Todos los personajes de the legend of Zelda pertenecen a nintendo, así como todo su contenido intelectual

Capitulo 1

La tristeza lo cubre todo.


Una vez que el espejo del crepúsculo fue destruido por la propia Midna, no quedaba más esperanza de volver a verla, sin embargo, Link no podía dejar de pensar en las últimas palabras que ella le dijo antes de partir, "Link ...Yo... Te veré después...", ¿acaso solo lo había dicho para no hacerlo sentir mal? O quizás si volvería a verla, todo era un enigma en ese momento, Link solo pensaba que, lo mas probable era que no la volvería a ver jamás.

Todo lo que vivieron juntos, había despertado en Link un sentimiento muy profundo por la princesa del crepúsculo, un sentimiento que se aclaró en su mente y corazón, cuando Link pudo ver a Midna en su verdadera forma por primera vez; "¿cómo pude ser tan estúpido?... ¿cómo pude dejarla ir?, solo me quedé ahí, parado sin poder decirle nada...", se preguntó el joven héroe mientras caminaba de regreso con Zelda, rumbo al castillo, en medio del desierto, en ese atardecer tan triste.

Link pensó, ¿qué habría pasado? si... la hubiera tomado entre sus brazos para no dejarla ir y que pudieran seguir juntos, sin embargo, al no ver respuesta del hombre que la había acompañado en sus peores momentos, no tuvo más remedio que irse, derramando una lágrima, que expresaba toda su tristeza de saber que, no se volverían a ver jamás.

Las cosas definitivamente no serían igual, él se había acostumbrado mucho a Midna; apesar de que, solo fueron algunos meses que pasaron juntos, lado a lado, combatiendo a las fuerzas malignas de Zant y Ganondorf, pareciera que la hubiera conocido de toda la vida.

En verdad el corazón de Link sufría, sabía que, sin el espejo, no había posibilidades de volverla a ver, impotencia y frustración se apoderaban de su alma, corazón y mente.

Después de tanto caminar una voz resonó en los oídos del héroe"¿ Por qué tan callado Link?... no has dicho nada desde hace dos horas que Midna partió", preguntó La princesa del destino, Link simplemente evadió la pregunta.

"¿Ehh?... N..no... por nada... en particular su alteza, es solo que... me preguntaba, ¿dónde pasaremos la noche?, aun falta mucho para llegar a los límites del Lago Hylia con el Desierto Gerudo... y la noche en estos terrenos es muy peligrosa".

La princesa Zelda notó el nerviosismo en la voz de Link y simplemente contestó con una sonrisa, "Bueno eso no me preocupa, ya que, voy acompañada por el mejor espadachín en todo Hyrule y sé que, estoy en buenas manos" agregó la soberana de ojos azules; Link llevó su mano derecha a su cabeza y sonrió nerviosamente tratando de ocultar sus verdaderos pensamientos.

"Por cierto... hay una cueva como a una hora de aquí princesa, ahí podremos levantar un campamento para poder pasar la noche y evadir la mayor cantidad de peligros, que por aquí merodean" sugirió Link.

"Tú eres el experto Link, yo seguiré todos tus consejos, además tienes razón, no es prudente continuar de noche" respondía la princesa, mientras recorría un mechon de su cabello, con su mano, para pasarlo detrás de su oreja izquierda.

La arena del desierto comenzaba a ser levantada por el viento que soplaba, golpeando sus rostros y cuerpos, la sal de ésta, combinada con el sudor de sus frentes resultaba en una sensación bastante incómoda, sin embargo, ni eso, ni el cansancio le importaba al héroe de túnicas verdes. Su mente sólo pensaba en una persona.

La princesa del destino intentó romper el incómodo silencio que se hizo entre ellos, comenzó a hacer algunas preguntas simples al héroe de Hyrule, pero Link solo se limitaba a responder lo únicamente necesario.

Zelda sabía que, Link sufría por Midna, pero continuó motivando al joven de Ordon, para que se animara y saliera de su situación emocional, intentando entablar una conversación, que lo hiciera dejar de pensar en lo que le lastimaba.

Cada vez la visibilidad disminuía, el sol continuaba su curso para ocultarse en el horizonte, en cuestion de algunos minutos, todo sería cubierto por el manto de la noche, Zelda y Link continuaron hablando de cosas triviales, al menos la princesa consideró que sería lo mejor hasta que llegaran a su futuro refugio.

"Definitivamente estoy muy cansada, creo que deberíamos apresurtar el paso, para llegar a la cueva que mencionaste Link" Zelda ante su fracaso de animar a Link consideró que lo mejor sería continuar en silencio hasta llegar al lugar donde pasarían la noche, el joven espadachín asintió con la cabeza y ambos continuaron su camino caminando más rapido.


Lejos de ahí, en otro mundo, donde la puesta del sol es eterna, una hermosa princesa, tras salir del portal dimensional, que la condujo de regreso a su mundo, se dejó caer sobre sus rodillas y ambos brazos contra el suelo, llorando y derramando lágrimas de dolor y tristeza, a través de sus hermosos ojos color rojo y ambar; pronunciaba palabras, con un tono de voz que sólo ella podía escuchar "¿Por qué?.. ¿Por qué dejé que te metieras en mi corazón Link?, ahora no se que voy a hacer sin ti... sé que nadie en todo el mundo del crepúsculo podrá hacerme feliz, no como lo hiciste tú; mientras estuvimos juntos, en verdad quise decirte cuanto te amo, pero no sabía si iba a ser correspondida de la misma manera, al verte a lado de Zelda, simplemente pensé que no tenía ninguna oportunidad contigo, ahora el espejo del crepúsculo no existe y jamás te podré volver a ver" sollozaba la princesa de cabello rojo y piel color celeste.

"Perdóname por mentirte, ahora nunca más podré volver a verte..." Midna se arrepentía, pero ya todo estaba hecho.

Al ver la escena, algunos guardias reales del mundo del crepúsculo, acudieron en ayuda de su princesa, creían que podría estar mal herida, "¡Su alteza! ¿se encuentra bien?" preguntaban alarmados dos guardias al mismo tiempo.

Midna al verse rodeada de sus seguidores y para no demostrar debilidad, tan solo exclamó " ¡Sí! Me encuentro bien soldado, tan solo estoy un poco cansada" concluyó al mismo tiempo que se incorporaba y con movimientos sutiles de su mano derecha y parte de su capa obscura con símbolos y adornos en patrones muy vistosos en colores azul y blanco, se limpiaba las lágrimas, de manera que no se dieran cuenta que había estado llorando.

"Link perdóname por destruir el único medio, que podría permitirnos volvernos a ver... pero... mis razones tuve..." pensó la princesa del crepúsculo, ahora soberana de todo el mundo del atardecer eterno.


Una pequeña y difusa luz se podía apreciar a la distancia en el Desierto Gerudo, la luz provenía de la fogata que Link había encendido, dentro de una pequeña cueva, para poder pasar la fría noche del desierto a lado de la princesa de Hyrule.

"Parece que será una noche muy fría su alteza, será mejor que duerma cerca del fuego, la proporcionará calor" aconsejaba el espadachín con túnicas verdes, "te lo agradezco Link en verdad encendiste muy rapido esa fogata" repondó la princesa, a la vez que se sentaba junto al fuego, intentando sentir su calor extendiendo sus brazos hacia éste.

"No hay nada que agradecer, además ya tengo experiencia en esto" Link sonrió nerviosamente.

"Sabes Link... la verdad es que... me gustaría que me llamaras solamente Zelda, de ahora en adelante", replicó la joven soberana.

"Eehh... ahh.. p..pero esa no es manera de dirigirse a la princesa de Hyrule", contestaba nerviosamente el joven.

"Vamos Link ¿en verdad crees que entre tú y yo hay distinciones de ese tipo? Y más aun después de que fuiste tú, el salvador de este mundo..." Zelda recalcó.

"E..esta bien Z...Zelda, aun que se me hace algo raro llamarte por tu nombre.." externó el joven espadachín al mismo tiempo que su rostro se tornaba rojo.

"¿La extrañas verdad?" preguntó Zelda en tono bajo de voz y con incertidumbre, mientras abrazaba sus piernas con ambos brazos, mirando el danzar del fuego de la fogata.

"No se de que me habla prin... quiero decir... Zelda" contestó torpemente Link, mientras desviaba la mirada hacía el cielo despejado de la noche, donde las estrellas brillaban adornando la bóveda celeste.

"A Midna... la extrañas... ¿no es así?, es evidente que tu rostro denota que estás triste, desde que ella desapareció frente aquel portal, que la llevó a su mundo" explicó Zelda,

"P...pues si la extraño, después de todo nos hicimos muy buenos amigos", contestó el héroe de Hyrule con tono tímido, y tratando de ocultar la verdad.

Los dos se quedaron en silencio, ambos sabían que ninguno había dicho la verdad de sus sentimientos, despues de algunos minutos, Zelda simplemente se quedó dormida junto a la fogata, Link por otro lado permaneció montando guardia en la entrada de la cueva, mirando a la luna.

"¿Por qué Midna me dijo que me volvería a ver, si al final decidió destruir el espejo, el cual era el único medio que conectaba ambos mundos" pensaba el guerrero de Hyrule.

Link permaneció pensando y divagando, sobre esta idea, además se preguntaba si existiría algún otro medio para volver a verla, no lo sabía con certidumbre, pero prefirió pensar que, sí lo había.

"Midna ... Yo... te volveré a ver... lo juro...".