Memorias de Irene.-
Querido Hamish, si por algún casual el abogado de la tía Kate te ha entregado este documento, quieres decir que muy a mi pesar he tenido que despedirme de tí y de tu padre. Aunque esto te suene extraño, si tu padre sigue vivo, por favor, mi última voluntad es que leáis esto juntos.
De todos modos, quiero que sepas, que has sido lo más importante de mi vida, y que te quiero muchísimo. Seguiré cuidando de tí, desde la distancia. Ya sé que ni tu padre ni tú sois muy espirituales, pero la Sra. Hudson siempre dijo que Tu padre tenía un ángel de la guarda, en este caso, yo misma.
Escribo todo esto que vas a leer no por que quiera incomodarte, si no que quiero que entiendas algunas cosas sobre mi vida de la que formas parte. Ahora que has crecido, creo que estás listo para que te explique con todo detalle la trayectoria de nuestra vida (la que tu padre y yo hemos compartido hasta que los años y la salud nos lo han permitido).
Es un mero recuerdo que quiero que tengas de mí. Soy consciente de que no conociste a tus abuelos, por que murieron antes de que tu nacieras cuando yo apenas tenía siete años. Creo que ya te lo había contado alguna vez, cuando eras mas pequeño, los abuelos murieron en un accidente de coche en Viena. Casi no los recuerdo, y tu padre ni siquiera los conoció, no quiero que esto te pase a tí.
Te quiero, cielo.
Tu madre.
Irene Adler.
SHERLOCK HOLMES: UN ENIGMA CON UNOS RIZOS BONITOS
TuEra Domingo por la noche, y llamé a mi proveedor para explicarle que tenía algo valioso para él. Yo no lo sabia, pero mi proveedor, James Moriarty, estaba apuntando a tu padre con un montón de fusiles de asalto.
Sin querer, salvé a tu padre de volar por los aires.
Unos días después, me puse en contacto con tu tío Myc, que por entonces era una de las personas mas importantes de Inglaterra, más importante que el Primer Ministro. Le expliqué que tenía unas fotos de alguien increíblemente importante perteneciente a la casa real, para demostrar que podría hacer lo que quisiera y no me lo podría impedir, también expliqué que poseía un fragmento de un email que iba a salvar al mundo y que había fotografiado de un hombre de defensa, un empleado suyo.
Así que tu tío Myc decidió contratar a tu padre a través de la Casa Real para que recuperase (me robase) las fotos y ese fragmento del email.
La primera vez que vi a tu padre fue en una foto que publicaron en el Daily Telegraph, esa que tu abuela tiene en el salón y que tío John y tia Mary tienen en su habitación, sale con su gorro de cazador, y con su abrigo; sale tan joven...
Desde el primer momento en que vi la fotografía me pareció una persona muy atractiva, leí las entrevistas y me fascinó lo increíblemente inteligente que era, un verdadero genio. Como sabrás me gustan las historias de detectives, bueno, y tu padre. Así que fue bastante curioso.
Unos pocos días después, cuando tu tío Myc contrató a papá, lo envió a mi casa, la mansión de Eaton Square, donde trabajo con la tía Kate.
Tu padre entró en casa haciéndose pasar por un sacerdote al que habían atracado, tenía un golpe en la mejilla izquierda. Tu tía Kate y yo sabíamos que nos iban a visitar ( tu padre y el tío John), así que ya estábamos prevenidas. La tía Kate hizo que tu padre pasara al saloncito de los sillones blancos en el que tanto te gustaba jugar con ella al escondite inglés, y se llevó al tío John a la cocina, para que cogiese el botiquín.
Y por primera vez en mi vida ví a tu padre en carne y hueso, entré en el salón con mi mejor sonrisa y completamente desnuda. Debías de haber visto su cara, se quedó de piedra, ni recodó el alias en el que había estado pensando para engañarme. Me acerqué a él y tuvimos una pequeña charla.
Después de eso entró tu tío John, y se quedó un poco sorprendido con la situación, les invité a tomar té aunque ninguno de ellos quiso.
Entonces, les comenté algo sobre un caso en el que Sherlock estaba trabajando, ambos se asombraron bastante de que yo conociese los detalles. Pero ya sabes que es lo que decía tu abuela, "hay que tener amigos hasta en el infierno"
Después de que tu padre empezase a explicarme como resolver aquel caso, encontró donde guardaba las fotos, gracias a la alarma de incendios que tu tío había encendido y me había obligado a mirar inconscientemente al lugar en el que ocultaba mi teléfono móvil.
Levantó el espejo y apareció la caja fuerte, entonces tu padre se giró hacia a mí y me preguntó por la contraseña, pero yo ya se la había enseñado. (conociéndote, hasta la fecha, ya habrás averiguado exactamente cual era la contraseña, me entra la risa imaginándome a tu padre recordándolo).
Luego aparecieron unos asesinos profesionales de la CIA, y John y yo tuvimos que arrodillarnos, hubo algún problema con esos agentes americanos, nada que no pudiésemos solucionar. Conseguí recuperar mi móvil, drogando a papá y huí con las fotos. No quería hacerlo, pero no me dejó otra opción.
Antes de eso, me dejó su abrigo para que me vistiese, así que cuando huí lo hice con su abrigo puesto (si ese abrigo largo de Belstaff, ese mismo).
Así que tras un par de horas de huidas decidí devolvérselo, me colé en su habitación del 221B de Baker y lo dejé colgado en la puerta, habiéndome vestido antes, lógicamente.
Además se me ocurrió gastarle una broma,(sinceramente, creo que el sentido del humor lo has sacado de mí, no de tu padre y menos del tío Myc).
Hasta aquí te preguntarás como es que tu padre y yo nunca empezamos nuestra relación como cualquier otra pareja, como lo hicieron tía Mary y tío John. Siempre te dijimos que eras un chico muy especial Hamish, eso es en parte por que ni Sherlock ni yo fuimos nunca gente totalmente normal, o bien por nuestros trabajos o bien por nuestras capacidades intelectuales. En ese momento de nuestra vida ninguno de nosotros teníamos pensado enamorarnos, ni siquiera tener algo en común, tu padre era mi obstáculo hasta el éxito y yo era su caso.
Después de huir, algunos de mis enemigos comenzaron a buscarme, no podía alojarme en hoteles, ni en hostales de Londres por que Moriarty (y no sólo él) tenía a sus hombres por toda la ciudad, tuve que refugiarme en casa de Albert, por entonces ella y Kate no se habían casado. Después de unos dos meses, en los que no pude trabajar, decidí, muy a mi pesar, desaparecer. El teléfono móvil era mi protección, toda tejida a base de chantajes simultáneos e indiscriminados a algunas de las personas más poderosas del mundo.
Antes de seguir, cielo, no quiero que pienses que fui una mala persona, era mñas joven, y necesitaba prosperar.
Me puso en contacto con uno de mis clientes que se dedicaba ha autentificar las pruebas de ADN, y haciéndome un favor, falsificó las muestras de un cadáver del St. Barts's para que coincidieran con las mías. Luego sólo hubo que enviar ese cadáver a la morgue y enviarle el teléfono móvil a tu padre. Haciéndole creer que había muerto para darle esquinazo a la gente que me perseguía. Fue sin duda el pero regalo de Navidad que le he hecho a tyu padre en toda mi vida.
Contra todo pronóstico esto funcionó durante algunos meses, pero al cabo de siete, unos asesinos contratados por una célula terrorista de la guerrilla venezolana consiguieron dar conmigo. Escapé por muy poco, apenas unos segundos antes de que la bomba destrozase el autobús del que me acababa de bajar. Entonces no se me ocurrió nada más que recuperar el móvil, y cometí un enorme error. Hice que Anthea (la secretaria de tío Myc) llevase a tío John a un fábrica abandonada en la que nos encontramos, me habló de lo mal que lo estaba pasando tu padre y me amenazó con contarle que yo seguía viva, y con que jamás recuperaría mi teléfono. Lo que ninguno de los dos sabíamos es que tu padre había seguido a tío John y estaba escuchando la conversación,. Eso supuso algo completamente inesperado para mí, y después de que ambos se marcharan, decidí recuperar mi teléfono.
Fui hasta nuestra casa, en la que entonces vivían tu tío John y tu padre. Me colé por la ventana de la concia,. esa con la que te hiciste la herida en la frente cuando tenías ocho años. Me metí en la cama de nuestro dormitorio y esperé hasta quedarme dormida, llevaba dos días huyendo, sin comer ni dormir, así que en cuanto me tumbé me quedé dormida.
Después de algún tiempo, tu padre y John volvieron a casa, y me despertaron, prometieron ayudarme. Llevaba puesta esa bata azul de tu padre que está guardada en el sótano. Me hicieron preguntas sobre el email durante casi dos horas, y entonces escuché y presencié por primera vez una de las deducciones magistrales de tu padre. Fue absolutamente increíble, después de aquello tomamos té, hablé durante un rato con el tío John, que después se fue a trabajar.
Tu padre estaba con su violín en la mano, jugueteando con las cuerdas sin prestarme atención, hablaba sólo, igual que haces tú cuando resuelves casos. ¿Sabes? Cuanto más creces más me recuerdas a tu padre de joven, incluso os movéis con la misma elegancia por el salón, sentáis igual en el sillón y tenéis esa preciosa sonrisa que me hace totalmente imposible deciros que no.
En ese momento me di cuenta de lo muchísimo que me atraía, no había sido consciente, pero era algo peligroso. Pensé que me iba a salir con la mía, que pondría a Gran Bretaña y por lo tanto a los Holmes bajo mis pies.. ¡Qué grave error! ¡Estúpida soberbia juvenil!
Nada más lejos de lo que pasó a continuación de eso. Pero eso te lo comentaré después. Ahora quiero contarte algo que probablemente nadie te halla contado jamás de nosotros, es lo más típico de dos jóvenes personas que después y sin saberlo acaban compartiendo una vida juntas. La primera vez que supieron que el contrario ha notado sus sentimientos antes incluso de que la misma persona sea consciente de los mismos.
Estaba arrodillada sobre la alfombra, el fuego crepitaba, tenía la mano de tu padre bajo la mía mientras él estaba sentado sobre su sillón, las llamas hacían todo tipo de formas extrañas sobre nuestros rostros. En ese mismo momento, cuando estuve a punto de besar a tu padre, más bien por seguir con el juego de poder, él se dio cuenta de cuál era mi única debilidad: ÉL MISMO.
Lo notó sólo con tomarme el pulso y mirarme a los ojos, pero no me dí cuenta, estaba demasiado ocupada concentrada en los preciosos ojos que me hipnotizaban mientras me dejaba analizar. Lo que fue sin duda mi gran y mayor error, pero también lo mejor que me ha pasado en mi vida (Bueno, y que nacieses tú)
Después de hacer mi trabajo para J. Moriarty, y que las células terroristas fuesen informadas de que el gobierno británico sabía lo de las bombas y por tanto no podían evitar el ataque terrorista a los aviones de Coventry, que es lo que estaba encriptado en el email que tu padre había descifrado para mí unas horas antes. Así que tu tío Myc intentó hacer desaparecer a papá en uno de esos vuelos para evitarle la pena de muerte por traición.
Llevaron a tu padre al aeropuerto de Heatrow, después la tía Kate vino a buscarme a mí para llevarme al mismo avión.
Después de creer que podría chantajear a todo el gobierno británico y ver a tu padre derrotado (o eso creía yo ) exigí unas condiciones de pago y unas medidas de protección para mí, puesto que con la recogida de toda aquella información que había usado para extorsionar me había granjeado un gran número de enemigos.
Después de que tu padre intentase desbloquear el teléfono durante seis meses: ese día, esa misma noche, en el despacho de tu tío en el club diogenes se dio cuenta que que había descubierto exactamente la nueva contraseña, pero eso no era lo más importante. Había descubierto también que mi mayor debilidad era él mismo, si no que mi corazón le pertenecía completamente. Desbloqueó el teléfono, con las cuatro letras necesarias "SHER", I AM "SHER"LOCKED.
Cuatro letras, un nombre con apellidos y un solo hombre que derrocó en menos de un minuto a la dominatrix que había puesto a todo el Reino Unido bajo sus tacones Louboutin. Me dejó marchar, sin protección, y sabiendo que no duraría más de seis meses.
Después de aqeullo, derrotada y con el miedo metido hasta los huesos, huí como pude. Vijé por todo el mundo haciendo noche en los perores hoteles del mundo, vaijando de polizón, sin equipaje. Pude resistir a base de coartadas fantasmas, tarjetas falsas y los fondos de la familia en Suiza, pero seis meses después de aquella noche, me atraparon.
Intentaba escapar de Los Emiratos Árabes, pero fui secuestrada por una célula terrorista en Karachi, me ataron las manos y los pies. Me obligaron a ponerme un burka, hicieron cosas horribles conmigo, que no creo que necesites leer. Tenía terribles dolores, las articulaciones chillaban de terror, los tirones me resquebrajaban por completo y se me empezaba a caer el pelo y las uñas de la falta de nutrientes.
Después de una semana y medida de torturas continuadas, decidieron que no les era útil de ningún otro modo. Así que decidieron eliminarme, esa misma noche entre susurros en árabe y un olor horrible a quemado me llevaron todavía maniatada y con los músculos bastante agarrotados a una parte cercana del desierto.
Me tiraron al suelo y me desataron las manos, obligándome a arrodillarme frente a la mesa oscuridad de la arena silenciosa. Tan sólo iluminada por los focos del todoterreno que nos había llevado hasta allí me permitieron sacar el móvil para cumplir mi última voluntad. Pensé que era el fin, así que sólo decidí despedirme de la única persona a la que había amado en toda mi vida, y también la única persona que me había derrotado en todo ese tiempo. Fue un simple e inofensivo mensaje, un SMS. Un simple "Goodbye, Mr. Holmes. -IA-".
Los dedos se me congelaban en el viento frío del desierto nocturno y me impedían escribir todo lo rápido que me hubiese gustado, las lágirmas me impedían ver correctamente la pantalla y sentía una presión en el pecho que me hacía casi imposible respirar con normalidad. Iba a irme de este mundo sin ver a tu padre, envuelta en un sudor frío asqueroso y entre hipos desesperados.
Entonces cerré los ojos, preparada para desaparecer. De repente, todo cambió. "Los sonidos son importantes, los sonidos pueden decirnos todo", es una frase que dijo tu padre la primera vez que hablé con él, que razón tenía. Allí, escuché el sonido más esperanzador del mundo: mi propia voz grabada en un tono de mensaje. El tono de mensajes del teléfono móvil de tu padre. Abrí los ojos de repente, sin poder creérmelo, estaba allí de pie con sus preciosos ojos mirándome con toda su energía, sólo pronunció una frase: "Cuando te diga que corras, corre."
No lo pensé, simplemente me levanté con algo de dificultad, corté las ataduras con uno de los puñales que se les cayeron a los atacantes contra los que tu padre luchó para liberarme. Corrí todo lo que pude, hasta que noté una mano en el hombro. Me giré aterrada y le golpeé con la culata de una pistola con silenciador que conseguir cogerle a uno de los atacantes en mi huida. Fue un gran error, ya que era la mano de Sherlock y por consiguiente su hombro el que yo había golpeado. Los nervios me recorrían el cuerpo, y ahora con la adrenalina decayendo comenzaba a sentirme muy cansada y débil, las mejillas bañadas en una mezcla de sudor y las lagrimas producidas por el shock del momento. Me disculpé de manera apresurada en un susurro casi inaudible. Quería agradecerle a tu padre todo lo que había hecho por mí, pero en lugar de eso me desmayé por el cansancio notando como tu padre me abrazaba y me alzaba entre sus brazos mientras perdía la consciencia.
ADIÓS IRENE ADLER, HOLA ANNE MARIE BOHÉME
Después del incidente de Karachi me desperté en una habitación de un hotel en el Cairo, no recordaba como había llegado hasta ahí. Tu padre tenía un contacto en ese hotel y él fue quien cuidó de mí hasta que estuve completamente recuperada. Me habían conseguido una nueva identidad y hasta un nuevo trabajo, jamás volvería a ser Irene Adler, ese día nació: Anne Marie Bohéme. Después de aquello viajé a Estados Unidos y me convertí en la directora ejecutiva de una mediana empresa que se dedicaba a las exportaciones de productos de lujo en New Jersey, viví allí y prosperé. Rehíce mi vida, pero nunca olvidé a tu padre.
Unos meses más tarde de que tu padre me salvase de aquella muerte segura en las arenas oscuras de Karachi, recibí una enorme y fatal noticia. Mi secretaria me traía todos los días el Daily Telegraph a mi despacho, el corazón se me cayó a los pies cuando vi la portada. "SUICIDIO DE UN FALSO GENIO"
Leí y releí el artículo intentando asimilarlo, no podía creer que lo hubiese hecho, no nos conocíamos mucho, pero estaba segura de que no era el estilo de tu padre. Esos tres años en los que tu padre estuvo trabajando en secreto para el MI6, no recibí ni una sola carta, ni una señal ni un mensaje de él. Así de después dos años y medio sin noticias de verdad creí que tu padre había muerto. Me sentía fatal, increíblemente inútil, no sabía que hacer. Lo pensé durante mis noches de insomnio, me arrepentía tanto de no haberle querido, de no haberle podido salvar, de no haberle dejado descubrirme… no como "La Mujer", la dómina, si no como Irene, simple y llanamente. Pensé que debía haber aprovechado el tiempo, debí haber vuelto antes a Londres a agradecerle todo lo que había hecho por mí, y a preguntarle por que había venido a rescatarme en Karachi. Pero era demasiado tarde, ya nada podía ayudarme a hablar con él.
Decidí que tenía que volver a Londres, quería visitar por última vez a tu padre. Comencé a hacer algunas llamadas, y saqué a relucir mi lista de clientes. Después de hablar con el primer ministro y con su mujer, pude concertar una cita y convencerles de que me devolvieran mi nacionalidad británica. Después de una semana de arduo trabajo y de devolver un montón de favores la conseguí y me embarqué en un vuelo directo a la capital británica.
Me instalé de nuevo en mi piso y cuando llegué a Londres le pedí a Kate que me llevara al cementerio. Estuve allí de pie, mirando la lápida negra y brillante en silencio, sin derramar una lágrima. No podía hacerlo, no tenía más lágrimas para llorar, ya estaba suficientemente destrozada como para romper el silencio con mi llanto que de nada serviría, dejé una rosa roja sobre su tumba. Volví a casa, sabiendo que debía rehacer mi vida y empezar de cero. Pasaron unas dos semanas y ocurrió lo impensable. Tu padre reapareció., de repente, salió en todas las noticias y todos los telediarios de la nación.
Supe que tenía que decírselo, tenía que agradecérselo. Así que esa misma mañana cuando llegué a casa terminé con mis clientes y por la tarde decidí ir a casa para hablar con él.
Y después de eso comenzó el resto de la historia que ya te hemos contado tanto yo como tu padre.
Hamish, no quiero que estés triste, quiero que seas fuerte. Eres un gran chico, un verdadero genio. Cuida de los tíos Myc y John, cuida de Lestrade, de Kate y Albert. Cuida de Molly Hooper, por todas las tardes que pasó cuidando y jugando contigo en el St. Bart's mientras tu padre estaba en la morgue y yo trabajando. Visita a la Sra. Hudson y llévale galletas de canela que son sus favoritas. Sigue estudiando y siendo igual de pragmático que tu padre. No te olvides de cuidar a Sherlock jr, la tía Mary y el tío John esperan que te encargues de ella y que la vigiles. Cuida de Lestrade y visita la comisaría, ayúdale con los casos como solía hacer tu padre con su padre.
Pero sobretodo, no te olvides de que te quiero cielo. Tu padre y yo te queremos, más que a nada en el mundo. No lo olvides nunca, eres un chico especial, un verdadero genio y llegarás a ser un gran hombre. Tu padre y yo seguiremos cuidándote desde donde quiera que estemos, sea ese lugar el que sea.
Te quiero, cielo.
Tu madre, Irene Adler.
PD: Dentro del mismo archivo en el que has encontrado este apéndice, hay algunos otros como notas de algunos casos de tu padre, un diario detallado de nuestros mejores recuerdos, el álbum de boda.
Tus fotos de cuando era más pequeño, el primer diente que se te cayó.
La pajarita que llevó tu padre el día que nos casamos y el broche para el velo que llevé yo.
