Iba bajando las escaleras y escucho
unos sollozos, miro la hora en su
muñeca, ya era bastante tarde
como para que alguien estuviera fuera de
su cama, bajo
silenciosamente y distinguió a quien lloraba, era
aquella chica
castaña, el no sabia que sentía exactamente por ella
pero el
solo hecho de verla así le partió el alma de dolor.
Ella no
merece sufrir, no después de lo buena amiga que ha sido
conmigo,
pensó el muchacho. Se decidió a bajar, ella se percato de
la
presencia de su amigo y rápidamente seco sus lágrimas y puso
su mejor
cara.
Que haces aquí y a estas horas?, mañana
tienes un partido de
quidditch, debes descansar, le dijo la chica
evitando su mirada
No lo se, solo baje, le respondió el
Que te
pasa? Le pregunto
Nada, solo que tengo sueño y estoy cansada, le
contesto ella
A mi no me puedes mentir, se que te pasa algo y me
lo dirás ahora
mismo, le dijo el muchacho guardando una de las
finas manos de la
chica entre las suyas
Aquel contacto con su
piel le provoco un mar de sensaciones, ella lo
amaba desde que lo
vio y el nunca lo supo, y nunca lo sabrá, pensaba
ella, el no lo
puede saber, dejaría de ser mi amigo, se alejaría de
mi, no le
diré
Me dirás Hermione? Insistía el ojiverde
No pasa nada,
solo que estoy un poco estresada con los exámenes, le
respondió
la chica con una sonrisa perfectamente actuada
Bueno, te voy a
creer, y ahora ve a dormir, tú también necesitas
descansar, le
dijo Harry
"soy solo una sabelotodo invisible ni el ni
nadie se fijaría en mi"
pensaba la chica mientras subía las
escaleras rumbo a su dormitorio.
Harry se quedo meditando en
la sala común, le importaba mas el
bienestar de su amiga que su
próximo partido de quidditch, se quedo
pensando en aquello que la
legeremancia le ayudo a saber "soy solo una
sabelotodo invisible ni el ni nadie se fijaría en mi", acaso
Hermione
sufre por un chico? O es porque ningún chico se ha
acercado a ella?.
Se le ocurrió una idea, era perfecta o cruel
dependiendo del punto de
vista, pero estimaba tanto a Hermione que
lo haría para verla sonreír
una sola vez de verdad.
Al
día siguiente Hogwarts amanecía con un sol radiante, los
tres
desayunaban en el gran salón y comentaban de cómo quedaría
llorando
Malfoy después del partido, Harry no decía palabra
alguna, solo se
limitaba a escuchar lo que Ron y Hermione decían
y a asentir con la
cabeza cada vez que estos se dirigían a
el.
Una lechuza dejo caer una carta sobre el plato de Hermione,
esta
molesta sacudió la carta de un lado
a otro murmurando cosas como
"lechuza despistada" o "me
haz arruinado el desayuno con tu tonta
carta".
No la
leerás?, pregunto Harry
Si, lo hare, debe ser muy urgente e
importante como para haber caído
sobre mis tostadas con
mantequilla, dijo la chica con sarcasmo.
"Quizás no sea el
momento correcto
Quizás no sea el chico correcto
Pero hay algo
entre nosotros que quiero decir
Hay algo entre nosotros de todos
modos…
Quizás no sea el chico correcto
Quizás no sea el
momento correcto
Pero hay algo entre nosotros que debo hacer
Algo
así como un secreto que compartiré contigo
Te necesito más
que a todo en mi vida
Te quiero más que a todo en mi vida
Te
deseo más que a todo en mi vida
Te amo mas que a todo en mi
vida"
La cara de Hermione comenzó a ruborizarse a medida
que seguía leyendo
y releyendo aquel pergamino.
Mientras que
en el rostro de Harry solo se formaba una sonrisa la cual
disfrazo
con un sorbo de su taza de café.
Y que es Hermione? Pregunto
Ron
Nada importante, dijo la chica y torpemente guardo el
pergamino en su bolso
Debo ir a la biblioteca, olvide algo, dijo
rápidamente y se fue.
Ojal te haya hecho feliz Hermione, ojala…
