Comentarios sin sentido: ¡Hola a todos! Bueno, creo que me he obsesionado un poquito con KHR, pero como no evitarlo :B En fin, ya había visto la serie y seguía el manga pero muy desinteresadamente, esta historia surgió en mí luego de haber leído un doujinshi un poco extraño. Como sea, espero que sea de su agrado, cualquier queja, duda o sugerencia será bienvenida y espero que comprendan un poco la historia. Aclaro que soy muy mala poniéndole títulos a las historias y mucho más a los capítulos, por lo que si se me ocurre algún nombre lo pondré y si no... pues no tendrá nada.
Advertencia: T por psicología y malas palabras (?)
Un cielo opaco
"Hay personas que nos hablan y no las escuchamos, existen otras que se hablan y fingen no escucharse"
...
"Ella ha muerto."
Los vio desaparecer frente a sus ojos y no pudo hacer nada ¿Cómo no fue capaz de detenerlos? Desde el momento en que Byakuran lo mencionó ¿Por qué no pudo detener a Uni? Y no solo fue a ella, también Gamma decidió sacrificarse. ¿Por qué? ¡¿Por qué no pudo hacer nada?! Fue directo hacia donde quedaron solamente sus ropas, se agachó y recogió el chupete naranja de Uni, observó que el resto de los pacificadores habían adquirido sus respectivos colores.
―¿Qué has hecho? ―escuchó a lo lejos la voz de Byakuran molesta―Finalmente había encontrado la última pieza del rompecabezas y ahora está muerta...
No lo tenía que repetir, no estaba ciego. Sabía que Uni estaba muerta. ¿Qué fue él quien lo ocasionó? ¡Pero fue por su maldita ambición que la chica tuvo que morir! Una tremenda rabia e ira comenzaba a invadir todo su cuerpo.
―¡...Fue todo para nada...!
¿Todo, dice? Entonces ¿mató por nada? ¿Mató al padre de Yamamoto por nada? Estaba seguro que entre más oía su odiosa voz más coraje sentía.
―... Mi sueño de despertar el 7^3 y de convertirme en el dueño de todo el espacio y tiempo...
"Cállate, para de decir estupideces..."
―... ha sido destruido todo por su pequeño acto de amistad...
"Cierra la boca, tú no tienes idea de nada."
Más y más comenzaba a sentirse desesperado, que pronto no iba a poder detenerse. Volvió a mirar el pacificador naranja, ella no iba a volver, no iba a volver a ver su bella sonrisa.
―...Tienes idea...
"Ya no hables"
―¡¿...Tienes idea de lo que esto significa? ―gritó Byakuran. Fue todo, esa fue la gota que derramó el vaso.
Apretó el chupete que sostenía con una fuerza originada por la ira. Una onda de poder salió de todo su cuerpo que hizo que el jefe de la familia Millefiore retrocediera y lo miró sorprendido.
"¿Qué si no se lo que significa?"
Estaba enojado, triste, confundido, toda una mezcla de sentimientos lo estaba invadiendo en ese momento.
―¿Por qué crees que Uni se sacrificó? ―habló con voz seria, muy rara proveniente de él
Algo en su interior comenzó a alborotarse mientras hablaba, pero no le importaba. En ese momento nada le importaba.
―Tú arruinaste nuestro mundo. Fue por eso...
Si lo decía en voz alta sabía que iba a cambiar algo. Su hyper-intuición le decía que se detuviera, que algo malo iba a pasar si no se detenía en ese momento.
―¡Fue por eso que ella murió!
Y hubo un rebote en su cuerpo. Se dio la vuelta para ver la cara de Byakuran, sus ojos mostraban una inmensa furia y rencor, además de que tenían un poco de lágrimas. No soportaba mirarlo, quería irse sobre él.
"Es tú culpa que 'yo'..."
No podía contenerse, tenía que explotar de alguna manera.
―Byakuran, yo...
Y de nuevo una onda de poder salió de él, pero ésta fue distinta y al parecer nadie lo pudo notar. No le hizo caso a su hyper-intuición, ya después de las arreglaría
―¡...YO NO TE PERDONARÉ!
¡Crack!
El sonido de la barrera romperse resonó por el lugar, pero sabía que no solo eso se había roto.
―¿No me perdonarás? ―Byakuran lo miró curioso, y solo eso alimentó más su malestar.
Se tenía que reír ¿Verdad? Tal parece que no le importaba lo que acababa de despertar. Ya no le ponía atención a lo que decía, solamente quería írsele encima para ver si dejaba de reír tan despreocupadamente. Pero entonces escuchó que de su sucia boca pronunciaba el nombre de Uni. ¿Cómo se atrevía? ¡¿Cómo se atrevía a decir que ella era un juguete?!
―¡Deja de insultar a Uni! ―le gritó
"Cállate, cállate ¡Cállate! Es por ti..."
El lugar comenzó a ponerse borroso y también empezaba a perder color, como si todo fuera un programa de la televisión
"Es por tú culpa que 'yo' existo..."
Entonces, antes de perder completamente la visa y de que el lugar se tornara oscuro, lo último que se visualizo fue a si mismo haciendo el X-Burner contra Byakuran.
" ...Y de que esté encerrado aquí."
Tsuna abrió sus ojos de golpe, se levantó de inmediato de la cama y corrió con dirección hacia el baño. Su madre lo escuchó levantarse y le habló, pero él no le hizo caso. Al llegar al baño, se encerró y comenzó a vomitar.
―¿Tsu-kun? ¿Estás bien? ―habló su mamá preocupada desde afuera mientras golpeaba la puerta.
Dios, ésta era la octava vez que tenía ese sueño, pero ahora hasta vomitar lo había hecho. Sentía un inmenso asco y repulsión, además de estar confundido y temeroso. A pesar de que ese sueño le mostraba lo mismo que las siete veces anteriores, ahora lo había visto como tercera persona. Él se vio como un espectador, como el cielo que todo lo ve, de aquel día. Aunque en realidad, cuando tenía el sueño en primera persona, sentía que era él quien hablaba, pero esas palabras no eran suyas; él se movía, pero las acciones no eran suyas. ¿Qué le estaba pasando?
Una vez que terminó de sacar la comida, se sentó a un lado del lavabo esperando que la sensación de malestar se fuera y con suerte también la del asco. ¿Por qué le pasaba esto a él? Se llevó una mano hacia su cabeza, cómo le dolía. Los golpes que daba su mamá hacia la puerta lo estaban alterando todavía más. Ya quería olvidar todo eso, quería poder dormir sin tener que recordar lo que había hecho.
No se lo había dicho a nadie, pero desde la batalla con Byakuran algo había cambiado en él, se sentía muy diferente. Además, la última lucha que fue contra Daemon Spade solo hizo incrementar esa sensación. ¿Cómo llegó a esa situación? En donde todos los días se tenía que despertar sabiendo que había matado a alguien, su consciencia no lo dejaba tranquilo ni un momento.
Como pudo, se levanto temblando del suelo y fue hasta la puerta, su madre ya lo esperaba con un rostro de preocupación y con tan solo verle su cara pálida ella se asustó.
―¡Tsu-kun! ¿Qué tienes? ¿Te duele algo, te sientes mal?
No solo era su mamá quien lo esperaba, también el resto de los inquilinos en su casa estaban preocupados, pero Reborn solamente lo miraba serio.
―E-estoy bien, mamá―le sonrió un poco, esperaba no volver a vomitar―Creo que me cayó pesada la cena de anoche.
―¿Seguro? Estás muy pálido y no es normal que te enfermes. Ve a tu habitación ahora en lo que yo voy a traerte una medicina.
Y dando pasos lentos fue hasta su habitación.
―Tsuna... ―susurró Bianchi
―Tsuna-nii...
Una vez llegado al lugar, se dejó caer en su cama, estaba cansado, pero no quería irse a dormir, no si iba a volver a tener la misma pesadilla.
―¿Qué ocurre, Tsuna?
Y ahí iba su tutor con las preguntas
―No es nada, Reborn.
―Tal vez puedes mentirle a mamma, pero a mí no. Te lo preguntaré otra vez ¿Qué ocurre?
Odiaba que fuera tan persuasivo, pero era Reborn de quien estaba hablando. Si no se lo decía por las buenas, él se lo sacaría por las malas, enfermo o no, lo haría.
―Te lo dije, creo que me cayó mal la comida anoche, eso me pasa por comer mucho. Ahora, por favor déjame dormir.
Se tapó hasta la cabeza con la cobija, dando por finalizada la discusión. El arcobaleno lo miró con sospecha, pero en ese estado Tsuna no le iba a decir nada.
―Pero anoche no comiste casi nada
Oyó el sonido de la puerta cerrarse y soltó un suspiro, agradecía que su tutor lo haya dejado así. Sus ojos estaban cerrándose, menos mal que hoy era día festivo y no había escuela. Pero justo antes de irse a los brazos de Morfeo, lo escuchó.
¡Déjame salir!
Nuevamente abrió sus ojos como plato. Pensó que aquello también era parte de su sueño, que esa voz era producto de su imaginación. No quería aceptarlo, no quería saber que eso también era real.
Bueno, creo que es todo. ¡Gracias por leer!
