Reto en un descanso de la universidad: (por mi amada Goretti) 310 palabras; viñeta entre Lavender Brown y Draco Malfoy.
Disclaimer: Ni Lavender, ni Draco ni, desgraciadamente, Ron me pertenecen. Todo es obra de J.K. Rowling.
La gran pena de Lavender
No se lo podía creer. Ron, su Ro-Ro, acababa de cortar con ella. Quizás no lo hubiese dicho con esas mismas palabras. Nada de "no eres tú, soy yo". Tan sólo había hecho falta que el chico hubiese llamado a Hermione en su lecho de muerte en vez de a ella, su novia hasta ese instante. Por ello, Lavender Brown corría apartándose el pelo rubio de la cara, que se pegaba debido a las lágrimas de tristeza y traición. Necesitaba desahogarse, contarle a alguien sus penas.
Se había levantado con la sensación de que ese día iba a ser diferente. Y hasta el momento así había sido: Pansy se hallaba inmersa en una sesión de belleza en su habitación, Blaise y Theodore discutían sobre la teoría de la unidad mágica de Markwell y Crabbe y Goyle adelantaban deberes de Historia de la Magia. Por primera vez, Draco Malfoy estaba aburrido. Cuando vio una melena rubia en el borde del lago sonrió complacido; al menos podría retar a Daphne a una partida de ajedrez.
El chico posó su mano en el hombro de la chica y ésta se volvió mirándole con sus grandes y acuosos ojos marrones. Draco dio un paso atrás, pero ella se arrojó a sus rodillas.
—Pero, ¿tú quién eres? —dijo el chico horrorizado.
—¡Me ha dejado! —se lamentó Lavender.
—¿Quién? —Draco intentó zafarse de la chica de todas las maneras posibles.
—¡Ron! —la Gryffindor aulló su nombre desgarrándose de dolor.
—¿Weasley? —Malfoy soltó una carcajada—. Ese inútil no sabe ni mantener a su sombra.
Lavender dejó de sollozar y alzó la vista mirando a Draco con admiración, todavía abrazándolo. El chico la miró enarcando una ceja con curiosidad.
—¿Qué…?
—¡Gracias, Dra-Dra! —juntó su mejilla a la del otro y lo cogió del brazo guiándolo al castillo mientras el rubio platino se preguntaba qué había hecho para merecer eso.
Nota de autora: todo esto ha surgido de una mente aburrida en la hora libre de la comida. Lavender siempre me ha hecho gracia y Draco me ha inspirado respeto... ¡espero que os guste!
