-¡Ya estoy harto!- dijo Shikamaru dando un puñetazo a su mesa con furia.

-¡No podemos seguir así! - gritó Sai desesperado.

-Te juro Naruto que como no hagas algo, yo mismo te mato. -añadió Neji activando su bakuyan.

-Pero es que no se que es lo queréis que haga exactamente- dijo nervioso sentado detrás de su escritorio.

-¿No eres el hokage? Pues arregla esto usuratonkachi

Desde hacía un tiempo las mujeres de Konoha, y para suplicio de ellos, sus kunoichis tenían un comportamiento extraño. Todo empezó cuando un nuevo libro se había puesto a la venta siendo todo un fenómeno de ventas, se le conocía como el "Icha-Icha para mujeres". Ninguno le dió importancia hasta que sus propias mujeres empezaron a leerlo. Cada vez que paseaban por la calle, todas estaban con aquel dichoso libro de las sombras, o comentándolo.

El primero en padecerlo fue Shikamaru, una de las primas de Temari había venido a verla desde Suna y como regalo le trajo aquel libro. No le dió la menor importancia hasta que una noche mientras estaba haciendo el amor con Temari, besandole poco a poco el cuello, cosa que a ella siempre la volvía loca, mientras le masajeaba un pecho ella le dijo.

-Shikamaru, ¿No crees que podrías ser un poco mas... enérgico?

Aquello acabó por matarle. Shikamaru era bastante perezoso y todos lo sabían, pero ese no era un aspecto que se llevara a la cama. Es más, no habían sido pocas las veces que a la mañana siguiente a Temari hasta le temblaban las piernas. Y él sabía que le encantaba, tanto o más que a ella. La expesión de su cara cuando llegaba al clímax mientras gritaba su nombre era algo por lo que valía la pena entregarse a fondo. Por eso desde que Temari le dijo aquello, Shikamaru había diseñado un plan para deshacerse de quel estúpido libro.

Unos días después le tocó a Sai. Ino siempre había sido una mujer muy apasionada, y a Sai le encantaba complacerla. Una vez incluso la había sorprendido trayendo pintura comestible para el cuerpo, con la que pasaron una de las mejores noches de su vida. Por costumre cuando el no estaba de misión, se pasaba por el hospital para comer con Ino y de paso jugar un poco juntos. Alguna vez les habían llegado a llamar la atención por el escándalo. Pero cuando fue a ver a su mujer al hospital ese día, fue distinto.

-Cariño, aqui llega tu paciente especial.

-Oh, Sai eres tú. Hoy tengo mucho pepeleo

Sai se quedó mirándola sin poder creérselo, normalmente en cuanto cerraba la puerta, Ino se tiraba a su cuello y no lo soltaba hasta que los dos caían sin fuerzas al suelo.

Pero no iba a ponérselo tan fácil a su preciosa rubia, no. Caminó hacia delante bajándose la cremallera de su cazadora dejando ver su trabajado torso y sin apartar los ojos de Ino.

-¿Seguro que no quieres descansar un poco?

-Oh, es que verás si acabo los informes podré seguir leyendo el libro que me ha prestado Tenten, y la verdad no quiero que nada me distraiga. Pero gracias por traerme la comida, querido.

Sai había leído mucho sobre las emociones y experimentado gran cantidad de ellas, por eso supo que lo sentía en ese momento era odio. Un gran y profundo odio hacia el dichoso libro el cual mas tarde intentó quemar, ahogar, e incluso destrozar con un jutsu pero Ino siempre le acabab pillando, lo cual le ocasionó varias noches de dormir en el sofá.

Neji era un hombre de costumbres, y lo que más le gustaba cuando llegaba a casa de misión, era que su mujer le recibise con un dulce beso en los labios, un baño y una comida caliente para después pasar la noche entregado a ella. Tenten y él eran una pareja muy especial, podían pasar horas sentados en la misma habitacion sumidos en un agradable silencio y entrenar juntos como cuando estaban en el mismo equipo al cien por cien. Pero cada vez que se rozaban una chispa saltaba entre ambos y era inevitable que acabasen haciéndolo en cualquier parte donde les fuera posible. Inluso durante las misiones de adolescentes no habían podido evitar escaparse de su maestro y de Lee para estar juntos. Pero sobretodo lo que más le gustaba a Neji de Tenten, era que aunque la mayor parte del tiempo era una chica realmente dulce, en la cama se transformaba por completo.

Si, a Neji le encantaba su día a día con Tenten.

Pero cuando llegó esa noche, no había ni comida ni baño preparados ni Tenten esperándole. Subio las escaleras de prisa temiendo que algo hubiera pasado y cuando entró en su cuarto se encontró a su mujer sentada en la cama leyendo un grueso libro de color oscuro con una corbata en la portada.

-Tenten, estoy aqui.

-Oh, Neji bienvenido.

¿Bienvenido? ¿Aquello iba enserio? Por el amor de dios ¿Que le había pasado a su Tenten? Neji procedió a quitarse el equipo de AMBU y dejar al descubierto su poderoso cuerpo para luego subirse a la cama y lanzarse sobre Tenten, quien dió un sonoro gemido cuando Neji se apoderó de su boca. Después de una semana lejos de ella la necesitaba. Lo mas normal hubiera sido que Tenten se volviera loca por sus caricias después de haber estado sin verse siete días enteros pero esa vez para terror de Neji, Tenten se separó de él y le dijo.

-Neji lo siento, no te lo tomes a mal pero hoy estoy algo cansada y me apetece leer el libro está muuy interesante.

Imposible. Aquello era imposible. Miró el libro con odio, por su orgullo de Hyuga que un libro no iba a joderle su vida sexual.

Pero sin lugar a dudas quien peor se lo tomó fué Sasuke Uchiha. Después de su viaje de redención había vuleto a la Hoja para quedarse. Lo primero que hizo fue buscar a Sakura y tener una larga charla con ella sobre lo que ambos sentían y aclarar varias cosas del pasado. No tardaron mucho en casarse. Y la vida en pareja no podía irle mejor. Sasuke era un hombre francamente sexual y al princpio empezó a ir poco a poco con Sakura, no quería asustarla. Pero pronto descubrió que el libido de ella era muy comparable al de él. Ambos eran auténticos animales, Sasuke podía ser muy serio y frió a veces pero con tan solo un roce o mirada, sabían que estaban perdidos.

Una noche Sasuke llegaba cansado de la torre del hokage. Había estado preparando junto a Shikamaru y Naruto el papeleo para los exámenes chunin y lo único que deseaba era llegar a casa y ver a su mujer. No había nada como llegar a casa y que su Sakura se bañara con él mientras se amaban con pasión. Después de años de sufir el uno por el otro y de casi perderse, a ninguno les gustaba desperdiciar ni un momento. Sasuke llego a casa y con rapidez se fue quitando la capa, las sandalias y el resto de la ropa hasta quedarse en ropa interior. Se apoyó en el marco de la puerta de la habitación de ambos y vió a su perfecta mujer leyendo un libro con los ojos abiertos como platos y muy concentrada.

-Ya estoy en casa, Sa-ku-ra.

-Hola Sasuke.- dijo sin apartar los ojos del libro.

Mala señal. No le había saludado con cariño, mi amor o ninguna de las cosas cariñosas que solía decirle. En vista de que seguía igual, Sasuke se subió a la cama y se acercó a su mujer comenzando a darle besos cortos por el rostro y el cuello. Pero no se esperaba lo que pasaria ni es sus peores pesadillas.

-Ay Sasuke no seas pesado ¡Para ya!- dijo Sakura poniendole una mano en la frente para que no se acercara más.

-Vamos, si a ti te encanta, te he echado de menos hoy y se que tú a mi también- dijo con voz seductora.

-Sasuke que no, ¡Sanarooo! Y de un golpe, Sasuke Uchiha fue derribado de la cama por su esposa.

Y juró vengarse del libro.

-Mirad chicos ya se que lo estáis pasando mal pero...

-No Naruto, no tienes ni idea – dijo Sai.

-¡Acaba con ese libro ya! -gritó Sasuke- cancela su publicación, prohíbelo en Konoha. ¡Eres el hokage arréglalo!

-¡ESO! - corearon los demás.

-Naruto no tienes ni idea de lo que están haciendo esas locas- decía Shikamaru-la otra noche mientras estábamos... ya sabéis. Temari me dió un azote ¡Un azote! Como si fuera un niño

Naruto se quedó pálido, no esperaba ver esa imagen de Shikamaru.

-Pues tenéis que ver a Sakura, a ella le encanta lo que tenemos, lo sé. Pero el otró día me sala "Sasuke, no podías ser más romántico, bañémonos juntos" ¿Pero como vamos a bañarnos juntos si no cabemos los dos en la bañera de mi apartamento?

-¿Y eso es un problema? Tenten me pegó con una fusta. - dijo Neji dejándolos a todos con la boca abierta. -¡Una fusta! Y no es agradable.

-El otro día cuando llegué a casa escuché gemidos que venían de nuestro cuarto, me asomé y vi a Ino... ejem. Bueno ya sabéis. ¡Ella JAMÁS hace eso sin mi!

-¡Sai demasiada información! Vamos a ver, no puedo prohibir la publicacion porque hay algo que se llama libertad de expresión, no me parecería justo y venga chicos, tampoco es para tanto. Sois mis mejores shinobis, héroes de guerra. Seguro que podéis con las chicas, no es mas que un simple libro.

-¿Ah, si?- dijo Shikamaru riendose y mirando a los demás.

-Si.

-A ver que dices cuando se lo lea Hinnata,

-¡Hinnata no lee esas cosas no es una pervertida!

Los demás se sonrieron entre ellos, sabiendo que ese era el punto débil de Naruto.

-Ya nos lo dirás.- dijeron saliendo del despacho.

No podía ser... Hinnata, no leía ese tipo de cosas. Y desde luego no se lo haría pasar igual que las demás a sus amigos... pero por si acaso hoy saldría antes del trabajo. Aunque no tenía nada de que preocuparse ...¿Verdad?