Prologo

Una fría noche en la unión de los cuatro reinos el príncipe Lohan dormía tranquilamente junto a sus mascotas Miau una gatita de color blanco con rayas anaranjadas y Dalia una perrita de color negro y brillantes ojos azules. Mientras fuera de la habitación unos extraños ruidos se hacían presentes, alertando a las mascotas quienes se acercaron a ver lo que sucedía, al abrir la puerta divisaron a los guardias cayendo uno a uno de manera extraña. Su vista se estaba acostumbrando a la luz crepuscular y con un salto de sorpresa descubren que los culpables son un hombre pez del reino Marine y un hombre ave del reino Aviater. No esperaban que se revelaran ahora que los cuatro reinos estaban en una supuesta y completa paz. Alarmadas cerraron la puerta de la habitación y volaron raudamente a despertar a un joven que dormía plácidamente en su cama, tenía el cabello de color negro acompañado de orejas de aspecto felino que sobresalían de el.

El hada con forma felina fue la primera en tratar de despertar a su señor - Alteza despierte por favor –dijo moviendo de una manera insistente.

Al instante el hada con forma canina imponía su propia forma de sacar de su letargo al príncipe - Alteza rápido el enemigo viene por usted-saltando sobre el estómago del joven.

-¿Qué es lo que sucede? ¿Hay alguna razón por la que debo dejar de descansar?- pregunto un tanto somnoliento y confundido.

-Alteza debemos marcharnos, el enemigo viene por usted – decía la felina saltando al hombro derecho del chico.

-Rápido, que pueden llegar en cualquier momento-la canina hablo mientras saltaba al hombro izquierdo del chico.

-S-si –dijo el joven mientras que ayudado por las hadas saltaba por la ventana.

Una criatura de aspecto un tanto abominable para cualquiera que la viese derribo la puerta de una sola patada- principito hemos venido por usted- reía mientras revisaba con la mirada la alcoba.

Tras de él venía otro ser de extraño aspecto, un poco menos desagradable que el anterior - Idiota no vez que escapo – reprendió a su compañero y salieron de la habitación.

-Rayos, ahora nos regañaran – dijo bufando y siguiendo al Hombre con extremidades de ave.

-Mientras tanto con el príncipe y las hadas guardianas-

-Miau, creo que ya estamos libres de peligro- dijo suspirando la canina.

-Tienes razón Dalia, pero aun así es posible que nos sigan, el aroma que emite el príncipe es muy poco común y deja un rastro hasta su paradero.

-Entonces… ¿tienen alguna idea de a dónde ir?

-¡Claro que sí! El mundo humano es un buen lugar para resguardarlo, aunque es posible que no nos recuerde, su aroma podrá camuflarse y le será muy difícil ser detectado por el enemigo. Así que debemos ir al portal que se encuentra en un pasadizo cerca de la gran biblioteca.

-¡EN MARCHA! – gritaron Dalia y el príncipe al unísono.

Con mucho sigilo y precaución, los tres atravesaron el gran salón del castillo y llegaron a la biblioteca usada muchas veces por la familia real, en especial por el hijo de los reyes. Antes de cruzar la puerta, el príncipe paro en seco y miro con horror a las dos guardianas.

-¿Y mis padres? – pregunto muy alarmado, no sabía lo que podría pasarles a sus amados progenitores.

-No se preocupe por ellos, estarán bien, ya que ellos… saben el secreto de los cuatro reinos, no podrán hacer nada además de dejarlos como prisioneros de guerra en el caso de que no puedan escapar- dijo con la frente en alto Dalia mientras Miau los empujaba para que entraran en la biblioteca.

-Príncipe Lohan, debe llevar con usted esto – dijo Miau, pasándole un anillo con una piedra roja – con esto e nos hará más fácil poder localizarlo en caso de que encuentre el peligro.

Miau empujo un libro y un pasadizo se abrió tras el cuadro de la familia real, con mucha prisa bajaron una escalera en forma de caracol, rápidamente llegaron al fin de esta y encontraron una fuente con aguas de color dorado.

-¿Esto es un portal? – pregunto anonadado Lohan

-Sí, es un portal milenario del que solo la familia real sabe y que pasa de generación en generación, claro que no es el único, pero ese es el más estable, se dice que hay uno en cada reino – explico calmadamente Dalia.

-Bien, es hora, príncipe, acerque su cabeza a la fuente, debo advertirle que no tenemos mucha certeza de lo que ocurrirá después de esto, pero lo buscaremos, de los pocos datos que se han reunido de los viajes interespaciales es que los recuerdos comienzan a llegar paulatinamente- dijo Miau.

El príncipe hundió su cabeza en la fuente y fue absorbido espontáneamente y las hadas lo siguieron.

-En algún lugar de los cuatro reinos-

-Su majestad, debo informarle que hemos podido capturar a los soberanos, pero no hay rastros de su primogénito, sospechamos que huyo con las hadas guardianas de las joyas sagradas- con una reverencia en hombre con aspecto de pez término de informar la situación.

-Aish… querrás decir antiguos soberanos, recuerda que ahora el poder no recae sobre ellos – respiro hondo mientras que se acomodaba en el trono preparado especialmente para ella – pues bien, no recibirás castigo alguno si es que llegas con el príncipe mañana mismo, o si no, atente a las consecuencias.

-Como ordene su majestad-

La mujer que le hablaba comenzó a reír de manera maniaca, su cabello tenía un color amarillo verdoso, sus ojos eran dorados, poseía una cola reemplazando a las piernas y grandes colmillos.

Gracias a los que se den el tiempo de leer este humilde proyecto en el que comenzaremos trabajar Manchitas y yo, Shippo, si les gusto dejen un review opinando que tal –aunque eso no afecte el que seguiremos subiendo más capítulos xD – eso es todo, y reitero, MUCHAS GRACIAS POR LEER.

Escritora del capítulo: Shippo

Editora: Manchitas