¡Muy buenas tarde, gente querida!
Después de un siglo por fin he vuelto. La mayoría seguramente no me conozca, publiqué una sola vez hace muuuucho tiempo por aquí y la mayoría son NaLu's
Espero que les guste esta historia y que, si no les gustó el final de Bleach como a mi, le den una oportunidad a esta especie de "final alternativo"
Este capitulo es corto, pero es a grandes rasgos lo que quiero transmitir a lo largo de la historia.
Puede que se sientan confundidos al principio, pero conforme vayan pasando los capítulos lo van a entender. Es más, para el segundo capitulo ya lo van a entender perfectamente.
Sin más, los dejo leer.
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Deathberry una vez más
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Capítulo 1: Vida normal.
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-¿Quién te crees que eres, niño?- exclamó un hombre robusto.
-¿Acaso no entiendes que podemos hacerte puré?- dijo otro.
-Será mejor que te vayas antes de…- pero no pudo terminar la oración porque alguien lo había pateado en el rostro, obligándolo a caer al suelo.
-Me parece que son ustedes los que terminarán siendo puré.
-¿Q-qué crees que haces?
-¿Mm?- murmuró mientras seguía con su pie encima del hombre- ¿Qué, acaso no van a pelear también contra mí?
Los otros dos hombres, tres contando al que estaba en el suelo, se miraron nerviosos y en un intento de mostrar valentía y coraje se acercaron al chico, pero éste fue más rápido. Después de darle un último pisotón al que estaba tirado, esquivó con facilidad los puños de los otros y los regresó golpeándolos con tanta fuerza que los hizo retroceder unos cuantos pasos.
-¿Es todo lo que tienen?- preguntó con sorna.
-Tú…Maldito…
-Ya que no piensan moverse, les diré algo. Si alguna vez intentar buscar pelea conmigo por mi color de cabello, los dejaré peor que a este sujeto- apuntó a susodicho- ¿Entienden?- preguntó serio.
-S-si- murmuraron nerviosos.
-Bien, ahora levanten a su compañero y ¡váyanse!
Ni lentos ni perezosos hicieron lo que el chico les ordenó y se fueron lo más rápido que sus piernas le permitieron.
-Ah… nunca aprenden- susurró y levantó su bolso- Voy a llegar tarde de nuevo.
Sin embargo, no se apresuró a irse.
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Kurosaki Ichigo
Edad: 17 años
Color de pelo: Naranja
Color de ojos: Marrón
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Cuando Ichigo llegó al instituto pidió permiso para entrar y, para su buena suerte, la profesora estaba en una reunión de último minuto, así que no se encontraba en el salón.
-¡Kurosaki-Kun!
-Hola Inoue- saludó mientras se acomodaba en su lugar.
-¡Ichigo! ¿Por qué demonios llegas tarde? ¿Acaso estabas con una chica escondido?- preguntó un alterado Keigo.
-Cállate, llegué tarde porque unos tipos se metieron en mi camino.
-¿De nuevo en peleas, Kurosaki?- comentó Ishida.
-No es mi culpa, ellos son los que buscan.
-¿Estás bien, Kurosaki-kun?
-Si Inoue, no te preocupes.
-P-pero…
-Cálmate Orihime, sabes cómo es él.
-Tatsuki-chan…
-Tatsuki tiene razón, Inoue. No me lastimaron.
-Que alivio- suspiró.
-Deberías teñirte, Ichigo. Así tal vez dejen de buscarte peleas.
-No voy a teñirme, Mizuiro. Que se jodan los demás.
-Bien, bien- sonrió- ¿Qué haremos hoy?
Ichigo solo escuchaba la conversación de sus amigos sin meterse, hasta Chad daba alguna ideas. Él miró hacia la ventana mientras pensaba en lo tranquila que era su vida, si bien las peleas eran solo el condimento para salarle un poco, no se quejaba.
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Ocupación: estudiante de preparatoria común y corriente.
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Al llegar a casa Ichigo y su padre realizaron el ritual de siempre: Isshin intenta golpearlo, Ichigo lo esquiva y golpea, Isshin corre hacia el poster de Masaki bañado en llanto diciéndole que su hijo ya no lo quiere e Ichigo se queja de la actitud de su padre. Fin de la historia.
-¡Papá! ¡Deja de molestar a Ichi-nii!
-¡Pero Yuzu, papá solo quiere mostrarle su amor!
-¿Qué clase de amor es ese, viejo?
-¿Tu también, Karin? ¡Masaki! ¡En esta casa ya nadie me respeta!
Por otro lado, los tres decidieron ignorar a su padre y Karin e Ichigo ayudaron a Yuzu a poner la mesa.
Después de la cena, Ichigo lavó los platos sucios y luego fue a su cuarto. Cuando terminó de hacer la tarea decidió que era hora de dormir.
Otro día común y corriente había terminado.
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En otro lugar, un hombre se encontraba sentado en su pequeño porche mirando la luna.
-¿Ocurre algo?- escuchó que alguien de voz grave y gruesa preguntaba a su espalda.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?
-Dos meses-contestó sabiendo a lo que él se refería- pero no me has contestado.
-¿Crees que esto hará que "la vida normal" que él ha estado llevando vuelva a estar de cabeza?- preguntó mirando de reojo hacia atrás.
Desde la oscuridad solo podían vislumbrarse un par de ojos amarillos.
-¿Acaso has recibido alguna noticia?
-Es una orden del alto mando- se limitó a contestar y eso pareció ser suficiente para la otra persona.
-Así que la espada del destino vuelve a caer.
El hombre rió y acomodó su sombrero.
-¿Te he dicho alguna vez que me encantan tus analogías, Yoruichi?
-Sé que no es lo único que te gusta, Kisuke.
Y Urahara Kisuke no la contradijo.
-En realidad no creo que haya sido una buena idea.
-¿Por qué?
-Es a ella a quien mandaron, hasta para mí es un poco cruel.
-¿Por qué?
-No lo sé, tal vez porque es quien más conoce el mundo humano o porque…
Dejó la frase sin terminar, pero Yoruichi entendía perfectamente lo que Urahara quería decir.
-¿Cuándo llega?
-Esta noche.
-Debemos estar preparados, sabes bien que él y sus amigos rondan mucho por aquí.
-Lo sé, solo espero que ella sepa manejar toda esta situación.
-Es una shinigami, teniente, estoy segura que lo hará. ¿Acaso no confías en su capacidad?
-No es a eso a lo que me refiero.
-Lo sé, pero cuando tiene misiones que cumplir ella siempre lo hace bien.
-¿Recuerdas la primera vez que estuvo aquí?
-Kisuke…- regañó.
-Lo siento, es solo que… parece solo una mala jugada del destino.
-Sabes bien que el destino no piensa en las consecuencias.
Urahara rió y se levantó. Se acercó a Yoruichi que estaba en su forma de gato y la alzó. No dijeron nada más, solo acarició su cuello con cariño y se adentraron a la tienda.
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Bajo la luz de la luna, una figura se paró sobre uno de los postes de cable más alto y miró a Karakura como si fuera la primera vez. Cerró los ojos y cuando los abrió de nuevo, su mirada tenía un brillo que hacia resaltar el hermoso color violeta.
La mariposa del infierno la rodeó y luego siguió volando hacia perderse en la lejanía de los edificios.
-Siento muy cerca su reiatsu- murmuró y de un salto se introdujo en Karakura.
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La historia estaba comenzando de nuevo.
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Es corto, lo sé. Pero no quería aburrirlos con la "normalidad" de este capítulo.
Se que no parece gran cosa ahora, pero no se vayan tan rápido y esperen con ansias el segundo capítulo (?)
Trataré publicar rápido.
Gracias por leer y no se olviden de dejar algún comentario al respecto ;)