¡Hey! Bueno...Ya estoy aquí con un fic (Lo sé,si no se los decía ni se daban cuenta) Inició la idea por un rol NijiAka ya que dije "No hay casi NijiAka,debo hacer uno" y heme aquí...De hecho tengo parte de la actualización de "El renacer de los milagros","Goodnight,goodnight",un fic que se estrenará en two shot supongo "Piano man" y un All x Akashi que se me pasó para el mes AkaFuri llamado "El vals del emperador"

Espero que sea de su agrado porque yo lo adoro *corazoncito* Niji es wow y más con Akashi porque fue su primer amor (¿Qué?) Y dsadas son preciosos y merecen más vamos a lo bueno...Como ven,yo no estoy en el paro de escritoras ni esas weas porque se me hace muy tonto que escribas y quieras rw's a fuerza,es como si obligaras a aplaudir a alguien por tu acto después de presentarlo voluntariamente...En fin,como me meteré en camisa de once varas si sigo hablando de eso,lo dejó hasta ahí,si yo no publico no es porque sea por ese movimiento sino porque no tengo tiempo,ideas,inspiración,ánimo y más...pero primordialmente es el timpo el que me come así que disculpen pero siempre que me retrase más de dos semanas pueden agarrarme a collejas como Niji a sus kohais (?) Espero actualizar esta semana los fics,esperen si los leen.

En fin...¡Gracias por leer! Y si dejan rw's,que mejor pero yo no los forzaré,bebé les guste.

Sí, justo como la canción…Tropezó de nuevo y con la misma maldita piedra pero no era su culpa ¡Oh no! Era culpa de la maldita piedra tan perfecta con su pequeño tamaño que causaba ternura y encajaba perfecto con su aura de tranquilidad y color rojo que le hacía suspirar como idiota y luego repartir collejas para que la sangre que se le subía a la cara se bajara a sus fuertes puños.

Ahora estaba ahí. Tendido en el piso por haber tropezado con la piedra, literalmente, haciendo que la piedra cayera y se quejara por tener su cuerpo encima; no es que Nijimura estuviera gordo porque no pero ahora que iba en tercero de preparatoria era obvio que había embarnecido además de tener músculos marcados por el basketball y a veces demostrar de manera gratuita que no era cinturón negro en artes marciales por su lindo rostro.

El azabache lucía boquiabierto mientras seguía sobre su mismísimo amor platónico de secundaria además de que lo tenía encasillado contra el pasto como si fueran una pareja cualquiera de enamorados, exceptuando la cara de diversión del menor y la boca abierta y ojos casi saliendo de los orbes de Nijimura.

— ¿Akashi? —Fue lo único que el cerebro de Nijimura pudo procesar ante tal situación. No a diario se encontraba con el pelirrojo, lo tiraba, caía encima de él y…Y le veía como aquel lindo niño que siempre estaba tras de él.

—El mismo, Nijimura-san—Respondió sonriendo el de orbes rojos con una suave sonrisa—Sería adecuado que se quitara de encima para que podamos entablar una conversación ¿No cree? —El de orbes azules se quería golpear en ese instante por estúpido. No veía al chico que le gustaba por años y cuando se lo topa, lo tira y lo encasilla…Bravo Nijimura, eres tan brillante en el amor como Aomine en matemáticas; justo como en secundaria.

Nijimura se quitó de encima y ayudó a levantar al pelirrojo que una vez de pie comenzó a sacudir sus prendas con elegancia ¡Hasta para eso era elegante! Y hasta en eso enamoraba con cada grácil movimiento al azabache que le miraba disimuladamente-según él-mientras recogía la bolsa de medicinas para su padre que se le cayó en el camino y el sobre que traía Akashi lleno de algunas partituras complejas con varios puntitos, rayitas, anotaciones, teclas gato y letras be junto con flechas…Iugh, por eso Nijimura sería un abogado, administrador o algo donde no tuviera que leer símbolos raros o letras que se convertían en números cuando eran jodidas letras.

—Veo que tiene interés por mis partituras—Nijimura salió de sus vacilaciones con la mirada fija en las partituras que volvía a guardar en el sobre—Son para un recital de violín que daré en un mes, más o menos, con la filarmónica de Bellas Artes de Tokio. Serán solo dos piezas en solitario pero quiero tocarlas perfectas—El azabache sonrió al escucharlo…Ahhh…Ese era su Akashi, bueno, el "su" jamás se pudo en Teiko pero ahora que volvía a Japón sin noticias de mudarse pronto, quizá podría modificar de nuevo.

—Veo que sigues siendo el señorito que puede sacar un conejo de un sombrero sin verse ridículo—El pelirrojo rió por la forma a la que fue referido y con diversión sacó una moneda de la oreja del azabache que lucía asombrado por los trucos—Tsk. Sigo sin saber cómo demonios haces todo tan bien—Nijimura frunció el ceño y comenzó a revisar su oreja por dentro y fuera ¿Cómo carajo Akashi había sacado una moneda de su oído? La magia no existía…Pero con Akashi hasta las leyes de la física podrían cancelarse si lo requería.

—Un buen mago nunca revela sus secretos, Nijimura-san—Y luego el menor con la misma sonrisa de diversión y confianza, transformó esa moneda en un colguije con una placa de arcoíris solamente moviendo la mano—Tome, por su regreso—El azabache rió y le sacudió los cabellos a su "niño consentido" de Teiko, recibiendo el collar por los viejos y buenos tiempos de secundaria—Y ya que le di su regalo por parte de todos ¿Podría preguntar cuánto se quedará aquí? Y si no es indiscreción ¿Dónde se queda? —El azabache después de forcejear con el maldito collar-y ponérselo-bufó, amaba y odiaba como Akashi se refería a él de usted porque significaba que le respetaba mucho y toda la cosa pero ya no estaban en Teiko así que podría referirse a él solo por el apellido cómo cuando se encontraban a solas…A menos que no hubiera una relación de confianza entre ellos…Cosa que le bajaba los ánimos al de ojo azul.

—Ah, acabo de regresar a Japón hace unos días por mi padre—La sonrisa tranquila de Akashi cambió a una mueca de insatisfacción y algo de melancolía mezclada con cierta molestia—Está mejor—Esa noticia volvió a transformar la mueca en una sonrisa de alivio y luego de nostalgia—Así que al estar mejor decidimos volver a Japón para que aquí haga la universidad y mis hermanos terminen aquí sus escuelas porque allá la universidad cuesta un ojo de la cara y más cosas…—Akashi se cruzó de brazos, al igual que en Teiko y le dedicó una sonrisa dulce al azabache que sentía nuevamente su corazón latir como frenético ya que solo tenía registradas en su cabeza unas pocas sonrisas de ese estilo.

—Entonces nos veremos por aquí, Nijimura—Okay…Si Shuuzou tuviera un electrocardiograma marcándole, seguramente ya se hubiera descompuesto—Páseme el número de su celular por favor—Akashi sacó su Smartphone de niño rico mientras que Nijimura sacaba su económico celular táctil comprado en un mercado con dudosa procedencia en América pero no importaba. Era barato, mandaba mensajes, llamadas y tenía internet además de canciones, juegos y más…Y por si acaso, el FBI o la CIA no le había buscado desde que lo había adquirido hacía ya más de un año así que todo marchaba sobre ruedas con su celular.

El pelirrojo copió el número de Nijimura en su teléfono e hizo una llamada al del azabache para que su número quedara registrado en sus contactos.

—Nos vemos luego, Nijimura. Cuídese y hábleme cuando llegue a su casa, por favor—El azabache asintió procesando su corta charla con el pelirrojo que caminaba rumbo al atardecer con su aura tranquila que emanaba elegancia y un algo que hacía a Nijimura babear como perro ante un pedazo de carne…Un muy jugoso pedazo de carne que…Bueno, no entraría en detalles sobre cómo estaba ese pequeño pero delicioso bisteck que quería cocinar y luego deleitar él solo.

Nijimura sonrió y suspiró al ver el nombre "Akashi" en sus contactos. Guardó su celular para regresar sonriente a casa, trayendo medicinas, tampones, algunos dulces y papel higiénico para su familia que seguro le gritaría o le daría un par de collejas por haber tardado tanto pero no le importaba ya que solo quería llegar para aventar la bolsa en el sillón y luego aventarse contra su cama para escribirle al pelirrojo un "Ya llegué".

—Ouch—Otra vez…Ese día sí que Nijimura estaba distraído—Disculpe, fue mi culpa—"Fue culpa de mis idiotas pensamientos que comienzan a preguntarse qué número de traje le quedaría a Akashi para nuestra boda en América" El azabache se sonrojó por lo cursi que sonó eso en su cabeza ¡Él era un hombre que imponía miedo! Pero aún así, por esa hermosa mirada carmín hasta mataría titanes de más de quince metros a punta de collejas y patadas.

—N-No, descuide—El chico delgado que tropezó con Nijimura le sonrió y se levantó al instante—Con su permiso—El joven le hizo una reverencia al azabache segundos después para retomar su camino a su escuela…Uniforme negro tradicional militar con borde celeste…El azabache entrecerró sus ojos pensando que ese uniforme se le hacía ligeramente conocido. Sus cables conectaron hasta que dio con lo que quería ¡Ese uniforme pertenecía a su escuela! Bueno, a la preparatoria a la que le inscribieron por su insistencia ya que en la última Winter Cup le habían ganado a Rakuzan a pesar de ser de reciente creación. Eso solo motivaba al azabache a entrar a esa escuela con más ansias. Cualquiera capaz de ganarle a una escuela con tanto renombre como Rakuzan era digna para que el azabache practicara su amado basketball con su amado Akashi; justo como hace un par de años atrás.

Al llegar a su casa dejó los medicamentos y demás cosas en la mesa para ir corriendo a su habitación antes de que su hermano le lanzara una patada por su examen cercano de cinta negra en karate o comenzar a recibir preguntas de su hermanita acerca de que vestido ponerle a su muñeca. Cerró la puerta de su recámara con una boba sonrisa mientras mandaba el mensaje a Akashi de que había llegado sano y salvo a su casa…Su habitación aún era blanca y lucía vacía por haberse mudado a penas además de que las cajas solo le daban un aire tétrico así que decidió comenzar a acomodar sus cosas.

La pintura podía quedar blanca, le importaba un rábano el color de la pared, hasta dormiría en una habitación rosa si fuera necesario. Comenzó por sacar su ropa de las cajas para colgarla en el armario, dejando su uniforme listo para las clases del día siguiente en un clavo que desde que llegaron había clavado en la pared; de esta manera ignoró que había recibido una contestación semi inmediata del pelirrojo que en su habitación sonreía encantado porque su amor platónico de secundaria había regresado.

Nijimura al terminar de colgar su ropa y sacar su mochila, que compraron en América antes de regresar, miró su celular sonriendo al ver que sus amigos gringos le mandaban buenos augurios para su nuevo año escolar y que los fuera a visitar en verano, hasta Tatsuya le había mandado buenos deseos ya que él había regresado el año pasado y sabía lo difícil que era. Ese chico siempre fue un buen amigo suyo en América, jugaba muy bien basketball además de que sabía pelear, era interesante y le invitaba a buenas fiestas, definitivamente ese rostro de no matar ni una mosca solo era una mera máscara y luego estaba el mensaje de Akashi que le deseaba que le fuera muy bien mañana en su escuela, preguntando de paso a que escuela asistiría, a lo que el azabache respondió que era Seirin antes de apagar su celular y dormir o si no al día siguiente tendría más ojeras que nada y causaría más miedo del usual.

Por fin el amanecer resplandeció en Tokio. Nijimura sonrió al sentir los rayos en su rostro, cómo añoraba sentir ese bonito resplandor en sus orbes que se colaba por la ventana, definitivamente Tokio tenía ese algo que le enamoraba y encantaba, en especial los rayos rojos que se mezclaban con el sol ya que le hacían recordar a Akashi cuando bajaba de su lujoso auto y caminaba al colegio con tranquilidad leyendo un libro mientras las sakura lo rodeaban sutilmente…Ah…Su Akashi.

— ¡Despiértate inepto! —Y ahí todo terminó. Una almohada en su cara asesinó sus bonitos recuerdos con el ex capitán de Teiko, haciéndolo gruñir y aventar un zapato a su hermano que ahora caía de bruces contra el piso por el zapato con excelente puntería, haciendo sonreír a Shuuzou porque no se había añejado en el basketball para nada, al contrario, el maldito de Himuro le había enseñado nuevos trucos en el juego callejero que fácilmente podría ganarle hasta a Aomine.

Después de despertar por completo, peinar a su pequeña hermana y a su muñeca, bañarse, desayunar, aventarle la mochila en la cara a su hermano, tender la cama de su hermana, alistar las medicinas de su padre y preparar el desayuno para él, se fue a cambiar dejando que su madre solo prepara el desayuno para sus hermanos, ella y su padre; fue a cambiarse. El uniforme le quedaba raro, estaba acostumbrado a no llevar o llevar el de Teiko pero debía admitir que ese estilo le hacía ver imponente y hasta con estilo; se sacudió el cabello un poco para peinarlo con sus dedos y finalmente desabrocharse la chaqueta. Jamás le había quedado ni le quedaría la chaqueta cerrada así que no se vería mal solo por ser formal.

"Hey babe, good luck" Ese mensaje de Himuro le hizo reír, así que le contestó al instante y de paso le envió un mensaje a Akashi de buenos deseos aunque él no los necesitara porque…Bueno…Akashi era malditamente perfecto y creía fervientemente que primero crecía una naranja de un olmo antes de que a Akashi le fuera mal en algo.

El azabache bajó a desayunar con rapidez ya que tenía que dejar a sus hermanos a la escuela, comprar más medicinas, unos cuadernos y una pluma para no ir tan perdido mínimo ese primer día.

—Shuuzou, no es necesario. Solo me cambio y voy a dejarlos a la escuela—El de ojo azul gruñó ante la petición de su madre y negó mientras se tomaba todo el platón de cereal con leche como ebrio empinándose una cerveza, pasándosela de un trago como todo buen vaquero del viejo oeste.

—No dejarás solo a papá, mamá. Yo puedo llevarlos así que tranquila ¿Sí? —Y de la nada el joven sintió una colleja, ahora sabía de dónde demonios sacó el puño fuerte.

—No me moriré Shuuzou así que por única vez en tu vida cállate y deja que alguien más haga algo por ti—El aludido iba a responder pero una caricia en sus cabellos de su padre le hizo chistar por lo bajo—Anda, vete a la escuela que nosotros llevamos a tus hermanos y échale el ojo a una linda chica o te quedarás aquí por siempre. De una vez te digo que yo no cuidaré tus noventa gatos—Shuuzou solo rió al escuchar a su padre. Ese hombre era tan…No sabría qué haría sin él.

—Está bien, ya me voy. No te olvides de tomar tus medicinas, viejo y mamá, recuerda que nada de cosas verdes que le adelgacen la sangre—Los padres del ex capitán de Teiko solo rieron al escucharlo. Definitivamente le quedaba ese puesto a la perfección—Ya me voy mocosos. Shizuko, si las niñas no quieren jugar contigo ¿Qué harás?

—Les haré el movimiento que me enseñaste y luego haré que Annie les dé una colleja como tú lo haces—La niña de unos seis años movió la cabeza de su muñeca, Annie, a modo de afirmación. Nijimura mayor sonrió porque su hermana era su favorita por ese tipo de cosas.

—Bien y tú, Shun. No quiero que llegues a casa después de las nueve de la noche o te buscaré, te encontraré y te traeré arrastrando de los cojones a casa, después te los cortaré, los meteré a un calcetín y te golpearé con ellos ¿Entendido? Y nada de peleas o quien te dejará más golpeado que nada seré yo—El menor de ojo azul hizo un mohín al escucharlo, riendo segundos después.

—Sí, mamá—Shuuzou le dio una colleja a su hermano y agarró su mochila para partir rumbo a su nueva escuela.

Nijimura caminaba despreocupadamente por la calle, suspirando de volver al viejo bullicio de Tokio; uno muy distinto al de LA pero igual de movido o hasta más, al menos por allá te encontrabas vagos, chicos playeros que se volaban clases para ir a la playa, gente rapeando o chicos jugando basketball callejero, en contraste con Japón donde solo existía el trabajo y la escuela, casi no había divertidos vagos drogados que te querían vender una bolsita de arena diciendo que era heroína o una variante además de que las jaulas de basketball estaban vacías porque todos iban rumbo a sus escuelas u oficinas…Bah, que mierda.

El azabache siguió caminando a paso lento hasta que escuchó el sonido de un balón golpear la reja de la cancha de basketball callejero, provocando que el chico fuera corriendo a la jaula de dónde provino ese glorioso sonido que no escuchaba desde que regresó de Los Ángeles.

— ¡Kuroko! Cabrón. Te he dicho que no dejes a tu perro por acá, casi lo piso—Exclamó Kagami muerto de miedo junto al perro que le sonreía y brincaba para lamerlo, paralizando al pobre pelirrojo que estaba a nada de gritar como niñita de no ser por su novio que agarraba al cachorro.

—Pero Nigou solo quiere amor tuyo, Kagami-kun—El de ojo rojo agarró la cabeza de su novio con una mano y la aplastó—Kagami-kun, eso duele—Replicó el de cabello celeste al sentir la mano del otro presionarle.

—Vete al demonio, pedazo de—Pero no pudo acabar porque una patada cayó a su estómago.

— ¡No vuelvas a lastimar a alguien más pequeño que tú, maldito grandulón! —El de cabellos celestes fue corriendo a donde cayó su novio para ayudarle a levantarse—Tsk, y tú todavía vas y lo ayudas ¿Qué demonios? ¿Acaso desarrollaste Estocolmo* en secundaria, Kuroko? —El mencionado abrió sus ojos como platos al escuchar esa voz y ver bien de quien se trataba…Esa figura imponente de cabellos negros con la boca de esa manera y una banda de los colores del arcoíris…

— ¿Nijimura-senpai? —Preguntó Kuroko anonadado, olvidándose por un momento de su novio que yacía en sus brazos medio atontado por la patada voladora recibida— ¿Es usted? —El azabache bufó al escuchar esa estúpida pregunta.

—Te creía más listo, mocoso. Es obvio que soy yo ¿Quién más puede dar esas patadas para proteger a sus tontos y desesperantes kohais? Solo yo puedo golpear a mis bebés tontos—Kuroko sonrió al verlo y ayudó a levantar a su novio que seguía medio atontado.

—Él es mi novio, Kagami-kun. Y no me molestaba ni nada solo que le dan miedo los perros y vio a Tetsuya Dos y se espantó—Nijimura soltó una carcajada al escuchar eso. Un tipo de casi dos metros, musculoso, pelirrojo y con cejas raras tenía pánico de un perrito que no llegaba ni al año de vida. Ver para creer. Kagami se sonrojó y chasqueó la lengua molesto mientras desviaba la mirada, ahora era burla del mayor que ni conocía y aparte Nigou le lamió la mejilla. Estúpido perro y estúpido Kuroko que lo hacían ver como tonto—Pero ¿Por qué tiene el uniforme de Seirin, senpai? —El azabache dejó de reír y miró al par de novios que tenían el mismo uniforme que él ¡Hasta el perro! Ese par sí que le sorprendía.

—Porque soy alumno de Seirin desde este año—Kagami frunció el ceño y gruñó. Perfecto. El tipo que lo creía un bobalicón que le tenía miedo a perritos y que, aparte, golpeaba como ninja sería su senpai ¿Algo más? Pues sí. Sintió como su pie se iba mojando lentamente ¿Acaso se había orinado del miedo? No, no era tan miedoso con el perrito de su novio para que sucediera eso así que bajó la mirada para notar que el pedazo de saco con pelos le estaba orinando mientras dirigía una mala mirada a Nijimura.

—Parece que tu perro marca territorio con tu novio—Dijo Nijimura entre risas al ver como el pequeño perrito le miraba feo mientras gruñía y orinaba al asqueado y miedoso pelirrojo que no podía estar más rojo de pena—Tranquilo, chico. No estoy interesado en este pelirrojo. Es muy gorilón para mí—La mirada del perro se calmó pero aún así seguía orinando para delimitar que no le entregaría a Kagami a nadie más que a su dueño.

Por su parte, Kagami miraba a Kuroko implorando piedad y salvamento pero lo único que consiguió era que el de cabellos celestes le tomara dos mil fotos y le mandara un mensaje al ruidoso de Kise diciendo que le debía ahora tres malteadas de vainilla extra grandes porque perdió la apuesta de que Nigou amaba a Kagami.

—Bueno…Un gusto, soy Nijimura Shuuzou—Kagami entrecerró sus ojos al tratar de recordar de dónde demonios se le hacía familiar ese nombre—Ex capitán del equipo de basketball de Teiko y ahora, repatriado de Los Ángeles—Dijo con una leve risa, en realidad solo había vuelto a su lugar de origen pero eso colaba mucho al decirlo, lo hacía sonar como un chico malo.

— ¡Usted es el capitán que controló a todos los milagros! —Nijimura rió con egocentrismo, quizá el bobalicón de los perritos no era tan malo—Demonios, mis respetos. Si yo a veces no puedo con Kuroko y peor tantito cuando se juntan Midorima, Kise y Aomine…Usted merece una maldita estatua por controlarlos y aparte al imbécil de Haizaki. Es más, si se postula para presidente votaría por usted—Nijimura solo siguió riendo al escuchar al pelirrojo alabarle por controlar a esos monstruos—En especial a Akashi ¡Joder! Cuando nos conocimos casi me clava unas tijeras—Entonces la risa se cortó y Nijimura levantó una de sus cejas algo sorprendido ¿Akashi? ¿Akashi Seijuurou? ¿Su Akashi Seijuurou? El azabache iba a debatir pero Kuroko se puso frente a él y le habló.

—Luego hablaremos de eso porque se nos hace tarde para el primer día—Nijimura gruñó al ser sacado de tema tan abruptamente y agarró nuevamente su maleta para caminar junto a sus nuevos compañeros de equipo y escuela, dejando de lado el tema de las tijeras; estaba bien que a veces al pelirrojo se le iba la mano con eso de los castigos pero no lo creía capaz de apuntarle con unas tijeras a Kagami además ¿Por qué lo haría? Se veía que el chico era manso y menso…Solo le faltaba tener tez morena para que se terminara de parecer a Aomine. Juraba que hasta el mismo brillo tenía en sus ojos al ver a Kuroko o al jugar basketball pero eso era otra historia también, después se llevaría a vagar a Kuroko con él para que le pusiera al día de las cosas en Japón porque parecía que era una gran historia la que se perdió por andar en Los Ángeles con su familia y Tatsuya de fiesta en fiesta o de cancha en cancha.

Los tres chicos caminaron rumbo a Seirin hablando de basketball, la NBA, espantando a Kagami en el camino con los perros tamaño caballo que se cruzaban al asustadizo pelirrojo que se ponía a temblar y correr para abrazar a su novio por la espalda para que le protegiera, en ese instante hasta sus "músculos" servían, de paso Nigou les ladraba a los perros con una mirada enojada, ahuyentándolos y ganando un poco mas de aprecio en el corazón del pelirrojo, claro que cuando eso sucedía, Nijimura se botaba de risa y luego ladraba gruñía como perro solo para molestar a Kagami, el cual no soltó a Kuroko del brazo en todo el trayecto restante.

Por cierto,KnB le pertenece a Tadatoshi Fujimaki,no a mí (Ay :c )