Aclaraciones: He vuelto! Después de un buen tiempo. No es q no estuve haciendo nada, he pensado bastante este fic y todavía me cuesta. Pero de todas formas espero q lo disfruten y me den sus opiniones al respecto. Como siempre me pasa, me cuesta muchísimo hacer a Sasuke como es en realidad, sigo pensando q nunca me va a salir alguien tan frío, pero haré todo mi esfuerzo en ese sentido. También quiero decir que trataré de actualizar una vez por semana por cuestiones de estudio no puedo dedicarle el tiempo q me gustaría a escribir.

No sé si tengo alguna aclaración con respecto al fic, sólo q como en mis fics anteriores habrá un triángulo o cuadrado amoroso, después la mayoría se va entendiendo a medida q se lee creo yo, pero como siempre cualquier cosa pregunten. Saludos!!

Capitulo 1

Sakura se despertó esa mañana algo confundida. El sueño que había tenido la dejó con una extraña sensación. Había sido muy real. Nada malo, al contrario, se sentía bien, feliz. Era pequeña, muy pequeña, con sus padres en uno de los festejos que se hacían en Konoha cada año. Se había encontrado con un niño de su edad y estuvo jugando un rato con él. Estaba muy feliz, él también parecía estarlo. Sonreía abiertamente y corría junto a ella. Sus padres fueron a buscarla y la separaron de él casi con brusquedad. Luego no volvió a verlo. Ni en el pueblo, ni en las otras fiestas. Desapareció completamente. Y de alguna forma también había desaparecido de su memoria hasta esa noche. Sus ojos negros tan profundos, y su tierna sonrisa. Bostezó y se levantó. Una tontería era estar pensando en un niño que había visto una vez en su vida y que tal vez pudo haber sido producto de su imaginación. Jamás lo vio en las clases, y era imposible que un niño de Konoha no asistiera, así que lo más probable es que lo hubiese imaginado… aunque parecía tan real...

Se lavó la cara y se ató el largo cabello rosa en una cola, dejando algunos mechones rebeldes sueltos. Sonrió, las cosas iban bastante bien, siempre existían las complicaciones en su vida, pero últimamente estaba todo tranquilo. La Hokage la había puesto a cargo de una sección muy importante del hospital y la nombró una de sus asistentes personales. Todo el estudio y el esfuerzo en sus prácticas habían rendido frutos. Se colocó una camisa blanca con una pollera del mismo color para ir a trabajar. Hacía unos días había cumplido 20 años, los pudo festejar junto a sus amigos y familia y se había sentido perfecta, aunque por alguna razón con un cierto vacío. No le dio importancia al asunto, pero al despertarse luego de ese sueño el vacío había desaparecido por un instante.

Salió a toda prisa luego de tomar un jugo de naranja, no tenía mucho tiempo, siempre se le hacía tarde ya que le costaba bastante despertarse, por lo que por lo general desayunaba bien en el hospital. Su madre la retaba a menudo por ese tema, pero al fin y al cabo, ella era la que sabía sobre la salud. En el camino se encontró a muchos conocidos que salían ya a practicar o a alguna misión. Todo estaba bastante tranquilo como siempre. A quien le extrañó no encontrarse en el camino fue a su mejor amigo Naruto. Él siempre la esperaba antes de partir hacia el entrenamiento o una misión para saludarla y charlar un rato, a veces hasta desayunaban juntos.

Cuando entró en el hospital se dio cuenta que las cosas no estaban yendo muy bien, la gente corría de un lado a otro. Sakura se alarmó y fue directo a información para que le dijeran qué era lo que estaba sucediendo.

-¡Sakura-san!, que bueno que ha llegado. Hubo un problema en una de las guardias nocturnas, un ataque, hay varios heridos y han capturado a uno de los enemigos, Hokage-sama solicitó su presencia de inmediato, está en la sala número 256.

-¿Está Naruto Uzumaki o Sai entre los heridos? –preguntó asustada.

-No tenemos la información de los heridos, nos pidieron que no dijéramos nada en la aldea para no alarmar. Todo se ha mantenido en secreto, pero aquí es un caos. Será mejor que hable con Hokage-sama para más información.

Sakura salió corriendo. Como ella vivía en una zona bastante lejana de las murallas de Konoha no había escuchado nada. Pero le molestó bastante no haber sido informada de inmediato, aunque lo sucedido fuera secreto, se le debería haber dicho así podría haber ayudado desde antes. ¿Naruto estaría bien?, por alguna razón no la había esperado. ¿Acaso lo habrían herido?, sacudió la cabeza, eso era imposible. Su amigo tenía un demonio, el más fuerte de todos, en su interior, era imposible que lo dañaran de gravedad. Abrió la puerta de la sala sin tocar. Se encontró con la Hokage con las ropas cubiertas de sangre y con su amigo allí parado y al parecer bastante furioso, era raro verlo enojado, pero allí estaba. Con los ojos rojos brillando con intensidad y las uñas clavándose en sus brazos cruzados. ¿Qué había pasado?

-¿Qué sucedió? –preguntó tratando de mantener la calma. Ya había visto sangre en su vida y también había perdido pacientes, no se podía dejar llevar por el aspecto de la Hokage y su paciente.

-Sakura, que bueno que has llegado, ayúdame a terminar de curarlo –le ordenó la Hokage sin más.

La pelirosa se aproximó a la camilla, quien se encontraba en ella era alguien que no conocía, y si eso era así, entonces no pertenecía a Konoha. Por trabajar en el hospital ella conocía a todos los habitantes de la villa.

-¿Quién es? –preguntó extrañada. Mientras seguía con la curación que había comenzado Tsunade.

-El enemigo –respondió Naruto entre dientes.

-¿Estás bien? –le preguntó al rubio al ver un profundo corte que se curaba lentamente en su brazo.

-Sí, claro, el zorro se está encargando. Ocúpate de ese a ver si cuando despierta dice algo. Maldito, casi nos mata a todos él solo. ¿Quién demonios es vieja?, ¿por qué lo curas? –preguntaba Naruto al borde de la histeria.

-Naruto, te dejé quedarte para que me ayudaras, pero si sigues hablando te vas.

-No las dejaré solas con este tipo.

-Entonces cállate. Y por favor trata de calmarte, mira el aspecto que tienes.

Naruto les dio la espalda. Mientras observaba sus garras, aún no era capaz de controlar sus emociones a la perfección como para hacer lo mismo con el demonio. Sakura se mantuvo en silencio, mientras la Hokage limpiaba el pecho y rostro del hombre. Tenía el cabello negro y su cuerpo era bastante musculoso, y atlético, muy similar al de Naruto, lo cual demostraba que era un ninja y que entrenaba más que otros. De pronto se despertó y tomó fuertemente de la muñeca a la pelirrosa. Sus ojos eran rojos con tres aspas negras en ellos. Naruto colocó un kunai en el cuello del enemigo en el mismo instante en que éste la tocó.

-¡¿Dónde estoy?! –exigió saber, sin preocuparse siquiera por el kunai de Naruto, pero miándolo con gran odio.

-¡Suéltala ahora! –gritó el rubio furioso.

-¡Deténganse ambos! –la voz de la Hokage podría haber hecho temblar a cualquiera, pero no a esos dos hombres, aunque sí parecieron calmarse un poco. Los ojos rojos del enemigo pasaron a ser negros al instante. El rubio en cambio no controlaba aún sus emociones y seguía con los suyos con la pupila recta de un rojo brillante, los colmillos afilados y las uñas largas como garras.

-Sharingan… -susurró la pelirrosa asombrada, sólo había leído en libros sobre esa técnica hereditaria. El morocho la miró con el ceño fruncido pero no dijo nada, ni tampoco la soltó- suélteme por favor, lo estoy curando –le pidió la kunoichi. El ninja pareció dudar por un momento, pero luego la liberó, mientras miraba de reojo a Naruto, quien al instante guardó su kunai y la apartó tomándola del brazo con excesiva fuerza- Naruto… debo curarlo… -se quejó la chica.

-No mientras esté despierto –respondió el rubio.

-Naruto, déjala hacer su trabajo, estoy segura de que Sasuke Uchiha no dañará a alguien que lo está curando.

-¿Uchiha? –preguntó el rubio- pensé que ese clan había muerto hace años.

Sakura observó que el rostro del Uchiha se crispaba al oír esto, pero decidió acercarse y seguir con la curación.

-¿Dónde estoy? –volvió a preguntar aunque con un poco más de calma- ¿Cómo sabes quién soy?

-Estás en el hospital de la villa que atacaste –respondió Naruto cruzándose de brazos.

-Sasuke Uchiha, la última vez que te vi, tenías unos cinco años… -dijo la Hokage.

-Y mi clan había sido destruido por completo –continuó el morocho. Sakura lo miró sorprendida. ¿Su clan destruido?, él la miró a su vez, pero volvió la vista a la Hokage y a Naruto, quienes tal vez eran más peligrosos que ella, se notaba que no la conocía en absoluto, las apariencias engañan. Había escuchado algo sobre el clan Uchiha, pero nunca se detuvo a averiguar mucho, ya que le habían aconsejado que no lo hiciera. No sabía qué es lo que les había sucedido.

-Sí, lo sé –respondió la mujer bajando la cabeza con tristeza. Sasuke no se inmutó, la miraba a ella y al rubio esperando que pronto se lanzaran a matarlo. Sakura continuaba curándolo.

-Y bien, no han respondido aún mi pregunta, ¿por qué estoy aquí?, ¿por qué me curan si soy su enemigo?

-Tú eres de Konoha, Sasuke, cualquier cosa que te hayan dicho es mentira –dijo la rubia tratando de hacer entrar en razón al morocho.

-¡¡Konoha destruyó a mi familia!! –gritó irritado el Uchiha, haciendo que Naruto se tensara y Sakura se alejara un poco.

-Eso es mentira… -dijo la Hokage con calma- Sasuke toda tu vida te han mentido, te han llenado la cabeza para ponerte en contra de la villa.

Sasuke la miraba con desconfianza. Luego observó nuevamente a Sakura, quien había dejado de curarlo y se mantenía alerta a cualquier nueva reacción.

-Te curamos como muestra de buena fe, y para que podamos hablar. Tu lugar está aquí. Después de tanto tiempo… buscamos muchísimo, pero jamás encontramos rastros de ti… ni de…

-Mi maestro me llevó lejos, me entrenó y me dijo la verdad –la interrumpió Sasuke.

-Orochimaru odia la villa, te puso en nuestra contra para destruirla, te ha usado… por favor, déjame demostrarte que lo que digo es verdad, dame tiempo y te daré las pruebas para que me creas.

Su mirada era tranquila. Lo que hizo que Sakura se sintiera sumamente intrigada por ese hombre, ya que a pesar de estar rodeado de enemigos no tenía miedo. Sólo había reaccionado mal hacía unos minutos, pero después había logrado mantener la calma y volver a su frialdad inquebrantable.

-No voy a creerle fácilmente… pero supongo que puedo esperar un poco…

Naruto frunció el entrecejo. Tsunade sonrió.

-Perfecto. Sakura termina de curarlo. Naruto, ven conmigo, tengo algunas cosas que pedirte.

-Pe…

-Nada de "peros", ven, Sakura estará bien. Si le haces algo Uchiha, te arrepentirás –la voz de Tsunade había cambiado nuevamente para ser totalmente intimidatoria.

-Hmp –respondió el Uchiha recostándose. Sakura volvió a su trabajo mientras Tsunade y Naruto salían.

-Vieja, ¿qué estás haciendo?, ¿no te has dado cuenta que ha aceptado demasiado rápido?

-Lo sé, por eso haré que Sakura y tú lo vigilen.

-Sí, será lo mejor… -respondió Naruto queriendo volver a entrar.

-Aún no, Naruto, tengo un trabajo antes para ti.

-¿De qué se trata?

-Te lo explicaré mejor cuando lleguemos a la Torre Hokage.

-Vieja, ¿es cierto lo que dijo? ¿La villa destruyó a los Uchiha?

-Ese clan era sumamente peligroso e inestable. Muchos pensaron en revelarse, pero el antiguo Hokage, logró convencerlos para que no lo hicieran, al fin y al cabo, por muy fuertes que fueran, nosotros seguíamos siendo más. Los demás clanes estarían todos en su contra. Sin embargo, hubo gente que quiso destruirlos. Nunca se averiguó mucho, el Consejo luego de la destrucción del clan, cerró cualquier investigación a pesar de que el Tercero intentó continuarlas. Todo quedó en el olvido. Pero debemos obtener esa información, como sea…

-¿Todo para hacer que vuelva ese Uchiha?, ¿por qué tanto interés en él?

-Entiende que si alguien hizo eso y luego no volvió a actuar fue por alguna razón. Ahora que Sasuke ha vuelto y encima nos ha atacado quiere decir que algo se acerca. Conozco a Orochimaru, siempre quiso destruir la villa. Estoy segura que está detrás de todo esto. Creo que si empezamos a descubrir ciertas cosas, podremos saber sus planes. Además fue una promesa que le hice a alguien moribundo… -susurró la mujer mirando hacia el cielo. Naruto no escuchó lo último, por lo que siguió insistiendo.

-¿Crees que fue él quien los destruyó?

-Eran un clan muy poderoso, es imposible que una sola persona lo haya hecho por muy fuerte que sea. Necesitó de ayuda, y estoy segura que era de gente del mismo clan.

-Ya veo. Entonces quieres que empiece a investigar sobre eso.

-Sí, pronto se unirán a ti otros ninjas, ya veré a quiénes asigno, y por supuesto tendrás que soportar a Sasuke.

-Bien…

………….

-Así que, ¿Cómo te llamas? –preguntó el morocho como si nada. Sakura lo miró de reojo.

-Sakura Haruno.

-Ah.

-Debería quitarse esa ropa manchada, señor Uchiha, así también podría terminar con la revisión.

-Hay maneras más sutiles para pedirme que me quite la ropa –respondió sonriendo con arrogancia. Sakura lo miró con el ceño fruncido y asco.

-Si prefiere morir desangrado o por alguna infección entonces es su problema, señor Uchiha –contestó con frialdad dejando de curarlo y apartándose como si se fuera a ir. Pero el hombre la tomó de la muñeca de nuevo.

-Bueno, bueno, no es para que te pongas así, Sakura. Ni me hables con tanta formalidad, que debemos tener la misma edad, me haces sentir más viejo –sonrió. Esa sonrisa podría derretir a cualquier mujer, pero a Sakura lo estaba hartando, ¿quién se creía el idiota ese?

-Usted es el enemigo, señor Uchiha, sólo lo curo porque Tsunade-sama me lo ha ordenado, sino lo dejaría morir como se lo merece –respondió tratando de soltarse, pero él lo impidió.

-Tranquila, no voy a hacerte daño, nunca lastimaría a una pobre mujercita indefensa –Sakura puso los ojos en blanco y tomando la maño del Uchiha la apretó con tanta fuerza que sus huesos comenzaron a crujir. El hombre no emitió ninguna queja, pero la soltó de inmediato.

-Está muy equivocado si cree eso, no debería juzgar por las apariencias –el Uchiha no la miraba, se agarraba la mano herida y maldecía por lo bajo, la pelirosa sonrió- permítame la mano –ahora era Sasuke el desconfiado, la miró con furia y no se movió- oh, vamos, usted empezó. Déjeme verlo, no fue la gran cosa, si hubiera querido le hubiera destrozado la mano, y eso sería imposible de curar. Déme la mano.

El Uchiha estiró la mano herida y Sakura comenzó a curarla. Ahora la miraba con desconfianza y cierta precaución.

-Me alegro que se haya callado un poquito, trabajo mejor en silencio.

Una enfermera entró en la habitación. Se inclinó frente a la mujer con un respeto que sorprendió al morocho. ¿Quién era esa chica?, pensaba que sólo era una médica, pero su fuerza era brutal, casi le rompe la mano entera. Parecía tan frágil y delicada. Estaba seguro, sin embargo, que no tendría tanto chakra para gastar. Su habilidad de curación le requería bastante. Muy distinta a ese rubio. El maldito tenía un chakra increíble, tan poderoso que había logrado vencerlo. Lo odiaba y pensaba destruirlo en cuento tuviera la oportunidad. Pero por ahora se atendría al plan. Orochimaru había tenido razón, los de Konoha eran demasiado confiados.

-Sakura-sama, necesitamos su ayuda. Llegó un ninja envenenado y no sabemos qué aplicarle.

-¿Qué tipo de síntomas tiene? –preguntó la mujer sin inmutarse ni dejar de hacer la curación.

Sasuke no podía quitar sus ojos de ella mientras la enfermera hablaba. Cuando acabó de darle los detalles de los síntomas que presentaba el ninja, la pelirosa al instante comenzó a dictarle una serie de hierbas medicinales y otras cosas que Sasuke no conocía para poder realizar el antídoto. ¿Cómo demonios sabía eso sin ni siquiera probarlo?, ¿tan segura estaba que funcionaría?, la enfermera parecía confiar completamente en su juicio, porque cuando acabó de hablar, salió corriendo para comenzar a hacerlo.

-¿Qué pasa? –le preguntó bastante molesta.

-Nada –respondió con sequedad. Odiaba ser descubierto de esa forma. Miró hacia la ventana. El día estaba nublado y probablemente fuera a llover- ese rubio, ¿es tu novio? –preguntó como si nada.

-¿Qué le importa?

-Es una pregunta, nada más, estoy aburrido.

-Parece que es una persona bastante inquieta, ¿no es así, señor Uchiha?

-Algo así.

-No, es mi mejor amigo –contestó suspirando con cansancio.

-Pero hay algo entre ustedes, o lo hubo, ¿no?, porque por la forma en que te protegió… -Sakura se detuvo y lo miró muy seria.

-Naruto es mi mejor amigo desde que tengo uso de razón. Siempre me ha cuidado.

-No has respondido a mi pregunta.

-Es algo personal, no voy a contarle mi vida.

-Ah, entonces sí hubo algo…

Sakura presionó nuevamente la mano del morocho, pero esta vez sin romperle ningún hueso.

-¡Está bien, está bien!, tranquila, parece que toqué un tema frágil.

-Ya he terminado con su mano y pecho, quítese la camisa y dese la vuelta, debo revisar su espalda.

Esta vez el morocho no hizo ningún comentario y obedeció su orden. Al darse vuelta Sakura vio que tenía la espalda surcada por muchas cicatrices, sólo tenía algunos cortes nuevos que comenzó a curar. La herida del pecho había sido sumamente difícil y le recordó a una que ella una vez había recibido de su mejor amigo. Pero era imposible que Naruto hubiera perdido el control, habían entrenado mucho para que eso no volviera a pasar. Se quedó quieta al ver una marca cerca del hombro del morocho.

-Eso es… -dijo, pero él se la cubrió al instante con una mano- un sello…

-No es nada… -dijo de forma bastante intimidatoria. Pero ella no se iba a quedar callada.

-Si Tsunade-sama se entera, hará que le hagan un jutsu para dormirlo. Y creo que sería lo mejor.

-No –Sasuke se dio vuelta y la miró muy seriamente- está controlado. No necesito nada de eso.

-No es para su protección, señor Uchiha, sino para la nuestra. Usted sigue siendo nuestro enemigo, no puedo permitir que ande con algo que puede liberar más poder del que posee.

-No lo haré, lo prometo, pero no se lo digas a nadie.

La miraba con una intensidad que hizo que su corazón latiera con fuerza. ¿Por qué sentía que podía creerle?, ¿iba a hacerle caso a una persona como él?, ¿al enemigo? Asintió, apartando sus ojos de los de él. La estaba poniendo nerviosa. Volvió a darse vuelta y ella continuó.

-Tendré que pedir que le den ropa nueva, esta está hecha un desastre –le dijo.

-Bien.

-¿Tiene alguna otra herida? –preguntó, no deseaba seguir con la revisión de la parte inferior, tenía miedo de volver a ponerse nerviosa, nunca le había sucedido, pero ese hombre era muy distinto a todos los que había conocido. Una amenaza. Eso es lo que era para ella.

-En la pierna –le mostró otro profundo corte en la pierna. El cual comenzó a curar, aunque era bastante costoso, como el resto de las heridas. Estaba segura que había visto heridas de ese tipo en otro lado...

-Tuvo una pelea bastante importante.

-Pregúntale a tu "amigo" fue él el que me hizo todo esto, ese monstruo –Sakura se quedó estática. Por supuesto, ella misma había sufrido heridas de ese mismo tipo, ¿cómo no se había dado cuenta antes?, ese tonto y su palabrería la habían despistado.

-No vuelvas a llamarlo de esa forma –dijo sumamente tensa. Odiaba escuchar que la gente llamara a Naruto así, no lo conocían, no sabían cómo era en realidad.

-Si eso es lo que es –respondió Sasuke con asco- enloqueció y terminó liberando lo que en realidad es por dentro…

Sakura se alejó colocando una mano en su pecho. Su amigo había sido siempre excluido y odiado por el demonio que tenía en su interior. Luego de años de trabajo y esfuerzo logró ser reconocido por todos. Ahora era el mejor ninja que poseía la aldea y nadie volvió a decirle cosas horribles. También gracias a la ayuda de ella, y mucho entrenamiento había podido mantener el control y desde hacía años que no se dejaba usar por el Kyuubi. ¿Qué había pasado?, tanto esfuerzo y ahora volvía. Si alguien se enteraba entonces querrían encerrarlo, siempre lo habían considerado una amenaza, pero ella había demostrado que Naruto controlaba a la bestia perfectamente.

-¿Qué te pasa? –la pregunta del Uchiha la sacó de sus pensamientos.

-Escúcheme bien, Uchiha, yo no hablaré de su marca, pero usted no dirá nada de lo que le sucedió a Naruto, ¿entendido?

-Aaaah, es algo secreto, ¿verdad?, el no debería haber perdido el control…

-Secreto como su sello. ¿Hacemos el trato?

-Sí, por supuesto, me quedaré callado.

"Así que por eso Naruto estaba tan perturbado", pensó Sakura al salir del hospital. Por suerte había vuelto en sí antes de que alguien más lo viera. Miraba al suelo pensativa por lo que se asustó cuando su amigo la abrazó con fuerza.

-Sakura-chan, perdón que esta mañana no pude esperarte –le dijo contento como si nada hubiera pasado.

-Lo comprendo Naruto, no tienes que disculparte, tenías trabajo que hacer –respondió ella con sequedad.

-Sí, pero igual, ya extrañaba verte.

-Naruto… sabes que a Sai no le gusta que me abraces así… -dijo tratando de mantener su cuerpo alejado del rubio.

-Oh, sí, lo siento –se separó de inmediato rascándose la cabeza- a veces me olvido de ese idiota.

-No le llames así, por favor –dijo la pelirosa. Por lo menos ya parecía haber vuelto a ser el mismo de siempre. Haberlo visto tan serio y enojado fue algo bastante raro para ella- Naruto… el Uchiha me contó que te saliste de control –el rubio palideció y toda sonrisa se borró de su rostro. Sakura se odió por ello, no le gustaba preocuparlo y menos retarlo, pero debía ser más cuidadoso- no puedes dejar que eso te suceda Naruto, podrían encerrarte.

-Lo siento, Sakura-chan, es que, cuando los vi a todos en el suelo, pensé que estaban muertos y enloquecí. Me dio mucha ira ese… ese Uchiha…

-Nadie estaba muerto, los dejó a todos inconscientes. Si alguno hubiera despertado y te hubiese visto, o si le hubieras hecho daño a alguien…

-Lo sé, lo sé, no tienes que sermonearme al respecto –respondió Naruto dándole la espalda y cruzándose de brazos. Luego suspiró con tristeza- sé el poder que el Kyuubi posee, he visto el daño que causa y también sé que no quiero que algo malo pase. Pero a veces me es imposible…

-Entonces volveremos a los entrenamientos. Naruto, lo digo por tu bien –le dijo la chica colocando una mano sobre su brazo para que se diera vuelta. El rubio le sonrió.

-Lo sé, Sakura-chan. No te preocupes, entrenaré por mi cuenta, lo prometo, no volverá a suceder.

-Bien… que te parece si vamos a comer ramen.

-¿De verdad?, ¡eso sería genial!... pero… ¿y Sai?, a él no le gusta mucho que salgas conmigo.

-Me ocuparé de él si llega a vernos. Eres mi mejor amigo, y él tiene que confiar en mí. Sus celos son como un insulto para mi persona.

-Sí que eres terca Sakura-chan.

-Claro que sí –sonrió abiertamente y tomándolo del brazo lo condujo hacia el puesto de ramen favorito de Naruto.

Sasuke miraba desde la ventana de la habitación a la pelirosa hablando con el rubio. No sabía porqué, pero no podía dejar de observarlos. Se preguntó qué tipo de relación habían tenido y tenían. Cuando los vio irse, volvió a la cama. El plan había salido bastante bien. El maestro había acertado en todos los detalles. Le había dicho que en cuanto Tsunade supiera quién era o simplemente lo reconociera, enseguida querría tenerlo entre sus ninjas. Sonrió, ¿quién no querría tener un Uchiha de su lado? Él solo había logrado vencer a quince ninjas sin siquiera agitarse, pero justo había aparecido ese rubio. Orochimaru le había hablado del portador de Kyuubi y le había advertido que tuviera cuidado. Nunca imaginó que pudiera ser tan peligroso. Ahora le quedaba averiguar todo sobre Konoha, sus puntos débiles, sus ninjas. Luego sería el fin de la villa. Se miró la mano que la mujer le había herido. Por supuesto lo había tomado por sorpresa, de lo contrario jamás le hubiera tocado un pelo. Pero tenía una fuerza impresionante y debería ser más cuidadoso con ella. Se había entretenido mucho provocándola y ahora que estaba ahí solo, comenzó a pensar cuándo regresaría. Sacudió la cabeza y se golpeó la frente. "Concéntrate en tu objetivo, idiota, no vas a estar jugando con esa mujer ahora, ya tendrás tiempo con alguna otra en otro lugar". Ella era el enemigo y debía ser exterminada como todos los demás. Sonrió y apretó los puños con fuerza. Vengaría a toda su familia por el orgullo de los Uchiha.