Horrible, lo sé, pero quería desestresarme y salió esta clase de "cosa". Drabble raro.

000

-Lo siento, sé que esta no es tu definición de felicidad.

Las palabras aun resonaban en su cabeza, sentía que podría tirarse de un precipicio, que podrían volver a estar juntos, pero sabía que jamás pasaría, no existía tal cosa como la felicidad, el mundo era miserable, apestaba, simplemente las mejores personas se iban y te quedabas contemplando la mierda en la que te habías convertido.

¿Qué era lo que se suponía que tenía que estar bien? Estabas solo, justo como lo habías estado antes de conocerlo, para Kaworu, ¿qué era lo qué debería estar bien? ¿Era esto lo que había querido todo este tiempo? ¿Lograr meterse en su mente y en su corazón para solo destruirlo? ¿Era así como todo terminaba? Todo era tan patético que le dieron ganas de reír.

Carcajadas llenas de una amargura profunda, todo había sido un plan, un jodido plan para dañarlo, al final ¿quién diablos era Kaworu para decir que lo amaba? ¿En eso se había basado todo? ¿Era lo que había estado buscando?

Lagrimas cargadas de furia quemaban sus mejillas, pero aun así la risa no paro, enloquecía cada vez más cada segundo que pasaba. Estaba muerto, había muerto con Kaworu, su corazón no respondía, solo estaba ahí, recordándole que vivía, que no podría reunirse con el de ojos carmín, que nada estaba bien porque no volverían a verse de nuevo.

-Shinji, me parece que tú y yo nacimos para encontrarnos.

Solo habían hablado un poco, eso había sido todo y aun así el afirmaba que ese había sido el destino de ambos, ellos no habían nacido para conocerse, solo había sido un enorme error en el camino de los dos, uno que nunca debieron de haber pisado, todo hubiera sido mejor que la muerte de una forma tan horrible y un vacío más grande del que había experimentado.

Sabía que enamorarse de alguien era lo más doloroso que un ser humano pudiera experimentar por eso lo había evitado toda su vida, pero Kaworu no era un humano y había derribado todas sus defensas. Lo había dejado expuesto ante él y sintió que podía dejar a alguien entrar. El más grande fallo de su vida y por el que se lamentaría hasta que su cuerpo dejara de respirar.

Pero el amor es así, resbaladizo, pegajoso, inevitable, la cosa pero presenciada por el hombre, destruye y consume todo a su paso, reduce a cenizas hasta al ser más frio, no había tenido una escapatoria, simplemente se había rendido a caer en las redes que el peligris había tejido para él.

La calidez de sus sonrisa, sus ojos que lo miraban con cariño, era lo más cercano a parecía que alguien le había tenido, se dejó envolver por la nueva sensación y cuan se dio cuenta era ya demasiado tarde. Se había enamorado completamente de Nagisa Kaworu. Había perdido.

Una sonrisa se asomó en sus labios. Era un completo idiota, pero ya no importaba mucho, esperaría a que sus días terminaran, porque tenían que hacerlo algún día y cuando eso sucediera lo abrazaría y le diría lo que sentía por él. Seria sincero, no vacilaría, seria valiente por primera vez en su vida y estaba seguro que esta vez todo iba a salir bien porque él se lo había prometido y volverían a verse, pude que no hoy, ni tampoco mañana, tal vez tampoco dentro de un millón de años pero se encontrarían, porque él se lo había dicho.

-Todo estará bien. Hasta luego.