Un nuevo despertar

Capitulo 1: Un beso ladrón.

Una muchacha de cabellos grises se encontraba sentada observando un grupo de muchachos mientras entraban a la cafetería. Su mirada se posa sobre el joven mas pequeño del grupo, el cual tenia colgando de su cuello uno de los tantos artículos del milenio: el rompecabezas del milenio que contenía en su interior el espíritu del faraón. Ra se lo había dicho hacia unos meses, cuando la contacto para recordarle su pasado.

Los jóvenes se encontraban concentrados en el cumpleaños de uno de ellos. No podían esperar a que pasaran las dos semanas que faltaban. Aunque se empeñaban en decir que nadie había planeado fiesta, era una mentira. Si habían hecho planes, y a lo grande. Justamente se habían reunido en ese lugar para poder hablar con tranquilidad sobre la fiesta sorpresa.

Pasan un rato mas hablando sobre diversos planes hasta que el reloj-alarma de uno de los chicos suena, era el de Yugi.

Yugi: Perdónenme chicos, pero tengo que irme. Le prometí a mi abuelito ayudarlo con la tienda.

Tristan: No te preocupes, nosotros seguiremos. Ten cuidado.

Tea: Nos vemos Yugi.

Afuera de la cafetería no estaba para nada agradable. Prácticamente todo el día había estado lloviendo, a veces dándole algunos respiros a los transeúntes pero no lo suficiente para dejarlos secos. Yugi, quien acababa de salir, se había dado cuenta de ello tarde, por lo que decidió tomar un atajo para poder llegar mas pronto a su casa – tienda. Por el apuro que llevaba no se dio cuenta de que había doblado del lado contrario del que tendría que haberlo hecho.

Yugi: Que extraño... Nunca antes había visto algo así...

Yami: Yugi... Creo que eso es lo menos que debería preocuparte ahora- Le dice el espíritu dejándose ver a un costado de el, pero esta mirando hacia atrás.

Yugi: ¿Qué dices Yami?- Yugi mira a su amigo extrañado al mismo tiempo escucha unas pisadas a sus espaldas.

¿: ¿Yugi Moto no es verdad?- pregunta una voz de mujer joven.

Yugi al darse vuelta pudo apreciar a una muchacha casi de su misma edad, pero mas alta. Vestía una gabardina con un vestido por debajo, pero lo mas extraño era su colgante en forma de un ojo... Se parecía al collar del milenio de Ishizu, solo que el de esta mujer era plateado. ¿Acaso existía otro articulo mas del milenio? No podía ser... Inmediatamente Yami se materializo utilizando el cuerpo de Yugi, esa mujer tenia un articulo del milenio. ¿Cómo no se dio cuenta antes?

¿: Me llamo Safira Aozawa. Querido Faraón... Este articulo tu no lo creaste... por eso no te diste cuenta antes.- Ella sabia sobre la duda del faraón, aunque no leyera la mente, sabia en que pensaba tan solo al mirarlo a los ojos.

Yami se sorprendió ante esto, nadie mas que sus amigos y su hikari sabían que el era un faraón. Esa mujer debería ser algo mas de lo que dijo. Su rostro demostró mas seriedad que antes.

Yami: ¡¿Quién eres y por qué estas aquí!

Safira: Pensé que lo sabías... que recordarías al verme... – Se acerco dando unos pasos lentos pero seguros hacia Yami quien no pudo mas que dar unos pasos hacia atrás.- Te lo recordare... con una condición.

Yami: ¿Cuál condición? "Esto no me esta gustando. ¿Quién rayos se cree esta mujer?"

Safira sonrió, ya lo tenia en sus redes. Aunque era una pena que el faraón no la recordaba, de todas formas no era importante. Dio unos pasos mas hacia Yami haciendo que retrocediera unos pasos mas hasta quedar contra la pared.

Se sentía perdido con esos ojos tan negros como el ébano, además que tenia la sensación de no saber donde estaba parado. Un trueno lo saco de ese trance y al notar lo que estaba haciendo avanzó unos pasos hacia ella para reclamarle que le dijera lo que sabia... Pero en ese mismo instante un rayo cae sobre el techo de una de las casas iluminando la zona provocando un corte de luz por unos minutos, para luego restablecerse... Yami que había desviado su atención volvió a concentrarse en el lugar donde estaba Safira pero se quedo totalmente desconcertado... Ella ya se había retirado del lugar sin dejar rastro alguno... A excepción de un escrito: "Nos volveremos a ver querido Faraón". Y al instante nuevamente la lluvia comienza.

Yami: Definitivamente esto no me esta por gustar...

Yugi: ¿Realmente no la conoces Yami? Por lo que dijo, parece que ella si te conoce. Quizás sepa algo mas sobre tu pasado.- Le pregunta su hikari mirándolo con algo de preocupación.

Yami: Puede ser Yugi, de todos modos ahora debemos regresar. Tu abuelo puede empezar a preocuparse.

Era de mañana, el sol entraba por la ventana de un apartamento que quedaba solo a unas cuadras de un colegio. Era temprano todavía, pero la tranquilidad del lugar estaba siendo cortada por la alarma de un reloj que provenía de alguna parte del apartamento.

Una joven se despereza al tiempo que tira las sabanas que le cubrían la cabeza dejando ver su cabellera plateada, es Safira quien acaba de levantarse a causa de su despertador... Pero al mirar la hora se da cuenta de que eran las 8 de la mañana ya. Eso hizo que saltara de la cama para empezar a buscar su ropa de colegio además de sus útiles ya que sus clases empezaban a las 8.30 de la mañana.

Unos diez minutos después ya estaba en la calle corriendo a todo lo que podía. ¿Cómo demonios podía ser que justamente ella se quedara dormida cuando hoy tenia algo muy importante que hacer? Además era su primer día de escuela, no podía llegar tarde. Esa situación le provoco risa.

En el salón de clases los alumnos estaban esperando al profesor, aunque en realidad esperaban que no viniera. Por eso fue que se desilusionaron cuando lo vieron abrir la puerta e ingresar tranquilamente. Pero cuando comento que tenían una compañera nueva muchos estaban sorprendidos. Sobre todo Yugi, no sabía que alguien se podía cambiar de escuela a mitad de año. Cuando Safira ingreso al salón, no parecía la misma mujer que lo había abordado hace unos días en el callejón, es más, parecía mucho mas... pequeña.

Yami: ¡¿Qué hace ella aquí!- El faraón al igual que su hikari no podían creerlo.

Profesor: Safira Aozawa, siéntese detrás de Yugi Moto.

Safira: Si profesor.

Una vez que paso por al lado de Yugi ella se le quedo observando unos instantes para luego sentarse detrás de él. Ella sonrió, era una lastima que Yami no recordara mucho de su pasado. Durante la clase, ella no le presto mucho atención a sus compañeros, estaba concentrada en las clases y en ver como daría inicio a su plan. Cuando sonó la campana del recreo suspiro aliviada, no había podido dormir del todo bien. De todas formas era tiempo de mostrarle ciertas cosas al faraón, empezando por quien era ella.

Se levanto y salió del salón no sin antes dejar una nota sobre el banco de Yugi diciéndole que lo esperaba en el patio de la parte de atrás del colegio, tenían una charla pendiente.

Una vez que Yami y Safira estuvieron frente uno al otro. Yami decidió terminar de una vez por todas con todo eso.

Yami: Dime quien eres de una buena vez.- Sonaba enojado.

Safira: Pues bien... Si lo deseas tanto... Primero deberás cumplir con la primer condición.- Definitivamente no iba a dejarlo escapar esta vez.

Yami en cierta forma sentía que la conocía de algún lado pero también se sentía extrañado. Cuando la vio por primera vez se sintió torpe, al igual que ahora, como si esa mujer tuviera algún efecto mágico sobre él. Si quería averiguarlo debería acceder...

Yami. De acuerdo. Acepto.- dijo finalmente- ¿Cuáles son las condiciones?

Safira: No tan rápido mi querido faraón... Primero me asegurare que dices la verdad.- Contesto mientras empezaba a acercarse.

Nuevamente la escena del callejón se repitió: a cada paso que daba Safira hacia Yami, este retrocedía. Era algo intuitivo... Pero llego un punto donde ya no pudo retroceder mas. En ese momento Safira aprovecho para aprisionarlo colocando ambas manos a los costados de la cabeza de Yami, quien no pudo hacer nada salvo sonrojarse por la cercanía de ella. Nuevamente había logrado ponerlo en trance. Una vez que ella lo tuvo como quería (contra la pared, inmovilizado y confundido) acerco su rostro para probar los labios del faraón que no podía hacer mucho para resistirse...

Yami cerro los ojos esperando que todo terminara pronto, o que al menos fuera un sueño; pero esa chica era demasiado real. Para su sorpresa se encontró devolviéndole tímidamente el beso; aunque se sentía algo extraño por dentro. De pronto sintió como si alguien le arrancara algo preciado, quiso defenderse pero no tenia fuerzas, lo único que pudo hacer fue lanzar una pequeña protesta en forma de gemido.

Safira al escucharlo protestar lo beso un poco mas fuerte pero luego de un instante fue disminuyendo el beso despegándose del faraón para finalmente darle fin a ese beso.

Yami al sentir que ella se retiraba se sintió como abandonado pero apenas abrió los ojos noto como su vista estaba totalmente nublada. Se sentía mucho mas débil que al principio. Fue solo en ese momento en que supo que ese beso tuvo otro objetivo... No pudo estar mucho mas tiempo de pie y se dejo caer perdiendo el conocimiento.

Continuara...