellos era la traición de Sora, que dejó a Yamato y prefirió a Joe, probablemente por eso Yamato, decepcionado, cayó en los brazos de Taichi. Suspiro. También la suya propia. Agitó su cabeza y se olvidó del asunto.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Takeru estaba en casa, Yamato también el cual estaba cocinando, mientras Takeru preparaba unos trabajos que debía hacer, pero eso no lo detuvo al preguntarle a su hermano una simple pregunta que tocó la llaga que aún no sanaba totalmente:
-Matt, creo que tengo un problema con Hikari, me podrías decir que hacer.
Matt, aunque era muy bien sabido por su hermano que estaba con Taichi, seguía siendo un galán con las mujeres aún siendo que eso molestaba mucho a Taichi. Takeru siempre inducía a su hermano a volver por lo que él llamaba "El buen camino" haciéndole insinuaciones sobre relaciones hombre-mujer y recordándole que él siempre había amado mucho a las mujeres, y que Taichi realmente era un sujeto que se había aprovechado de su debilidad.
Matt gruñó, esa fue su respuesta. Takeru al ver que no era lo mejor que podía hacer recordar a su hermano lo mal que la pasó en esos tiempos. Entonces se quedó callado.
Yamato y Takeru vivían en un departamento solos, ya que así se podrían apoyar mutuamente en los trabajos, si fuera necesario, y se encontraban más cerca de la universidad.
El teléfono sonó, Takeru rápidamente contesto y escuchó la voz de Hikari que le pedía que fuera a una placita relativamente cercana, necesitaban conversar seriamente sobre muchas cosas. Le costaba entender su voz, probablemente ya se estaba encaminando y lo llamaba por celular.
Le dijo rápidamente a Yamato que iba a salir. Este solo volteó su cara y con una cara de desprecio por hacerlo recordar esas cosas de su pasado se despidió de él con un rezongo.
Takeru se disparó contra el ascensor que estaba a punto de irse del piso, estaba solo, las únicas luces de todo el edificio que lo iluminaban eran las del ascensor. Con un poco de miedo por la falta de luz empezó a bajar. Intentó tranquilizarse, golpeaba suavemente con el pie el piso para recordar algunas canciones que sabía. Un pensamiento le vino a la cabeza. ¿Podría ser que Hikari estuviera embarazada de él?, la última vez que tuvieron relaciones fue con las mínimas medidas de seguridad, incluso, aparentemente Hikari estaba en su periodo más fértil. Takeru empezó a contar los días como si pudiera reconocer cuando fue ese día y si coincidía con lo que él creía que era su día más fértil. La duda no lo hizo darse cuenta que unos cinco pisos antes de llegar al primer piso alguien entró al ascensor. Takeru miró a su acompañante, una nerviosa sonrisa se dibujó en su rostro y le dijo cortésmente:
-Hola, ¿Qué haces aquí? ¿Querías decirme algo?
-No, nada en especial – le contestó con una sonrisa y una mirada de ternura -, solo vine a terminar con tu vida.
Takeru intentó reírse, frente a tan sincero rostro, no esperaba semejante acompañante para este corto trayecto, estaba nervioso. Luego de un rato de mirarse ambos solo miraron al frente. No pasó nada.
-Me incomodas... Siento que si me vas a hacer daño...
-El daño ya está hecho. Una mala relación de pareja, el sufrimiento que me has provocado, el daño que le has provocado a todos, y todo eso – suspiró y continuó como diciendo un secreto en el oído de Takeru, este solo pudo cambiar su cara a una de desesperación al escuchar esas palabras -, siento tu dolor, tu alma susurra en mi oído rogando que termine contigo.
Más silencio, era aterrador para Takeru lidiar con alguien que te confiesa abiertamente que te va a matar, tal vez solo sea una broma, no estaba seguro.
En el segundo piso se bajó el acompañante de Takeru junto con todos sus miedos. Se despidió. Él que se retiraba al escuchar esto se dio vuelta para darle la mano y con estas palabras terminó...:
-Adiós...
...la vida de Takeru. Con una ágil estocada atravesó su piel llegando hasta el corazón, una frenética pero silenciosa risa se formaba en su interior. El placer de la sangre desorbitaba sus ojos. Su propia sangre hervía dentro de su ser, el placer lo envolvía todo, es como su estuviese en un paraíso, sangre derramándose, coagulando en sus propias manos, su parte primitiva estaba suelta y actuando por sobre todo lo establecido.
No matarás
Se rió de solo pensar en eso, estaba por sobre lo divino al acabar con la vida de Takeru, aunque este estuviera agonizando su destino ya estaba escrito, solo se encargaba que se cumpliera.
Se postró frente al cuerpo de Takeru que se negaba a morir. Lo miraba como una sádica y maquiavélica entretención, un juguete, una marioneta que con unos delgados hilos uno puede dominar, la vida de Takeru estaba en sus manos, eso era regocijante, debía saber bien las últimas palabras para despedir a Takeru, al menos debía morir sabiendo algo, aprehendiendo algo, descubriendo algo. Tomó su hombro y le dijo:
-Déjate morir, así podrás descansar y mi propósito podrá continuar.
Takeru no era débil, siempre había mostrado su parte débil para ocultar su verdadera fuerza, pero ante un tan cobarde y desprevenido acto poco podía hacer, ¿Gritar? Estaba muy débil, tal vez un pequeño grito, lo suficiente para alertar a los del edificio. No esperó más abrió la boca pero de ahí nada salió, su grito fue sofocado por otra estocada en la garganta que de paso cortó sus principales vías sanguíneas, la sangre teñía todo, se adueñaba de su vista que poco a poco se nublaba, lo último que alcanzó a ver fue como su asesino se acercaba a él, como para darle un beso. Su vista ya no servía, sentía como sus labios bebían suavemente la sangre que brotaba a chorros de su interior.
El asesino no podía esperar mucho tiempo más, la sangre podría delatarlo si la manchas en su ropa se hacían muy videntes, por eso se levantó y recitó:
La esperanza para algunos es una pequeña luz,
Que los ayuda a triunfar,
¿Y eso es buen?
Para mi es una estúpida manera
Para engañarse a uno mismo
Creyendo en algo que nunca ocurrirá
Y esa es la verdad.
En sus últimos momentos Takeru pensó:
-¿La esperanza?, sí es una luz, ¿Es acaso estúpida?, muchas cosas malas me han pasado a mi sin razón, he tenido esperanzas y no ha sucedido lo que deseaba. He luchado contra los más diversos enemigos con tal de salvar a la raza humana y es así como me pagan, matándome, sin dar una apertura para que la luz de mi vida pueda seguir existiendo. Sí, la esperanza no existe...
La cabeza de Takeru se inclinó, de su cuerpo la sangre salía lentamente, no había pulso, estaba muerto, sin vida, ya no había dolor, todo había terminado, que alivio, creyó él, sin esperanzas, esta vida es inútil...
Y esa es la verdad*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Bueno, les tengo que explicar algo: Esto es un fic de suspenso, por eso no voy a decir quien es el asesino hasta el último capítulo, tal vez puedan darme sugerencias o intentar adivinar. Leer mis otros fics les puede ayudar a descubrirlo ^.- Espero que les haya gustado, muchas gracias a todos los que leen mis fics y también a mis amigos y amigas que me apoyan incondicionalmente en esto. Gracias a todos. Y dejen Reviews!!!
Master, the Gambler
"Preferiría morir mil veces, sufrir eternamente y que mi cuerpo se hiciera pedazos antes de verte sufriendo"
El Santo, en "La trágica y triste historia de Digimon"
De Master, the Gambler
Y Sí a la publicidad innecesaria!!!
