Nota de autor: He estado muy ocupada con la universidad y no he podido continuar The Dysfunctionals, pero basado en la historia de ese AU he ido escribiendo algunas historias cortas (drabbles) basados en sentimientos y emociones que he ido agrupando.
¡Espero que os gusten!
Soledad
Tanto Balthazar como Lucifer eran hombres ocupados, pero por razones muy diferentes. El cargo que desempeñaba Lucifer en el trabajo, cirujano jefe, ni más ni menos, hacía que tuviera que hacer más horas de las que se suponía que debía hacer, tampoco tenía realmente, tiempo libre porque cualquier contratiempo hacía que tuviese que volver al hospital a controlarlo todo.
Balthazar también tenía un trabajo serio, pero una vez el papeleo de la oficina estaba resuelto, todo estaba en orden y podía acabar su jornada. El hecho de que siempre estuviese ocupado, era por su hermano pequeño, Castiel. Que a pesar de ser mayorcito, ya que ya era un universitario (aunque de segundo curso de medicina, todo un júnior), era un caso. Si no se le recordaba, se le olvidaban las cosas más básicas, como comer o dormir ya que siempre estaba estudiando. Y por supuesto, no sabía ni conducir, ni cocinar, limpiar… Era un completo desastre en cuanto a labores de la casa, pero Balthazar siempre estaba ahí para procurar que la casa no prendiera un día en llamas.
Balthazar era muy familiar con su hermanito, también tenía otro hermano más pequeño que él, mayor que Castiel, Gabriel. Ya se había independizado, pero siempre habían mantenido una buena relación. Lucifer realmente no tenía a nadie. Era de la otra punta de los Estados Unidos y se había mudado para ocupar su puesto de trabajo, igualmente, tampoco tenía familiares ni amigos con los que mantuviese una buena relación.
El cirujano, cuando el otro rubio estaba ocupado imponiendo orden en su propia casa, se sentía solo en su apartamento. No lo admitiría nunca delante de Balthazar, pero él, seguramente, sería la única persona que era capaz de soportarle y su compañía era inigualable.
Sentimiento
Su relación era algo extraña, ninguno de los dos había expresado en palabras que eran realmente, tampoco habían impuesto unos límites. Estaban saliendo juntos, en una relación estable, eso lo tenían claro ambos.
Balthazar todavía no consigue creer que se haya podido enamorar de alguien como Lucifer, todavía entiende menos como el cirujano se puede sentir atraído por una persona como él mismo. Nunca olvidará cuando le dijo que ni se le ocurriera irse con otro, "eres mío".
Y es feliz. Muy feliz. El otro hombre le producía un montón de sensaciones que a veces no sabía ni cómo interpretar, era ardiente y muy pasional. Pero a la vez era demasiado posesivo, pero no le importaba, porque no se iría nunca con otro, porque tenía muy claro que solo pertenecía a Lucifer.
Excitación
Era algo vergonzoso de aceptar por su parte, pero si en algo podía reconocer que su pareja era extraordinario… era en el sexo.
También era un tema que les traía muchos conflictos, pero ese no es el punto en estos momentos.
Lucifer en la cama era muy ardiente, tenía que admitir que le ponía mucho y que sabía cómo controlar totalmente a Balthazar. Gemidos y otros sonidos producidos por el placer siempre se escuchaban durante altas horas de la noche, Balthazar siempre se había querido controlar respecto a ese hecho, pero a Lucifer le gustaba verle suplicar y darse cuenta de lo mucho que disfrutaba su pareja haciendo el amor, así que en el fondo, Balthazar sabe que seguirá gimiendo aunque no quiera.
Agobio
Como el horario de Lucifer era tan aleatorio, a veces, cuando este avisaba a su pareja de que tenía un rato libre, Balthazar se escapaba de la oficina para verle. Pero no iba solo, sus dichosos papeles e informes le acompañaban normalmente.
En la mayoría de casos, el rubio conseguía cuadrarlo todo y entonces todo era fantástico. Pero luego había ese pequeño porcentaje de casos donde no conseguía que algo saliese según lo previsto y el hombre se ofuscaba. Muchas veces acababa pagando su mal humor pasajero con Lucifer, quien no tomaba atención sobre lo que realmente pasaba ya que cada vez que Balthazar hablaba sobre su trabajo, desconectaba porque realmente aquello no tenía nada que ver con él.
-¡Si cada departamento hiciera bien su trabajo no joderían el trabajo a los demás!
-Yo sí que te voy a joder bien esta noche. – Su novio le dedicó una mirada fulminante. - ¿Qué? No tengo ni puta idea de contabilidad, no puedo ayudarte. Pero un buen polvo te iría bien para bajar ese humor que gastas…
Pero esa noche no hubo sexo. Balthazar seguía demasiado ocupado y estresado con todo el papeleo, cosa que no emocionó demasiado a Lucifer.
¡Espero que os hayan gustado!
El listado de emociones en el que me he basado era de 100, dudo que llegue a hacerlos todos. (Tampoco sé si haré muchos capítulos, pero seguro que subiré de 4 en 4 emociones). Siento mucho tener parada la historia de The Dysfunctionals (solamente con The Unusuals ya voy a trompicones), los estudios no me dan para más, así que solo puedo escribir cositas cortas como esta.
De todas formas, podéis dejarme reviews comentándome si os ha gustado o con comentarios constructivos. ¡Gracias por leerme!
