- ¿Y bien, señor Kuno? – Preguntó su empleado. Kuno, con únicamente la luz de una lámpara de sobremesa, se dedicaba a la delicada tarea de pegar palillos, sentado en el suelo. Palillos a una pequeña tabla. A una pequeña tabla de una pequeña silla.
- ¿Que quieres que te diga? Soy productor ejecutivo. Solamente pongo el dinero… - Contestó sin dejar de mirar lo que hacía. Su subordinado lo miró con un suspiro.
- Los de la productora se quejan de que… -
- ¿De que se van a quejar? – Kuno, al ver su silla de miniatura terminada, la dejo un momento en el suelo. Sin dejar de observarla sacón un cigarrillo – Hay ganancias, ninguna de mis películas da pérdidas…. – Y diciendo esto lo encendió.
- Pero aún así… -
- ¿Aún así que? – Soltando el humo de su primera calada, al fin Kuno se dio la vuelta. Llevaba puesto un traje, aunque totalmente desabrochado y con la corbata desatada.
- Aún así, se opina que se debe de dejar de producir a uno de los dos directores –
- ¿Quién te dijo esto, Sasuke? – Kuno volvió a tomarla silla y la revisó minuciosamente – ¿Fue el viejo Tendo? –
- ¿Señor? –
- Ja, ja, ja… Ese viejo carcamal se cree que por tener la presidencia honorífica aún puede estar dando órdenes… - Soplando, Kuno intentaba secar la cola que había aplicado a su miniatura – Anota esto, Sasuke –
- ¿Es un mensaje de respuesta? – preguntó Sasuke, tomando lápiz y bolígrafo de su maleta.
- También, pero principalmente, es para que aprendas algo – Kuno dio una nueva calada a tu cigarro – En el mundo del cine, hay tres cosas que hacen al cineasta. La primera, es el talento. El talento es algo que se adquiere, que se aprende, tras ver muchas obras ajenas. Solo tras eso, el cineasta, se da cuenta no solo de lo que quiere hacer, sino de cómo lo quiere hacer, y que es lo que quiere conseguir transmitir. El talento define su capacidad para llegar al público, y a la crítica –
- Pero de… - Sasuke estaba algo sorprendido de lo que escribía.
- El segundo punto importante, es el esfuerzo. Es verdad de que muchos de los que se esfuerzan no llegan a lo más alto, pero sin duda alguna, todos los grandes tuvieron que esforzarse para alcanzar la cima. El esfuerzo demuestra la convicción que se tiene en un proyecto, la profesionalidad, y sin lugar a dudas, la capacidad de lucha sobre todo lo demás –
- Señor¿esto que tiene que ver…? –
- Y la tercera, y en este caso la más importante, es el ego. Querer crecer, querer ser el mejor, el más grande. En este mundo, la humildad es bien vista, pero interiormente, es necesario tener un ego, que te ayude a continuar superándote. El ego, no solo te ayuda a crecer, sino que da a entender, de que quieres ser cada vez mejor - Kuno finalmente, volviendo a ponerse el cigarro en la boca, metió con suma delicadeza, su miniatura de silla, dentro de una maqueta de un edificio europeo del siglo dieciocho. Tras revisarlo un poco se puso de pié y se giró ante su ayudante.
- ¿Lo has entendido? – preguntó. Sasuke negó con la cabeza.
- Ha sido muy interesante, pero no veo relación con el caso… - al oír esto, Kuno dio una carcajada y sonrió.
- Esos dos tiene su propio talento y maneras de esforzarse. Pero ellos mismos como directores se basan en el tercer punto: en el ego. Y no es un ego cualquiera. No es el deseo de conseguir un premio o un gran record de taquilla. Su único ego, lo que les mueve, es ser el uno mejor que el otro. Nada más verlos, lo supe. Solo se superarán, si su rival les supera primero. – Kuno se cruzó de brazos – Separarlos sería contraproducente. Es necesario enfrentarlos. –
- ¿No es esto un poco fascista? –
- Bueno, también puedes decirles, que aunque me cueste reconocerlo, él es un genio. Y ella… – Kuno dio otra calada – Ella es suficiente mente guapa como para que le de lo que me pida, ja, ja, ja… -
- Señor… -
- Llama a ese viejo loco y dile que su protesta es rechazada. Si quiere hacer algo así, más vale que empieza a mover los hilos de marionetas muy pesadas para obligarme. – Y Añadiendo esto, Kuno se marcho riéndose Sasuke solamente respiró.
En la casa de los Tendo, Soun Tendo esperaba una llamada al lado del teléfono. Su estado de jubilación le dejaba a merced de los jóvenes. En su buena época, donde todo la Productora Toho se movía a sus órdenes, no le habría costado trabajo hacer lo que viera conveniente. Pero ahora… ahora solo podía rogar. El teléfono sonó al fin.
- ¿Diga? – contestó rápidamente el señor Tendo.
- ¿Señor Tendo? – Sasuke era quien estaba al otro lado.
- ¿Y bien Sasuke? –
- Se ha negado. Al parecer no comparte la idea… - Soun suspiró. Al fin y al cabo, no era más que un jubilado – ¿Ha pensado en una proposición formal a la junta directiva? –
- No creo que sirva de mucho… Al fin y al cabo el cabrón ese tiene mucho éxito en la crítica. Solo le falta un empujón para tener un éxito rotundo también en público. No querrán desprenderse de él – respondió el señor Tendo – Tendré que usar otros métodos… -
- ¿Otros, señor? –
- Déjalo Sasuke… Tengo que hacer otra llamada antes de dormir. Muchas gracias de todas maneras… -
- De nada, señor Tendo… - se despidió Sasuke, antes de que Soun colgara. Era necesario maquinar algo más básico, por muy de mal gusto que fuese. Sin embargo, eso no quitaba su preocupación. Se sentía en la necesidad de llamar a otra persona.
En el salón de decorados de las naves de la Toho, no era muy común ver movimiento a las doce de la noche. Pero el bullicio de un rodaje, no uno cualquiera, se dejaba oír. Tanto es así, que Ryoga Hibiki, Productor de esa película, tuvo que salir un momento afuera de la nave para poder contestar una llamada telefónica.
- Aún seguimos rodando señor Tendo… - respondió a su móvil.
- ¿Como está Akane? – Preguntó del otro lado Soun Tendo.
- Bueno… -
- ¿Sigue como esta mañana?-
- Esta cansada, señor Tendo, como todos… -
- Sabes, que esto no es cosa del cansancio… - Soun suspiro al teléfono, ante la espera de Ryoga - Ryoga, esto no puede seguir así, estoy intentando tomar cartas en el asunto… –
- Entiendo su preocupación. La comparto, pero aun así… -
- Por eso espero que me apoyes… - Al oír esto, Ryoga miró un momento su cigarro, que prácticamente se había convertido en colilla. Prácticamente le quemaba los dedos.
- Apoyaré todo lo que beneficie a Akane, señor… - Contestó. Oyó tras el auricular el perfecto sonido de una mano acariciase la cabeza. El Señor Tendo suspiró.
- Gracias, Ryoga… te... te mantendré al tanto… - La conversación finalizó con esa última frase. Ryoga, tiro su colilla, y la pisó mientras se rascaba la nuca. ¿Qué pretendía el señor Tendo¿Qué se trae entre manos? Las nuevas preguntas le atosigaban, y sin embargo, tenía un gran problema entre manos ahora mismo. Un problema que tenía que solucionar de la mejor manera posible. Ryoga se dirigió silenciosamente al plató.
- Morir ahora por ti, no es algo que me concierna… - añadió una mujer mientras se levantaba. Su acompañante, mal herido la miró desde su posición tumbada.
- Realmente, llegue a creer que me amabas… - dijo, mientras volvía a guardar su pistola. Los dos se miraron un momento, y ella sonrió.
- Siempre lo he hecho... –
- ¡Corten, joder, Corten! – Todo el plato mantuvo el silencio mientras el ruido producido por la directora alterada, rebotaba en la sala – ¿Como que "siempre lo he hecho..."? –
- Es lo que pone el guión – se quejó la actriz.
- ¡No el hagas caso al guión, hazme caso a mí! - Replicó mientras tomaba un vaso de plástico. Se acercó al catering y tomo una botella de refresco - ¡¿No te dije que dijeras otra cosa?! –
- ¡¿Pero el qué?! –
- Pues… - La directora tomo un sorbo largo de su bebida – ¡Joder, no me acuerdo! –
- Akane… Creo que deberíamos dejarlo por hoy… - Se acercó Ryoga. Akane, Akane Tendo, la directora de ese proyecto, se caía del agobio. Eran ya las 12 de la noche, estaba en píe desde hace 18 horas. Y aun quedaba trabajo por hacer. – ya estamos demasiado cansados. Posponerlo un día no nos vendría mal –
- ¡¿Otro día¡Es la última escena que nos queda! – Akane golpeó la mesa mientras derramaba su vaso – Ryoga, no pienso usar ni un día más de lo estipulado… -
- Creo que has olvidado quien es tu productor… - contestó Ryoga mientras llamaba al ayudante de dirección – No estas en tu mejor forma Akane, se te va de las manos. Pagaré un día más de rodaje… -
-¡No es cuestión de dinero! – Akane agarró a Ryoga por el cuello de su chaqueta. El ayudante de dirección, al ver la escena, se detuvo ante ellos. Ryoga tomo las manos de Akane.
- El cámara me ha dicho que le cambias los planos en cada secuencia que grabamos… - Akane se sorprendió ante esto – No tienes idea de lo que estás grabando ¿verdad? –
- Yo… -
- Ni siquiera te has mirado los storyboards… -
- ¡Tu no lo entiendes! – Akane soltó a Ryoga, echándolo hacia atrás. Todo el equipo de rodaje los miraba atónito - ¡Hace dos días que ellos han terminado¡Y nosotros seguimos rodando! – Ryoga, dejó sus sorpresa aparte, mi miro seriamente a Akane. Esta miraba al suelo, mientras respiraba agitadamente. Se sentía desesperada.
- Lo único que entiendo… - Ryoga mandó al ayudante de dirección que se acercara – Es que esta estúpida competición te está obsesionando… -
- Tú no entiendes nada… - susurró a Akane, mientras levantaba la mirada.
- Diles a todos que posponemos el rodaje dos días. Que se vayan a descansar. – ordenó Ryoga al ayudante de dirección. Este asintió con la cabeza. A continuación, volvió a dirigirse a Akane – Tú has lo mismo. Te llamaré a un taxi… -
A las doce de la noche de ese día, el rodaje de la última película de Akane Tendo, la famosa directora, volvía a sufrir un retraso. Famosa por sus éxitos en taquilla, sus películas se habían convertido ya en super-ventas, alzándola a la fama. Las productoras se peleaban por ella. Se peleaban por su próxima película, su próximo éxito. Le costó mucho llegar a ese punto. Acostumbrarse ha vender ideas simples. A convertir guiones mediocres en éxitos de ventas. A entender lo que la gente quería ver. Pero con el tiempo, lo logró. ¿Entonces, por qué ese desasosiego¿Ese sentimiento de ser peor que los demás? Sus películas, sus novelas, todo lo que tuviese su firma vendía. Lo que tocaba se volvía oro. Pero, una vez alguien le dijo, que peor que romperse inexplicablemente por dentro, es saber porque te esta pasando. Es peor saber la causa, y saber que no puedes hacer nada. Porque esta fuera de tus manos.
- Maltita sea… - susurró Akane al subir las escaleras del edificio – otros dos días más… - añadió mientras buscaba las llaves. Con la otra mano tocaba el picaporte en la oscuridad, y buscaba la ranura.
-Otro maldito día… -Y abriendo al puerta, entró a su casa. Al encender la luz, pudo ver, que en posesiones, no tenía nada que envidiar a nadie. Un gran salón, con una gran biblioteca. Y cocina lujosa. Un estudio donde tenía todo lo que necesitaba. Pero necesitaba algo más. Mientras avanzaba a dejar sus cosas, vio como la luz del contestador parpadeaba. Sin pensar en dejar lo que estaba haciendo, pulso el botón, para oír los mensajes.
- "Tiene mensajes nuevos. Mensaje número uno. Recibido a las doce y cuarenta y cinco minutos" – se oyó en la sala de estudio. Akane colgaba su chaqueta – "Bueno, bueno, bueno. Me han dicho que la gran Akane Tendo ha tenido que retrasar el rodaje otra vez. Las noticias vuelan ¿no crees?" – Akane al oír la voz, soltó su chaqueta, y mientras esta caía al suelo, ella corría hacia el teléfono.
- "No se si te interesará, pero estoy escribiendo un nuevo guión. Para ir adelantando trabajo mientras monto mi última película. Ya sabes que el tiempo es oro ¿O quizás no? Ja, ja, ja… en fin. Me gustaría enseñártelo, pero veo que estarás una temporada muy ajetreada. Espero que te cunda el trabajo." – Akane miró fijamente el cuadro que tenía encima de la televisión. Un recorte de periódico cuyo título exhibía "Ranma Saotome se hace con la Palma de Oro en Cannes por segunda vez, con su última película".
- "Fin del mensaje. No tiene más mensajes nuevos" – finalizó el contestador. Akane suspiró de nuevo, y tomo el auricular del teléfono.
En una habitación de un motel, a las afueras de la ciudad, el ruido del teclado de un ordenador. Las luces estaban apagadas, y únicamente la fluorescencia de la pantalla del ordenador, iluminaba toda la habitación. El sonido del teléfono no paraba de sonar.
- ¿No lo va a contestar? – preguntó una voz en la oscuridad. El sonido de las teclas no aminoraba.
- Nadie interesante llamaría a estas horas… - respondió la voz del que escribía en el ordenador. El teléfono dejo de sonar unos segundos, para que el sonido de una cinta grabadora comenzara, seguido de un pitido.
- "Vaya, es verdad que las noticias vuelan. ¿Cual de tus novias te lo ha dicho esta vez? No te preocupes, se que el tiempo es oro, pero es lo bueno que tiene trabajar con gran presupuesto, que puedes permitirte estos lujos. Algo que tu todavía no es experimentado ¿verdad? Y estaré encantada de leer tu nuevo guión, total, tengo personal suficiente como para no tener que estar montando yo mis propias películas. Tendré bastante tiempo libre que gastar. Lo espero con impaciencia…" – El contestador, después de reproducir esta grabación, cesó e grabar, y se detuvo. El sonido del teclado, hace u tiempo que se había detenido también.
- Como te he dicho, nadie interesante… - El sonido de las teclas se volvió a reanudar.
- ¿Hasta cuando vais a seguir así, Ranma? –
- Creía que te habrías acostumbrado, después de tanto tiempo… - Ranma, se detuvo en su escritura, y saco un mechero y un cigarro – Mouse, debes de entender que solo es un pequeño juego… -
- Sabes que no es verdad – Mouse, mientras se sentaba en su cama, veía como Ranma empezaba a fumar – Haces creer que estas jugando con ella. Pero soy tu ayudante de dirección, tío. Se lo que piensas. Se lo que te carcome por dentro… -
- Bueno, señor inteligente¿y que es? –
- Esto… - Dijo Mousse mientras alzaba ante Ranma un trozo de recorte de periódico. "Paradise, el último film de Akane Tendo, la película más taquillera de la historia en Japón", se leía en ella. Ranma miró el papel un momento, y dio una calada a su cigarrillo.
- No deberías meter mano en la billetera de los demás… - contestó.
- Sabes que eres mejor que ella. Eres fantástico. Tus guiones son solo superados por tu forma de dirigir… Pero te jode, que aún sí, no alcancemos a conseguir más de 20 millones para hacer una película – Mouse guardó el papel – Mientras que ella no trabaja con menos de 60 millones. Las productoras le dan lo que quieren –
- Por su cara bonita… -
- No Ranma - Mouse hizo callar a su compañero – Es buena, reconócelo. Le da a la gente lo que quiere ver. Dirige sus películas de una forma que… -
- ¡Hace lo que le han dicho que haga! – grito Ranma mientras se ponía de pié - ¡No se arriesga¡No experimenta¡Sigue con las bases clásicas y retrógradas que nos enseñaron en la facultad! –
- Joder¿Y crees que eso está mal? Vende las películas ¿No es así? –
- ¡No aporta nada nuevo¡Ni siquiera esta escribiendo sus propios guiones! – Con un suspiro, Ranma frenó su euforia – Siempre ha sido así… -
- Y, básicamente, lo que te fastidia es que siendo como es, haya llegado a donde está – Mouse, volvió a tumbarse en su cama, y a arroparse – Vete ya a dormir. Mañana tenemos que estar en la sala de montaje a las 8 en punto – finalizó. Ranma volvió a mirar a la pantalla del ordenador, mientras guardaba su trabajo. Ya era tarde, y mañana había trabajo que hacer.
Nabiki Tendo dormía plácidamente en su sofá. Estaba tan cansada que no tuvo fuerzas de ir a la cama. Además esperaba la llamada de su padre.
- Maldito Viejo… - susurraba en sueños. Meterse en asuntos ajenos nunca le había interesado de no haber dinero en ello, pero su padre se pasaba de sobreprotección. El sonido del teléfono la despertó.
- ¿Viejo? – preguntó.
- Nabiki, no he conseguido hacerlo por las buenas… - Nabiki bostezó.
- ¿Por las malas entonces…? – Preguntó, mientras encendía el ordenador portatil…
Capítulo 1:
Dark Side of The Midnight
Terminado a las 18:05 de la noche, horario de Greenwich
Cigarros en el cenicero: 5 y una manzana
Tazas de Café servidos: 1
Extras prometidos en la edición coleccionista del fanfiction:
- Making of
- Prólogos y Adelantos
- Comentarios del escritor
- Entrevistas con los editores
- Entrevista con el autor
- Redacción: El arte y sus creadores
- Galería de letras
- También en la colección
¡Dark Side of The Moon edición coleccionista próximamente en tu web preferida!
¡Buenas tardes a todos! Después de una temporada sin escribir para la web, he decidido que ya iba siendo hora de empezar un nuevo fanfiction. Una de las cualidades de la pareja Ranma y Akane, es siempre la gran rivalidad que surge entre ellos, dado su cabezonería. Por eso decidí llevar al límite este hecho, dando un fanfiction que sustente el lema "Puedes quererme, siempre que aceptes que soy mejor que tú". Dark Side of The Moonmantiene el espíritu de esas películas que han tratado de la rivalidad sin igual que pueden alcanzar dos grandes artistas. O es lo que pretendo. Además el género de AU nunca lo había tocado… o eso creo XD. En cualquier caso, espero os agrade este relato.
Nos vemos en el siguiente capítulo.
H.Battosai.
