Deseo

Tacones sonaban con prisa por la calle, pantalones plisados grises debajo de una gabardina negra, una bufanda a cuadros de gris claro y gris oscuro junto un sombrero bombo en la cabeza, cabello largo negro azulado agitándose de lado a lado en su rapidez, brillantes ojos zafiros con pánico miraron sus manos enguantadas en color caqui, la cual la izquierda movía la manga de la derecha para ver un reloj color morado con incrustaciones en lila.

"Se me hizo tan tarde" pasando su lengua por los labios "Tengo resecos los labios" abriendo su bolso gris claro para sacar un humectante sabor uva, para luego colocarse sobre sus labios y guardarlo.

Viendo el destello del nombre del restaurant apresuro su paso "Estoy tan muerta" susurro, abriendo la puerta del lugar para toparse con el hostess del lugar "Ya me esperan" desabotonando su gabardina para entregarla junto con su gorro y guantes, dejando ver una blusa de negocios morada sin mangas con un leve escote.

"Gracias" con una sonrisa por la atención mientras continuaba andando buscando a la persona con la que se reunía entre toda la gente, inconscientemente, se acomodó el cabello sacando un poco de nieve de algunas secciones.

"Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento" tomando una silla y sentándose en frente con las manos juntas frente a ella y con ojos de perrito a medio morir.

Cabellos marrones agarrados una coleta baja, una mirada fulminante color chocolate, blusa manga larga blanca doblada hasta los codos, falda de volantes rosada con zapatillas de tacón rosa, una mano picando furiosamente en su comida con un anillo de banda de oro con un diamante decorándolo "Kagome…" gruño molesta.

"Discúlpame, discúlpame, discúlpame, discúlpame" sin separar las manos y, ahora, con la mirada sobre el mantel de la mesa mientras sentía como el mesero con cuidado colocaba las cosas por el pesado ambiente, dejando el menú a un lado para luego huir, esperaría que las aguas se calmaran para tomar las siguientes órdenes.

Soltando un suspiro "No me debería sorprender no eres una persona puntual" tomando un trago de su bebida "Pero de cualquier forma no es excusa para que llegues tarde cuando tu trabajo está a una cuadra" un signo de molestia le salió en la frente.

"¿Pago la comida?" pregunto dudosa.

"Está bien" acepto con facilidad.

"Entonces… ¿Que me querías decir?" cambiando el tema, aunque en su inconsciente sabía que por algo había aceptado tan fácilmente.

"¡Oh sí!" con un brillo sobre ella "¡Estoy embarazada!" colocando las manos sobre sus cachetes.

"¿Enserio? ¡Es sorprendente! ¡Me alegro tanto por ti!" para luego ladear la cabeza con una pequeña gota "Tu y Miroku realmente son muy activos, será el número cinco verdad" riendo nerviosamente.

"Ya sé, ya sé, pero es mi tercer embarazo, no es mi culpa que en los anteriores me salieran gemelos" casi por terminar su platillo.

"¿Ya les dijo la ginecóloga cuantos son?" husmeando el menú.

"No, pero he tenido un hambre" terminando su bebida y haciendo señas para que la rellenaran.

Mirándola de reojo para luego mirar su plato casi finalizado "Sango…¿Cuántos platos de comida llevas?" con miedo decir la pregunta.

"¡Oh! Casi nada, solo una entrada, la sopa y este es mi segundo plato de este, deberías probarlo es exquisito, ando pensando que postre ando entre el pay de queso con fresa y la tarta de moras a lo mejor pida las dos, también llevo cuatro jugos de naranja y ando pensando tomar un capuchino o un chocolate caliente con el postre puede que igual los dos" llena de añoranzas por los postres.

Con los ojos bien abiertos por sorpresa, se peñisco la punta de su nariz para evitar un gemido, ahora ya sabía porque había accedido tan fácil, ya lo había planeado para que ella lo pagara, viendo de reojo el estómago plano de su amiga se preguntó dónde podía entrar todo eso, soltando un suspiro, no necesitaba ser doctora era más que seguro que eran gemelos o trillizos por su forma de comer.

Volteando a ver al mesero, considero si realmente debía comer, después de todo su amiga andaba comiendo por las dos, pero el sonido en su estómago le recordó que no eran el mismo cuerpo, encontrando lo que más se le antojaba pidió su orden con su bebida para luego alejarse para cumplir lo pedido.

"Por cierto Kagome" parando de comer para mirar a la cabello azabache "Miroku y yo nos preguntamos ¿Que vas a hacer esta navidad?"

Comenzó a juguetear con su tenedor "Bueno…yo andaba pensando…ir a Francia…" hablando cada vez más bajo, entreteniendo su vista en la bebida que coloco el mesero frente a ella.

"¡Oh!" con los ojos brillantes "¿Iras acompañada? No, mejor dime ¿Son los padres de un novio escondido quizás?" presionándola.

Jugando con un mechón de cabello, aun sin verla "Bueno…no exactamente"

"¿Uh?"

"Bueno" mirándola a través de sus pestañas "Iré por…negocios" susurro lo último.

"¿Negocio? ¡Negocio!" exclamo furiosa.

"Yo sé que no es la época para hacerlo pero mi empresa de ropa está creciendo y si logro que la acepten en Francia seria mundialmente conocida" comenzó su explicación rápida.

Con su piel erizada, cachetes rojos y cejas fruncidas "Kagome" mirándola fijamente para luego soltar un suspiro "Sabes que eres bienvenida a pasar la navidad con nosotros" mirando su flequillo cubrir sus ojos "Sé que no quieres ser una molestia pero no lo eres, también deberías comenzar a pensar en tener una familia" haciendo una breve pausa "No te estas volviendo más joven Kagome. Tal vez deberías considerar la inseminación artificial"

La cabello azabache se quedó picando su comida tratando de ignorar lo que su amiga le decía.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Con los brazos cruzados sobre su pecho, la mirada al suelo y el paso lento al andar. Soltando un suspiro enterró su mentón en su gabardina por el frio de la noche, alzada en las orillas por ella, no podía parar de pensar en las palabras que Sango le había dicho hace varias horas, había decidido retirarse temprano del trabajo, sin contar que ella salía a horas tardes de su trabajo después de todo nada la esperaba en su casa, la concentración fue lo último que invadió su mente.

"No tiene nada de malo" murmuro para aliviar su preocupación "No estoy tan vieja" se animó "Solo tengo treinta años" mal movimiento, soltó un quejido "Oh dios, estoy en el limbo" con una mano en la frente "Pero no es mi culpa" frunciendo las cejas "La mayoría de los hombres solo quieren una mujer que haga la limpieza y le asienta la cabeza a todas sus peticiones" resoplo "Si claro, como si fuera a dejar mi trabajo por ellos-" paro de hablar al chocar contra algo de metal.

Maldijo en voz baja "Eso me pasa por no mirar por donde voy" parpadeando vio un buzón rojo con blanco en líneas como si fuera el bastón de caramelo "¿Uh?" mirando las letras en la parte inferior del buzón "Cartas para Santa Claus vía expreso" con una sonrisa "¿Es enserio?" agitando la cabeza por la gracia, se hizo a un lado para continuar su andar, pero al dar dos pasos, regreso la mirada dudosa "¿Y si…?" miro alrededor, encogiéndose de hombros " Seria gracioso, además que no pierdo nada" regresando al buzón, busco entre su bolsa una pluma y un pedazo de papel pero lo que encontró fue la cuenta del restaurant "Es lo único en lo que puedo escribir" para ver el precio que tuvo que pagar y soltar otro quejido "Prometo no volver a llegar tarde a una cita para comer con Sango"

Recargándose en el buzón, se puso a pensar si realmente debería escribir lo que quería "Esto es una locura" susurro "Pero ¿Quién lo va a saber?" con una sonrisa mientras escribía "Nadie lo lee" colocando su firma para luego doblarlo y meterlo al buzón.

Comenzando a silbar por su momento de diversión infantil que no había tenido en mucho tiempo.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Estirando sus brazos mientras bajaba por las escaleras para dirigirse a la cocina por un chocolate caliente, pasando su sala y su pino. Ya en la cocina terminando de hacer su chocolate con su taza a la mano se encamino a su sala, botándose en el sofá para mirar de reojo su árbol de navidad con las luces encendidas. Dejando su taza sobre su mesa, camino la poca distancia al pino para agacharse y quedarse estática.

"¿Qué…?" tocando la caja enorme con papel brillante rojo, un moño y con hoyos que estaba debajo de su pino "¡Oh por dios! ¡Alguien entro a mi casa y…!" parando por un segundo su espanto y líneas de pensamientos "No se llevaron nada y me dejaron un regalo" mirando un papel sobre la caja lo tomo para leerlo "No acostumbro hacer esto pero tu regalo de navidad te lo entrego por adelantado por ser una buena chica durante tanto tiempo, sé que te encantara, feliz navidad, atentamente…¿Santa Claus?" si esto era una broma estaba perdiendo su gracia, dejando la tarjeta, comenzó a husmear la caja por fuera, luego picándola "¿Qué puede haber aquí adentro?" su curiosidad le gano, comenzó a desempaquetar el regalo.

Su mandíbula cayo al ver lo que había dentro del regalo "Esta es la broma más horrible que me pueden a ver jugado" sin quitar la mirada "Aunque es muy lindo" susurro, dentro de la caja se encontraba un pequeño bebé que dormía dentro de una canasta con una sabanita alrededor suyo, las manitas las tenía en puño y Kagome estaba fascinada por su cabello plateado.

Tomándolo entre sus brazos para soltar un grito de sorpresa al ver como sus parpados se abrían para mostrar dos ojos de oro derretido "¡Que hermosos ojos!" sonando encantada "¡Eres tan lindo!" queriéndolo exprimir a su pecho "Pero… ¿Cómo llegaste aquí?" le pregunto para recibir de respuesta un parpadeo.

Un pequeño brillo sobre su cuello le llamo la atención, acostándolo en el sofá, alzo la cosa brillante para ver una medalla de color oro y plata con unas letras escritas en ella junto con el dibujo de una media luna "Sesshomaru" leyó "Asique tu nombre es Sesshomaru" afirmo, no esperando respuesta alguna que no la obtuvo "Tu nombre no se parece a lo lindo que eres" recibiendo un fruncido, haciéndola elevar las cejas sorprendida.

Decidiendo ignorarlo se comenzó a cuestionar que iba a hacer ahora.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

"Entonces no han encontrado o reportado a ningún bebé con esas características" repitió decepcionada, a través del teléfono "No, no, es por simple curiosidad" escuchando la voz del policía al otro lado "Si, estoy segura" asintió "Si gracias"

Colgando el teléfono, se quedó mirando al bebé que dormía tranquilamente en un portabebés que había comprado de última hora para no cargarlo en sus brazos todo el tiempo o que siguiera en esa canasta, enserio ¿A quién se le ocurrió entregar un bebé en una canasta? No es como si fuera fruta.

Viéndolo arrugar los ojos, agito un poco el portabebés para ver cómo se relajaba y se volvía a dormir.

"¿Qué voy a hacer?" recargándose en su silla mirando el techo de su oficina, tocando con la punta de su dedo varias veces en su escritorio, tomando el teléfono marco a su secretaria "Nicole" hablo, su secretaria era china con unos padres fanáticos por nombres ingleses "Manda mi trabajo a mi casa, hoy me retirare, continuare en mi casa, cualquier suceso habla a mi celular en caso que no conteste deja un mensaje" considerando unos segundos "O mejor cancela mi citas para el día y si tienes todo listo y empaquetado para subirlo a mi coche puedes tener el día libre" cambiando su idea.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

"¿¡Que!?" se escuchó el grito femenino en la casa "Cuando me lo dijiste por teléfono me dio risa tu broma pero ahora…" mirando al bebé entre el cuarteto de niños jugando con él "No puedo creerlo" con incredulidad en sus ojos.

"Yo tampoco" tallándose la frente "Ya estuve buscando información y preguntando por niños desaparecidos pero nada, ninguno con esa característica"

"¿Y qué piensas hacer con él?"

"Quedármelo" como lo más obvio.

"¿Quedártelo?" como si le hubiera crecido una segunda cabeza.

"Si, no lo puedo dejar en un orfanatorio quien sabe que le harían además que es lindo" volteándolo a ver con adoración en la mirada "Ya en enero hare el papeleo para su acta de nacimiento y todo" regresando la mirada a la cabello marrón "En estas fechas no hacen nada de eso" encogiéndose de hombros "Por mientras lo mantendré conmigo"

"Bueno…" era una mala idea, enserio lo era pero ver tan llena de vida a la cabello azabache y una luz sobre ella que no había visto en demasiado tiempo la hacía dudar sobre que decir o hacer "Entonces tenemos que irle a comprar ropa, después de todo no puede estar con ropa prestada de mis hijos siempre" al final ver la sonrisa que ilumina todo le hizo cambiar de opinión, ya verían las consecuencias luego.

"Sabes… me pongo a pensar si realmente alguien lo reclamara" pensativa.

"¿Por qué?" ladeando la cabeza.

"Fue tan rara su aparición"

"Debiste contarle todo a los policías"

"Sango, recuerdas tu reacción al contarte" Asintió "Ahora piensa que eres un policía a quien se lo cuentan"

Parpadeo para que una gota le cayera en el cuello "Tienes razón" levantándose de su asiento "Ahora hay que ir de compras" con mirada de fuego.

Una gota cayó por la cabeza de la ojos zafiro, los cambios de humor de la ojos chocolates…daban miedo.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Sacando al bebé de su nueva cuna, lo acurruco en su pecho, había sido un bebé sin problemas, durmió placido toda la noche después de darle de tomar su leche cayo rendido por el agotador día para él.

Colocándolo en la cama, saco de una de las bolsas la ropa que le compro el día anterior, haciéndole soniditos, pucheros y cosquillas para que se riera el bebé, le puso el pañal luego la camisa y pantaloncitos para alejarse y observarlo con atención.

"Cuando le compre esa ropa estaba segura que era dos tallas más grande" dándole una segunda mirada "Pero ahora solo una" con la mano en su mentón "¿Me habré equivocado?" rascándose la parte de atrás de la cabeza "Oh bueno no importa" levantándolo en sus brazos "Hoy acompañaras a mamá al trabajo" tocándole la punta de la nariz para recibir un parpadeo de parte del bebé mientras se encaminaba a la cocina.

"Mamá…" suspirando "Se escucha fabuloso" colocándolo en el portabebés "Espérame hasta que tenga lista tu leche" agarrando el tarro de leche en polvo, comenzó a leer las instrucciones para hacer la leche debidamente mientras agarraba una de las nuevas mamilas "Esto debe ser muy fácil" metiendo agua purificada y dos cucharadas de leche en polvo para luego empezarla agitar hasta que estuviera bien revuelta.

"Ahora a comprobar la temperatura" parando a medio camino lo que iba a hacer "Se supone que este es el paso que sigue ¿Verdad?" se preguntó "Debe ser lo mismo" tratando de sacar leche a su mano para ver que no salía nada, arrugando el entrecejo agito más para tener el mismo resultado, colocándolo frente a su cara lo apretó para que la leche saliera a chorros por su rostro.

Resoplo luego soltó una risilla, soltando la mamila y limpiarse la cara para escuchar unas risas tras suyo, volteo para ver al pequeño riéndose "¿Te estas riendo conmigo o de mí?" pregunto para verlo aplaudir. Con una sonrisa la cabello azabache se dio cuenta que no podía enojarse con su dulce bebé para después parpadear sorprendida y acercarse a verle la boquita.

Su bebé tenía un diente.

Sacando su celular, rápidamente se paseó por internet para investigar la edad que un bebé debía tener para que saliera su primer diente para que la quijada se le cayera de la sorpresa "Pero-pero" volteándolo a ver "De ocho a nueve meses de edad" recargándose en la mesa "No puede ser" soltando el celular para ponerse la mano en la frente "Ayer era un bebé de apariencia de tres a cuatro meses" mordiéndose la uña del dedo "Puede ser mi imaginación y yo me equivoque, nunca eh crecido a un bebé"

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Acurrucándose entre sus sabanas, abrió los ojos zafiros para ver la cuna al lado de su cama color blanca con lunas y estrellas dibujadas en ella. El día había pasado tan rápido después de su hallazgo que no había pensado en otra cosa más que en el suceso de la mañana. Cerrando los ojos se concentró en descansar para el día siguiente.

Sus parpados se comenzaron a remover despiertos, en algún momento se había quedado dormía y ahora había algo que le ahuyentaba el sueño pero no podía poner un dedo sobre lo que era. Dándose la vuelta sintió un estrés sobre sus hombros y la espalda rígida, agitando sus parpados, miro con cuidado alrededor por si era alguien, volteando hacia la cuna vio una cabeza que sobresalía, sobresaltada de que le pudo pasar algo a Sesshomaru, encendió la lámpara de una de las mesas y de un brinco se levantó para caer sentada por la sorpresa.

"Oh por dios" susurro "No puede ser" en la cuna se encontraba el bebé en su pijama de oso justo a la medida, de pie mirándola, esperando a que llegara por él "Creciste" menciono incrédula. Sacándolo de la cuna con cuidado, lo coloco en el piso para ver cuánto tiempo se lograba mantener de pie solo "Esto debe ser una broma" tallándose los ojos "¿Qué eres?" pregunto esperando respuesta, para recibir balbuceos y que al intentar dar un paso se fuera de frente, instantemente Kagome lo agarro.

"Sera mejor dormir" acomodándolo en la cama con ella "Ya mañana pensare que hacer" abrazándolo mientras se dormía.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

"Esto no es normal, no es nada normal" A través del teléfono decía mientras no le quitaba a un niño caminando por su sala revisando todo y tratando de hablar pero Kagome en lo último que estaba atenta era en lo que intentaba decir.

"¿Estas segura Kagome?" escucho del otro lado "¿Puedes estar imaginando?" tratando de conseguir una razón lógica.

Poniendo los ojos sobre el teléfono como si la pudiera ver Sango "¡Claro que estoy segura! ¡Está caminando por toda mi sala! ¡Está caminando!" entrando en pánico por la locura que sucedía. Cerrando la boca con un ruidoso chasquido al darse cuenta que por sus gritos Sesshomaru la había volteado a ver, ofreciéndole una sonrisa para volver a hablar bajo "Enserio Sango no es broma, te parece que ando bromeando" le susurro apresurada.

"No, pero es muy irreal Kagome"

"Pero te estoy diciendo que es la verdad" queriendo arrancarse su cabello "Tienes que ver esto Sango enserio" a punto de llorar de la desesperación, considerando haber perdido al final la cabeza.

"Quisiera Kagome pero saldré de viaje regreso en tres días"

"¿Segura que regresas en tres días?" pregunto acusadoramente.

"Si"

"¿A qué hora?"

"En la tarde"

"Bien, entonces hasta ese día"

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Dejándose aventar en el sofá, Sango se relajó, adoraba a sus hijos pero tres días de cuidar a todo un cuarteto que no hicieran su desastre, un marido que no podía mantenerse las manos para sí mismo o en ayudar con los niños junto con un embarazo hiperactivo, que le daba patadas cada que podía, se merecía un relajado tiempo para ella solo.

Cuando se escuchó el timbre.

"Alguien abra la puerta" grito para no recibir respuesta "Tendré que ser yo" resoplo.

Abriendo la puerta para ver quien la interrumpía para quedarse anonadada "Kagome y…" dio un paso atrás de sorpresa "¿Sesshomaru?" mirando a unos ojos zafiros nerviosos "En verdad no estabas bromeando" exclamo sin aliento.

"Te lo dije" con la mano en el hombro de un niño de seis años de edad "¿Podemos pasar?"

"Si" sin quitarle la mirada al cabello plateado, para quedarse helada al ver como la miraba fríamente.

"Buenos tardes" dijo educadamente, pasándola de largo para irse a sentar en una silla en la mesa y mirar por una ventana.

"¿Sango?" pregunto la cabello azabache, tratando de sacarla de su shock y se moviera.

"Es un niño" pasmada.

"Si"

"Es un niño" repitió para ver como bajaban sus hijos para ver quién era y acercarse a Sesshomaru con curiosidad.

Asiéndose cargo, cerró la puerta y llevo a su amiga al sofá, la cual aún no paraba de quitarle la mirada de encima al ojos de oro, el cual ignoraba todas las preguntas que le hacían y evitaba contacto con alguno.

"Es sorprendente" susurro.

"Sango, me tienes que ayudar, no sé qué hacer todos los días crece más y más" agarrándole los hombros para que la volteara a ver "¡Sango!" llamo.

"Es que Kagome, creí que tú te volvías loca, pero" mirándolo de reojo "Wow"

"¿Wow? ¿Eso es todo? ¿Wow?" frustrada mientras volvía a llamar su atención.

"Es que…¿Qué más puedo decir? Nunca eh visto nada como esto en mi vida" aun sin poderlo creer.

"Y todavía hay más" le informo "Habla perfectamente y sabe leer, Sango ¡Sabe leer! ¡Yo no le enseñe a leer!" echa un manojo de nervios.

"¿No lo haz mandado hacer estudios?"

"¿Hacer estudios? Y como les explico a los doctores que un bebé apareció hace días en mi casa sin documentación y que se volvió un niño seis días después" tratando de mantener la voz "Me mandaran a la policía y a él lo agarraran de conejillo de indias cuando crezca al día siguiente"

"Bueno entonces" buscando dentro de su cerebro "No tengo idea"

Dejando caer la cabeza, no sabía qué hacer, todos los días había tenido que comprar un conjunto nuevo de ropa para que usara ¿Qué iba a hacer luego con es ropa? Curiosamente ya andaba pensando en comprar otra ropa para mañana, además que para pijama ya andaba dejándolo dormir como quiera en la habitación de invitados, había pedido dormir solo.

"No habla mucho verdad" escuchando a su lado.

"No, bueno más o menos" pensando "Conmigo habla, más bien me pregunta sobre algunas cosas luego me dice lo que le gusta vestir, me pidió un par de cosas como lo que le gustaría comer" con un dedo en el mentón "De allí se sienta leer algo que le interese, a lo mejor hoy me pida que le compre un libro cuando nos adelantemos a comprar ropa"

"Oh" volteando a ver como una de sus hijas se acercaba más a él "¿Haz intentado preguntarle?"

"Si" viendo formarse un entrecejo en Sesshomaru "Pero su respuesta es que no sabe y luego se frustra. Es como si tuviera que saber todo" alejando la mirada "También en su arreglo es estricto, es un perfeccionista"

"Entonces es un niño muy difícil"

"Si" estando de acuerdo.

"Eres muy lindo ¿Tienes novia? ¿Quieres ser mi novio?"

Sango brinco "¡Hana esas preguntas no se hacen!"

"Aléjate de mí"

"Sesshomaru no seas grosero" recrimino.

"Se mi novio" colgándose de su cuello.

"¡Hana!" corriendo para quitársela de encima al cabello plateado.

"Alguien saco la costumbre de su padre" con una gota resbalando de su cabeza menciono Kagome.

"Desaparece" aguantando las ganas de empujarla.

"¡No!" aferrándose.

"Kagome-san" llamo.

La susodicha parpadeo al ser llamada, una parte de ellas se desinflo, él se negaba a llamarla mamá y todavía no entendía porque, cuando le pregunto solo había mirado para otro lado sin contestarle y con un pequeño sonrojo sobre su rostro para luego mirarla de reojo y decirle que tenía hambre para que lo llevara.

"Ya voy Sesshomaru" yendo a ayudarlo.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

De una vez lo envié porque estaba escribe y escribe paso el 24 y 25 y no salia así que la continuación la tratare de tener el 31 para que al menos el segundo capitulo tenga que ver con el día festivo y no tarde -.-!

Bueno feliz navidad atrasada, el segundo capitulo y final estará el 31 de diciembre.