"Los personajes de Kazemakase Tsukikage Ran son de Akitaro Daichi."

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Gris se mueve lentamente por la espesura del bosque, va con el viento que es una caricia y con las aves que entonan dulces melodías que apaciguan el alma.

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Arcoiris camina entusiasta, el sol en lo alto le acompaña y le invita a la diversión. Se desplaza de un lado a otro, a veces dando saltos, apareciendo y desapareciendo de pronto, sonriendo y cantando.

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Gris no tiene grandes pretensiones, ni desea malgastar energías. Se basta con lo que la naturaleza le ofrece, se deja llevar con la corriente y disfruta de ello segundo a segundo.

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Arcoiris desea algo más en su vida, pero no se abruma. De tanto en tanto se pierde en su mundo de fantasías que le llevan a supuestos paraísos inalcanzables.

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Gris no siempre es moderado; es blanco y negro, y en ocaciones -cuando es fuerza hacerlo- abandona su pasividad para entregarse a la justicia o al vicio, dependiendo de qué se trate. Sin embargo, jamás deja de ser sagaz.

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Arcoiris está lleno de tonalidades, como tal es casi su personalidad. No obstante, mantiene siempre intacto su positivismo y honestidad.

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Gris sabe y cuida de ese cándido corazón que caracteriza a Arcoiris, quien a su vez -aun en su ingenuidad y espontaneidad- comprende y complementa a Gris.

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Arcoiris y Gris, tienden a estar adyancentes entre sí. Y cuando lo hacen, se convierten en una paleta completa de colores. Ello trae consigo un universo entero de posibilidades y oportunidades; nace el poder-hacer a gusto, se vuelven invencibles e inseparables.

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Cuando el cielo enciende sus velas y la luna se transforma en testigo y poesía, su yuxtaposición se perfecciona: se mezclan una y otra vez, se inventan y reinventan, se juntan y sufren una metamorfosis, pintando habitaciones en éxtasis de su pasión.

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Gris y Arcoiris perciben el mundo en que viven bajo un manto de incertidumbres. Y aunque no se oprimen demasiado en nimiedades, prefieren mantenerse así como están...

Sobre ese lienzo que se tiñe de Gris - cual nubes que anuncian tempestad para luego traer la calma- y ese Arcoiris que traza líneas, puntos y formas, de todos tamaños y colores, haciendo de sus vidas el paraíso sobre la tierra.

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Fin.


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