Holas~
Últimamente me encuentro 100% absorbida por mi juego de Ib, que es completamente IM-PRESIONANTE!
así que me decidí a hacer un fic pequeñito sobre... oh, bueno, lo pone en la descripción xDD
Si, ya se que estoy haciendo una historia Spamano paralela, pero trataré de subir contenido de ambas cuando pueda... que nadie me golpee ^^U
Bueno, pues os dejo con el fic, espero que os guste~ :D
"Ib se encontraba en un coche. No era un coche demasiado grande, pero tampoco demasiado pequeño. Y era negro, tanto por dentro como por fuera.
Una mujer familiar conducía, y en el asiento del copiloto un hombre familiar hablaba con una sonrisa en los labios. Aún así, Ib no podía escuchar lo que decían, y ambas figuras se veían borrosas también. Apenas oía un murmullo.
Apenas tomó consciencia de sus alrededores, pudo verse con una ropa que le traía recuerdos. Una blusa blanca, decorada por una gran cinta roja anudada en el cuello, y una falda plisada, también roja.
¿Dónde y cuándo había ella llevado ese conjunto? No lograba recordarlo...
El cinturón de seguridad del coche le apretaba en la cintura; seguramente estaba abrochado demasiado fuerte. Se dispuso a aflojarlo un poco, cuando el murmullo que continuaba escuchando se hizo más claro, permitiéndole entender unas cuantas palabras.
- La... ...xibición... Guertena... ...anto curiosa...- Se pudo escuchar a una mujer hablando en el asiento delantero.
- Me imag... Ib... aprendido... de ahí... ...¿no?- pudo identificar una voz masculina diciendo eso.
- ¡Sí, ha estado genial! ¿Verdad, Ib?
Esa última voz la pudo percibir con claridad. Un timbre agudo que le recordaba a alguien... ¿quién era? Los eventos se sucedían de manera distorsionada, Ib no comprendía.
Algo asustada, la pequeña decidió aferrarse a lo material. Introdujo las manos en sus bolsillos, sintiendo la suave tela en su piel. Y entonces tocó algo. Algo frío.
Lo sacó y pudo verlo.
Era un mechero.
¿De quién era? ¿Qué hacía ella con un mechero? No tenía sentido, ya que ella no fumaba, y no se le ocurría para qué podría necesitar uno.
Entonces, una mano agarró la suya, sobresaltándola. Se giró y pudo ver a una niña rubia, con ojos azules y un precioso vestido verde. Llevaba un lazo, como ella, pero éste era azul, haciendo juego con sus ojos. Curiosamente, su imagen estaba bastante bien definida, en contraste con todo lo demás, y el sentimiento de familiaridad de Ib era más fuerte cuando la miraba.
La chica le estaba dirigiendo una mirada alegre, que pronto se tornó en una de desaprobación al observar el objeto en su mano.
- Ib... ¿eh? Eso que tienes...- La rubia frunció el ceño, preocupada. Ib creyó ver un destello de pánico en aquellas pupilas que tan familiares le resultaban, pero seguramente fueran imaginaciones suyas.- ¿Un mechero...? ¡Wow, eso es peligroso! ¿Dónde lo has encontrado...?
Ib no pudo evitar que el encendedor se le fuera retirado rápidamente. No le dió tiempo a decir una palabra, ella ya se lo había guardado en su bolsillo, con una mueca traviesa.
- ¡Lo tiraré más tarde!- Se limitó a decir aquella muchacha rubia, aún sonriendo.
Entonces, la desesperación inundó a Ib. Ese objeto era, de algún modo, importante. ¡Estaba segura de ello! No tenía que quitárselo nadie, ni siquiera aquella niña... no podía permitirse perderlo. No, no quería perderlo. Sentía que iba a llorar. Quería recuperarlo. Ya.
Pero la chica continuaba hablando.
- ...Oye, Ib. ¿A qué querrás jugar cuando lleguemos a casa?- Dijo ella, excitada. Movía las piernas de adelante hacia atrás rápidamente, como si no pudiera contener su emoción.- ¡Ooh, me emociono sólo de pensar en ello!
Ib no estaba realmente escuchando. Tan sólo quería ese mechero de vuelta. Sentía que de algún modo, al perderlo, pasaría algo horrible. Pero no lograba adivinar el qué...
Entonces, la niña rubia la agarró del brazo, juntando los cuerpos de ambas, y con una sonrisa, le susurró en la oreja.
- Prométeme que desde ahora... ¡Estaremos juntas para siempre, Ib!
Ib quiso gritar."
X X X
- ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!- Ib se incorporó rápidamente en su cama.
Le temblaba todo el cuerpo, desde la cabeza a los pies. Tenía frío, calor, y una presión en el estómago que le daba ganas de vomitar.
Miró a su alrededor, intentando ubicarse, detectar lo que fuera que la estaba asustando. Pero no pudo ver nada aparte de su propia habitación.
Una mirada rápida por su pared blanca llena de cuadros, sus armarios rojos semi abiertos, su escritorio con un jarrón azul, el cual tenía una rosa amarilla y otra roja en su interior... Tan sólo eso le dijo que lo que había tenido era una terrible pesadilla.
Al ver que todo estaba bien, se encogió sobre sí misma y pegó la cabeza a las rodillas, intentando calmarse. Ya tendría tiempo después para poder analizar el por qué de su terror irracional. Y es que a ella jamás le había dado tanto miedo una simple pesadilla.
- ¿¡Ib!? ¿¡Qué ocurre!?- Unos brazos rodearon a Ib por completo, la cual notó algo grande y blando presionándose fuertemente contra su espalda. La chica giró la cara para ver quién estaba ahí.
Una chica rubia, con el pelo largo, de ojos azules, y con un vistoso pijama verde la miraba con cara de preocupación.
- ¿¡Qué ocurre, Ib!?- Repitió ella, con un timbre de pánico en su aguda voz.- ¿¡Has tenido una pesadilla!? ¿¡Te duele algo!? ¡Responde!
- E... estoy bien, Mary... sólo he tenido una pesadilla.- Repondió Ib, devolviéndole el abrazo.
Mary suspiró, aliviada, y se sentó a su lado en la cama.
- Tan sólo ha sido un sueño, Ib... no tienes de qué preocuparte. No es real.- Susurró, jugueteando con el pelo de la morena.
- Ya, ya lo sé... pero...- Ib no sabía qué decir. ¿Que el sueño parecía más bien un recuerdo? Eso era absurdo. Jamás había pasado tanto miedo en la vida real... y tampoco recordaba ninguna escena parecida en su vida. Mejor se callaba.
Aunque la rubia no le dejó mantener la boca cerrada.
- Dime, Ib... ¿de qué iba el sueño?- Canturreó, pegando su cabeza a ella con suavidad.- Dicen que si cuentas las pesadillas trae buena suerte.
"No veo cómo contarte una pesadilla hará que mi suerte cambie..." Pensó Ib, aunque no dijo nada al respecto para no enfadar o molestar a Mary.
- Pues...- comenzó.- Era... estaba en un coche... creo que el antiguo coche de papá y mamá, ese negro. ¡Oh! Y yo era pequeña... debería tener unos nueve años o así, en el sueño.
- Ajam...- Mary escuchaba con atención, dejando la mirada perdida en el pelo castaño de su compañera de cuarto.
- Y... no sé, todo estaba muy borroso... creo que papá y mamá conducían, e iban hablando, pero no les entendía... también estabas tú, a mi lado... y a tí te veía y te escuchaba mejor que a nada, no sé por qué.
Al escuchar eso, la cara de Mary se iluminó. Soltó una risilla y abrazó a Ib, alegre.
- ¿Y qué más? ¿Y qué más?- Mary quería saber hasta el último detalle. Mientras le metía prisa a Ib para que continuara, daba pequeños botecitos excitados en la colcha.
- Pues...- Ib hizo un esfuerzo por recordar su pesadilla.- Rebusqué en mi bolsillo y... encontré un mechero.
- ¿Un mechero? ¡Eso es peligroso! - Mary rodó hasta quedar enfrente de la castaña, y la miró con el ceño fruncido.- ¡Siempre te lo digo! ¡No debes jugar con fuego! ¡Puedes matar a alguien!
- Ya lo sé... la cuestión es que me lo quitaste.
- ¡Ajá, como debería ser!- Gruñó la mayor, con tono de orgullo. Acto seguido volvió a sonreír y presionó su mano en la barriga de Ib, impaciente.- ¿Y qué más? ¿Qué más?
- Nada más...- Ib empezó a sentirse avergonzada.
Mary se separó de ella unos centímetros, confusa.
- ¿Nada más? ¿Tan sólo eso? ¡No te creo! ¿Que pasó? ¡Dímelo! ¿Acaso no te fías de tu hermana mayor?
Ib se quedó en silencio, intentando asimilar por completo el sueño; el cual, como pasa con todos los sueños al pasar un rato, había comenzado a desvanecerse en su memoria.
¿Qué sería aquello que la había aterrado tanto? No estaba segura, pero... tenía que pensar.
- No recuerdo...- se rindió.- Puede ser que fuera porque me quitaste el mechero... tengo la sensación de que era algo importante.
- ¿Bromeas? Si siempre te los quito... ¿Y cómo puede ser un mechero importante? ¡No me hagas reír! Esas cosas tan sólo hacen daño.
- Hmmm... no te digo que no, pero... creo que era de alguien importante... o eso creo.
Los ojos de Mary se entrecerraron al escuchar esa frase. Su boca se torció en una mueca de desagrado. Cogió a Ib por las muñecas y las sacudió, molesta.
- ¡No digas tonterías! ¿Alguien importante? ¡Mío no era, y eso te basta para decir que no era de nadie importante!
- Eh... pero... ¡Mary!- Ib intentó soltarse del agarre de su hermana mayor.- ¡Lo siento! ¡Pero tuve esa sensación!
- Tus sensaciones están equivocadas.- Siseó la rubia, que comenzaba a enfadarse. Pero al instante su expresión se relajó una décima, y soltó a Ib con un suspiro cansado.- ¿Y eso era todo? ¡No ha sido nada! Puedes volver a la cama.
Mary se bajó de la cama de la morena, y de un salto se subió a la suya propia, la cual estaba al lado. Botó un par de veces y luego, con una risa, se tumbó, extendiendo los brazos. Murmurando un "buenas noches", cerró los ojos.
Ib se recostó en su colchón, mirando al techo con expresión perdida. No era la primera vez que su hermana perdía los papeles de esa forma, pero... en serio, juraría que era importante... pero no lo recordaba, y eso le frustraba mucho. Sobretodo le molestaba porque había hecho enfadar a Mary, y además se había confundido a ella misma. Continuó divagando en su pesadilla, intentando encontrar algo fuera de lo normal, aunque fuera mínimo...
Y entonces, como una luz, recordó algunas de las palabras que había podido escuchar decir a sus padres en el sueño.
- Mary...- Llamó a su hermana, en susurros. Sabía que no se había dormido todavía. En efecto, contestó.
- Dime, Ib.- Con voz soñolienta, Mary rodó hacia un su izquierda, para poder mirar a su hermanita.
- Acabo de recordar algo de mi sueño.- Dijo ella.
- ¿Y qué es?
- Pues... Mamá decía algo de... una exposición... de un tal...- intentó recordar el extraño nombre.- Guertena. ¿Te suena?
La cara de Mary palideció, y sus ojos se abrieron del todo. Aún así, debido a la oscuridad, Ib no lo notó. Simplemente se quedó esperando una respuesta.
- Eh... ¿Guertena, diceS?- Ib notó como la voz de su hermana temblaba un poco, pero lo denotó al cansancio.
- Exacto. Guertena.
- Pues... no. No me suena de nada.
La castaña suspiró, decepcionada.
- Hmmm... pues entonces ya no sé que pensar. ¿Seguro que no hemos ido a ninguna exposición de un artista llamado Guertena? Eso tendría sentido... mamá siempre nos ha llevado a muchas galerías de arte...
- Si, segura.- Mary, sin darse cuenta, hablaba un poco más rápido de lo habitual.- Matís, Loutrec, Picasso... hemos ido a exposiciones de todos ellos, pero... ¿Guertena? Es la primera vez que lo oigo, ese nombre.
- Ya veo... pues ya no tiene sentido.
- ¡Claro que no tiene sentido, Ib! ¡Tan sólo era un sueño! Los sueños no tienen sentido. Nunca.
- Supongo que tienes razón...
Se hizo el silencio de nuevo. Mary se relajó al ver que había desviado la atención de Ib. Entonces, tuvo un plan para hacer que se olvidara del todo.
- ¡Ib!- Mary se incorporó rápidamente.- ¡Ya lo tengo!
- ¿Eh? ¿Ya te suena Guertena?- Dijo ella, sobresaltada.
- ¡No, tonta!- Mary saltó con rapidez al suelo y acto seguido se metió en la cama de su hermana.
- Ma... ¿Mary?- Ib se sobresaltó al notar a su hermana acurrucarse contra ella.
- ¿Has tenido una pesadilla, verdad? ¡Entonces, lo mejor que podemos hacer es dormir juntas!
- Pero mamá se enfadará como nos vea así mañana por la mañana, y... ¡ay!- Ib gritó al estar a punto de caerse de la cama.- ¡Aquí no cabemos las dos!
Mary rió, y se aferró a ella más fuerte, para desgracia de Ib.
- ¡Mary, por favor! ¡No toques ahí, por favor!- Imploró la morena al notar como la rubia se aferraba a sus pechos.
- Ups, lo siento...- Mary retiró la mano rápidamente, con una risilla.- Pero no pasa nada, tampoco tienes~
- ¡Eso es mentira! ¡Claro que tengo! ¡Eres tú, que tienes demasiado! ¡Por favor, vete a tu cama!
- ¡No! ¡Mi hermanita querida ha tenido una pesadilla y yo dormiré con ella! Y ahora calla, o despertarás a mamá.
Ib, resignada, calló y cerró los ojos, esperando hallarse en el suelo nada más se despertara a la mañana siguiente.
Por su parte, Mary se reía interiormente.
Ya se aseguraría ella de que no volviera a soñar con nada relacionado con "El Gran Guertena".
Un poco corto, pero... es que esto es como el prólogo 3
Pronto los capítulos empezarán a ser máaaaas largos~ Espero que me leáis :3
MARY ES MUY MALA! D: (No es que sea spoiler, es lo que yo pienso xDD)
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Nos olemos~ :B
