Hola!, el dia de hoy vengo con una historia nueva (: espero y la disfruten =3
Las nuevas generaciones surgieron con mucho más interés por lo desconocido, con una pregunta rondando en sus cabezas: ¿Por qué? Y dispuestos a todo por conseguir la respuesta. Los avances tecnológicos así como los descubrimientos mejoraron, pero para el hombre esto no fue suficiente…
La avaricia, el poder y el deseo de expandir sus territorios y convertirse en una de las grandes potencias del mundo, crearon disturbios entre las naciones.
Los tratados de paz se fueron rompiendo, muchos países cayeron, esto se convirtió en una guerra mundial, donde solo el país con más capacidad, dominaría todo.
Pero aun así muchas personas actúan de una manera despreocupada, tratando de ser felices a pesar de la guerra…
-Noventa y nueve, cien, listo o no haya voy- decía un pequeño niño de cabellos grises algo despeinados. –Shuuya, ¿Dónde estás?- comenzó a buscar a su compañero de juegos en el enorme jardín lleno de árboles cubiertos de nueve.
-Shuuya, Shiro, vengan- a lo lejos una voz dulce los llamaba
-Vamos Shiro, el juego termino- un niño de cabello puntiagudo color crema salió detrás de un árbol y tomo al peli gris de la mano comenzando a caminar.
Llegaron a la entrada de una humilde pero hermosa casa con un techo blanco a causa de la nieve.
Una bella mujer los esperaba en la puerta color caramelo.
-¿Qué pasa mamá?- pregunto el peli crema
-Hijo… tu padre y yo necesitamos hablar contigo... a solas- respondió la mujer desviando la vista hacia el peli gris.
-Bueno, iré a ver cómo sigue Atsuya, se quedó un poco enfermo esta mañana- habló rápidamente. –Nos vemos Shuuya- trato de soltar el agarre que aún mantenía con su compañero de juegos, pero este le impidió soltarse apretando más su mano.
-Lo que tengan que decirme, Shiro también lo puede saber- dijo con un semblante serio.
-Está bien, pasen- entraron a la casa y en la sala se encontraba un hombre de cabello negro y lentes que estaba sentado leyendo el periódico
-Shiro, buenos días- habló sin despegar la vista de su lectura.
-Buenos días señor Goenji- respondió algo cohibido
-Papá, Shiro se quedara, así que lo que tengan que decirme él lo puede escuchar
-¿Estás seguro Shuuya?- Por primera vez el hombre despegó la vista del periódico, mirando a su hijo fijamente
-Sí- contesto muy seguro de sus palabras
-De acuerdo, siéntense- dijo mientras señalaba el sillón que estaba frente a él.
-Hijo…- habló su madre. –Esto no es fácil para nosotros… Shuuya, nos mudaremos- al decir esto los ojos del pequeño peli crema se abrieron de la sorpresa. Pero la reacción del otro pequeño fue muy diferente.
-¡qué bien!, ¿No crees Shuuya?, ahora viviremos más cercas, ¡qué bueno! No tardare tanto para verte- El niño sonrió emocionado, sus ojos reflejaban una ilusión enorme.
-No Shiro, es todo lo contrario, nos iremos lejos- dijo el hombre
-Bueno… tardare más en llegar a tu casa, pero no importa- el pequeño sonreía mientras veía a su amigo
-No mi amor- hablo la mujer con mucha dulzura en su voz. –Viviremos en la ciudad Inazuma, el papá de Shuuya fue transferido al hospital general de Inazuma
La mirada del pequeño cambio, su sonrisa se había desvanecido y tenía una expresión de tristeza en el rostro.
-¿Por qué tienen que irse?... no… ¡no es justo!- sus ojos se cristalizaron y salió corriendo de la casa
-¡Shiro!- grito el pequeño Goenji mientras salía detrás de él.
-Shu…- la madre de Shuya intento llamarle pero el hombre no se lo permitió.
-Déjalos, tiene mucho de qué hablar
-Pero está oscureciendo- hablo la mujer preocupada
-Nuestro hijo es un chico responsable, regresara antes que anochezca
-¿y si no regresan?
-Entonces yo mismo saldré a buscarlos
-¡Fubuki!, si él llega antes de que los niños regresen se alarmara
-Llámales y diles que Shuuya quiere pasar su última noche aquí con Shiro, que nosotros lo llevaremos mañana temprano antes de irnos
-De acuerdo- La mujer hiso lo que su marido le pidió. Tomo el teléfono y comenzó a llamar a los padres del peli plateado.
En el bosque…
-¡¿Shiro? ¡Esto no es un juego, sal ahora!- gritaba el peli crema. –Shiro…- mientras más se adentraba en el bosque más ruidos extraños comenzaban a escucharse. -¿Shiro?...- Cuando calló un sollozo comenzó a oírse. Shuuya camino a toda prisa hacia el lugar donde provenían, conforme se acercaba se daba cuenta del lugar al que iba.
Llego a un pequeño arrollo que había al otro lado del bosque y vio al peli plata. Este al estar de espaldas no se dio cuenta de su presencia. Se encamino posándose detrás de él.
-Shiro…- el nombrado pego un pequeño brinquito del susto, levantándose rápido y volteando a ver a quien lo llamo, cuando lo vio comenzó a llorar nuevamente. –Shiro, no llores…- trataba de calmarlo, pero entre más le decía más lloraba.
-No quiero… no quiero que te vayas- decía el pequeño entre llanto. –Te olvidaras de mí…
-No Shiro, yo jamás me olvidare de ti, seguiremos siendo amigos a pesar de todo, jamás te olvidare
-Lo… ¿Lo prometes?- pregunto el pequeño tratando de parar las lágrimas que salían de sus orbes grises azulados
-Lo prometo- dijo mientras le revolvía los cabellos. –Ahora regresemos a casa antes de que oscurezca y nos perdamos- tomó la mano del más pequeño y comenzaron a caminar.
Regresaron a la casa del peli crema, se instalaron en su cuarto y se fueron a dormir.
A la mañana siguiente…
-Shiro, despierta- decía Goenji mientras movía al otro
-Mmm…- el pequeño despertó tallándose los ojos con la mano. –Buenos días Shuuya- dicho esto sonrió melancólico.
-Shiro… si sigues con esa cara me iré preocupado…- decía su amigo mientras lo veía con remordimiento
-Lo siento… es que… te voy a extrañar…- el pequeño comenzó a llorar nuevamente
-Fubuki no llores…
-¿Fubuki?- eso fue el detonante que hiso que llorara con más fuerza, su amigo jamás lo había llamado por su apellido.
-No… no llores- Shuuya no sabía cómo lograr que el otro parara de llorar. –Me pondré triste si sigues llorando- y como por arte de magia el peli gris paro de llorar
-Lo siento…
-¿Están listos?- la madre de Goenji entro por la puerta
-Sí, enseguida bajamos- dijo el peli crema. –Vamos Fubuki- dicho esto comenzó a caminar hacia la salida
Shiro lo siguió, subieron al auto, después de unos diez minutos de camino este se detuvo frente a una casa pequeña, el señor Goenji se bajó y le abrió la puerta a Shiro.
-Bueno, ya llegamos- dicho esto por el señor, Fubuki bajo del auto seguido por Goenji, cuando ambos se encontraban afuera un hombre de cabello gris oscuro con lentes, junto a una mujer muy hermosa y un pequeño niño de cabello rosa pálido.
-Goenji, gracias por traer a Shiro de vuelta- dijo el padre del peli plata
-No, gracias por dejarlo quedarse con Shuuya, esto ha sido muy difícil para ellos
-Lo sé, es una lástima que tenga que irse
-Si… bueno, tenemos que irnos que el viaje es largo, Shuuya cinco minutos- dijo su padre mientras entraba al auto
-Buena suerte- hablo el señor Fubuki
-Adiós Fubuki- digo Goenji mientras le sonreía
-Adiós- contesto un mormado y pequeño peli rosa
-No te decía a ti- contesto
-¿Desde cuándo le dices Fubuki a Shiro?
-Desde cuando tu voz suena como silbato-
-¡Repite eso puercoespín parlante!-
-Con mucho gusto voz de silbato descompuesto
-Shuuya, Atsuya ¡basta!- hablo el pequeño Shiro
-Tsk- fue todo lo que salió de la boca de Atsuya
-Aunque no lo creas te voy a extrañar silbato andante- dijo Goenji con una sonrisa algo arrogante
-Yo también arbusto parlante- dicho esto ambos estrecharon su mano con una sonrisa en el rostro. –Y más te vale no conseguirte un mejor amigo o le romperás el corazón a Shiro y si eso pasa yo me asegurare de romperte la cara y dejarte sin descendencia
-No te preocupes, no pasara, Shiro es mi mejor amigo y lo será siempre-
-Por esta vez te creeré- entro a la casa dejando a los dos mejores amigos.
-Te extrañare Fubuki
-Yo también Goenji- ambos sonrieron para después darse un abrazo, deshecho por el clac son que indicaba que la hora de partir había llegado.
Goenji comenzó a caminar, pero fue detenido por la voz del otro
-¿Algún día nos volveremos a ver?
-Es una promesa- dijo mientras levantaba el pulgar y sonreía
-Una promesa- secundo el otro mientras imitaba el gesto
Y así, Goenji subió al auto y se fue, dejando la promesa de volverse a encontrar con su mejor amigo, algún día.
Tal vez una pregunta puede surgir de esto: es yaoi?, bueno no sabria decirles, eso se los doy a escojer a ustedes, si desean que lo sea o simplemente que sean buenos amigos.
Acepto comentarios criticas, sugerencias, un sandwish (tengo hambre :/), depocitaciones a mi cuenta bancaria: 937490273 (jajaja xP) lechugazos (tomatasos no porque no me gustan los tomates), peticiones, criticas constructivas, opiniones, si algun personaje en particular aparesca, o cualquier otra cosa.
Como ultimamente he visto que todos ponen preguntas en sus fic yo no quise quedarme atras asi que aqui estan las preguntas!
1.- Que pasara con Shiro ahora que Goenji no esta?
2.- encontraran un mejor amigo?
3.-Atsuya se recuperara de su gripe?
4.-Que creen que ocurra en el proximo capitulo?
5.-Que personajes creen que salgan?
creo que no soy buena con esto de las preguntas -.-'''
Muchas gracias por leer espero leerlas pronto cuidense byye!
