Hola! La idea aqui es hacer varias historias pequeñas con diferentes personajes. Para empezar, hagamoslo con Lovino y Antonio (Italia del Sur y España).
Cronica 1
Tomatina
Verano. Plena época de la despreocupación.
Antonio aspiro profundo el aire del verano. Ante él, las relucientes plantas de tomate rendían frutos a su esfuerzo.
-¡Mira Lovino! Este año han crecido grandes y fuertes- dijo casi en un llanto, sin poder creer cuando maduraron sus bebes.
-Ah…- pero la única respuesta del niño que lo acompañaba fue un quejido y luego un bostezo, sabía bien que ante tanta admiración, seguía el duro trabajo de recoger los tomates.
-¿Quieres empezar por el otro lado?- miro al niño, de cabellos castaños, que le devolvió un gesto de mal gusto.
Antonio suspiró:
-Dime porque eres así, Lovino. Tu hermano del Norte es todo un artista. Incluso viviendo como esclavo en la cada del estirado de Roderich Edelstein- dijo pronunciando en forma de burla aquel nombre- es feliz trabajando duramente.
-¡Púdrete!- le gritó el pequeño, corriendo hacia el otro lado.
Perdiendo la esperanza de que el crío le haga caso, va hacia su sector. Sabe que la vida del pequeño ha sido dura desde que su abuelo los dejo a él y a su hermano. Debieron soportar el acoso de los otros. Y eso de seguro lo marcó. Pero por alguna razón su par no se convirtió en un haragán grosero y mal hablado.
En eso pensaba mientras seguía recogiendo los tomates. Uno por uno, haciéndosele la boca agua, imaginando todos los platillos deliciosos que podría preparar más tarde, incluyendo la pasta napolitana que Kiku Honda le enseño a cocinar hacia unos meses atrás.
-Tal vez lo que le falta a Lovino es un poco de cultura…- se decía a si mismo mientras miraba sus tomates. Entonces sonrío- A él siempre le gusta divertirse y ser grosero…- su sonrisa se volvió aun más amplia- Ya se que hacer contigo, niño.
***
Mientras tanto, Lovino se escabulló entre los tomates, buscando algo de sombra. Faltaba mucho para las dos de la tarde, la única actividad en la que no se quejaba y hacia tan puntual como Antonio: la siesta.
Se dejo cae ente unas hojitas y suspiró, para luego bostezar amplia y ruidosamente.
Hacia tanto calor… ¿Cómo podría tener ganas de trabajar? Ni modo.
-Antonio idiota…- mascullo, acurrucándose para dormir.
***
-¡Lovino Romano Vargas!- el grito de Antonio despertó al niño de un sobresalto.
El pequeño se quedo mirándolo:
-¡Idiota!- le devolvió el grito.
Pero esta vez no siguieron los reproches. Hubo un silencio y cuando el niño miró a su cuidador, recibió un tomate en la cara.
-Jeje… si hubieras trabajado más, ahora tendrías tomates que arrojarme. Pero como no, te ensuciaré hasta cansarte.
El niño se lo quedó mirando sorprendido y luego hecho a correr.
-¡Vamos! No seas cobarde, Romano- reía mientras iba detrás de él, arrojándole más tomates- ¡Es divertido!
-¡No lo es! Déjame en paz… ¡Idiota!
Antonio se ocupo de seguir al niño, hasta quedarse sin tomates (por supuesto que reservó muchos más para la comida). Sólo entonces se detuvo.
-Ah.. ah… Vamos Lovino, ya fue suficiente. Regresemos a mi casa…
Pero no escuchó respuesta. El pequeño se había escondido y no pensaba salir.
Lovino habia encontrado el lugar perfecto en un campo de flores. Ahí terminaban los territorios de Antonio y no podría acercarse, pues a pesar de ser tan despreocupado, jamás se atrevía a cruzarse de los límites.
El pequeño suspiró:
-Idiota… ya me las vas a pagar, cretino…- maldijo- Ahhh ¡Tengo hambre!- chillo.
Lovino se tomó su pancita y agachó la cabeza, regresando a su casa. Desde que su hermano había caído esclavo, tenía todo ese territorio para él solo… pero no significaba que fuese divertido. Totalmente desamparado, no tenía más que depender de Antonio.
-Sigh…- suspiró, escuchando como su estómago gruñía.
Se sentó sobre una roca, frente a su casa, que casi yacía en ruinas. Todo era tan triste en ese lugar.
Entonces escuchó a alguien venir por detrás y frunció el ceño:
-¡¿Antonio, idiota?! Ya no me fastidies…
Pero no fue la voz de él la que escuchó:
-Jeje… Antonio no esta aquí…- ese acento no sonó para nada español…
Coninuará...
