Disclaimer:Los personajes de Free! Son propiedad de Kōji Oji, Hiroko Utsumi y KyoAni y Aviso: Este fanfiction participa en el Reto: "Recuerdos de la Niñez" perteneciente al Foro Iwatobi swim Club.

¿Te acordaras de mí?

Este Fic es la Contraparte de ¿Cómo te Conocí?

Palabras: 396

Era ya final de la tarde, un ocaso destellante se podía ver por la ladera de aquella área urbana de Iwatobi, por una calle van caminando dos adolecentes que guardan un amor mutuo, pero aun así, un amor en secreto.

Nagisa miraba la espalda de aquel joven de azul cabellera que le acompañaba hasta su casa, por alguna razón, era la primera vez que el pequeño rubio caminaba con prudencia, siendo preso del sigilo y la mudez.

Llegaron a la entrada de una casa con un hermoso umbral, era muy atrayente, tanto como el joven que caminaba en su frente.

Nagisa se despidió del peliazul, quedándose de pie ante su puerta, observando a su amor secreto, y por un momento se cuestiono — ¿Te acordaras de mí?

Un recuerdo de infancia invadió su mente, un recuerdo sigiloso de cuando conoció a su primer amor

Tenía apenas la edad de iniciar sus recuerdos, cuando por cosas del destino a una distancia no marcada, pudo ver a un pequeño joven de grandes gafas dormirse en su balcón, era un joven de tez blanca, pelo azul y hermoso perfil para dormir.

No podía evitar sentir interés por aquel niño, notar como su corazón empezó a latir con rapidez con tan solo mirarlo, no podía evitar pensar que fue amor a primera vista.

Busco una manera de acercarse a él, una excusa, un buen motivo, pero a pesar de ser tan confiado en si, por alguna razón su corazón le impedía dejarse llevar por sus instintos.

Se acerco a sus hermanas buscando un consejo, para encontrar solo la idea y el chantaje para ser vestido como una niña.

Se fue con el vestido, dos coletas y una idea, no le importo ser visto de aquella manera, y salió en búsqueda de aquel niño que le había robado todo con una mirada.

Lo llamo, grito a todo pulmón buscando su atención, encontrándose con la mirada azulina de aquel niño.

Logro invitarle a jugar, logro tomar su mano y comprobar que él era real. Pasaron toda la tarde jugando, creando recuerdos el uno del otro, pero los recuerdos que Nagisa pensó crear en el, al parecer se habían desaparecido con el tiempo.

Ahora, en la entrada de su casa, Nagisa le observa partiendo de su lado, queriendo contarle sobre el pasado, pero aun más importante preguntándose a sí mismo — ¿Te acordaras de mí?

Fin