N/A¡hola a todos¡Bueno acá me tienen de nuevo! Antes de empezar les aclaro que este fic es un regalo que le hice a una gran amiga mía

¡PAOLA ACA ESTA EL FIC QUE TE PROMETI!

Jajaja cuando no yo dedicando fic's…casi todos mis fic's tienen una dedicatoria pero esta vez este va para BELLAPAOLA una gran amiga mía que también es autora acá en ff… así que si desean pasarse por alguno de sus fics ¡se los recomiendo!

La esencia de esto es de ya saben…JKR…lean, disfruten y los veré al final…

1. Era una mañana…

Era de mañana, una linda mañana londinense, en una pequeña cama de sabanas blancas descansaba como un bebe una joven pelirroja; tan apacible, como si nada la fuera a despertar jamás aunque…siempre se puede soñar…

- ¡Muy buenos días magos y brujas de todo el país! Esperemos que en todas sus actividades diarias les vaya muy bien. En las noticias de hoy, el gran Harry Potter, a quien todos conocemos por haber derrotado a ya–saben-quien se le vio la noche de ayer muy contento con su novia la súper modelo…. – pero el radio despertador no hablo mas, la pelirroja lo había apagado.

- Buenos días Crookshanks – saludo al gato marrón que brincaba en ese momento a su regazo – vamos – dijo hablándole de nuevo al animal – vamos a la cocina por una humeante y deliciosa taza de café caliente, y tal vez una o dos tostadas con mermelada no…Mmm una delicia – el gato ronroneo mas – Oh bueno, y para ti, tu lata de comida para gatos…

Camino por su cómodo apartamento. No era grande, pero tampoco pequeño, era justo para lo que ella necesitaba. Dos habitaciones, sala – con chimenea conectada a la red flu claro - cocina-comedor, un estudio, simple, cómodo, practico. Crookshanks vivía con ella desde que Hermione había quedado embarazada. Al parecer al bebe no le agradaban por nada los gatos, cada vez que ese gran gato de color canela con la cara aplasta y una gran cola se acercaba a Hermione, sentía nauseas, mareos, y demás molestias. A pesar de quererlo tanto, Hermione no era estupida y no pondría en riesgo la vida de su bebe por culpa de su amado gato. A Ron le fascinó la idea de mandar a "esa odiosa bola de pelos" fuera de su casa. Desde ese entonces era la compañía perpetua de Ginny.

Ya con una taza de café caliente frente a ella y un par de tostadas con mermelada, Ginny se sentó en la mesa viendo indefinidamente al cielo londinense. Crookshanks comía en el suelo de la cocina cerca de la esquina mientras ronroneaba. Unos minutos mas tarde Ginny ya estaba bañada, cambiada y lista para ir a trabajar. Entro por la chimenea de su sala y con un poco de polvos flu en sus manos dijo fuertemente

- Ministerio de magia de Londres – un torbellino de colores revoloteaban ante sus ojos, y un par de sacudidas después aterrizó sin ningún problema en una de las tantas chimeneas que el ministerio tenia. Se sacudió los restos de hollín sobre sus hombros y comenzó su camino hacia el departamento de aurores.

- Buenos días Ginny

- Buenos días Paola, que bueno que te veo

- Dime, para que soy buena – contesto Paola Amaro, la nueva mejor amiga de Ginny. Bueno, otra mejor amiga después de Hermione y luna, y tal vez…bueno, su nueva amiga…quien tenia casi dos años de estar trabajando en el ministerio de magia de Inglaterra en el departamento de aurores después de ser transferida desde el ministerio de Venezuela. Ella era una especie de "embajadora" de los aurores de sur América en Londres. Era alta, no tanto, del mismo alto que Ginny, piel morena clara, ojos tan negros como la noche que juego con sus lacios y también negros cabellos que caían libremente por su espalda hasta llegar a un poco antes de la mitad de esta.

- Quería recordarte la cena en la casa de ya sabes…

- …el jefe

- Si, en su casa, quería ver si todavía me acompañarías

- ¿Cuando es?

- ¡Como que cuando es¡Te lo he venido diciendo desde hace dos semanas todos los días!

- Hay Ginny, sabes el tipo de memoria con la que mis padres me han dotado… ¿que día es la fiesta?

- En tres días

- Oh si, en tres días, claro Ginny, iré contigo no te preocupes allá me tendrás

- Hola Ginny, ho…hola Paola

- Que tal Daniel – contesto Ginny sin dejar de ver a Paola y a Daniel como un partido de tenis. Ginny sabia que a Paola desde que llego al departamento de aurores un año atrás se había quedado mas que maravillada con Daniel. Y el tampoco disimulaba del todo bien lo que sentía por ella. A pesar de todo Daniel no era tan mal partido, cabello castaño claro que juego con un par de maravillosos ojos azul marino, un color muy intenso y profundo. Alto, de tez bronceada y soñadora sonrisa.

- Hola…Daniel – contestó ella un poco sonrojada

- Este…yo…quería ver si tu… tendrías algo que hacer este sábado

- ¿Este sábado?

- Si ya sabes…. Así, no se podríamos ir a ver una película…o comer algo…no se

- ¿Una especia de cita? – pregunto Paola con los ojos desorbitados que despedían miles de luces de ilusión

- Este…yo…si, creo que si, algo por el estilo. – Paola pareció pensarlo un momento, sonrió y dijo aun con las mejillas encendidas

- Claro, me encantaría

- Excelente – dijo Daniel mientras se volteaba y chocaba con un mago que traía mil papeles en sus manos, los cuales todos cayeron estrepitosamente el suelo – Oh merlín, lo siento Seamus

- Descuida Daniel – contesto el un poco molesto por el desorden de sus papeles.

- Bueno, nos vemos – dijo Daniel dejando a las dos jóvenes, una radiante de alegría y la otra…

- ¡Pero que rayos fue todo eso Paola!

- ¡Como que qué fue Ginny¡¡¡Que no viste¡Me invito a salir!

- Si¡El sábado!

- ¿Y?

- ¡El sábado es el tres días Paola¡La fiesta es el sábado!

- Oh – dijo un poco contrariada – lo siento miles Ginny, no me acorde, yo…este…si quiere le digo a Daniel que no puedo el sábado

- No, no, no, como se te ocurre, estuviste esperando este día desde hace un año! Ya veré yo que hago

- ¡Eres la mejor! – Le dijo Paola mientras la abrazaba – ¿tienes alguna sugerencia sobre que ropa ponerme? – pregunto mientras caminaban al despacho de las dos. Compartían la misma oficina, y se había encargado de decorarla como ninguna otra. Las paredes del mismo blanco hueso que todas las demás. No por que ellas quisieran, sino que no les habían permitido pintarlos del amarillo que ellas querían. Un escritorio estaba frente al otro, de un lado de la pared la puerta por donde entraron, un par de sillones con una mesita de centro en entre ellos, cada escritorio tenia un par de sillas frente a ellos.

- Bueno… creo que esa falta blanca que tienes se te vería muy bien – contesto Ginny mientras se sentaba en su escritorio al lado opuesto a la puerta de entrada y veía unos papeles que acababan de aparecer en sus manos

- ¡O la café! – dijo Paola mientras se sentaba en el suyo que quedaba frente a la puerta y llamaba a una lechuza para mandar una carta al departamento de juego mágicos.

- ¿La café? No es muy corta para una primera cita

- Si tal ves…

- ¡Que tal el vestido negro!

- ¿El negro¡Pero tu estas loca o que nena! Como me pondré ese vestido para salir con Daniel, si bien sabes que…

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Era de mañana, una linda mañana londinense, en una gran cama de cuatro pilares de donde elegantes telas caían libremente, entre sabanas pequeña cama de sabanas de seda blancas descansaba como un bebe un joven de cabellos despeinados; se veía tan apacible, como si nada lo fuera a despertar jamás aunque…siempre se puede soñar…

- ¡Muy buenos días magos y brujas de todo el país! Esperemos que en todas sus actividades diarias les vaya muy bien. En las noticias de hoy, el gran Harry Potter, a quien todos conocemos por haber derrotado a ya–saben-quien se le vio la noche de ayer muy contento con su novia la súper modelo…. – pero el radio despertador no hablo mas, el pelinegro lo había apagado.

- buenos días amo¿el señor Harry Potter desea que se le traiga el desayuno a la cama? – decía una criatura mientras hacia una exagerada reverencia ante el

- buenos días Dobby – contesto Harry abriendo los brazos para terminar de despertarse bien – y deja eso de las reverencias Dobby, ya te he dicho mil veces que no es necesario

- tal vez el amo Potter deba decírselo mil y una vez al Lobby – contesto mientras hacia una especie de… ¿sonrisa? Harry se puso de pie. Camino por su gran habitación hasta llegar a su baño, que no era por nada pequeño tampoco, tomo una rápida y fría ducha, se cambio y aseo listo para ir a trabajar. Bajo al primer piso de su casi mansión en el valle de Godric. Su casa era elegante y fina, toda con pisos de madera y agradables tonos en las paredes. Toda la fortuna Potter mas la Black se habían sumado y alcanzaban casi un tercio de todo el oro de Inglaterra y a eso agregarle la excelente remuneración que ministerio le dio por acabar con Voldemort y su no modesto sueldo. A el nunca le hacia gracia alardear sobre su fortuna, por dentro seguía siendo en mismo de siempre, aunque si, había remodelado la casa de sus padres para hacerlo una especia de santuario a ellos, y como no, el niño-que-vivió, el gran salvador del mundo no podía estar ante los ojos de todos viviendo en un pobre apartamento. Y como si fuera poco, su posición en el ministerio de magia, de una manera indirecta hacia que tuviera ese tipo de casa o beneficios. Siempre llegaban a su casa personas muy importantes del ministerio de Londres o de otras partes del mundo y el jefe de aurores de Londres y posible ministro no podía dar una mala imagen.

Camino hasta llegar a la terraza en donde estaba en desayunador, donde Dobby como todas las mañanas le había preparado el café y le tenía ya listo el profeta. Dobby, muy a pesar de las suplicas de Harry y Hermione había decidido ir a trabajar para el, claro que Harry le pagaba aunque no fuera necesario, a Dobby simplemente le gustaba estar a servicio de Harry. Se sentó y disfruto de su café negro mientras leía el profeta, todo amenizado con el canto de las aves que residían en uno de los tantos árboles de su extenso jardín trasero.

Apuro su café al oír el reloj de pared de su sala dar la hora. Se despidió rápidamente de Dobby y en un pestañeo se había desaparecido y aparecido en un callejón de la Londres muggle. Se apareció en uno de los callejones del Londres muggle cerca del centro, avanzo por una calle lateral y continuo su marcha sumido en sus pensamientos mientras los edificios se hacían cada vez mas pequeños. Llego a una calle que a diferencia de las de las oficinas, estas parecían tener un aspecto destartalado. Cruzo a un callejón mas al lado de un bar y un contenedor grande y verde de basura.una vez dentro se coloco su túnica negra, muy elegante sobre su traje sastre, la cual, sin duda hubiera desentonado mientas caminaba en el Londres muggle. Llego a una cabina telefónica roja con varios vidrio roto en donde marco: 62442 de inmediato una operadora le contesto y pido que se identificara y diera el motivo de su visita. Tras unos segundos entre las rendijas de las monedas callo una placa plateada en donde se podría leer

Harry J. Potter

Jefe del departamento de aurores

Tras poco tiempo Harry llego a dentro del ministerio de magia. Bajo de la cabina telefónica y entro al vestíbulo del Ministerio de Magia, muy largo y con suelo de madera brillante. Harry hecho una rápida mirada a todo el atrio, no sabia por que pero ese día parecía notar más detalles que todos los otros días. El techo de esta de un azul eléctrico en donde hay runas doradas que aparecen y desaparecen. Las paredes estaban cubiertas por pulida madera al igual que su casa, y del otro lado de este había varias chimeneas conectadas a la red flú por donde salían u entraban magos a toda hora. Camino hasta la fuente con las figuras doradas de un mago, una bruja, un centauro, un duende y un elfo doméstico, con una pose extremadamente falsa. Se recordó de la batalla…Sirius y dumblerdore… un escalofrío recorrió su espalda. Tiro un galeón a la fuente y camino hacia la izquierda en donde el mago de seguridad, el mismo de siempre Eric Munich lo saludo alegremente. Camino tras comprobar su varita – una vieja rutina, decía Eric – y subió a uno de los mas de veinte ascensores, de color dorado.

Se acomodo en una esquina mientras el elevador comenzaba a moverse y paraba en un piso. Al instante una vos femenina decía

- séptima planta. Departamentos de Deportes y Juegos Mágicos, que incluye el Cuartel General de la Liga de Quidditch de Gran Bretaña e Irlanda, el Club Oficial de Gobstones y la Oficina de Patentes Descabelladas;

- buenos días Harry – saludo un hombre de mediana estatura quien entraba cargando unas snitch en una bolsa

- buenos días Martín¿que llevas allí¿Snitchs?

- si, acaban de ser pulidas, la llevo a mensajera para que las entreguen a las tiendas

- sexta planta: Departamento de Transportes Mágicos, que incluye la Dirección de la Red Flú, el Consejo Regulador de Escobas, la Oficina de Trasladadores y el Centro Examinador de Aparición.

- bueno Harry, acá me bajo, que tengas un buen día

- que te vaya bien martín - saludo el joven mientras la puerta del elevador se volvía a cerrar. Tras un momento las puertas se volvieron a abrir

- ¡merlín¡Que hará paradas en todos los pisos! – pensó Harry mientras la misma voz femenina decía:

- quinta planta: Departamento de Cooperación Mágica Internacional, que incluye el Organismo Internacional de Normas de Instrucción Mágica, la Oficina Internacional de Ley Mágica y la Confederación Internacional de Magos, Sede Británica.

En ese momento un grupo de unos cinco magos vestidos de una forma muy extraña y hablando lo que Harry supuso era suajili entraron al elevador. Harry se corrió mas a la esquina esperando o mas bien ansiando que la puerta se volviera a abrir. Al parecer los magos tenían una discusión sobre algún animal que llevaban en una caja la cual sacaba humo cuando se agitaba

- espero que vayan al departamento de control de animales – rogaba Harry

- cuarta planta: - dijo de nuevo la voz - Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas, que incluye las Divisiones de Bestias, Seres y Espíritus, la Oficina de Coordinación de Duendes y la Agencia Consultiva de Plagas.

Al abrirse la puerta gracias a dios para Harry salieron los cinco magos aun discutiendo. Pero para su desgracia entro

- ¿Hagrid?

- Oh ¡hola Harry¿Como te va?

- bien, bien Hagrid - dijo tratando de hacerse mas a la esquina ya que el semigigante ocupaba casi todo el elevador el solo. – ¿y que haces por acá?

- vine a traer la licencia para mis nuevos abraxans

- que bien –dijo el pelinegro nada mas por temerse a preguntar que eran esos animales que necesitaban licencia…

- tercera planta: Departamento de Accidentes y Catástrofes en el Mundo de la Magia, que incluye el Equipo de Reversión de Accidentes Mágicos, el Cuartel General de Desmemorizadores y el Comité de Excusas para los Muggles.

- Oh bueno Harry, acá me bajo – dijo Hagrid saliendo del ascensor – necesito ir a hablar con alguien del departamento de accidentes referente a un problema que tuve con unos Ashwinders

- adiós Hagrid – dijo Harry feliz que ya solo faltara un piso para llegar a si destino. Al fin la puerta se abrió

- segunda planta: Departamento de Seguridad Mágica, que incluye la Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia, el Cuartel General de Aurores y los Servicios Administrativos del Wizengamot - Bajó del elevador, cruzo una esquina, paso por dos gruesas puertas de roble y salio a una zona espaciosa. Ya no tan desordenada como antes solía serlo. Ahora no se veían más los cubiculos, con las paredes llenas de fotografías de las familias de los aurores, los magos más buscados, carteles de equipos de Quidditch y artículos del Profeta. Desde que el había llegado a la jefatura había cambiado los cubículos por oficinas, todo se veía mas limpio aunque el gran mapamundi con alfileres rojos al final de pasillo seguía allí. Cerca del despacho del señor Weasley de Uso Indebido de Artefactos Muggles, el cual Harry también se había encargado de hacerlo un poco más grande y con ventanas.

- buenos días jefe

- que tal Harry

- ¿como estas Potter?

- buen día joven Potter

Eran los saludos que Harry recibía hasta su camino a su oficina. La mas espaciosa del lugar, claro, no tanto como la de la primera planta del ministro. Pero aun así era bastante cómoda y reflejaba su ahora nuevo estilo de vida. Antes de abrir la puerta oyó unas risas en el pasillo. Instintivamente volteo a ver una cabellera roja acompañada de una negra entraban en ese momento a su oficina.

- Ginny… - susurro, sacudió la cabeza y entro a su oficina con la mente perdida se sentó tras su enorme escritorio de roble pensando que hacia tiempo que no hablaba como solía hacerlo con Ginny. Un avión de papel que acababa de aterrizar en su escritorio lo hizo salir de su letargo. Era de su secretaria Ana quien le informaba que una visita había llegado, no había terminado de leerlo cuando la puerta de su oficina se abría y dejaba pasar una despampanante mujer que caminaba hacia el…

N/A¿Y bien¿Que les a parecido este primer capitulo¡¡¡Para este fic tengo mil cosas planeadas! Muahahaha…no esta entre mis planes hacerlo muy largo…

Ojalá les haya gustado y me dejen su rr para confirmármelo… mientras tanto los invito a pasearse por alguno de mis otros 8 fic's, y para los que leen mi fic "un eterno hola y un fugaz adiós" les prometo que pronto publicare el Cáp. que sigue…solo estoy esperando dos rr's mas para llegar a los 170 y así subir el capitulo…jajaja

¡Nos estamos leyendo!

¡Besos y abrazos!

Jamesandmolly