Bleach y Dragón Ball Z: Saga del infierno.


Aclaración: Los personajes de Dragon Ball Z y Bleach no me pertenecen, cada uno de ellos le pertenece a sus creadores Akira Toriyama y Tite Kubo.


-¡Maldito! ... ¡Jamás te perdonaré lo que hiciste! - el demonio Hildegan se dirige hacia Goku, quien esquiva el ataque del demonio.

Sin embargo, Hildegan se reincorpora, Trunks se abalanzó contra él, cortando con la espada un pedazo de la cola del demonio.

-¡Espera Trunks! -Gritó Goku en su transformación de súper sayajin fase tres, el joven peligris se detuvo antes de volver a insertar su espada contra el cuerpo del demonio.-¡No te metas en esto !, ¡yo mismo lo derrotare!

-¡El punto débil de ese monstruo es ...!

-¡Ya lo sé! ... «tengo que leer todos sus movimientos para darle un golpe directo al cuerpo»

¡Goku se dirigió hacia al demonio, antes de acercarse, Hildegar lanzó un golpe que fue directo al rostro del sayajin

-¡JA!- exclamo burlesco- ¡Eso no me dolió!

El demonio volvió a dar un golpe, dejando caer sobre le sayajin un golpe tras otro

- ¡Te dije que esos golpes no son efectivos! ¡pelea con toda tu fuerza!

Las provocaciones enfurecieron aún más a Hildegan, llena de furia se abalanza directamente sobre sayajin Goku.

-¡Si yo no lo hago! ... ¡si yo no lo hago! ... ¡si yo no lo hago, nadie lo hará!

Antes que el gigantesco puño del demonio impactara contra el cuerpo de Goku, el sayajin lo esquiva.

-¡AHORAAAA! -el poder contenido en el ataque dibujo una una silueta en forma de dragón dorado que envolvió por completo el cuerpo de Hildegan, destruyendo su cuerpo gigantesco

Ante la victoria contra el enemigo, Goku observa como la luz volvía a iluminar la ciudad actualmente destruida.

-Por mi culpa mucha gente inocente murió, si tan solo lo hubiera logrado, controlaré los poderes de Hildegan- se lamentó Tapion, el guerrero extraterrestre pasaba su vista sobre la ciudad destruida, no pudo evitar sentir culpa por su estado.

―No te preocupes por eso- le contesto Goku animado- reviviremos a toda esa gente con la ayuda de las esferas del dragón.

Tapion les miró un poco más tranquilo, no sabia el alcance de poder de esas esferas del dragón pero si pondría su confianza en que todo regresará como era antes de su fatídica llegada.―¡Muchas gracias por todo, cuídense amigos!

Dejando atrás a Goku, Gohan y los demás, la máquina del tiempo desapareció sin dejar rastro alguno.

De ese suceso han pasado siete meses, las ciudades y personas destruidas por la feroz batalla fueron resucitadas gracias al deseo concedido por el dragón magico Shenlong.

La paz regreso y las personas continuaron con sus actividades cotidianas, sin siquiera imaginar los acontecimientos que estaban a punto de ocurrir.

Cap. 1 El escape del infierno... enfrenamiento con nuevos enemigos.

Palacio de Enma-Sama

En los pasillos de la oficina de la deidad que juzgaba a las almas de los seres que morían en el mundo de los vivos, corría un ogro desesperado.

―¿¡Que está pasando!?―preguntaban algunos ogros sin saber por que su compañero se comportaba de esa forma.

―¡Los espíritus del infierno, ellos están...están...―mencionaba agotado el ogro,

―¿Como dices? Tranquilo no se te entiende nadaogro―le dijo otro ogro, algunos se acercaron mas a su compañero.

―¡Que los residentes el infiernogro, están escapando!

―¿Que? Eso es imposible

―¡Yo mismo los vi, es una emergencia Emna-sama debe saberlo!

Sin esperar a que sus compañeros lo detuvieran, corrió hacia la oficina principal del palacio, los ademas lo siguieron.

Al llegar se abrió paso por la larga fila de almas que llegaban de distintas partes del la Tierra.

―Infierno...infierno...paraíso...infierno...

Sellaba fastidiado los expedientes de las almas, aburrido de su trabajo giró su rostro hacia la puerta en donde sus subordinados se posaban completamente agotados.

―¿Qué quieren?―mencionó con su fuerte y amenazadora voz―¿no ven que estoy ocupado?

―Enma-Sama...es una emergencia señor―mencionó el ogro que corría desesperado.

―¿Emergencia?, hablen que no tengo todo el día, ¿a que emergencia se refieren?

―señor los residentes del infierno están...ahh...están escapando―mencionó el ogro con cansancio y temor.

―¿¡Que!?

Gritó la deidad, lanzando su enorme escritorio por los aires, los papeles caían como gotas de agua sobre los ogros y las asustadas almas.

―¡Vamos, no se queden ahí como estatuas, no dejemos que escapen!―ordenó Enma-sama,

Junto a la deidad, los ogros corrían por los pasillos. En poco tiempo estaban frente a frente de la salida del castillo, la cual al ser atravesada podían entrar en los terrenos del infierno.

―No permitiré que esos insectos escapen...no otra vez―pensó la deidad, mientras abría la enorme puerta.

―¿¡Que es esto!?―exclamó. Tras abrir la puerta el grupo fue detenido por una gruesa pared de lo que parecía cristal.

Enojado lanzo un puñetazo directo a la transparente pared con el fin de hacerla volar en pedazos. Los golpes se intensificaban más y más, no importaba cuanta energía y fuerza pusiera con cada uno de ellos, sus ataques no eran suficientes para poder ni siquiera agrietar el cristal.

―¿Qué haremos Enma-sama?―preguntó uno de los ogros al observar los ataques que su jefe fueron en vano.

―Primero debemos deshacernos de esto ¿Qué ha ocurrido aquí?―respondió la deidad, palpando la pared, observaba el cristal que no era capaz de destruirlo con su fuerza física...

Flashback

El castillo con todo a su alrededor era cubierto por una capa dura de un extraño material muy parecido al cristal, sin poder salir, la deidad a cargo del purgatorio solo podía esperar a que los guerreros fallecidos le ayudaran, sin embargo la idea no le agradaba.

―Paikuhan debes sacar a Enma-sama de esa cosa―menciono Goku, quien desapareció del lugar por medio de su técnica de teletransportación.

―Espera Goku..―mencionó el guerrero extraterrestre de verdusco color de piel, observó que su rival ya no estaba, realizando una mueca de fastidio volvió su vista hacia su propio problema: una construcción cubierta de algo que parecía vidrio.

―¡No te quedes parado, destruye esta cosa!―gritó la Enma-sama desde el interior del palacio.

El guerrero se colocó en posición de pelea, inicio dándole fuertes golpes al cristal, puñetazos y patadas caían con fuerza sobre la pared, sin embrago, esta no cesaba a la fuerza del extraterrestre; ningún resultado había tras sus golpes.

Lanzó un rayo de energía pero como los anteriores ataques este no tubo resultado alguno.

Agotado, Paikuhan observaba como su esfuerzo no había dado fruto alguno, gastando la poca paciencia que poseía, soltó un desesperado grito dirigido a la pared.

―¡Como rayos destruyo esta maldita pared!

Para su sorpresa el cristal se quebró en pequeños fragmentos, pero solo en una pequeña porción de este.

―¡Ya comprendo!―exclamó sorprendido―el cristal se quiebra si digo malas palabra...bueno esto va contra mi personalidad, pero no hay opción...¡ERES UN MALDITO ESTUPIDO!

Y como lo suponía, el cristal volvió a agrietarse hasta quebrarse en pequeños fragmentos, continuo hasta que la capa se destruyó dejando libre a sus prisioneros los ogros.

Fin del flashback

Frente a frente al cristal que obstruía la salida de su palacio, el guardián del purgatorio tomó una bocanada de aire.

―¿Eh... Enma-sama...

―¡ESTUPIDO!―gritó con todas sus fuerzas, provocando el temor de los ogros que estaban cerca de él.

―Hah...hah...eso debe ser suficiente para romper esta cosa.

Pero para su sorpresa no fue así, el cristal seguía intacto.

―¡MALDITO!...¡IDIOTA!...¡ESTUPIDOOOO!

Gritaba numerables insultos, todos dirigidos al cristal, a espaldas los ogros le miraban llenos de confusión.

―Enma-Sama ya perdió la razón―mencionó uno al final del grupo.

―¡Silencio!... decir malas palabras no funciono.

―¿Que es ese escándalo?

El grupo de ogros volteó, dirigiendo su mirada a la propietaria de esa voz, la anciana montada sobre una bola de cristal.

―Uranai Baba, necesito que me muestres el infierno rápido―ordenó impaciente la deidad.

―Tranquilo Enma-sama, que forma la tuya de saludar a una anciana.

―Lo siento pero es una emergencia.

―De acuerdo, dame un minuto.

Agitó sus manos enfrene de la esfera mágica, esta comenzó a brillar, poco a poco sobre la bola de cristal apareció la imagen de lo que acontecía en el infierno, la imagen hizo zoom enfocando a un gran grupo de personajes que alguna vez amenazaron la seguridad y paz de la Tierra y del Universo, se podía observar a Frezzer, junto a él, sus soldados extraterrestres, Cell y otros más.

―Pero que hacen esos insectos―Enma-Sama, los demás ogros y Uranai Baba continuaron observando.

Obteniendo un mejor enfoque de la imagen, delante de los villanos, una pequeña figura se manifestaba, era el Mago Babidi, que parecía que con sus poderes abría una especie de portal. El grupo de villanos atravesaron dicho portal, al estar completamente abierto.

―¡No! ¡Ellos están escapando del infierno!―exclamó Enma Daioh-Sama,

―Eso le estábamos diciendo...

―¡silencio!―gritó la deidad ante su suerte, los villanos más peligrosos estaban escapando y él no podía detenerlos.

En la Tierra, la amenaza no se hacía esperar, las personas de la Ciudad del Oeste huían de soldados extraterrestres, que lanzaban rayos de luz atormentando a los pobres ciudadanos.

―¿Qué está pasando?... ¿Qué son estos tipos?―un asustado ciudadano corría, tratando de huir de un ser de violeta piel. Corrió, lo más que pudo, hasta toparse con un callejón sin salida.

El soldado malvado esbozó una sonrisa al asustadizo hombre frente a él; apuntó el cañón de su arma, el terrícola solo cerró sus ojos a espera de su fin.

Sin embargo el ataque no ocurrió, el extraterrestre fue lanzado contra el muro de concreto que estaba frente a el.

―Llegue en el momento justo―dijo, se acerco al hombre que aun mentenia los ojos cerrados ― ya puede abrir los ojos

El hombre le hizo caso, y frente a el vio al heroe que le salvo, vestia con un extraño traje colorido. Se trataba del Gran Saiyaman, el superheroe de ciudad Satan,

A su espalda yacía el extraterrestre que poco a poco intentaba pararse, quitándose los escombros de encima, aun sobre estos apuntó su arma contra el joven guerrero.

―¡Maldito!...¡mocoso!...

― ¡Salga de aquí!―mencionó Gohan al hombre, su tono era calmado. Este acató la orden del Gran Saiyaman e inició a correr hasta donde sus fuerzas le daban, de nuevo.

―No sé qué hacen aquí, pero no permitiré que hagan destrozos en la ciudad, ni hagan daño a sus ciudadanos.

El joven desapareció, para volver a aparecer justo delante del soldado extraterrestre.

Gohan le propinó un puñetazo directo en el estómago. El soldado escupió sangre de color de su piel, lo cual lo dejaba fuera de combate rápidamente.

Sobre la ciudad, las peleas continuaban, posicionado en el aire, el guerrero sayajin Goku daba puñetazos en el rostro, costado y estomago, a uno de los soldados de su antiguo rival extraterrestre.

Al ver como este vencía sin dificultad a uno de sus camaradas una docena de soldados inició su ataque sobre Goku.

En un ataque masivo de soldados, el padre de Gohan esquivaba uno a uno los ataques que iban dirigidos por parte de la tropa extraterrestre.

Con su ante brazo bloqueó uno de los muchos puñetazos que le lanzaban. Un soldado de verdusco color, aprovechó la abertura en la defensa del guerrero sayajin para propinarle una patada directo en su torso.

El ataque fue detenido por el pelinegro; sosteniendo la pierna del soldado con su mano libre, lo lanzó contra sus compañeros.

Su ki inició a subir, un aura blanca apareció alrededor de él; desapareciendo de la vista de sus oponentes, Goku reapareció justo detrás de ellos, propinándole a cada uno un puñetazo en el estómago venciéndolos fácilmente.

― ¡Tenía tiempo de no disfrutar un pelea!―mencionaba entusiasmado, mientras desaparecía el aura alrededor suyo.

―Ellos no son más que basura―mencionaba indiferente, el príncipe sayajin Vegeta, a espaldas del guerrero Goku.

―¡Vamos Vegeta! No seas tan amargado, fue un buen entrenamiento en pelear con estos sujetos.

―¡No digas tontería Kakaroto!―exclamó enfadado, realizando su típico cruce de brazos.

De pronto una voz proveniente del cielo se hizo presente ante los guerreros.

―¡Goku!, ¿puedes escucharme? ¡Goku!

―¿Eh? ¡Kaio-sama!, ¡Cuánto tiempo!... ¿cómo has estado?―saludada entusiasmado el pelinegro.

―¡No hay tiempo para saludos muchacho!, ¡algo terrible ha ocurrido en el otro mundo!

―¿Algo terrible?...

―Si te refieres a que los espíritus del infierno han escapado, pues ya los hicimos pedazos―exclamaba Vegeta, que se mantenía indiferente ante la situación.

―¡esto es mas terrible!―se exaltó el Kaio.

―¿A qué te refieres Kaio-Sama?

―¡Es algo que causara muchos peligros!―se limitaba a mencionar la deidad.

―¡Ya déjate de explicaciones inútiles, Kaio y dilo de una vez!―exclamó furioso el príncipe.

―¿Qué forma son esas de hablar?... bien se los diré, pero debe ser en persona...¡dense prisa!

La conversación concluyó, Goku colocó dos de sus dedos sobre su frente, volteó de lado observando al guerrero junto a él.

―¿Vegeta?... ¿no vienes?

―Bien, iré contigo Kakaroto...por que no soporto que te lleves toda la diversión, insecto.

― ¡Papá!―mencionó el joven semi-sayajin, acompañado de los pequeños Goten y Trunks.

―Gohan escuchaste verdad...

― ¡Si papá, no te preocupes, nosotros nos haremos cargo si pasa algo!

―Bien, nos veremos luego.

Volvió a posicionar sus dedos sobre su frente, desapareciendo en ese instante de los ojos de los jóvenes.

―¡Vaya!―exclamó el pequeño semi-sayajin de cabello grisáceo―y yo que quería continuar peleando.

―No te quejes Trunks―respondía Gohan, brindándole una sonrisa―pueden aparecer más de ellos, así que debemos estar alertas, para proteger a las personas.

Planeta de Kaio-Sama

―Así están las cosas, la mayoría de los residentes del infierno han escapado.

Ya en el planeta de Kaio-sama, los dos pelinegros escuchaban lo que les mencionaba la deidad.

―Hasta ahora unos pocos han salido, por lo que mencionan los soldados de Freezer estaban atacando la ciudad...pero aparte de ellos, Freezer y Cell también salieron.

―¿Estás seguro Kaio-Sama?...en la Tierra no sentía la presencia de ninguno de ellos.

―¡No están en la Tierra!...según lo que Enma Daioh-Sama mencionó, cruzaron un portal, entre los que cruzaron estaban incluidos esos dos...es posible que ese portal los enviara no solo a la Tierra, sino que también los haya enviado a otra dimensión.

―¿Otra dimensión?...

― Así es, no sabemos que consecuencia pueda tener, pero debemos detenerlos antes de que causen alguna calamidad.

―¿Y como llegaremos a esa dimensión a la que dices Kaio?―pregunto Vegeta con su tono intimidante.

―En eso yo les puedo ayudar―la voz de la joven deidad suprema se escuchó a espalda de ambos guerreros sayajin.


Ciudad de Karakura (Bleach)

En los aires, sobre el cielo de la hermosa ciudad de Karakura, se encontraban cinco seres de un azulado color, su pequeño tamaño los hacía difícil de atacar, estos tenían una extraña forma de insectos.

―Tsugi no Mai... Hakuren...

Una poderosa como enorme onda de hielo blanco se disparó desde la espada de la shinigami y actual teniente del decimotercer escuadron, Kuchiki Rukia. el ataque de la joven encerró a su vez a tres de los seres cuerpo de insecto.

― ¡Buen ataque, pero necesitaras más que eso para vencer a mis Cell Jr!

― ¡Oye! ¡tu oponente soy yo!―mencionaba el joven pelinaranja, a espaldas del androide, poniéndose en posición de pelea apuntaba la espada, su zampaku-to contra su adversario proveniente de otra dimensión.

El ojimiel desapareció de los ojos del androide usando shumpo, habilidad que hace tus movimientos mas rápidos, volvió a aparecer frente a Cell, apuntando el ataque directamente a su torso.

La creación de Gero esquivó el primer ataque del shinigami sustituto, iniciando una lluvia de ataques por parte de los dos contrincantes.

Por su parte Rukia, continuaba con su pelea, ya con tres monstruos menos, solo debía encargarse de dos molestos Cell Jr.

Las pequeñas creaciones del androide, aparecían y desaparecían alrededor de la pelinegra, sin dejar de seguirles la pista, la joven teniente volteó rápidamente a su costado derecho.

―Hado 33...Sokatsui...

Una bola de energía azul salió de la palma de su mano, impactando directamente a uno de los pequeños seres.

La creación de Cell, la última que quedaba, de abalanzó contra Rukia que empuñaba su zampaku-to dispuesta a contraatacar al pequeño monstruo azulado.

A un lado de ambas batallas, el extraterrestre emperador observaba cada combate. Cruzado de brazos, la paciencia se le esfumaba poco a poco, observaba fastidioso al haberlo hecho a un lado en las peleas.

Dirigió su vista en la batalla de la joven ojivioleta, esta atacaba con su espada a la pequeña criatura que esquivaba y bloqueaba cada uno de sus ataques. Rukia elevó su zampaku-to, dejándola caer con fuerza, partiendo en dos el pequeño Cell Jr.

En la boca del emperador, se esbozó una delgada sonrisa, este apareció frente a la joven teniente, provocando sorpresa en esta.

―¿Que?

Freezer golpea a Rukia con el dorso de su mano, lanzándola hacia tierra firme.

―¡rukia!―gritó Ichigo, separándose de Cell.

―No te distraigas...eres bueno pero aun así, no estas a mi nivel...

―¡Callate!―exclamo el joven Kurosaki, provocando una sonrisilla en el rostro del androide.

―Con que "cállate" ¿eh?, qué tal si te adsorbo, tu poder será muy útil para mí.

Ichigo apuntaba su espada contra Cell, que movía su cola, en la parte final de esta, el aguijón se hacía más grande, expandiéndose más y más.

―Te adsorberé

―¡Ya te dije que cierres la boca!... ¡eres desagradable!―posó su mano sobre su cabeza, al deslizarla hizo aparecer su máscara hollow, provocando sorpresa al androide al ver su aspecto esquelético.

―¡Getsuga...Teshou!

Un enorme rayo negro salió disparado de la zampaku-to del shinigami sustituto, impactando el cuerpo de Cell que fue brutalmente impulsado hacia el techo de un edificio.

Rukia se reincorporaba del ataque del extraterrestre, aun en los aires, observaba como Freezer se acercaba a ella a una gran velocidad.

―Hado 33...Sokatsui―el rayo azul se dirigía directo a Freezer, este paró su vuelo hacia la chica y con su antebrazo, desvió el ataque que la ojivioleta había lanzado.

― ¡No puede ser...!―exclamó anonadada, Freezer apareció frente a ella, propinándole un puñetazo en su rostro, haciendo que volviese a caer, esta vez sobre la azotea de un edificio.

―¡Rukia!―exclamó Ichigo, aun con su máscara de hollow, se dirigía a ayudarla. Pero su camino fue bloqueado por el cuerpo de Cell. Su sangre brotaba por sus miembros completamente heridos, gracia al último ataque del joven pelinaranja.

Brazo y pierna derecha mutilados comenzaron a palpitar, cada vez más rápido, regenerándose en un abrir y cerrar de ojos; dejando anonadado al miembro de la familia Kurosaki.

―¿Que...eres?

A pocos metros de ellos, Freezer se ubicaba frente a la pelinegra, que poco a poco se reincorporaba.

El extraterrestre extendió su brazo derecho a dirección de Rukia, apuntó su dedo índice del cual aparecía una pequeña bola de energía, que poco a poco aumentaba de tamaño.

―¡Rukia!―gritó Ichigo al observar el eminente peligro que la shinigami se encontraba.

Freezer lanzó su rayo de energía, tras lanzarlo una segunda bola de energía choco contra el ataque, provocando una pequeña explosión.

Los presentes voltearon rápidamente hacia la dirección que se encontraba el causante, los jovenes shinigamis expresaron sorpresa y confusión al observar a dos hombres desconocidos de cabello puntiagudo.

Continuara...