Este es el primer fic de Dr. House que escribo, no tenía la intención de publicarlo pero cierta fuerza me impulso a hacerlo y aquí está.
Tengo ciertas advertencias:
- Este es un fic que contendrá en un futuro a mi pareja favorita, House/Chase, así que voy diciendo que si no les gusta no lean
- Y, en realidad no tengo ningún conocimiento de medicina, así que probablemnete en el futuro van a leer síntomas que no encanjan con las teorías que dan, o tratamientos que no tienen nada que ver con la enfermedad, pero seamos sinceros, si no estudiamos medicina, no tenemos idea la mayor parte del tiempo que dice House, así que espero que no haya mayor problema con eso, y si un estudiante de medicina lee esto mis disculpas XD.
"ENCANTO INGLÉS"
Capítulo 1
- Disculpe, es usted el Dr. House? Las enfermeras me dijeron que él usaba bastón – preguntó una mujer que no pasaba de los 30 años. Demasiado feliz y despreocupada como para tener algo malo.
- Bueno eso es algo que Dr. House y yo tenemos en común, pero el Dr. House tiene además un serio problema con las drogas, a veces no viene en semanas – respondió con una gran sonrisa de falsa cordialidad mientras reanudaba su camino dejando atrás a una descolocada mujer.
El día había empezado bien, bastante bien a decir verdad, no hacía tanto frío como en las semanas anteriores; las calles estaban limpias de nieve, lo que le permitió conducir nuevamente su motocicleta y dejar de usar el transporte público; tenía café caliente, cortesía de una pareja enamoradiza que preferían comerse las caras antes de cuidar sus cosas; y el dolor en su pierna había disminuido considerablemente, de hecho desde que despertó esa mañana solo había tomado dos pastillas, lo que se convertía en un nuevo record, teniendo en cuenta que para esa misma hora, 10:30 am, ya debería ir por su cuarta o quinta.
Pero como la vida le había enseñado cruelmente, todo lo bueno, nunca dura demasiado.
- House!
La voz autoritaria y el ruido de tacones altos eran suficientes para que toda la felicidad se disipara, ahora la mente de House trabajaba al cien por ciento con el único fin de escapar de su jefa.
- House!... House!
El sonido de una campanada llamó su atención, era el ascensor, "perfecto" – pensó House, lo único que necesitaba era alcanzar el ascensor y presionar el botón que separaba el infierno de la salvación.
- Sé que puedes escucharme! – reclamaba la directora del hospital mientras caminaba decidida rumbo al ascensor, definitivamente había elegido un pésimo día para usar sus nuevos zapatos, que dicho sea de paso la estaban matando.
"Un poco más, un poco más" – pensaba House por su parte, faltaba solo un poco más para que pudiera llegar al ascensor, solo tenía que seguir con esa velocidad y no mirar atrás, aunque pensándolo mejor si lo hacía, había un chance de que Cuddy se convirtiera en piedra, y digamos que eso era algo que resolvería sus problemas, por otro lado de no convertirse en piedra, no habría forma de que luego pudiera poner como excusa que no la había visto.
En fin, por esta vez creía que no tendría que usar esa técnica, después de todo estaba completamente seguro que un hombre cojo con bastón era más rápido que una superficial jefa con tacones dolorosamente nuevos, "solo un poco más"
Pero la vida no es así de fácil.
Un residente subió al ascensor.
- Detén el ascensor!!! – gritó House
- No se te ocurra detenerlo!!! - gritó por su parte Cuddy, no pensaba dejar escapar a House mucho menos cuando le había echo perseguirlo por todo el hospital usando esos malditos zapatos.
- Ese ascensor está en cuarentena, sí te quedas ahí por mucho tiempo tu piel empezará a caerse, todos tus órganos explotarán y morirás – advirtió House, viendo con algo de sorpresa como el hombre por un momento pensaba que lo que decía podía ser cierto "que imbécil"
- No está en cuarentena y no te vas a morir – anunció Cuddy alterada por como aquel residente se había creído tan obvia mentira – pero si dejas entrar a ese hombre al ascensor te despediré - advirtió, viendo con satisfacción como la puerta del ascensor por fin se cerraba a solo un metro de un derrotado House.
Con pasos cortos pero decididos, Cuddy se paró frente a House haciendo sonar sus zapatos para llamar la atención del Dr.
- Oh! Dra. Cuddy, no la había visto – soltó House a manera de saludo sobreactuando su sorpresa.
- Vengo persiguiéndote desde la entrada – contestó la morena sin poder reprimir las ganas de recriminarle tan infantil conducta.
- De verdad?! Pero no tenías que venir persiguiéndome desde ahí, solo tenías que pasarme la voz – respondió House con una sonrisa divertida aún sabiendo que tales palabras solo empeorarían el humor de su jefa.
- Bueno eso no importa ahora, solo quería decirte que me debes 8 horas de clínica – anunció con sonrisa triunfal, no había nada peor para House que estar encerrado en una pequeña habitación por ocho horas seguidas con personas que presentaban casos tan poco interesantes - …y si no las cumples hoy, tus horas de clínica se duplicarán, luego tendrás que cumplir no 8 sino 16 y luego serán 32 y así hasta que por fin cumplas tus horas… Que dices a eso?
- Bueno en realidad me tiene muy sorprendido, es decir, juraría que te hiciste médico por que eras mala en números aunque verte recitarme la tabla del 2 me tiene muy intrigado. Pero dile a Wilson que no puede cantar victoria aún, solo le pagaré la apuesta cuando te vea recitar la del 12.
- ………. Te he dicho lo imbécil que eres?
- Mamá creía que la directora ya te había dicho que no es bueno decirle imbécil a tu hijo.
- Nos vemos en la clínica – se despidió mientras se giraba para irse.
- Espera – pidió House – Acaso lo que tienes en tu mano no es para mi? – preguntó fingiendo desinterés frente a su jefa quién simplemente se limitó a levantar una de sus cejas – Qué? Si fueras hombre podría entender que lo entendieras desde un sucio y muy gay punto de vista, pero cómo aún conservas ese enorme busto que se asoma por tan revelador escote debo suponer que entiendes que me refiero a la historia que llevas en la mano. Es un caso para mí?
- No, no lo es
- No es para mí o no es una historia?
- Es una historia, pero no es para ti. Hasta que no cumplas con la clínica no se te pasará ningún caso, y ni intentes en robarte uno... - advirtió - ... porque ya dejé indicaciones estrictas a las enfermeras y todas estarán pendientes de ti y tus resbaladizas manos.
- Resbaladizas manos?! Te das cuentas que me tratas como si fuera un vil pervertido, que van a pensar las enfermeras cuando quiera resbalar mis manos por sus traseros???
-Te veo en la clínica House – se despidió nuevamente Cuddy, sabía que no valía la pena incriminarle su conducta, eso solo empeoraría las cosas. Tenía a House en sus manos, y no le dejaría tomar ningún caso por más fácil que fuera, hasta que cumpliera las 8 horas que debía.
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Ese fue el primer capítulo, algo corto lo sé... en fin, si les gustó y quieren que continue déjenme saberlo con un review.
Byex.
