Advertencias: Como está Sunny, sería spoiler después de Water Seven (creo incluso que después de Thriller Bark xD).
Nota: Acéptenlo, esta pareja también es linda.
Beta: Miyu.
Palabras: 442.
Disfruten la lectura.
Por las noches
La noche se encontraba avanzada, mostrando un cielo demasiado tranquilo para la Grand Line, aunque también podría ser indicio de que se encontraban cerca de una isla de verano. En cubierta y sentado sobre la cabeza de león, se encontraba Luffy, admirando el basto cielo sin poder evitar cabecear de vez en cuando. Aquella noche le había tocado vigilar y sólo porque Chopper había regañado a Zoro, quien de nueva cuenta no había seguido sus indicaciones médicas y ahora se encontraba literalmente amarrado en la enfermería.
Luffy había aceptado su misión sin problemas, pero pocas fueron las horas que duró despierto antes de sucumbir al cansancio. Se acurrucó por inercia sobre aquella zona y quedó dormido al poco tiempo, dejándose arrullar por el suave vaivén de las olas y la brisa fresca que otorgaba el océano.
Fue en ese instante, cuando todas sus defensas se encontraban bajas, que alguien salió del interior del barco y caminó hasta la barandilla, para poder observarlo mejor. Robin sonrió al verlo completamente dormido. Hizo aparecer unas manos, que trajeron de su habitación una manta, con la que cubrió a su capitán. Y se mantuvo así por un tiempo, observándolo descansar, disfrutando del pequeño momento de paz.
Ahora, más que nunca, estaba agradecida de haberse topado con esa pequeña tripulación y más por haber sido aceptada por el joven sombrero de paja. Nunca consideró que él podría alejarla de la oscuridad que siempre habitó en su corazón, enseñarle lo maravilloso que podía ser ese mundo y demostrarle que no tenía nada de malo el que deseara vivir. En poco tiempo, Luffy se había vuelto alguien muy importante para ella, la primera persona a la que podía demostrarle cariño sin el temor a ser rechazada. Lastima que su capitán fuera tan chico y despistado, pero al menos así estaba tranquila, porque él no se daría cuenta de lo que en verdad sentía y seguiría tratándola como siempre.
Unos rayos de luz comenzaron a mostrarse en el horizonte y Robin consideró que ya era hora de entrar. Usando de nueva cuenta su técnica, movió con fuerza a su capitán, para despertarlo y así evitar que le regañaran. Y antes de que Luffy fuera consiente de lo que sucedía a su alrededor, ella entró en la habitación que compartía con Nami, dejando como única evidencia de su antigua estadía la manta que yacía entre las manos del joven pirata, quien la miraba confundido.
Un nuevo día comenzaba para la tripulación del Thousand Sunny, un día en donde, como los demás, los sentimientos de una persona se mantendrían ocultos, disfrutando algo que nunca se le había permitido: El poder estar viva.
Fin de la historia.
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