Hola gente, desde hace tiempo he querido hacer una historia de una pareja un tanto peculiar y marginada de Mario Bros, hablo de PeachxBowser. Espero que les guste.
Capítulo 1: Una vez más
La oscura noche ya caía en el tranquilo y pacífico Reino Champiñon y en el castillo de la nación de hongos la princesa del reino ya se había puesto su camison rosa semitransparente, estaba frente al espejo de plata de su habitación cepillando sus suaves y rubios cabellos para evitar amanecer con el pelo enredado (algo que siempre ha odiado)
La habitación de Peach lucía bastante singular sí tomamos en cuenta su posicion real, un cuarto redondo de paredes rosas con un balcon de marmol al fondo dónde se podía aspirar el humedo aire fresco del verano de aquella noche, el suelo poseía una alfombra suave color fuchsia cuya tela se asemejaba al peluche, su pulcra cama era de gran tamaño pues podían caber facilmente 3 personas en ella y estaba tendida perfectamente con sedosas sabanas rosas, sobre la colcha había varios peluches de animalitos que eran parte de la infancia de Peach. Los muebles de la habitación consistían en un guardarropas con varios vestidos elegantes y otros deportivos, una mesita de noche rosa con una resplandeciente lámpara del mismo color y por supuesto el espejo plateado donde la monarca terminaba de cepillar sus suaves cabellos.
Era un cuarto algo humilde para una princesa, sin joyas pretenciosas que adornen el lugar o muebles elegantes y variados, pero ella lo prefería así, esa simpleza le daba una sensación de bienestar y seguridad, fuera de cualquier recuerdo estresante de su papel como gobernante de un reino, la hacía sentir como una chica normal, como un hogar.
Lista para ir a la cama apagó las luces y se acurrucó en las suaves sábanas de seda abrazando fuertemente un conejito de peluche.
—Buenas noches Bunny—
La noche continuó tranquila por media hora, ella siempre se tardaba un poco para dormir desde que tenía memoria, mientras intentaba conciliar el sueño no podía evitar pensar en todas sus presiones como princesa del reino, tomar desiciones para mejorar la economía de los Toads, las relaciones diplomáticas que debía hacer con los demás reinos, los eventos que tenía que organizar como los torneos de golf, tennis o karts, el Festival de las estrellas de éste año, hacer nuevas leyes y un largo etc...
Mientras pensaba en ello oyó un sonido extraño fuera del cuarto, más concretamente del balcón de la habitación, era parecido al sonido de un ventilador o un helicóptero. Bajó de su comoda cama para ver lo que sucedía y al abrir las cortinas rosadas que la condujeron al exterior lo vió a él de nuevo.
Lo primero que observó fue su melena larga y roja que se asemejaba a las flamas, vió sus feroces colmillos blancos y brillantes como estaño que reflejaban la luz de la luna y las estrellas, su escamosa piel brillante de siempre y sus fuertes brazos con los mismos bracaletes negros con puas plateadas que ya conocía, no cabía duda de que era su captor de hace ya varios años.
—¡Bowser!— Gritó fuertemente Peach, no por miedo, sino por lo inesperado que fue. Desde hace ya tiempo dejó de tenerle miedo al lagarto rey de los Koopas pues ya había perdido la cuenta de el número de veces que fué secuestrada por él y ya había comprobado que el no era tan peligroso como parecía, hasta podría llamarlo algo torpe e ingenuo.
—Saludos princesa, no hace falta decirte la razón de mi pequeña visita nocturna ¿verdad? así que... ¿porqué no entras al koopayaso de una buena vez y no perdemos el tiempo? —
—¡Alejate de mí monstruo!— Peach retrocedió apresuradamente al cuarto para escapar de ahí y buscar ayuda. No quería ser secuestrada de nuevo, estaba harta de ello y de él, no lo iba a permitir ésta vez.
