El Mejor Día De Harry Potter

Harry podía sentir el sudor en la parte trasera de su cuello, durante todo el día el nudo en su estómago venía matándolo poco a poco y estar frente a esta puerta sin poder juntar el valor para hacer algo no ayudaba mucho. El ojiverde suspiró y pasó ambas manos por su cabello.

Puedo hacer esto – Se dijo con convicción a sí mismo – Vamos Potter – El moreno asintió y tocó el timbre de la puerta. Inmediatamente escuchó pasos acercarse y sintió sus manos sudar. Tragó saliva y vio al padre de Hermione abrir la puerta frente a él.

Harry, que gusto verte – El señor Granger parecía sorprendido, pero su sonrisa era acogedora.

Buenas tardes, señor Granger – Harry apretó la mano que el castaño le ofreció.

Adelante – Harry sonrió y pasó al interior de la casa. El ojiverde sintió el calor del hogar que albergó los primeros años de Hermione y su cuerpo comenzó a relajarse - ¿Qué te trae por aquí, Harry? – Ambos se observaron y cuando el aludido iba a responder la señora Granger apareció desde la sala.

¡Harry! – El ojiverde se volteó y sintió los brazos de la señora Granger – Que agradable sorpresa – Cuando se separaron el moreno le sonrió.

Es un gusto verla, señora Granger –

¿Y Hermione? – La señora Granger recién parecía notar la ausencia de su hija.

Ehm, vine solo yo – Harry volvió a sentir el nerviosismo en su cuerpo.

Oh – La señora Granger se acercó hasta su marido – Bueno, vamos a la sala… de seguro debes estar congelándote, está haciendo mucho frío – Los tres ingresaron a la sala y Harry se sentó donde acostumbraba sentarse cuando venía con Hermione.

Un poco – Harry les sonrió.

Déjame traerte un poco de café – La señora Granger se dirigió a la cocina.

Gracias – El señor Granger lo observó durante unos segundos y Harry aclaró su garganta – Se debe estar preguntando que hago aquí –

Sí, pero estaba esperando a que tú me lo dijeras – Harry asintió y la señora Granger volvió de la cocina con el prometido café para el ojiverde.

Ten, Harry –

Gracias – El moreno bebió un poco del cálido líquido y finalmente suspiró dejando la taza en la mesa de centro – Supongo que ya es hora de decir por qué estoy aquí – Los dos señores Granger lo miraron expectantes – Como sabrán, hace unos meses Hermione y yo cumplimos tres años de relación. Y obviamente, lo mío con Hermione es algo serio – Harry tragó saliva – Es por ello que vine para acá. Creo que ya es tiempo de hacer esto y, bueno no puedo dar el próximo paso sin consultarles antes a ustedes – El señor Granger sintió como su esposa apretaba su mano y Harry se levantaba de su asiento – Señor y señora Granger, amo a su hija desde hace mucho tiempo y estoy completamente seguro que lo seguiré haciendo por el resto de mi vida. No me puedo imaginar mi vida sin ella y quiero que sea mía por el resto de ella. Así que… quiero pedirles su autorización para casarme con Hermione – Harry los observó y podría jurar que los tres podían escuchar el fuerte latir de su corazón. La señora Granger soltó la mano de su esposo y también se levantó de su asiento, el ojiverde tragó saliva.

Bienvenido a la familia, Harry – El moreno sintió nuevamente los brazos de la mujer, se permitió suspirar y corresponder el abrazo con una sonrisa en su rostro – No sabes lo feliz que me hace esta noticia – La señora Granger se separó y también le sonrió – Siempre supe que tú eras el indicado para Hermione –

Gracias, señora Granger – De pronto el señor Granger también se puso de pie y luego de unos segundos le dio una de sus acogedoras sonrisas, esas que eran tan similares a las de Hermione.

Por supuesto que tienes nuestra autorización, hijo – Harry asintió – Hermione me mataría si no te la diera de todos modos – La señora Granger lo golpeó en el brazo suavemente - ¿Qué? – Los tres sonrieron – Empieza a acostumbrarte, Harry. Así son todas las mujeres Granger – El moreno rio.

Creo que puedo lidiar con eso – Finalmente el señor Granger también le dio un abrazo.

Te veías bastante nervioso, ¿Acaso creías que nos íbamos a negar? – La señora Granger lo miró fijamente.

No… es decir… en realidad no sé. Esperaba que se alegraran y todo, pero también debía prepararme para otra respuesta – El señor Granger bufó.

No creo que una negativa de parte de nosotros te hubiera detenido, si el tal Voldemort no pudo detenerte, dudo que un no lo hiciera – Harry pasó una mano por su cabello.

Tendría que haber usado varias técnicas de convencimiento – Harry asintió.

¿Y cómo reaccionó Hermione? ¡No puedo creer que no haya venido contigo! – El ojiverde sonrió.

No vino porque no sabe –

Oh – Ambos Granger abrieron un poco sus bocas - ¿Y cuándo piensas preguntárselo? – La señora Granger se acercó un poco más a él entusiasmada.

Mañana – Harry los observó a ambos – Tengo planeado algo especial, ya saben, no es como si todos los días le pidiera a la mujer de mi vida que se case conmigo – La señora Granger sonrió como desquiciada al escuchar a su futuro yerno.

De seguro Hermione va a estar feliz – El señor Granger puso una mano sobre su hombro – No tienes de que preocuparte – Harry suspiró.

Eso espero, quiero que sea perfecto para ella – Los tres siguieron conversando por unos momentos más, hasta que Harry decidió que ya era hora de volver a casa.

Fue un gusto verte, Harry – El señor Granger le sonrió mientras su esposa lo abrazaba desde la cintura. El ojiverde no pudo evitar pensar en lo mucho que quería que él y Hermione se vieran así de felices en un par de años más.

Por favor dile a Hermione que me llame inmediatamente después de la propuesta, no podemos perder tiempo para organizar la boda – Harry sonrió ante las palabras de la señora Granger.

También fue un gusto verlos y le aseguro que le diré a Hermione que se comunique con usted si es que acepta – El señor Granger rodó sus ojos.

Por supuesto que va a aceptar, no estés nervioso – La castaña le sonrió.

Supongo que solo queda preguntar – Ambos Granger asintieron – Muchas gracias, a los dos. Les prometo que voy a hacer a Hermione muy feliz –

Ya lo sabemos, Harry. Siempre la haz hecho muy feliz – El señor Granger también le sonrió y el ojiverde asintió.

Nos vemos – El ojiverde se despidió con la mano.

¡Suerte! – Harry comenzó a alejarse y sintió como la puerta se cerraba. Se volteó y observó por última vez la casa Granger, suspiró y comenzó a caminar con las manos en sus bolsillos. Esperaba que Hermione estuviera la mitad de feliz que sus padres con la noticia. No podía esperar a que la castaña fuera su mujer, sin duda ese sería el mejor día de la vida de Harry Potter.


Notas de la Autora: ¡Hola! ¿Cómo están? Espero que muy bien, bueno aquí les traigo un nuevo fic. Este es mucho más feliz que el anterior, ya que noté que muchos de ustedes estaban sofocados en drama con I Can't Stay Away. Así que este es un regalo para todos ustedes amantes de las historias felices y libres de drama. Este es algo corto y tenía pensado hacer una segunda parte, pero solo si ustedes lo desean… así que por favor si quieres una continuación házmelo saber en un review.

No sé si algunos de ustedes es Chileno, pero si lo eres de seguro debes estar al tanto de los horribles acontecimientos ocurridos en nuestro país, así que también aprovecho este espacio para mandar un saludo a todos mis compatriotas. ¡Fuerza Chile! Juntos saldremos del desastre que dejó el terremoto =).

Sin más que decir les mando un beso y abrazo apretado a todos los que se dan el tiempo de leer mis creaciones.

Hasta pronto!

Cata.