Hola lectores!. Aquí estoy de vuelta después de dos años y un par de meses. Antes que nada quiero contarles un poquito de esta nueva historia. Se me ocurrió a finales de Noviembre, así que ya la tengo bastante avanzadita en la computadora, tengo como hasta el capítulo 6 pero ademas tengo como bosquejos o ideas y algunas partes escritas de los demás capítulos. Espero que la disfruten tanto como yo. Ya lo puse como un aviso pero igual lo aclaro, la foto de la portada no es mía (ya quisiera yo dibujar así) es del usuario DYMX de tumblr, que ademas de esta tiene unas imágenes hermosas, de verdad que la chica dibuja increíble.

Otra cosa mas, ¿vieron que el summary es una porquería? bueno es momentáneo, estoy tratando de acomodarlo para que quede mejor, porque antes de publicar la historia lo tuve que cambiar como unas quinientas veces, es que realmente nada me gustaba.

La verdad es que amé el prólogo, me costo un montón escribirlo hasta que realmente quede satisfecha. Espero que les guste tanto como a mi.

No se como va a ser el tema de la publicación de los capítulos, tal vez sea una vez por semana o a medida que los vaya teniendo


Disclaimer: Nada del mundo de Naruto me pertenece, todo es propiedad de Masashi Kishimoto

Aviso: Se trata de una historia AU

Aviso II: La foto de la portada pertenece a DYMX de tumblr

Tinder

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Prólogo

El ruido de la sirena y la luz blanca brillante que le daba en el medio de la cara la mantenían atenta aunque poco podía distinguir la realidad. ¿Cómo era que había llegado a esa situación? Apenas podía respirar sin sentir dolor en el pecho, aunque no estaba segura si era por la decepción, la cual hacia doler su corazón, o por el hecho de que una bala, al parecer, le había perforado uno de sus pulmones. O al menos eso era lo que le decían las personas uniformadas con trajes blancos que se encontraban a su lado realizándole maniobras de primeros auxilios. Mientras uno se esforzaba en detener la hemorragia, el otro intentaba que no perdiera la conciencia, pero su mente se debilitaba cada vez que intentaba reconstruir lo que había ocurrida esa noche, afuera de ese bar, muy lejos de su casa. Luego de haber pasado todo un fin de semana en su cama llorando, para finalmente decidir que iba a pelear por ella y también por Sasuke, si eso era lo que su relación necesitaba para volver a ser la de antes. Pero al parecer el pelinegro también había tomado su propia decisión, una totalmente opuesta. Nunca hubiera esperado una traición como esa, no de la persona que ella amaba con todo su corazón, por la cual había renunciado a muchas cosas, incluyendo a sus propios padres, quienes en más de una ocasión le habían dejado en claro que desautorizaban esa relación por completo para su pequeña. Por eso jamás se esperó un golpe como ese. ¿Si alguna vez creyó que Sasuke la utilizaba? Tal vez, pero él la había hecho sentir tan bien que le hubiera entregado hasta el último centavo que tenía para que el permaneciera junto a ella por el resto de sus vidas.

—Paciente de 18 años con herida de bala en el pulmón derecho, no tiene alergias — dijo el paramédico mientras cargaba en una jeringa un líquido transparente para inyectarle.

Podía escuchar claro y fuerte la voz del médico que le decía casi en tono de súplica que no cerrara los ojos o se durmiera. Pero ¿Qué otra cosa podía hacer si no? Quizás era la única salida que le quedaba, después de eso ya no encontraría fuerzas para levantarse por la mañana y disfrutar de la vida. No después de haber visto la furia en los ojos de Sasuke. No soportaría una pesadilla con esos ojos acechándola cual cazador a su presa.

Maldecía cada vez que hacían presión por su herida para evitar que la sangre continuara corriendo fuera de su cuerpo. Pero lo más doloroso no era sentir como su cuerpo de iba desangrando de a poco sin que hubiese mucho para hacer. Era que Sasuke era el culpable de ese dolor, él era quien le había disparado. Tenía su imagen muy presente en su cabeza. Ahí estaba el, delante de ella con su pistola en mano y apuntándole directamente sin ningún tipo de remordimiento o sentimiento de culpa por lo que estaba haciendo, después de todo lo que había hecho por él, por hacerlo sonreír. ¿Así era como le pagaba?

— ¡Resiste un poco más! —el ambulanciero se apresuró a abrir las puertas del vehículo y poder bajar a la chica una vez que habían llegado al hospital.

Cuando la camilla donde se encontraba una Sakura moribunda cruzó la entrada, un séquito de doctores y enfermeros se acercaron a su auxilio. Mientras las enfermeras dirigían la camilla hacia el piso donde estaba el quirófano, uno de los paramédicos que había ido en la ambulancia apretaba con cierta frecuencia la mascarilla de oxígeno ambu para evitar que el cerebro de Sakura se quedara sin oxígeno y todo fuera de mal en peor.

—Las pulsaciones están bajando — advirtió un enfermero luego de que una vez en la sala de operaciones la conectaron a todo tipo de máquinas y le inyectaron todo tipo de sueros y calmantes.

Su mente la llevaba a revivir todas las imágenes de su vida, aunque no sabía si era por el delirio que le causaba lo que le estuviesen dando o que se encontraba en sus últimos momentos en los cuales tienes la oportunidad de ver la famosa película sobre tu vida en cinco segundos. De pronto las imágenes de las aburridas cenas con sus padres que comenzaban a horario y que para ella y su madre terminaban luego del postre pero que para su padre se extendían hasta después de un vaso de whisky o un buen habano. Los días de compras compulsivas con Ino y Hinata por todo el centro comercial de Konoha, en los cuales podía tardarse hasta cinco horas hasta que lo recorrían de arriba a abajo buscando las prendas exclusivas de las últimas colecciones de cada temporada. Su primer beso con Sasori en la entrada de su casa luego de una pésima cita en el cine cuando ella tenía quince años, mientras que Sasori tenía diecisiete. Nunca olvidaría la mirada de su padre hacia su cita cuando le dijo que la devolvería a casa luego de las diez, porque a pesar de que Sasori era cercano a la familia no dejaba de ser un chico con las hormonas alborotadas. Su primera vez con Sasuke en el pequeño y descuidado departamento que el chico podía pagar, hacia pocas semanas atrás. Recordaba cada detalle de esa noche, hasta la marca de ramen instantáneo que habían cenado. Todos los recuerdos estaban tan frescos en su mente como si los estuviera viviendo en ese preciso momento. Se veían lo suficientemente cerca como para discutir con sus padres por despreciar a su novio, escuchar las carcajadas de Ino y los silencios de Hinata, reír de los chistes estúpidos que Sasori le contaba para romper el hielo y suspirar con cada caricia que Sasuke le daba una y otra vez mientras ella le decía que lo amaba.

—Pulsaciones por debajo de treinta.

Volvió a informar mientras que los sonidos de alerta de la máquina de signos vitales mostraban lo rápido que los números de la pantalla descendían de manera irremediable. Una de las médicas más jóvenes del quirófano al ver que no había respuesta alguna a pesar de las inyecciones de último momento que le habían dado comenzó a hacerle las maniobras de resucitación de forma manual. Pero por mucho que se esforzaba por resucitar a Sakura, su monitor marcaba que sus pulsaciones eran nulas. Sakura había muerto.