Todos los personajes que reconozcan son de JK Rowling, lo demás es mío...


Con seis reviews sabré si les gusta =D si no les gusta pues no sigo escribiendo y listo! que algunos capis ya están listos ...


Solo un débil rayo de luz se coló, un rechinido tétrico retumbó en la vacía habitación. Un par de pies cansados se arrastraron llevándose con ellos el polvo restante de la nada. Ya no había algo que pudiera respirar en ese lugar… el muchacho alto y delgado suspiró contemplando lo que antes habría sido una biblioteca enorme que a esa hora tan solo el día de ayer había estado plagada de niños. Paseó sus apagados ojos que antaño fueran de un hermoso y brillante esmeralda. Se recargó contra un escritorio que estaba cubierto de escombros y golpeó con fuerza, solo polvillo voló, el silencio tragó rápidamente el jadeo que se le había escapado. Apenas si podía pensar lo suficiente para ordenarle a alguna parte de su cuerpo que hiciera algo así que fue más un reflejo involuntario lo que hizo que levantara la cabeza, tardó demasiado en comprender que la luz que se miraba no era porque hubiera dejado abierta la puerta, era una luz azul, demasiado brillante para ser natural y parecía provenir de algo pequeño. Un simple movimiento de su varita y la luz se acercó a él.

Era un libro pequeño, no más grande que su mano. Apuntó su varita hacia el escritorio y tan pronto como ésta quedó cerca, el libro comenzó a vibrar y la luz se hizo más intensa. No tardó mucho en sentirse cegado aún a pesar de haber cerrado los ojos. Un retortijón le dio vuelta el estómago, el estremecimiento del frío glaciar le recorrió por completo hasta hacer temblar su espina. Vomitó o al menos fue la terrible sensación pues nada salió de su boca y el piquetazo que le dio la cicatriz hizo que todo se volviera oscuro.

Antes de que la luz se apagara, una silueta contempló la escena con terror y antes de que pudiera abandonar el marco de la puerta un rayo cayó en el libro y éste de elevó con rapidez. La silueta intentó evitar lo que presentía pero el libro explotó con un sonoro eco que retumbó por la habitación, después una sombra negra atravesó el lugar hasta el fondo donde una nube de papeles se levantó. La silueta suspiró derrotada.

Se removió solo un poco, evitó el suspiro que le provocó el sentir el aroma de la enfermería. Poco después frunció el entrecejo aún con los ojos cerrados… no podía estar en la enfermería pues ésta había sido destruida… todo Hogwarts había sido destruido. Abrió los ojos de golpe solo para encontrarse con tres varitas que lo apuntaban desde cada lado de la cama… y efectivamente, estaba en la enfermería. Algo atónito miró los rostros de los presentes, unos ojos dorados demasiado familiares en un rostro más familiar aún; al otro lado de la cama unos ojos plateados en un rostro que hizo que un nudo se apretara en su garganta; tragó saliva y miró frente a él… diría que era su reflejo si no hubieran pequeñas diferencias como el color de piel, la nariz… esos ojos o… la edad. Volvió a ver a los otros dos, eran pequeñas las diferencias de esos rostros con los que provocaron que escaparan algunas lágrimas y corrieran libres por su rostro. Sin pensarlo más, estiró su mano hacia la mesita de noche y tomó su varita, de un brinco se puso de pie en la cama y los apuntó con…

_ ¿Un cepillo de dientes? _masculló confundido y más se confundió al escuchar la voz… no era esa su voz. Estaba más… aguda, suave.

Se miró la mano que sostenía el cepillo verde. Muy pequeña para ser la suya, se acomodó los lentes que insistían en bajar por su nariz y desencajarse de las orejas, como si le quedaran demasiado grandes. Tan ensimismado estaba con lo que encontraba tan extraño que no notó las miradas airadas de quienes lo amenazaban.

_Señores, señores

Dejó de pensar de golpe y levantó la mirada al escuchar esa voz… él conocía perfectamente esa voz. Más lágrimas salieron al ver al hombre de mirada azul tras esas gafas de media luna, se le escapó un jadeo al ver la nariz torcida. Se sentó de golpe en la cama e intentó bajar, pero alguien se lo evitó. Hizo una mueca al sentir el fuerte apretón en su brazo, cuando se giró para reclamar, las palabras murieron en su boca al ver la mirada plateada y lo siguiente que hizo fue sin pensar.

_ ¡Sirius! _gritó y abrazó al hombre _lo siento, lo siento por favor perdóname… no sé dónde estoy pero si me dan otra oportunidad… lo siento Sirius, solo eso quería decirte…

_Que demo… _masculló, miraba con terror al muchacho que lo tenía fuertemente abrazado.

El chico parpadeó un segundo después, acababa de darse cuenta de algo y levantó la cabeza.

_ ¿Desde cuando eres tan alto? _preguntó al momento en que se echaba hacia atrás.

Se giró hacia los demás e igual estaban demasiado grandes, no que él fuera tan alto como su amigo Ron pero no estaba tan pequeño al menos que…

_ ¡El maldito libro me llevo a un lugar de gigantes! _exclamó aterrado.

Albus Dumbledore no hizo nada por ocultar la diversión que le había ocasionado el grito, sonreía abiertamente ante la cara de desconcierto de los demás.

_Es un mortífago bastante raro _susurró alguien.

El muchacho giró la cabeza hacia la voz y ya no pudo moverse. Una mujer alta se acercaba, sus ojos se mecían al vaivén de las ondas pelirrojas que se movían al caminar. Ambas esmeraldas se conectaron y el muchacho se estremeció al reconocerla.

_Me parece demasiado lindo para que sea un mortífago _le sonrió y él no pudo evitar sonrojarse.

_Justo para eso he venido _intervino Dumbledore con una sonrisa _toma, bebe esto _dijo tendiéndole un frasquito al chico, él desconfiado solo miró la mano _no lo envenené, solo quiero que me digas lo que ha pasado _la mirada que le dedicó le indicó que algo ocultaba y cuando el anciano le guiñó un ojo, él tomó el frasquito.

_Si ya estoy muerto o loco, qué más da _se alzó de hombros y bebió de un trago.

Apretó los ojos en espera de lo más terrible que pudo imaginar, unos segundos después los abrió confundido. Todos lo veían a él, al parecer esperando lo mismo. No sentía nada, intentó decirlo pero su lengua no se movió. Satisfecho asintió, al menos así se sentía menos muerto o loco. En cambio la mirada de Albus Dumbledore se había nublado mirando más allá de donde ellos podían imaginar. Su rostro no reflejaba un solo sentimiento.

Solo un par de minutos después, Dumbledore parpadeó, una mezcla extraña de sentimientos le cubrió la cara… había fascinación pero al mismo tiempo terror y confusión. Asintió en silencio y miró al muchacho.

_Necesitas dormir _apunto hacia la mesita de noche.

El muchacho siguió la mano pero negó efusivamente.

_Debes… _intentó decir James al notar la mirada del director pero el muchacho lo interrumpió al desaparecerse de la cama.

Albus Dumbledore no se movió ante la escena que acababa de empezar. James se tiró bajo la cama mientras Sirius corría hacia la puerta y Remus fue al otro extremo de la cama. Unos segundos después, los tres hombres gateaban debajo de las camas de toda la enfermería.

_Cuando te atrape… enano de… _mascullaba Sirius cada vez que se golpeaba contra las camas

_ ¡Sirius es un niño, deja esas palabras! _y por el mismo grito de Lily, nunca terminaba la oración.

_No soy ningún niño _gritó de pie frente a la puerta, su sonrisa se amplió al sentir el pomo de la puerta en la mano pero su sonrisa desapareció cuando intentó girarla. Miró hacia atrás, el anciano le sonreía y él brincó cuando Sirius Black se barría con el propósito de cogerlo de los pies.

Volvió a correr, pero ahora sobre las camas. Se sobresaltó con el siguiente grito de Lily y regresó a la seguridad del piso pero no bajo las camas pues sería más fácil que lo hechizaran.

_ ¡Black y Potter guarden esas varitas!

Se tiró pecho tierra cuando un rayo le pasó cerca.

_ ¡Remus! _exclamó la pelirroja.

Se puso de pie y regresó a la carrera, seguía preguntándose donde había dejado su varita. Cuando unas manos lo sujetaron del pecho, ni siquiera se había dado cuenta cuando se le habían acercado tanto. Con el entrecejo fruncido levantó la mirada para reclamar pero no pudo lograr que su lengua se moviera. La pelirroja le sonreía.

_Vamos, debes volver a la cama

_Tengo que ir al baño _susurró.

Cuando la mujer lo soltó, él dio media vuelta y fue hacia el baño sin escuchar cuando intentaban decirle donde quedaba. Entró y se recargó contra la puerta, agitó la cabeza confundido, era un sueño demasiado real y cuando despertara estaría en la cama mojada porque de repente le habían entrado unas terribles ganas de orinar. Fue directo al urinal, iba a bajar el cierre del pantalón pero tenía pijama así intentó bajar el pantalón solo un poco pero terminó con él hasta los tobillos al igual que con la ropa interior y cuando ya estaba listo bajó la mano y poco después la mirada…

_ ¡Aaaah! _dio un gran grito, se escucharon paso chocando en la puerta, palabrotas y por fin los tres hombres más jóvenes entraron al baño. Harry se subió la ropa en un segundo, olvidó sus necesidad fisiológicas y antes de que alguno pudiera abrir la boca, corrió junto a los hombres y fue directo hacia Albus Dumbledore _se encogió… digo… me encogí… ¿qué pasa? _estaba aterrado

_Tengo una curiosa teoría que con mucho gusto te informaré en cuanto la confirme y para eso, necesito que duermas, toma _con su habitual tranquilidad, el anciano le dio un vaso

_Dormir sin soñar _suspiró Harry _al menos dígame que aspecto tengo, no alcanzo el espejo

_Tienes seis años

El director le sonrió, pero Harry se empinó el vaso con la poción, intentó subirse a la cama pero la pelirroja terminó por ayudarlo. Miró de nuevo a todos... Sirius lo miraba desconfiado, Remus no parecía creerlo pero también estaba desconfiado; su padre, el hombre que tanto se parecía a él, además de desconfiado y no poder creerlo, lo miraba dolido y ofendido; Lily le sonreía con lágrimas en los ojos y por último el viejo director tenía ese brillo en los ojos. Parpadeó, el director parecía pensativo, volvió a parpadear, James abrazaba a Lily y ella se refugiaba en su pecho, parpadeó de nuevo y ya no pudo volver a abrir los ojos.

Cuando despertó el sol apenas empezaba a tintar el horizonte y todavía había algo de oscuridad en la habitación, pero se sentó y miró a su alrededor. Bajó la mirada cuando sintió que algo apretaba su mano, curioso miró la mano grande que estaba sobre la suya. No estaba seguro de si podría sacarla sin despertar a la pelirroja que dormía recargada sobre su brazo en el colchón así que siguió mirando todo. En una silla junto a la otra cama estaba una silueta, se ajustó las gafas que le iban grandes y pudo distinguir a James que dormía con la cabeza hacia atrás del respaldo. Sirius estaba tendido en la cama junto a la silla de James y roncaba profundamente. Cuando volvió la vista al frente, se topó con una mirada dorada, Remus estaba de pie y no podía dejar de verlo.

_ ¿Quién eres?

_ ¿Estudian aquí? _preguntó Harry, no le parecían estudiantes pero tenía que preguntar. Remus negó con la cabeza y repitió su pregunta.

_ ¿Quién eres?

_Harry Potter… aparentemente de seis años _masculló él, no podía recordar que edad se suponía debía tener pero estaba seguro que no eran seis años

_Eso no es verdad _masculló Lupin, pero antes de que Harry pudiera contestar, alguien le acarició la cabeza.

_Buenos días, demasiado temprano ¿no crees?

Intentó asentir pero se perdió completamente mirando a la mujer que le sonreía, tenía los ojos rojos e hinchados como si hubiera estado llorando toda la noche.

_El director nos explicó lo que ocurrió y que en realidad no tienes seis años _siguió explicando como si no se hubiera percatado lo idiotizado que él estaba.

_Asegura que no eres un mortífago _interrumpió James, se estiraba adolorido

_Eso dice él _siguió Remus. Sirius seguía profundamente dormido

_ ¿Saben que edad tengo en realidad y por qué me miro de seis?

Nadie le contestó, solo intercambiaron miradas. Se instaló un silencio tenso, Harry mirando a todos y nadie mirándolo a él.

_Hay dos teorías _fue James quien se decidió a hablar así que se acercó hasta la cama donde él seguía sentado en el centro

_ ¡James! _pero Lily lo interrumpió rápidamente _es un niño, no lo agobies con eso ¿quieres desayuno? _miró a Harry y antes de que le pudiera contestar, volvió hacia James _ vamos a las cocinas, los elfos debes estar preparando todo ya

_Pero… pero…

Bastó una sonrisa de la pelirroja y que ésta se le colgara del brazo para que James cediera, suspiró y se dejó arrastrar. Harry los miró con una sonrisa triste, si ese era un sueño esperaba no despertar. Cuando sus padres se perdieron, él volvió la vista al frente, Sirius ya estaba despierto y lo miraba serio. No había rastro del padrino que él había conocido, éste hombre lo miraba como si fuera a brincar con una varita y atacarlo. Aunque si lo pensaba, tal vez ellos eran los mortífagos. ¡Voldemort había encontrado la forma para secuestrarlo! Pero no le parecía probable que lo conservara con vida… pero entonces ¿qué estaba pasando? Su supuesta madre había interrumpido a James cuando le iba a explicar todo. Volvió a ver a los dos merodeadores que lo vigilaban y se le ocurrió algo. Se alzó de hombros y se acostó de nuevo, cerró los ojos con fuerza y se giró. Se descuidarían en algún momento y él saldría a buscar su varita y una buena explicación. Le pareció que habían pasado horas para cuando James y Lily regresaron con la comida. La pelirroja le acarició el cabello mientras James dejaba la charola con comida en la mesita.

_ ¿Sabes que no es nuestro Harry, verdad?

Lily miró a su esposo, acarició la cicatriz en forma de rayo que el niño tenía en la frente y se giró hacia su esposo. Harry sintió que el corazón se le iba a salir por la boca pero hizo todo lo posible por seguir fingiendo dormir.

_Eso no lo sabes…

_Lily, cariño… ese niño no es Harry, nuestro Harry murió…

Harry abrió los ojos sin darse cuenta, pudo ver como la puerta de la enfermería se cerraba tras Remus. Esperó en silencio pero al no obtener queja, supuso que no lo descubrían por lo que volvió a cerrar los ojos, quería escuchar.

_Hace cinco años que Harry murió… te prometí que haría todo lo posible porque perdonaras mi error…

_Déjame vivir este sueño entonces _suplicó la voz acongojada, parecía que estaba llorando y Harry de repente sintió unas terribles ganas de llorar también _sabes lo que dijo el director, ya escuchaste que no recuerda que edad tiene… quizá…

_ ¿Y si son falsas esperanzas?... no quiero ver como te ilusionas y después de unos días o meses…

_No me ilusionaré tanto, te lo prometo…

_Lily…

Harry no aguantó más y se giró intentando parecer dormido, se quedó quieto unos segundos, después abrió los ojos. La pareja estaba abrazada y no parecía tomarle importancia a él así que probó moviéndose un poco, se deslizó hacia el extremo opuesto a donde estaban ellos, se quedó quieto de nuevo. Un par de segundos después volvió a deslizarse, sacó un pie de la cama, después el otro y medio cuerpo también, sin esperar más cayó de pie en el mayor silencio que pudo. En cuatro patas espió debajo de la cama y miró los pies juntos, así que seguían abrazados. Gateó por debajo de las camas hacia la puerta. Se pegó contra la pared con los ojos cerrados con fuerza, en espera de un grito que lo mandara de nuevo a la cama, pero éste no llegó así que se arriesgó y con mucho cuidado estiró el brazo, desdobló los dedos y empujó la puerta al lado contrario rechinando tan fuerte que creyó le reventaría los tímpanos. Echó un vistazo hacia su cama, James y Lily aun abrazados no le prestaban atención así que sacó la cabeza y miró el pasillo. Remus y Sirius platicaban en un extremo del pasillo, le daban la espalda. Salió aún a gatas y se mantuvo pegado a la pared, mirando a los dos hombres empezó a retroceder al lado contrario a ellos. Tras recorridos largos cuatro metros, se puso de cuclillas, después de pie y echó a correr, afortunadamente estaba descalzo y no hacía ruido. El corazón estaba por escapársele cuando torció en una esquina. Descansó unos segundos y volvió a correr. Debía conseguir su varita.

Algunos alumnos madrugadores iban hacia el comedor sin tomar en cuenta al niño en pijama que descalzo recorría los mismos pasillos. Se alegró al ver como a las puertas del gran salón, dos alumnos discutían acaloradamente y en los aspavientos que hacían, una varita asomaba del bolsillo de la túnica de uno de ellos. Harry se acercó con cuidado, se detuvo a unos pasos del muchacho que desde su nueva altura le parecía enorme. Se puso de puntillas y lentamente terminó de sacar la varita, casi podía saltar de alegría, repentinamente se sentía como solo un niño de seis años. Cuando se disponía a guardar la varita entre sus ropas, una mano se aferró a su pequeño brazo. Automáticamente levantó la mirada, sintió que el alma le caía a los pies al mirar la nariz ganchuda enmarcada por dos cortinas de pelo grasiento. Aunque lo descolocó un poco el notar el horror reflejado en ese rostro cetrino, actuó de forma inconsciente cuando el hombre lo jaló hacia él, apretó la varita que acababa de robar y rogando porque respondiera gritó el primer hechizo que le llegó a la cabeza.

_ ¡Expelliarmus!

La voz infantil logró que los muchachos dejaran de discutir, los dos se giraron justo a tiempo para mirar como el profesor salía volando hacia el comedor. No sabían si reír o no y Harry se había quedado pegado al piso, sorprendido por tener tanto poder a pesar de ser un niño o tener el cuerpo de un chiquillo. Deseó sacar la lengua y burlarse mientras hacía un baile ridículo pero escuchó al profesor Dumbledore preguntar sorprendido qué había pasado, olvidó todo deseo infantil y corrió, debía salir de ahí, encontrar una explicación y… acordándose de su mejor amiga puso camino a la biblioteca, en un segundo y sin poder evitarlo algunas lágrimas le bañaron el rostro, lo invadieron unas terribles ganas de sentarse y ponerse a llorar a todo pulmón, quería que alguien lo consolara, agitó la cabeza para que esos extraños pensamientos desaparecieran y tuvo éxito. Corrió lo más rápido que sus cortas piernas le permitían, deseaba tener la capa de invisibilidad con él.

Cuando llegó a la biblioteca se alegró de que Hermione no fuera la única que madrugaba para ir a estudiar, se pegó con cuidado a una niña alta y logró pasar a la bibliotecaria.

Al verse rodeado de libros no supo que buscar, no tenía idea de lo que le había pasado. Había cambiado de cuerpo a… ¿sería cuando tenía seis años o simplemente un niño de seis? Sus padres lo habían reconocido ¿o no?, ahora que lo pensaba no se había visto en un espejo. Se rascó la cabeza con la varita, con un suspiro miró las montañas de libros, Hermione sabría donde buscar… más lágrimas asomaron al recordarla, Hermione no podía ayudarlo porque ella había muerto. Sorbió la nariz escandalosamente y la señora Pince que justo hablaba en susurros con alguien tras él, se giró para llamarle la atención.

_ ¿Qué haces aquí niño?

Los pocos alumnos que había se giraron para mirarlo. Alarmado y antes de que un par de grandulones de Hufflepuff lograran atraparlo volvió a correr. Frenó de golpe al salir de la biblioteca, casi choca contra unas piernas, al levantar la cabeza pudo reconocer la espalda de James, había mucho cabello alborotado en esa cabeza. Tragó saliva y lentamente se giró, caminó lo más rápido que pudo hacia la esquina derecha. Sentía que sudaba, su corazón latía cada vez más rápido según se acercaba a la esquina, solo pudo respirar hondo cuando estaba por girar en el pasillo pero el aire se le atoró al escuchar el grito de Sirius.

_ ¡A tu derecha James!

No esperó más y volvió a correr, debía regresar la varita y… tuvo que correr más rápido, podía escuchar pasos tras él e iban corriendo también.

_ ¡Enano detente! _escuchó el grito de Sirius, después un rayo violeta le pasó por un lado, ni siquiera miró quien le había lanzado eso pero estiró el brazo hacia atrás, aferró la varita y le rogó que sirviera.

_ ¡Incarcerous, Levicorpus!

_ ¡Maldito mocoso!

Escuchó la voz de Sirius pero no se detuvo a ver si le había dado a alguno, ni siquiera quiso girar la cabeza.

_ ¡Harry James Potter!

Con ese grito titubeó un poco, incluso se detuvo pero tan pronto giró la cabeza y miró a James furioso, con la mirada que echaba fuego, volvió a correr. Dejó atrás a Sirius con las piernas enredadas en cuerdas. Y pasó por debajo de las piernas de Remus Lupin que acababa de aparecer, sintió que le jalaba el pijama pero logró zafarse, se puso de pie de un brinco y siguió corriendo.

_Rictusempra _se tiró pecho tierra al escuchar a Sirius.

Gateó rápidamente, poco después se puso de pie y corrió. Al menos ellos no creían que fuera un niño, de lo contrario no lo atacarían, no eran peligrosos los ataques pero aún así. Giró a la izquierda en la siguiente esquina, sin darse cuenta pronto llegó a la gárgola que custodiaba la oficina del director y que justo en ese momento se abría, para su mala suerte fue Lily quien salía y acompañada por nada más y nada menos que el hombre de pelo grasiento que él había arrojado al comedor y no se miraba nada contento. Frenó de golpe, los merodeadores que corrían ya muy cerca de él casi lo atropellan y por no llevárselo entre los pies intentaron detenerse pero Sirius empujó a Remus y éste empujó a James, los tres cayeron sobre Harry.

_ ¡Por Merlín! _Lily olvidó lo que hablaba con Snape y corrió hacia la maraña de piernas y túnicas. Sirius gritaba entusiasmado que por fin lo había agarrado y negaba a soltar la pierna que aseguraba era del niño.

Snape se había acercado y contemplaba con una sonrisa burlona y mientras Lily intentaba desenredarlos, Harry se arrastró hasta salir debajo de todos. Gateó rápido hasta la gárgola que se cerraba y se metió hábilmente. Recargado contra la pared respiró unos segundos antes de subir las escaleras. Volvió a respirar cuando llegó a la puerta de la oficina, pero antes de que tocara ésta se abrió.

_Bienvenido, no sabía que conocías la contraseña _Albus Dumbledore sentado tras su escritorio le sonrió.

_Me colé antes de que se cerrara

_Pasa Harry, pasa y siéntate _el anciano esperó hasta que el niño se sentó con gran trabajo en las enormes sillas

_No recuerdo que fueran tan grandes _masculló, respiró hondo y miró al director que seguía sonriendo, sus ojos azules brillaban como si conociera un secreto que no le contaría.

_Al parecer en verdad tienes más edad de la que aparentas y la pregunta es ¿qué haces aquí? Con la poción que bebiste ayer pude ver lo que ocurrió en tu dimensión pero ese libro que tocaste, solo miré que era pequeño ¿recuerdas si decía algo?

_No, solo que brillaba y después… desperté y los miré… pero ¿dijo otra dimensión?

_Así es, según sé tus padres murieron cuando tenías un año de edad…

_Aquí fui yo quien murió, por eso James no me quiere…

_Sufrieron mucho y no quiere volver a pasar por eso, no sabemos cuanto tiempo estarás aquí…

_Entiendo pero… señor ¿por qué tengo seis años?

_Porque es la edad que tu alter ego tendría y solo puedes ocupar el lugar de un Harry Potter, si no, sería como si fueran dos Harry Potter o al menos esa es mi teoría _parecía que algo le divertía, le ofreció unos dulces de un cuenco y Harry se apresuró a tomar un puño, sin pensar en algo más abrió tres dulces de limón y se los echó a la boca rápidamente, los masticó, tragó y abrió cuatro dulces esta vez, en un minuto se los había terminado. La sonrisa del anciano se amplió pero su mirada pensativa estaba en el niño de seis años que no tenía seis años, asintió casi imperceptiblemente _adelante _dijo de repente, Harry se resbaló de la silla y se metió debajo del escritorio para diversión del director _hola señor Weasley

Harry se asomó desde su escondite, sonrió al mirar a un chico alto y pelirrojo ¿sería alguno de los hermanos de su amigo? Se puso a cuatro patas y espió otro poco, parecía ser de cuarto o quizá de quinto año.

_Se… señor la profesora McGonagall me manda…

_ ¿Qué ha hecho? _había diversión en la voz del director

_No, yo nada señor _se apresuró a responder, parecía que nunca había estado en la oficina del director _es que platicaba con un compañero y… me avergüenza decirlo pero un niño me robó la varita sin que me diera cuenta…

Harry pudo ver como el chico se sonrojaba y sus orejas se ponían rojas justo como Ron.

_Vaya que casualidad _comentó el director dando una palmada _ ¿Harry?

El niño salió cabizbajo, jugaba la varita entre los dedos.

_ ¡Es él! _exclamó el pelirrojo

Harry se acercó a paso lento, le sonrió avergonzado y le dio la varita.

_Discúlpame por favor

El muchacho lo miró detenidamente y lejos de molestarse, se inclinó hasta llegar a su oído y divertido le susurró.

_Eres muy bueno

Harry le sonrió radiante.

_Señor Weasley, ¿sería tan amable de llevar al niño con sus tíos? Conoce a James Potter, anda por el castillo y seguramente estará preocupado _Harry rodó los ojos, dudaba mucho que James estuviera preocupado, a lo mucho y estaba furioso

_Mejor que me lleve con Lily _murmuró Harry, era más seguro si ella lo encontraba primero o al menos eso creía él.

_Sí señor, claro

_Tómelo de la mano con fuerza, le gusta escaparse

_Claro _murmuró el muchacho, sujetó la mano de Harry y dio media vuelta

_Y Harry _se detuvieron en la puerta abierta, Harry miró al director _investigaré, quizá los visite en algunos días, que les vaya bien.

Salieron de la oficina del director, bajaron en silencio las escaleras y emprendieron el camino por la derecha. Harry no le tomaba importancia que lo llevaran de la mano, pensativo daba vueltas al hecho de que el director hubiera dicho que los Potter eran sus tíos y después supuso que la historia de la muerte de Harry Potter era tan conocida como la del niño que vivió, entonces de pronto recordó algo… Voldemort.

_O… oye _murmuró mirando al pelirrojo, el muchacho le sonrió y Harry perdió el valor, mejor le preguntaría a James o Lily sobre Voldemort, si él estaba muerto significaba que su madre no se había sacrificado por él y entonces Voldemort no había desaparecido. Prefirió preguntarle el nombre al muchacho _ ¿cómo te llamas? Yo soy Harry

_Soy Bill

_ ¡Wow! _exclamó sin poder evitarlo, era el hermano mayor de su amigo Ron _mucho gusto Bill

_Mucho gusto Harry

_ ¡Harry!

Al mismo tiempo miraron al frente, Lily regresaba por el pasillo de la derecha.

_ ¿Podría pedirte un favor? _preguntó Harry de pronto _ no le digas que te robé la varita por favor

Bill rió divertido por el favor pero asintió con la cabeza.

_Lo encontré en la oficina del director y me pidió que me asegurara de que llegara bien

Harry agradeció en silencio, no estaba seguro de que a Lily le gustara la idea de que hubiera robado una varita. La pelirroja agradeció al chico Weasley y tomó la mano del niño.

_Estaba tan preocupada, ¿estás bien? _se acuclilló frente a Harry, lo revisó de pies a cabeza más de tres veces antes de abrazarlo _vamos a la enfermería.

El camino a la enfermería fue en silencio total, Lily apretaba la mano de Harry para que no se le escapara, parecía ser la única que creía que tuviera seis años. En la puerta el niño se detuvo de golpe y la pelirroja siguió caminando, extrañada se giró al sentir que la manita se le resbalaba. Harry miraba fijamente a los tres hombres que platicaban a unos metros de ellos, recargados en una cama. James se giró con los brazos cruzados, su mirada era para temer y Harry se sintió como si en verdad tuviera seis años.

_No pasa nada anda _Lily volvió a tomarlo de la mano y casi tuvo que jalarlo.

_Ese niño… _murmuró Sirius señalándolo

_Es de mala educación señalar Black _lo interrumpió Lily, entró tranquilamente y después de que la enfermera revisara al niño bajo la atenta y molesta mirada de James, la pelirroja volvió a agarrar la mano de Harry pero contrario a lo que éste pensaba, lo llevó a un rincón y lo dejó ahí mirando hacia la pared.

_Una zurra, es lo que merece _masculló Sirius, Harry lo miró de lado, su padrino parecía tener un enorme chichón

_Lo tocas y te atienes a las consecuencias Black _Harry sonrió y respiró aliviado al ver al joven hombre encogerse de hombros tras James, volvió la vista a la pared… su padre estaba más molesto que Sirius pero al parecer él no se sentía como su padre, nada que ver con la pelirroja y no supo decir si era algo bueno _iré con el director a preguntarle algunas cosas, vigílenlo y no te atrevas a tocarlo Sirius

_Bah _murmuró el aludido.

_Harry pórtate bien _tranquilamente salió, Harry deseó gritarle que se quedara, que no lo dejara solo con esos tres a los que no había tratado ni un poquito bien.

La enfermería se cubrió de un tenso silencio rápidamente, podía sentir la mirada de James en su espalda así que no se movió ni un segundo mientras Lily estuvo fuera.

_Bueno, tienes que admitir que es hábil _escuchó la tranquila voz de Lupin, Sirius balbuceó algo pero no escuchó que James hablara _para haber usado una varita robada…

_La pedí prestada _susurró Harry, Remus soltó una carcajada

_Cuando el dueño no da su opinión, es robo

_En el rincón no se habla _murmuró James, Harry no supo si por fin aceptaba que no era un mortífago disfrazado de niño o solo quería que se callara pero guardó silencio.

Los merodeadores bajaron la voz para hablar entre ellos y Harry empezaba a cansarse, cambiaba su peso de un pie a otro hasta que una mano se cerró entorno a su brazo, de un brinco se giró y con terror miró a Sirius.

_ ¡Ella dijo que no me tocaras! _exclamó alarmado.

Sirius lo ignoró y se acuclilló frente a él, con ojos entrecerrados parecía revisarlo. El cabello, la nariz, los ojos y miraba a James. Le dio vueltas varias veces, asentía algunas veces y seguía con su revisión para volver a mirar a James. Incluso le revisó los dedos de los pies. Unos minutos después, pareció satisfecho, volvió a asentir, lo giró hacia la pared y volvió con sus amigos. Nadie volvió a revisarlo y compararlo con James tan descaradamente mientras Lily estuvo ausente. Cuando la pelirroja volvió llevaba ropa en las manos.

_Harry ven por favor _dejó la ropa sobre una cama y se volvió hacia el niño _espero que hayas pensado en lo que hiciste _dijo en cuanto Harry se acercó, él se apresuró a asentir _muy bien cámbiate, el profesor Dumbledore dice que podemos llevarlo a casa… _guardó silencio un momento mientras le daba la ropa a Harry, después miró a su esposo _ si tú quieres

Harry que se ponía la camisa, miró a James y éste lo miró a él. Pareció reconocer algo en el niño porque asintió lentamente.

_ ¿Qué esperas Harry? Ponte el pantalón, debemos irnos ¡oh, por favor! _exclamó la pelirroja, rodó los ojos al verlo ir hacia el baño _mira cerraré los ojos _y se cubrió los ojos con las manos
_como si no te hubiera cambiado cuando estabas desmayado.

Sintiéndose tonto, Harry regresó al lado de la cama y se apresuró a cambiarse el pantalón.

_Ya

_Te miras lindo sonrojado _la pelirroja le pellizcó la mejilla cariñosamente _iremos al Londres muggle a comprarte algo de ropa y juguetes si quieres _lo tomó de la mano y salieron de la enfermería. Se dejó guiar en silencio, podía escuchar a James y los demás platicando atrás.

Ya era de noche cuando llegaron a casa, era extraña mirar la casa completamente arreglada, se estiró hacia donde sabía estaba la estatua de sus padres pero no había nada aunque era obvio. El lugar era tal y como se lo había imaginado.

_Ve a darte un baño, prepararé la cena _Lily lo dejó frente a las escaleras, tranquilamente fue a la cocina.

Harry se quedó ahí de pie mirando a su alrededor, no tenía ni idea de donde estaba el baño o a donde había mandado su ropa.

_Te vas a quedar en la habitación de huéspedes _murmuró James tras él, Harry asintió pero no se movió. Una sonrisa socarrona se dibujó en el rostro del hombre _dices ser Harry Potter ¿y no sabes donde está la habitación de huéspedes? _era casi una reclamación el murmullo de James, Harry molesto se giró y lo enfrentó, aunque no le llegaba ni a la cintura.

_Jamás he vivido aquí, la última vez que vine al valle de Godric solo miré la casa por fuera, el monumento que levantaron en honor a mis padres, a mi familia que me quería y sacrificó su vida para que yo viviera, lo que más me importaba era encontrar las tumbas y saber donde descansaban sus restos no hacer un tour de la casa donde algún día viví _deseó sacarle la lengua pero se contuvo, dio media vuelta y subió corriendo las escaleras, prefería buscar en cada puerta que quedarse ahí para que James siguiera burlándose de él. No pudo evitar las lágrimas que le bañaron el rostro, en ese día había llorado casi más que en toda su vida, cualquiera que fuera su edad.

Encontró un baño casi al final del pasillo, tomó un baño rápido y cuando estaba por volver a ponerse la ropa que llevaba, llamaron a la puerta.

_Aquí está un pijama

Cuando abrió la puerta, James había llegado a las escaleras. Recogió la ropa, cerró la puerta y volvió al baño. Sentado sobre la tapa del inodoro se vistió. Una vez en pijama fue a la cocina, con cuidado bajó las escaleras, no recordaba haber sido tan torpe a los seis años. Intentando no hacer ruido pasó por la estancia donde los merodeadores platicaban. No quiso establecer contacto visual con ninguno, lo hacían sentir extraño. Saludó a Lily y volvió a agradecerle la ropa. Se sentó en el desayunador rogando porque no lo mandara a la estancia a esperar. Pero a Lily no le molestó, sino todo lo contrario. Algunos minutos de charla amena y divertida, la pelirroja anunció que la cena estaba lista.

_Ayúdame a llevar los guisantes a la mesa, es por esa puerta _ le indicó la puerta junto a la que daba a la estancia.

Cuando tomaba el tazón blanco, aparecieron los hombres y tomaron otro tazón cada uno. Cuando Harry logró cruzar la puerta, Sirius terminaba de poner la mesa entre burlas de Remus. Harry sonrió, le habría gustado crecer en un ambiente parecido, tan ensimismado caminaba pensando en eso que su pie piso la pantufla del otro pie e inevitablemente tropezó, el tazón con guisante salió volando de sus manos mientras él cerraba los ojos en espera del golpe que no llegó, cuando abrió los ojos pudo ver a James que con el entrecejo junto lo volvía a poner de pie, asustado miró donde tendría que limpiar el desastre pero el tazón de guisante aterrizaba cuidadosamente sobre el mantel blanco.

_Lo siento _murmuró

_ ¿No te golpeaste?

_No, estoy bien, gracias James _intentó sonreírle pero no le salió más de una extraña mueca, se había asustado y eso le pareció más extraño de lo que quería admitir _gracias por detener el tazón Remus

_Por nada Harry _de los merodeadores, Remus era el único que parecía aceptar al niño, le sonrió al momento que apartó una silla para que se sentara.

Durante la cena Lily era la que iniciaba la conversación, Harry se limitaba a contestar las preguntas mientras Remus comentaba. Sirius devoró la comida tan rápido que Harry en ocasiones olvidaba responder a Lily por quedarse mirando a Sirius. James en cambio entra bocado y bocado solamente miraba a Harry.

_Es hora de dormir _anunció Lily tras el postre, Harry miró el reloj en la pared… eran las ocho y media.

_Pero si no tengo seis años en realidad _murmuró, aunque prefería ir a acostarse que estar con James

_Yo te miró de seis _dijo Sirius después sonrió y miró a Lily _ oye pelirroja, me quedaré a dormir ¿te parece?

_Por mí no hay problema pero Harry dormirá en la habitación de huéspedes, solo que quieras dormir en el sofá _sacó la varita y con tranquilidad la agitó, los platos desaparecieron en un puf.

_La cama es grande y él es chiquito

_ ¡No soy tan chiquito!

_Si Harry quiere darte cama, por mi no hay problema _se levantó de la mesa, con un fluido movimiento de varita terminó de recoger, después miró al niño y le sonrió _a la cama Harry

Harry miró a James y decidió que era hora de dormir, asintió con la cabeza rápidamente y bajó de la silla. Murmuró un buenas noches y casi corrió a las escaleras, apenas pudo escuchar como Lily le prometía ir a acostarlo.

Tan pronto terminó de subir las escaleras se detuvo, no tenía ni idea de donde dormiría. Por fortuna la pelirroja apareció un par de minutos después y le mostró la habitación. Esperó a que se acostara y por fin lo que Harry había soñado pasó, Lily le dio un beso en la frente, lo arropó y le deseó buenas noches, él se lo agradeció aunque agradeció más que no le ofreciera leerle un cuento porque habría aceptado.

No tenía sueño, era demasiado temprano pero no podía convivir con James. Bajó de la cama y fue a la ventana, estaba nevando y hasta entonces se preguntó en qué fecha estaría.

_Hola

Harry se giró de un brinco al escuchar la voz, Sirius Black le sonreía, cerró la puerta tranquilamente y se sentó en el centro de la cama. El niño se quedó de pie junto a la ventana, había escuchado demasiadas historias sobre Black y la sonrisa del hombre le dio más desconfianza.

_Quiero hablar contigo y explicarte por qué James actúa de esa forma

Harry asintió, conocía esa mirada y sentía cariño por su padrino así que se acercó y subió a la cama.

_Si me dices lo que ocurre de donde vienes, yo puedo intentar que James baje la guardia… me contó lo que le dijiste en la escalera pero no se atreve a preguntarte…

_Entonces te mandó a ti… _Harry sonrió, Sirius no tenía ni un poco de tacto. El animago iba a refutar pero miró a James en la sonrisa del niño

_ ¿Qué quieres a cambio? Debería simplemente sacarte todo ¿sabes que puedo? Tienes seis años

_Pero así no será divertido ¿verdad?

_Tal vez _soltó una carcajada ronca, Harry lo abrazó y sin poder contenerse volvió a llorar, empezaba a fastidiarle llorar tan fácilmente, era como si tuviera cinco años.

_Perdóname Sirius por favor, no debí… _murmuró contra el pecho del animago, él confundido palmeó la espalda del niño

_ ¿Qué no debiste?

_Primero haremos un trato _como si nada hubiera pasado se separó del hombre y le sonrió _necesito ver a mis amigos, saber si aquí no murieron… préstame por favor tu varita…

_ ¡No! No, no, no, no, Lily me cuelga, claro que no te daré mi varita ya he visto lo que puedes hacer con ella

_Solo quiero ir en el autobús noctámbulo…

_Oh, eso _Sirius se alzó de hombros _no da servicio desde hace… _guardó silencio repentinamente, lo miró con nostalgia, respiró hondo y siguió hablando _desde hace cinco años

_Entonces cuando todos se duerman puedes llevarme a Ottery St. Catchpole y prometo decirte todo, hasta lo que el profesor Dumbledore ni siquiera imagina, no le mostré todo en la enfermería _Harry alzó las cejas expectante, Sirius se mordía el labio, después un dedo y por ultimo suspiró mirando el techo

_A escondidas ¿de todos?

_James me da miedo _se alzó de hombros tranquilamente _parece que espera cualquier momento para atacarme y mi mamá no querrá dejarme ir, ni llevarme, Remus ya no está ¿no?

_Se fue hace un rato

_ ¿Qué dices? Te contaré sobre el padrino más genial que tuve y como me diste el mejor regalo que podrías imaginar

_No sé…

_ ¿No quieres saber como me convertí en el jugador de quiditch más joven en cien años?

Los ojos del animago se abrieron enormes, su boca cayó con sorpresa y sin pensarlo más, simplemente asintió y estrechó la mano que Harry se apresuró a extender.

_Si nos atrapan, diré que robaste mi varita mientras dormía y yo solo fui tras de ti

_Cobarde

_James es mi amigo, lo quiero como a un hermano

_Lo sé… parece que alguien viene, si les dices no hay trato

Algunos pasos se escucharon por el pasillo, Harry se apresuró a meterse entre las cobijas y se tapó hasta la cabeza. La puerta se abrió lentamente.

_ ¿Todo bien? _era Lily en pijama que miraba ensoñadora el pequeño bulto en la cama.

_Descuida pelirroja, todo bien

_Buenas noches Sirius

_Buenas noches Lily

Sirius se recostó y suspiró. Afortunadamente James tenía el sueño pesado.

Pasada una hora, creyó que se había librado, Harry se había quedado muy quieto y él empezaba a ceder ante el cansancio, se le cerraban los ojos cuando el bulto de cobijas voló, Harry ya estaba de pie.

_Ya deben haberse dormido ¿no?

_ ¿Cómo piensas llegar hasta ahí? Aunque me apareciera contigo, casi es media noche, no voy a meterme a una casa a escondidas _el entrecejo del animago se frunció, parecía seguro de que esa fuera la respuesta que Harry le iba a dar

_James tiene escoba ¿no?

_ ¡Para cuando lleguemos será de día! _exclamó, de un brinco Harry volvió a la cama y se lanzó sobre Sirius para hacerlo callar, era como si quisiera que los descubrieran.

_Nos aparecemos, llevarás la escoba y del pueblo nos vamos volando, la casa de mi amigo está en las afueras

_Empiezas a convencerme de que eres hijo de James _suspiró. En otra situación le habría entusiasmado escaparse y romper las reglas pero sentía que en parte traicionaba a su amigo _si solo Moony estuviera aquí _masculló, Harry ya había abierto la puerta y tuvo que seguirlo.

Harry lo esperaba en las escaleras y desde ahí Sirius fue quien guió el escape. Pensando en lo que haría James si se levantaba en ese momento, agarró la escoba, tomó la mano de Harry y desaparecieron.


P.D... Espero señales de vida... extraño mis guiones dobles T_T

SA