Hola, soy una nueva escritora (Por favor no sean demasiado crueles conmigo) en esta página y bueno, he decidido subir mi primera historia.
Primero que nada esta historia también está subida en a nombre de Kirikaze (Que soy yo misma) en el próximo capítulo pondré la advertencia en para que nadie piense que es un plagio.
Urgente: Lee las advertencias. Los personajes y escenarios además de algunos acontecimientos de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solo los he tomado prestados para escribir esta historia.
Advertencias: Lemon (No se todavía si pondré el lemon en sí, pero si habrán pequeños y grandes roces, besos y esas cosas) Occ (No lo sé muy bien la verdad, pero Naru es una chica y bueno su personalidad será un poco diferente, al igual que el resto de los personajes, después de todo no sé como reaccionarían los verdaderos, solo Kishimoto-Sama lo sabría) Cannon (No en toda la historia ya que como Naru es una chica pues no será lo mismo, sino sería muy aburrido) y puede que haya más, si no has visto una que claramente está por favor comunícamelo.
¡Disfruten de la lectura!
¡Gracias por leer!
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¿Qué hubiera pasado si Naruto fuera una chica?
Todo sería diferente ¿Verdad?
Descubre todo lo que puede pasar con solo cambiar de sexo al personaje principal
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Prologo
Minato observo al bebé rubio en sus brazos por última vez, ella era tan hermosa, él deseaba que ella fuera tratada como una heroína, porque ella les había salvado la vida a todos, pero muy en el fondo sabía que no sería así, sabía que en el corazón de los aldeanos había una gran oscuridad que afloraría contra su pequeña y él no podría hacer nada por ella porque estaría muerto para entonces.
-Mi pequeña…debes buscar la felicidad siempre, aunque estés muriendo de sufrimiento, yo siempre…siempre estaré contigo-murmuro besando la frente del bebé mientras lo posaba delicadamente en un pequeño altar rodeado de velas, la niña-como si supiera lo que estaba a punto de pasar-sonrío a su padre por última vez diciéndole con este gesto que ella siempre lo querría.
Minato cerró los ojos mientras realizaba el sello dejando el futuro de su pequeña Narumi en manos del destino, rogando porque no fuera tan malo como pensaba.
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Una pequeña ojiazul de largos cabellos rubios se arrastraba por la calle, otra vez había recibido una incomprensible paliza a manos de los aldeanos, ¿Qué había hecho ella para merecer eso? ¿Que había hecho? No lo sabía y aquello la mataba lentamente, porque estaba segura que fuera lo que fuere debía de ser realmente malo para merecer este calvario, sobretodo cada 10 de Octubre, el día en que nació, el día en el que un gran zorro atacó la aldea de la hoja, el día en que sus peores pesadillas se hacían realidad.
Llegó después de mucho arrastrarse a una pequeña colina, la subió con mucho esfuerzo y se dejó rodar hacía abajo para así esconderse de los aldeanos.
-Na…-susurro alguien en la oscuridad, la pequeña rubia se sobresalto dando un pequeño saltó hacía atrás que la hizo gemir de dolor, enseguida, sin fijarse quien era esa persona coloco sus manos sobre su rostro suplicando porque no le hiciera daño.
-Por favor…-rogo mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, no aguantaría otra paliza, no hoy…ya había recibido cinco y los aldeanos continuaban buscándola.
Ella no entendía porque los aldeanos se ponían tan furiosos cada 10 de Octubre, normalmente solían ignorarla sin hacerle ningún daño, pero cuando el fatídico día llegaba todos tomaban cualquier cosa que sirviera de arma y comenzaban "La caza del demonio" así solían llamarle a ese suplicio que ellos consideraban un juego.
-Shh…- silencio aquella voz retirándole las manos de la cara, Narumi abrió sus ojos azules contemplando a la persona que la había asustado.
-Itachi…-susurro abalanzándose sobre el azabache para refugiarse en sus brazos-¿Dónde estabas? Te busque…pero…y ellos-la pequeña rubia de apenas 7 años lloraba mientras intentaba hablar claramente, pero ambas cosas no le salían a la misma vez.
-Shh…lo siento, estaba de misión-se disculpó el azabache de 12 años meciendo a la pequeña en sus brazos, fue en ese momento que Narumi se dio cuenta del aspecto de Itachi, sus ropas estaban completamente destrozadas y el liquido carmesí de la sangre manchaba la piel de porcelana del azabache convirtiendo su sola visión en el infierno en vida.
-¿Qué…misión?-preguntó la rubia acurrucándose en los brazos del chico al que consideraba su hermano mayor, su Sensei y su mejor amigo.
Cuando ella tenía apenas 3 años conoció a Itachi, él la había salvado de una turba de aldeanos enloquecidos y desde entonces habían sido amigos, ella le había contado su sueño para el futuro "Quiero ser Hokage" y él le había preguntado porque "Porque quiero que todos me reconozcan, quiero que todos me miren como a una más y no como a un demonio al que deben eliminar...No soy un demonio" e Itachi había decidió entrenarla desde entonces, era un Sensei estricto que no aceptaba errores, a pesar de eso Narumi jamás se reveló porque ella estaba luchando para forjarse un futuro y aunque solo tuviera 3 años en aquel momento podía entenderlo a la perfección.
Ella jamás le había tocado un solo cabello a un inocente, podía defenderse de la turba de aldeanos, pero…no sería justo, ella no quería hacerle daño a nadie y jamás se lo haría a menos que esa persona se lo mereciera.
-Escúchame bien Naru…esta es la última vez que nos vemos-susurro el Uchiha, Narumi se incorporo de pronto observándole.
-¿Po…porque?
-No hay tiempo para explicaciones, mañana te enteraras…-murmuro Itachi, lo había hecho, había cumplido su misión…había acabado con todo su clan, los había masacrado completamente y la sangre en su ropa era prueba de ello, él sí que era un demonio, él si se merecía la muerte, merecía morir por condenar a su hermano a sufrir toda su vida- debes ser fuerte, no te dejes pisotear, demuéstrales a todo el mundo que no eres un demonio, demuéstrales que eres Narumi Uzumaki la futura Hokage de la villa de la hoja, te estaré vigilando pequeña-la pequeña se aferro a la ropa ensangrentada del Uchiha negándose a soltarlo.
-No me dejes por favor-suplicó mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, sin Itachi volvería a la soledad y al dolor, estaba segura de que sin el caería en el abismo y no lograría salir nunca.
-Lo siento Naru, pero un ángel como tú no merece manchar su pureza estando con un demonio como yo, vive y cumple todos tus objetivos, sé feliz y por favor cuida de mi hermano…te encargo a Sasuke, mi pequeño ángel-susurro Itachi besándole la cabeza Narumi quiso gritar y retenerlo consigo para siempre, pero antes de que digiera nada un golpe seco en su nuca la había dejado inconsciente.
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5 años después
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La aldea de la hoja estaba en paz ese día, los pájaros cantaban como de costumbre produciendo una hermosa melodía mientras los aldeanos se levantaban para comenzar con su día abriendo sus negocios y partiendo a sus trabajos todo parecía estar perfectamente bien hasta que…
-NARUMI-se oyó un fuerte gritó que sonó más a un gruñido, en ese mismo instante una ojiazul con largos cabellos rubios pasó corriendo con un par de sandalias ninja en su mano, detrás de ella se apreciaba un aura oscura y mortal que era acompañada por un chico de cabellos azabaches y ojos negros: Sasuke Uchiha el chico más serio y arrogante de la aldea corría detrás de Narumi por un par de sandalias. La chica rubia reía a carcajadas mientras esquivaba postes y vayas.
-VUELVE AQUÍ RUBIA OXIGENADA-gritó el Uchiha estirando un brazo para tomar la punta de los cabellos de la rubia, pero antes de que los tocara la rubia aumento su velocidad escapándose nuevamente.
-NO SE ME DA LA GANA TEME-contesto la rubia sin parar su risa dirigiéndose al puente.
-USURATONKICHI, CUANDO TE PILLE TE VAS A ENTERAR DE LO QUE VALE UN PEINE
-12 CON 50-contesto la rubia aumentando el volumen de sus carcajadas, los aldeanos fruncían el ceño cuando veían pasar a la rubia y más de uno intento ponerle la zancadilla, pero la niña era demasiado hábil como para caer en algo así.
Narumi llegó al puente y se detuvo alzando las sandalias, Sasuke se detuvo delante de ella dejando ver sus píes descalzos, había estado durmiendo tranquilamente en el tejado de su edificio hasta que la rubia le había quitado los zapatos y se había largado corriendo y riendo como una loca.
-Devuélvemelas si no quieres que te calcine hasta los huesos-murmuro fríamente.
-Inténtalo si puedes Uchiha-retó la rubia sentándose en la baranda del puente, el Uchiha harto de la persecución unió sus manos comenzando a hacer sellos para finalmente soplar por su boca expulsando una gran bola de fuego.
-Katon: Goukakyuu no Jutsu-la gran bola de fuego se dirigió a Narumi con precisión, pero la rubia consiguió esquivarla abalanzándose sobre el Uchiha consiguiendo así que este tropezara y que ambos cayeran por la barandilla directos al pequeño lago que había bajo el puente.
Narumi había caído sobre Sasuke empapándose completamente, su falda naranja estaba completamente flácida cayendo sobre sus muslos, su camiseta se había pegado completamente a su cuerpo dejando ver sus curvas de mujer. Era algo extraño, pero desde que Narumi había cumplido sus 10 años, su cuerpo había empezado a cambiar, sus piernas anteriormente delgadas por la falta de comida saludable se habían hecho más musculosas aunque sin exagerar al igual que sus brazos, su vientre había quedado completamente plano y aquel extraño tatuaje que se dibujaba de vez en cuando en él se había hecho permanente ya no desaparecía como antes, y lo más extraño era que sus pechos, se habían…agrandado bastante sobre todo para una niña de su edad, a Narumi le resultaba bastante molesto este hecho ya que su espalda solía dolerle mucho y sus pechos siempre estorbaban en alguna de sus travesuras, además le resultaba bastante vergonzoso ir a la tienda y pedir un sujetador de tremenda talla, la dependienta solía mirarla durante largos minutos antes de bajar su vista a sus pechos y asentir con la cabeza.
El agua cubría los cuerpos de ambos mientras se miraban a los ojos atentamente, Narumi le sonrío al Uchiha con suficiencia antes de que una carcajada escapara de su boca.
-Jajajaja
-¿De qué te ríes?-preguntó Sasuke irritado-¡Estamos así por tu culpa!
-Es que…-intentaba hablar la rubia mientras se levantaba de encima del Uchiha y se limpiaba alguna lágrima que había escapado de sus ojos a causa de la risa-tendrías que haber visto tu cara…jajaja
-No le veo la gracia Dobe… ¡Y devuélveme mis zapatos!-exclamo arrebatándole las sandalias ninja de las manos con un tirón.
-Pues claro que no…¡Eres un amargado! Si no te molestara estarías todos los días refunfuñando como un abuelete jubilado
-¿A quién le dices abuelete? ¡Tetona!-exclamo el Uchiha en un arranque de furia.
-¿Qué me has llamado Uchiha bastardo? Seré tetona, pero bien que te gusta-devolvió el insulto la rubia poniéndose de pie y enfrentándose al Uchiha.
-Tsk-dijo el Uchiha retirando el rostro, siempre terminaban con lo mismo, él le decía "tetona" y ella "pero bien que te gusta", pero que quería que le hiciera, tenía doce años y muchas hormonas, lo raro sería que no le gustara aunque Naru era como una hermana para él, jamás sería capaz de mirarla de esa forma aunque la aldea completa pensara lo contrario, todos los aldeanos, incluso el Hokage se creía que ellos dos estaban liados.
Sasuke había conocido a Narumi durante el funeral de su familia, mientras él estaba triste y solo ante las tumbas de sus padres y los aldeanos le ofrecían sus condolencias ella había aparecido y al contrario que todo el mundo le había mirado largo rato hasta sonreírle y ofrecerle su mano, no le había dicho "siento tu perdida" y aquello había bastado para que Sasuke la observara largo rato, obviamente rechazo su mano, en aquel momento quería venganza quería matar a su hermano y no le importaba en absoluto aquella chica, pero ella no paró de insistir, le seguía todos los días y a todas horas, era peor que sus Fangirls y finalmente después de una batalla con unos estúpidos ninjas deseosos de terminar con el último miembro del clan Uchiha había aceptado, ella era una muy buena ninja y había aceptado entrenarlo a cambio de su amistad, Sasuke estaba seguro de que aquella había sido la mejor decisión que había tomado en toda su corta vida.
Desde entonces eran inseparables y poco a poco Narumi consiguió romper en mil pedazos todas sus defensas, ella era la única con la que Sasuke se comportaba como un niño de su edad y para Narumi, Sasuke era el único con el que ella se comportaba como una niña de su edad, normalmente solía ser infantil sí, pero un poco más fría, porque Sasuke sabía que la aldea completa la odiaba.
-Aja, así que reconoces que te gustan-dijo mohosamente Narumi sonriendo insinuante
-Yo no he dicho eso
-Pero te has cayado…
-¿Y qué?-preguntó con frialdad fingida, Narumi le sonrío más ampliamente observando por primera vez un reloj y quedándose completamente paralizada.
-Miarda
-¿Y ahora qué te pasa Dobe?
-¡Llegamos tarde!-gritó tomando al Uchiha del brazo para correr hacía la academia, Sasuke suspiro, hoy tenían su examen para Gennin y llegaban tarde "Que bien" exclamo sarcásticamente en su fuero interno, esto no podía ser peor.
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Subiré los capítulos (Al menos hasta e rápidamente ya que esta historia también esta subida en y está hasta el capitulo 7 u 8)
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