La Alianza Secreta
Capitulo 1 el pacto de Athena
El viento corría con fuerza, la lluvia comenzaba a hacerse sentir, en la cima de aquella montaña, una chica peli morada encendía su cosmos con gran fuerza haciendo un llamado rumbo a las estrellas. –La hora ha llegado amigo mio, necesito que vengas, necesito de tu ayuda! – Un fuerte rayo ilumino el cielo y fue seguido por un trueno que hizo retumbar la montaña entera con su gran fuerza. Al instante una hermosa luz dorada-azulina descendió del cielo y la figura de una criatura se materializo frente a la chica.
–Mi bella niña cuantos siglos sin poder ver tu rostro, dime a qué debo tu llamado?- La criatura de luz se acercó tranquilamente y a cada paso la tormenta comenzaba a calmarse, hasta que en un instante el cielo se despejo, dejando a la vista un hermoso escenario una luna llena y un espectáculo de lluvia de estrellas iluminando la bóvedas estelar.
-Athena mi niña, siento en tu corazón dolor y tristeza, dime cual es el motivo de tu llamado? Con su mirada esperanzada ella le hablo – La tierra ha sufrido de muchos ataques a causa de los olimpos, mis caballeros y yo hemos intentado protegerla y restablecer el equilibrio a cada vez. Ante los ojos de mi familia, les he traicionado y han condenado las almas de mis más fieles caballeros, aprisionándoles en piedras, acusándoles de haberse revelado contra los Dioses. Nosotros los Dioses que no debiéramos ser otra cosa que los guardianes de este hermoso planeta, nos hemos convertido en sus agresores. Necesito vuestra ayuda, después de todo ustedes fueron quienes nos confiaron este planeta a nuestro cuidado. Por nuestra amistad y por la confianza que alguna vez nos tuvieron te pido, mas bien te suplico que desciendas a la Tierra y me ayudes a restablecer el orden perdido.
Solo tú puedes liberar las almas de mis caballeros dorados de su prisión de piedra y solo tú sabes negociar con los olimpos para que recuperen la fe en los humanos. Así pues en el nombre de nuestro viejo pacto, te suplico que vengas a la Tierra y me ayudes!-
La figura de pronto fue bajando la intensidad de su luz y un rostro humano de una belleza andrógina y a la vez aniñada iba mostrándose frente a los ojos de la Diosa, sus cabellos rojos como el más puro rubí en media melena y sus ojos de un extraño color verde-azulado acentuaban su mirada profunda como el cielo nocturno.
-Sabes que la única forma de que alguno de nosotros pueda venir y permanecer en esta dimensión equivale sacrificios de nuestra parte. Sin embargo desde nuestra dimensión hemos sido testigos de cada uno de los hechos que nos narras, al igual que tu yo, también considero que se debe establecer un equilibrio con los olimpos y que el castigo que recibieron tus caballeros fue injusto, ya que todos y cada uno de ellos ofreció algo de si para salvar este mundo.
Athena nuestro pacto sigue y seguirá vigente, aceptamos venir a esta dimensión, a condición de que tu misma te involucres en tu causa. Tengo el poder para liberar a tus caballeros de su prisión y así se hará y por medio del poder de mi padre/madre los traeremos de regreso a la vida física, a todos tus guerreros dorados. Inclusive a aquellos que en vida hicieron daño a este planeta, sus últimos actos dejaron ver que existe en ellos la intención de obrar bien.
Ahora debes saber que después de la resurrección de tus hombres, yo y algunos de mis hermanos nos materializaremos en cuerpos humanos por esta existencia, aunque haciendo esto no perderemos la totalidad de nuestros poderes, si estaremos sujetos a leyes y condiciones parecidas a la de los humanos. El venir a tu mundo significa para nosotros renunciar a nuestra inmortalidad, además de ser presas de las emociones y debilidades típicas de los de este planeta. Así que contamos contigo para ayudarnos a adaptarnos a este mundo.-
Athena abrió sus ojos sorprendida su amigo estaba no solo dispuesto a venir por un tiempo a ayudarla, además estaba listo para al igual que ella vivir dentro de un envoltorio humano. Ante su asombro y emoción no pudo evitar el dejar escapar unas lágrimas de su rostro. Y le pregunto –Porque quedarte en este mundo una vida completa, tu decisión me intriga y me conmueve. Sabes al igual que yo, que vuestro cosmos es aun más poderoso que el de los olimpos juntos. Porque tu decisión entonces?-
-Porque es imposible comprender al hombre si no se vive como tal, es así como tú has podido amarles y comprenderles, eres el perfecto ejemplo de mi razón de venir. Tú siendo una observadora, una diosa, decidiste hacerte humano y vivir entre ellos. Tu divinidad siempre estará en ti ya sea como humana o como energía sin carne. Además sabes que aunque seremos humanos no naceremos de mujeres, ya que no hay tiempo para esperar, mi padre ya ha creado cuerpos adultos exclusivos para nuestra energía.
Te ayudare personalmente a reconciliar las relaciones con los olimpos, a mantener la paz en este mundo, recuperaras a tus caballeros y tú me acompañaras en esta experiencia que es por primera vez experimentar lo que es un humano. Te conviene nuestra propuesta amiga mía?-
-Por supuesto, será un honor y una gran alegría tenerte junto a mí en este mundo.- Athena tomo la mano de su amigo y ambos se dirigieron en camino al descenso de la montaña si todo iría bien pronto comenzarían su misión. Lo primero seria recuperar a los caballeros dorados y eso tendría que hacerse antes de que su acompañante entrara en su envoltorio carnal. Así que sin mas, ambos se dirigieron rumbo a su antiguo Santuario, ahora en ruinas.
No fue difícil llegar hasta donde se encontraba el monolito o columna que encerraba el alma de sus 13 guerreros. Desde su enfrentamiento con Artemisa y Apolo, el Santuario había sido abandonado, los olimpos habían desistido en sus planes por controlar la Tierra y destruir a los humanos, pero también habían abandonado su compromiso que habían adquirido al haber sido nombrado regentes de ese mundo. El planeta se había convertido en un mundo donde el ser humano vivía desconectado de todo lo que no fuese si mismo.
-Aquí están,- le dijo él- ahora Athena junta tu cosmos con el mio y pidamos no en nuestro nombre si no en el nombre de aquella energía a la que servimos de aquel pacto que nos une que es la justicia y el amor- ambos juntaron sus energías y una inmensa onda de luz dorada con blanco se formo inundando la columna en donde yacían las almas de los guerreros. Poco a poco la columna comenzó a partirse y hermosas luces blancas salían de su interior dirigiéndose hacia la playa que rodeaba el antiguo Santuario.
-Dejemos que sus energías se condensen y en cuanto los primeros rayos del sol aparezcan tendrás a tus hombres completamente materializados. Ahora mi niña debemos irnos, que los mismos rayos solares traerán mi cuerpo y el de mis hermanos. Tú ve por tus guerreros y nos encontraremos después que les hayas hablado y explicado las cosas.- Ambos se dirigieron a la playa, ahí el misterioso acompañante se despidió de su amiga, no sin que antes ella le preguntase.
-Espera, en donde te encontrare? , digo una vez que ya seas humano. – cuestiono la Diosa. - No te preocupes, yo vendré a ti. Solo una cosa, cuando nos encontremos y nos presentes con tus caballeros no debes decirles nada de mi identidad, ni de la de mis hermanos, al menos no por el momento. Es importante que si vamos a trabajar juntos ellos nos vean como lo que seremos ante sus ojos personas con cosmos, pero personas al fin y al cabo.- Athena asintió y se despidió de su acompañante con un abrazo afectuoso y una sensación de esperanza en su pecho. Por fin no estaría sola en este planeta y tendría como apoyo a seres a quienes ella respetaba desde épocas en que ni siquiera era humana, seres con un cosmos parecido al suyo y que compartían con ella el amor a este planeta y a esta dimensión. Se sentía fuerte y sabia que había tomaba una buena decisión al llamarles.
En el horizonte se podía divisar los primeros rayos del sol y desde el cielo 13 hermosas flamas blancas aterrizaban en la arena de la playa formándose con ellas figuras humanas que poco a poco fueron materializándose. Los trece guerreros dorados: Mu, Aldebaran, Saga y Kanon, Mascara Mortal, Aioria, Shaka, Dokho, Milo, Shura, Camus, Afrodita y Shion comenzaron a inhalar el aire fresco de la mañana, mientras movían sus entumecidos cuerpos sobre la arena. Saori-Athena se sentó tranquilamente al lado de sus guerreros observándoles y esperando tranquila que uno a uno fueran despertando.
Mientras en la cima de la montaña, antes mencionada, 7 figuras luminosas de diversos colores tomaban formas humanas, y sentían por primera vez lo que era el acto de respirar y de sentir.
-Mitchelle , que extraño es todo esto- dijo uno de ellos- hacia donde iremos ahora.
- Debemos encontrarnos con Athena lo antes posible, estoy seguro que ella nos orientara un poco. – le contesto su hermana un tanto desconcertada.
