Akuma no riddle no me perteneces, ni me pertenecera.


Misantropía

No sé cuánto tiempo había pasado pero sabía que era el necesario para perder la paciencia, así que para matar el tiempo decidí, por cuarta vez, meter mi mano al bolsillo derecho del pantalón y sacar el porta credenciales de cuero para comenzar a ver la información de cada una de las credenciales y papeles que traía, me había memorizado toda la información de tanto leerla y ya no era necesario abrir cada cosa, era fácil con tan solo ver el color; hay un papel doblado de manera desordenada de un tono amarillo sé que es un recado de mi madre, quien por cierto me regalo el porta credenciales, el papel azul lo había encontrado en la plaza central y lo conserve porque tenía signos que no había visto, el de tono blanco solo tenía escrito el número 9, continúe viendo el tono de los papeles y termine de nuevo de recordar toda la información así que vuelvo introducir el porta al bolsillo pero esta vez al izquierdo, acostumbro a alternar su ubicación una vez que lo termino de usar, esto sin razón alguna.

Deje pasar 15 minutos para poder levantarme de aquel pequeño e incómodo sillón que tanto dolor me estaba dando, ya habían pasado 2 horas y no logro entender cómo pueden hacerme esperar tanto, nunca habría esperado este tiempo por mi voluntad sin embargo esto estaba fuera de mis deseos. Empecé a caminar en dirección al único cuadro que colgaba de la habitación, ¡Pero que malos gustos!, no tenía ninguna figura con sentido, estaba en completo caos tal vez ese era el significado. — Deberían cambiarlo — solté al aire, en ese lugar el único que podría recibir mis palabras era el cuadro, o eso pensé.

Después de una discusión mental decidí volver al incomodo sillón ya que el cuadro no me ofrecía suficiente entretenimiento, cuando encontré la posición más cómoda comencé a pensar en las múltiples opciones del porque tenía que estar en esta sala, estar esperando me estaba comenzando a hartar, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por el rechinido de la puerta —Perdona la espera — dijo una chica de cabello corto, debo puntuar que era hermosa y se veía muy joven aunque eso solo era apariencia, se necesitan 12 años de experiencia después de la capacitación así que aproximadamente su edad era de 35 años.

Gire la cabeza levemente de lado a lado como respuesta a su disculpa, "No te preocupes" le di a entender. — Bueno, sígueme — De un movimiento rápido me levante del sillón y comencé a caminar atrás de la chica. La puerta conducía a un pasillo, ella caminaba sin decir ninguna palabra — Que pasillo más largo, ¿verdad? — le dije con el propósito de poder entablar una conversación, sin embargo no recibí ninguna respuesta.

Sin previo avisola chica dio media vuelta quedando frente a mí —Llegamos — Al costado derecho se encontraba una puerta marcada con el numero "009", no era de extrañar que ese número apareciera en diferentes lugares, nuestra comunidad estaba relacionada de manera negativa con Lux Ferre, un ángel caído. Los primeros hijos de este "ser" fueron llamados oscuros y fue la combinación del miedo y odio por parte de la humanidad que empujaron a los oscuros a luchar, aun siendo pocos lograron defenderse pero no por mucho, arrinconados y casi al límite decidieron huir a una pequeña cueva a las afueras de un pueblo desolado y fue ahí donde crecieron, al paso del tiempo la cueva no era lo suficiente grande para la población de oscuros que estaba incrementando así que tomaron la decisión de cavar y volverla más grande a tal punto que hoy es una ciudad bajo los pies de aquellos que los arrinconaron a esto. —Pasa, te están esperando — dijo la chica y asentí con un movimiento de cabeza.

Sería bueno si esperaran lo mismo que me hicieron esperar a mí— dije sin cuidar el tono de mi voz, al contrario aumentándolo con el propósito de que escucharan y evitaran dar futuros rodeos al tema por el cual me habían llamado.

Tome y gire la perilla, al abrir me encontré con dos rostros desconocidos, resulta raro ver por primera vez rostros nuevos pero esta era la segunda, la primera fue en el momento que la chica de cabello corto abrió la puerta.

Un hombre no mayor de 35 años con cabello plateado se encontraba sentado en la silla frente al escritorio de madera, a su lado izquierdo se encontraba parado un hombre algo más joven de cabello negro. —Toma asiento— dijo el pelinegro

Me gusta más estar de pie— replique, había estado mucho tiempo sentada en el aquel incomodo sillón.

Sera una plática larga, deberías tomar su propuesta— Intervino el hombre que se encontraba sentado. — ¡Pero donde están nuestros modales! — se levantó de su silla y camino en mi dirección.

Mi nombre es Kaiba— Dijo el peliblanco mientras estrechaba su mano. — Y él es Ataro Mizorogi—

Puedes llamarme Arato— hablo entusiasmado el pelinegro

Me rehusó a llamarlo así— No me parece raro llamar a las personas por su nombre cuando los acabas de conocer así que no tenía motivos para rechazar su propuesta, pero este es un caso aparte. Decidí que lo mejor era presentarme de la misma manera que ellos lo hicieron —mi nombre es …—

Interrumpió mi presentación el peli blanco. —No es necesario que te presentes, sabemos lo necesario de ti Azuma Tokaku—

Decidí no decir nada

Hum… ¿No tienes ninguna reacción?, unos desconocidos han dicho que saben de ti ¿y no te inmutas? — Soltó el pelinegro

Ustedes me mandaron traer, antes de esto tuvieron que haberme investigado— dije

¡Anda! ¡Fíjate Mizorogi! — Dijo Kaiba — Te dije que era la indicada—

Su comportamiento infantil estaba comenzando a terminar con la poca paciencia que me quedada, así que decidí cortar el rollo que traían estos dos canijos. — Entonces— camine en dirección al sillón para llamar su atención — ¿Por qué asuntos estoy aquí? —

Bueno, sabes que la relación entre nosotros y los humanos no es la mejor— hablo el pelinegro— pero ellos ahora no son quienes nos preocupan, al pasar el tiempo se volvieron seres descuidados e ingenuos, son una presa fácil.

Ahora nuestro verdadero problema son los Caelestis, estos seres repugnantes y estúpidos — Intervino el peliblanco

Seguían dando vueltas al asunto, todo lo que estaban soltando eran cosas que conoce o cree conocer la comunidad. 15 años después de que Lux Ferre fuera expulsado y dejado por el grupo de ángeles en la tierra nacieron los Caelestis, un ser fiel a la palabra de sus creadores, los dioses, el sueño de los Caelestis es estar al lado de sus creadores, sin embargo estos abandonaron la tierra después de dejar caer a Lux Ferre. Estos seres tienen que hacer algo bueno por algún humano para poder obtener una pluma, juntando 3000 plumas podrán formar sus alas y podrán ir en busca de sus dioses.

Como acabas de decir, son seres estúpidos— replique— Ningún Caelesti ha conseguido sus alas— "Todos mueres de desesperación" Pense

El problema es que hace 18 años se dio el nacimiento de dos Caelestis y parece ser que hacer cosas buenas por los humanos no es la única manera para que obtengan las alas— dijo Mizorogi

Es aquí donde empieza tu trabajo— sonrió Kaiba — Tienes que ser más rápida que esos asquerosos y encontrar cual es la otra manera—

No debemos permitir que obtengan sus alas o estaríamos en serios problemas— continuo el pelinegro—Necesitamos que tú y tu grupo impidan que obtengan sus alas o que los maten.

El caso era delicado, la devoción de los Caelestis aumentaba el poder de sus amos y esto, aunque nos doliera, debilitaba el poder de los oscuros. Si el nacimiento de un Caelesti significaba preocupación hasta el momento de su muerte, ahora el de dos era algo nunca antes visto. "Tendrán que morir"


FIN...

... y ASÍ DESPEDIMOS ESTA HISTORIA (¿o tal vez no?)

¡Hola! Espero que les guste la historia y me encantaría que compartieran su opinión para poder hacer un trabajo mejor. Esta historia tiene tiempo en mi mente y no me atrevía a compartirla porque no encontraba la mejor manera para escribirlo.

Espero disfruten la lectura y puedan entrar tanto en la historia como lo estoy yo.

¡Gracias por leer!


NOTAS:

Caelesti al momento de decir suena sin la "a" - Celestis