Todos los personajes citados en esta historia pertenecen a CLAMP, a excepcion de algunos cuantos que son de mi creacion.
: SEPARACION :
Siempre me ha gustado caminar por entre los árboles de cerezo, me recuerdan a una persona que quiero mucho, por eso… todos los días… me paseo por este parque, para recordarla. Ella y yo nos separamos hace un año. Nos amábamos, pero la gente cambia y los sentimientos tambien. Y aunque ahora estoy saliendo con otra chica, todos los días recuerdo mis últimos momentos con ella. Hoy tengo libre en el trabajo así que puedo relatárselos… disfruten.
Capitulo uno:
Eriol… Eriol… Eriol… en ese momento ese nombre me repugnaba, me hacia hervir la sangre. Y esto no era a causa de que lo encontrara un afeminado… no, a mi nada de eso me importaba… lo que me hacia odiarlo era su cercanía con Sakura.
Ese sentimiento me hacia sentir molesto y sin fuerzas. Suena la campana para entrar en clases, no me muevo del banco donde estoy sentado. Quedo solo en el patio. La campana vuelve a sonar. ¡Ya te oí¡Ya te oí! Me dirigí con desgano hacia el salón. Entre como si tal cosa, y no tome en cuenta al profesor cuando este me regaño por llegar tarde. Me senté tras Sakura y esta ni me miro, no le importaba.
Tomoyo trajo una silla y se sentó a mi lado. Me tomo de las manos, haciendo que me sonrojara y me sonrió.
- Syaoran, no crees que estas siendo un poco tonto – me dice aun sonriéndome.
- No te entiendo Tomoyo – me estoy sonrojando, nunca antes una chica se me había acercado tanto. – Tomoyo, por favor, suéltame.
- ¡Oh! Claro, perdón… - me suelta, por fin – Lo que quiero decirte es que debes ser un poco mas evidente.
- Evidente…
- Claro, regálale algo, invítala a salir, habla mas seguido con ella…
- Y… ¿Por qué me dices eso? – le pregunto, Tomoyo era la única que sabia de mi amor por Sakura.
Ella no me contesta, toma su silla, me dirige una sonrisa muy dulce y alegre y se va a su puesto. Sakura voltea y me mira como escudriñándome. Nuestros ojos se cruzan, pero su mirada no es una mirada amigable, no… es una mirada fría e indiferente que me hace sentir incomodo y dejo de mirarla. En ese momento pensé… que no importaba lo que hiciera, ella simplemente solo tenia ojos para una persona… Eriol.
Te odio Eriol. Te odio.
Sonó la campana del término de clases. Salí corriendo para llegar antes que Sakura a la salida principal. Estaba por llegar a la salida cuando observe algo que me hizo detenerme y entender las pocas posibilidades que tenia con mi amada.
- Sabes… debo decirte algo… - dice mi amada, muy sonrojada.
- Que cosa pequeña alma – dice una dulce voz que hiere mi orgullo.
- Pues esto… - y Sakura besa a Eriol.
Caigo de rodillas al suelo. Mi corazón se detiene, porque sabe que no podrá sobrevivir si sigue latiendo. Las sombras invaden mi cuerpo. Siento como me desplomo, pero no puedo detener mi caída. Oscuridad total.
La noche ya ah cubierto a Japón con su manto de tinieblas. Y las luces de todas las casas se prenden para no quedar a oscuras. Todas menos una, la de una pequeña habitación en un hospital.
Abro mis ojos. Estoy a oscuras y no logro ver lo que hay a mi alrededor. ¿Dónde estoy? Esta frió. Esperare unos momentos para que mis ojos se acostumbren a la oscuridad.
Empiezo a pensar. Fui un tonto, un imbecil… como pude llegar a pensar que Sakura me tomaría en cuenta… Los únicos momentos que había pasado con ella eran aquellos en que se vieron involucrados con una carta Clow… Talvez debía olvidarla y dejar que mi corazón se ennegreciera como aquella habitación donde me encontraba. O talvez debía marcharme como lo hice hace tres años. Y pensándolo bien ¿Por qué me fui? Al irme le deje el camino libre a Eriol, el dijo que se iba a Inglaterra y volvió poco después. Yo me fui por tres años y cuando volví, descubrí que Sakura había cambiado… ya no hablaba conmigo, se alejo, me olvido y me reemplazó por Eriol. Maldito afeminado… que se creía… con su cuestión de "Bella Damisela" y sus modales ridículamente refinados y con su caballerosidad y simpleza… y… y… y era mucho mejor sujeto que yo.
- Sakura… susurro a la oscuridad.
- ¿Syaoran? - ¡Que! Hay alguien en esta habitación.
- ¿Quién anda hay? – Pregunto mirando a cada lado de la habitación, tratando de ver algo y repito aun mas fuerte - ¿Quién anda hay¡Conteste!
Unos suaves dedos se posan en mis labios, haciéndome callar. De repente alguien me alumbra directo a los ojos con una linterna, segándome.
- Syaoran… que gusto ver que estas bien – reconozco esa voz suave y melodiosa.
- Sakura…
- Si… ese es mi nombre, no lo malgastes – me dice cariñosamente y se sienta junto a mí. Que suerte que estaba oscuro, o si no hubiera visto mi sonrojo mas que claro.
- ¿Qué haces aquí? – le pregunto tratando de guardar la compostura y evitar mirarla.
- Te responderé si me miras… - me dice acariciando mi cabello. No puedo resistir a su encanto y la miro tratando de simular alegría al verla. Pero ella se da cuenta de mi tristeza y agrega – Perdóname…
Porque tendría que perdonarla… ella no me había echo nada… solo me había roto el corazón y había desintegrado mi alma, pero nada mas… mas encima ella no sabia lo que sentía por ella. Entonces… la conclusión es que ella no tiene la culpa.
- ¿Por qué me pides perdón? No me has hecho nada – le digo fingiendo una sonrisa.
- No te e echo nada a excepción de traicionarte – me dice acercándose aun mas a mi, mientras estamos a menos de medio metro de distancia pienso que estoy soñando, Sakura me esta hablando luego de meses de no tomarme en cuenta.
- ¿Traicionarme? – Le pregunto confundido - ¿Por qué me dices que me has trai…?
Pero no logro terminar mi pregunta. Mis labios son sellados por un dulce beso de Sakura. No se que hacer. ¿Por qué me besas, Sakura¿Dónde quedo Eriol? Eriol… ¡Eriol! La imagen de su beso con ese bastardo me vuelve a la mente para atormentarme.
Me separo bruscamente de Sakura y le dirijo una mirada acusadora.
- ¿Qué planeas¿Qué te traes? – le pregunto de malos modos. Ella me mira sin entender.
- ¿Qué quieres decir?
- ¿Qué que quiero decir? – le pregunto con un tono de profundo enojo – No te basta con Eriol ¿No?... Ahora vienes y te besas conmigo sabiendo que te gusta Eriol y que lo besaste en la salida del colegio. Descarada.
- Shaoran que cruel… ¡Tu no sabes el porque bese a Eriol o el porque de no tomarte en cuenta! – Se levanta bruscamente, y se dirige a la ventana, abriéndola y encaramándose en ella me dice – Me iré por el mismo lugar por el que entre y no dudes en que nunca me veras volver. Syaoran yo me preocupo por ti… pero nunca te perdonare por haberme tratado así.
Y silbó, yo la mire mientras se iba montada sobre el lomo de Kerberos. La odiaba… la odiaba y la quería a la vez, pero no podía perdonarla, se había besado con Eriol y luego venia como tal cosa a besarse conmigo. Descarada. Mire la luna. Estaba más pálida y triste que nunca, al igual que yo. Me acomode en la cama, ahora si sabia donde estaba. En el Hospital. Cerré los ojos y soñé con ella. Y en una persona estuvieron personificados mi dolor y la dulzura, esa persona era mi adorada Sakura.
CONTINUARA...
