Resumen: Itachi Uchiha es un hombre conforme con su vida, con los altos y bajos momentos, su máxima prioridad era su trabajo, al que le dedicaba casi todas las horas de su vida y estaba conforme con ello, su vida era rutinaria e increíblemente le gustaba eso. No contó con que una chiquilla de pelo rosa lo arruinaría todo volviendo su vida un caos constante.
Advertencia: Mundo alterno, un poco de Oc y OoC.
Declaimer: Esta historia es completamente mía, los personajes obviamente NO me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto.
Huracán rosa
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Prologo
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Uchiha Itachi observó el reloj en la pared del comedor. Seis con treinta marcaban y aunque para muchos aún fuera temprano para él marcaba un retraso. El constante sonido del tic-tac comenzaba a molestarlo. ¿Dónde demonios estaba su hermano?, él debía de estar acompañándolo en el desayuno como todas las mañanas desde hace media hora.
—Itachi-sama, su hermano ya se ha marchado —le informó Hana, la sirvienta, mientras entraba en el silencioso comedor. La mujer notó como Itachi deformaba su rostro, claramente molesto.
—¿Con Naruto? —preguntó el Uchiha en tono acusador.
—No lo sé Itachi-sama, cuando fui a la habitación de Sasuke-san ya no se encontraba —le contestó evitando ver el rostro de éste. Hana sabía que cuando Itachi se molesta lo mejor era evitar confrontarlo a los ojos, de lo contrario él se molestaba más ya que creía que era una frenta.
El pelinegro resopló con molestia.
—Entiendo, puedes retirarte Hana.
En el momento en el que la mujer salió nuevamente del comedor, Itachi crispó sus puños sobre la amplia mesa de caoba. Su hermano menor se comportaba como un mocoso malcriado últimamente. Ya no paraba en su hogar, se la pasaba de arriba abajo con su amigo, y aunque eso era comprensible para él, porque estaba en plena adolescencia, su falta de respeto hacia él y en los problemas que se metía no lo eran.
Sus padres los habían educado y disciplinado muy bien, que Sasuke se comportara de esa manera era simplemente inaceptable.
Observó la bandeja de plata sobre la mesa, en la cual había una fuente con muchas frutas, un vaso de zumo de naranja, una taza de café y una cesta con una pequeña variedad de panes. A pesar de que todo lucía sumamente apetitoso, no le provocaba el más mínimo deseo de tomar algo. Se encontraba realmente frustrado con su hermano menor.
Itachi era consciente de que desde la muerte de sus padres, Sasuke había adoptado una actitud de cuidado, y de que recientemente comenzaba a abrirse del caparazón en el que se había encerrado, todo con la ayuda de su amigo Naruto. Incluso para él mismo había sido algo difícil superar su trágica perdida, pero se obligó a ello.
Nuevamente volcó si vista a la bandeja y decidió coger la taza de café y le dio un sorbo, sin una gramo de azúcar y muy cargado, tal y como le gustaba pensó al darle otro sorbo. Respiró profundamente el olor amargo que salía de la caliente taza.
Era una mañana con bajas temperaturas y hacía un frio que calaba en los más profundo de su ser, ni el calor de la estufa o el del café le alcanzaba para calentarse un poco. El cielo estaba completamente gris, tanto que parecía que pronto caería una tormenta. Era un clima atípico en Konoha, bastante considerando que era primavera.
Itachi decidió darle un vistazo al periódico enrollado a un costado de la bandeja, no encontró nada interesante que leer así que lo dejo donde estaba justo en el momento en el que terminó su café.
No queriendo perder más tiempo salió de la casa. Su auto ya estaba estacionado en la calle y el portero corrió a abrirle la puerta.
Itachi partió aún quebrándose la cabeza con su hermano. Las calles estaban llenas y eran intransitables, el estrés diario hacía mella en él.
El vibrar de su celular lo distrajo de sus pensamientos y rápidamente contestó.
—Itachi-san, soy la secretaría de Tsunade-san. —Él ya veía venir el problema. Tsunade era la directora del colegio de su hermano.
—Lamento molestarlo tan temprano, pero Sasuke Uchiha volvió a causar problemas. —Itachi dejó caer su cabeza pesadamente en el volante—. Necesitamos su presencia urgentemente.
—Entiendo.
Itachi esperaba que el pesado transito se aligerara un poco pero era imposible avanzar o retroceder, en una de las esquinas viró en secó apenas hubo un espacio, para su suerte los coches avanzaban más rápido y tras a travesar unas calles el transito era completamente fluido, lastimosamente continuaba haciéndose más tarde por lo que decidió acelerar.
Itachi era un gran conductor y nunca había sufrido accidente alguno, pero ahora estaba pensado en lo molesto que estaba con su hermano.
¡Sasuke no era un niño para comportarse tan negligentemente!
Itachi continuaba acelerando, aún cuando vio la esquina en la que debía doblar para llegar a la institución de su hermano. Dobló la esquina en seco nuevamente a penas divisando un destello rosa que a travesaba la calle.
Segundos después se escucharon el fuerte rechinido de las llantas de su auto.
Continuara.-
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A/N: Sigo desempolvando viejas historias que tenía y no subí por alguna razón. XD
