Advertencias: Spoiler de Arabasta. POV de Vivi.
Notas: ¿Saben que me gusta de One Piece? Que los personajes femeninos estén muy bien desarrollados y tengan personalidades tan diversas.
Beta: Charlone.
Palabras: 303.
Disfruten la lectura.
Tener que confiar
Luffy-san no está con nosotros, él se quedó atrás, lo hizo para pelear con Crocodile. Se quedó a pesar de saber que su vida corre peligro, que Crocodile es un Shichibukai y alguien muy difícil de vencer. Lo hizo sólo para ayudarme, porque él lo dijo antes, que no arriesgara mi vida solamente, sino también la de ellos.
Miro a los demás y, aunque no quieran demostrarlo, puedo notar claramente lo preocupados que están. Ellos sí son conscientes, saben que Crocodile es más fuerte que Luffy y aún así no hicieron nada para detenerlo. Sé que confían en él, lo supe desde el primer momento en que los conocí, pero de todos modos no lo entiendo. ¿Cómo pueden dejar que se arriesgue de ese modo? ¿Cómo pueden todos arriesgarse de ese modo por alguien a quien apenas conocen?
No puedo evitar mirar hacia atrás, preguntándome si él estará bien, si sigue vivo. Zoro lo nota, nota mi mirada y por eso habla, quiere calmarme y también a los demás. Sonrío por eso, él no lo demuestra pero también esta preocupado por su capitán.
Coloco mis manos sobre mi pecho y cierro los ojos, rogando porque Luffy-san esté bien. Deseo que cumpla su promesa, que nos veamos en Alubarna, pero sobre todo que él siga con vida.
Porque es él quien me enseñó a confiar, aunque todavía me cueste un poco. Hay algo que quiero decirle y para eso él debe vivir. Porque es Monkey D. Luffy, el Capitán de los Sombrero de Paja. El chico que me brindó su mano sin importarle el lío en el que me encontraba.
―Tienes que vivir ―murmuro, estrujando mis manos, deseándolo desde lo profundo de mi corazón. Porque si lográbamos detener esta guerra y Luffy-san no estuviera con nosotros, sería como si hubiéramos perdido de todos modos.
Fin de la historia.
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