-¿Crees que lo haré bien?

-Lo lograrás tranquilo- Decía Amy mientras arreglaba la corbata de moño de su esposo.

-¿Y tengo que vestir asi? No creo que nesecite esto para ir a Cheesecake Factory.

-Te vistes así para tu hija Sheldon, y la camisa es nueva asi que pide un babero por favor.

La mirada de Amy se dirigió hacia un lado sonriente, Sheldon se volteó y vio a su pequeña caminando hacia el con un vestido de princesa color violeta, que hacía juego con su hermosa tiara parecida a la que Sheldon le obsequió a Amy hace bastantes años.

-Estoy lista- Anuncio la niña.

Sheldon la miro de pies a cabeza, pensando en lo linda que era.

-¿Iras vestida así?- Dijo inocentemente.

-Creo que tú padre quiere decir que te ves hermosa- Añadió Amy.

-Te ves hermosa- Afirmó el.

-Pues muchas gracias Sheldon.

-¿Que te parece si mantenemos el "papa" esta noche?

-Bien, pero tendrás que llamarme Amanda.

Sheldon y Amy se miraron y sonrieron.

-Despues de ti, Amanda- Sheldon extendió su brazo para dejar que pase.

-Gracias, Sheldon.

Cuando Amanda salio hacia afuera para esperar a su papá, Sheldon se despidió de Amy.

-¿Segura que no quieres venir?

-No Sheldon, esta es una cita especial de padre e hija y además no estaré sola, Luke me hará compañía prepárare la cena y estaremos los dos.

-Asi es papa.

La pareja se dió vuelta observando a su hijo mayor, Luke James Cooper de once años era la viva imagen de su padre, era un niño delgado, alto, de cabello castaño claro y unos ojos de color azul intenso. Demás estaba decir que era un genio, al igual que Sheldon.

-Esta bien. ¿Por que no vas a cuidar a tu hermana que está afuera?, dile que saldré en un minuto.

-Claro- El niño salio.

-Espero que te diviertas, te amo- Amy se acercó a él y beso sus labios, no pudo resistir, se veía demasiado guapo en ese traje negro.

-Por supuesto, yo también te amo- Paso sus largas manos por las anchas caderas de ella, todavía estaban besándose hasta que un grito hizo que se separen rápidamente.

-¡Papá apresúrate o llegaremos tarde!- Se escuchaba gritar a Amanda desde afuera.

-Esa niña no tiene paciencia- Renegó Sheldon.

-Digna hija de su padre...

Mientras Sheldon y Amanda estaban fuera, Amy y Luke compartían una agradable cena en la casa.

-Esto es lindo- Comento Amy. -No he pasado mucho tiempo contigo estás ultimas semanas.

-Es cierto, pero lo comprendo, estás ocupada en el laboratorio, con papa y Amanda. No hay razón para que te sientas mal, todo está justificado pero admito que me siento un poco solo estos días.

Amy sonrió, Luke era tan parecido a su padre hasta en la forma de expresarse.

-¿Y hay algo que quieras contarme?- Sugirió la mujer mientras comía.

-No por el momento.

-¿Alguna niña que te guste en la escuela?

-Mama, no tengo tiempo para esas cosas.

-Tu papa decia exactamente lo mismo y míralo ahora, tiene esposa y dos hijos.

-Pero será diferente, yo hare investigaciones que no me dejaran tiempo para eso.

-Luke, cuando seas mayor y veas pasar los años, tu pensamiento cambiará drásticamente y te daré un ejemplo...

-Me pondras a papá de ejemplo, siempre lo haces- Interrumpió.

-Cuando lo conocí, nisiquiera toleraba que una persona este cerca de él y míralo ahora, fue a cenar con su hija tomado de la mano y me despidió con un beso. Ese es un claro ejemplo de que una persona puede cambiar.

Sheldon entró con Amanda a Cheesecake Factory, la niña miraba todo su alrededor con fascinación.

Buscaron una mesa para dos y un camarero se acercó.

-¿Me permite señorita?- Dijo cortésmente, entendiendo de lo que se trataba, puso una servilleta en el regazo de la niña y Sheldon sonrió.

Amanda miro al joven con fascinación.

-Por supuesto que se lo permito.

El joven se retiró. Sheldon y Amanda se dedicaron sonrisas.

La forma en que su hija lo veía, esa mirada definitivamente la había heredado de Amy.

-¿Y que te parece el lugar?

-Creo que debimos vestirnos más elegantes, este lugar es genial. ¿La tía Penny trabajaba aquí?

-Si, eso fue antes de que se convierta en actriz.

Tomaron su menú y comenzaron a leer.

-¿Cual hamburguesa prefieres?- Pregunto Sheldon.

-No quiero hamburguesa, prefiero langosta.

-¿Quieres comer langosta? ¿Estas segura?

-Papa, esta es una cena importante y por lo tanto hay que comer a la altura.

Sheldon miro disimuladamente el precio de la langosta en su menú, costaba $300 dólares el plato. Miro a su hija que tenía su vista en todo el lugar, no pudo decirle que no... en realidad nunca podía decirle que no.

-De acuerdo- Cedió.

Y ella sonrió, Amanda Cooper, una pequeña de 8 años de cabello castaño oscuro, con unos hermosos ojos verdes iguales a los de Amy y con unos par de anteojos color negro que le quedaban hermosos. Ella podía conseguir lo que quería, bastaba lanzarle una mirada a Sheldon para hacer lo que quiera pero no funcionaba con su madre algunas veces.

-¿Deberiamos entablar una conversación? Es la convención social durante una cena- La niña sugirió.

-Tienes razón, es la norma social. ¿Algo que quieras contarme?

-Claro que si, colega.

-¿Colega?- Pregunto sonriendo.

-Asi es..

-Preferiria que me dijeras papá.

-De acuerdo papá- Amanda le guiño un ojo. -¿Como vas en el trabajo? Quiero decir tu investigación.

-Satisfactoria, las teorías del tiempo del doctor Wolcott ayudaron bastante con mi interpretación de la teoría de cuerdas. Y mi investigación respecto a la materia oscura también va exelente.

-Eso es estupendo. ¿Quien es el doctor Wolcott?

-Un científico.

-¿Es tu amigo?

-No amigo, mejor dicho un casi-colega estimado. Fui a verlo hace un par de años, cuando le estaban festejando su despedida de soltera a tu mamá. Él vive en un bosque alejado de todo y de todos, sin teléfono ni televisión.

-Eso es extraño...

-Creo que si.

-Estuvo delicioso mamá, gracias. Iré a darme una ducha y luego me iré a dormir.

-Esta bien, descansa.

Amy se recostó en el sofá y leyó su libro favorito de Canterbury, solia leerle lo mismo a Luke cuando era más pequeño.

Una hora después escucho el sonido del auto de Sheldon en el garage, ya habia vuelto. Dejo el libro a un lado y antes de que se diera cuenta su esposo entraba por la puerta con Amanda dormida en su hombro.

-Hola Amy- Murmuró para no despertarla.

-Hola amor, ¿se porto bien?- Dijo refiriéndose a su hija.

-Claro que si.

Después de cambiar a Amanda a su pijama y acomodarla en la cama, Amy bajo hacia la sala encontrando a Sheldon todavía con el traje puesto pero sin corbata ni saco. La estaba esperando con dos tazas de té calientes.

-¿Cómo te fue?- Empezó la conversación ella mientras se sentaba a su lado.

-De maravilla, fue más fácil de lo que había imaginado.

-Te lo dije.

-¿Y como estuvo tu noche?

-Bien, cenamos con Luke y charlamos un poco. De verdad nesecitaba pasar algo de tiempo con el y creo que tu también deberías.

-Lo haré, cuenta con eso.

Ambos rodeaban sus tazas con las manos, protegiendose con el calor que empregnaban. Sheldo la miraba embobado... Dios, como amaba a esa Vixen.

-¿Vas a besarme o no?- Apuro Amy.

-¿Disculpa?- Respondió sonriendo.

-Siempre que me miras así me besas. Te conozco Sheldon y creo que...

El físico callo a su esposa con un beso, su mano cubrio la suya, que estaba posada en su rodilla y recorrió con sus dedos el anillo de diamantes que Amy tenía colocado en su dedo anular.

La neurobiologa imitó su movimiento y acarició la mano izquierda de Sheldon desde arriba, pasando tocando su reloj hasta llegar al dedo anular, paso su dedo por el anillo liso de oro que rodeaba su dedo anular y sonrió.

Sus labios no se despegaban, eran como un par de imanes.

-El té se enfría, amor- Murmuró Amy sobre sus labios.

-No importa, vamos...- Se levantó del sofá tomando a su esposa de la mano, subieron a su habitación cerrando con pestillo detras de ellos.

-¿Luke estará dormido? No podemos hacerlo si aún está despierto- Mencionó Amy.

Sheldon miro su reloj.

-Son más de las 00:30, ya debe estar dormido. Iré a ver.

Sheldon salio de la habitación dirigiéndose a la de su hijo.

-¿Luke?- Pregunto mientras entraba.

-¿Que sucede papa?- El niño estaba en su escritorio resolviendo algunas ecuaciones.

-¿Que haces despierto?

-Adelantando un poco mi trabajo. Déjame un rato más- Respondio distraído mientras ojeba su laptop.

-Es tarde, apaga todo y duérmete- Mando con su voz de padre estricto.

Luke hizo una mueca de disgusto, Sheldon pudo verse así mismo: esa era su expresión cuando algo no le agradaba.

Al terminar de vigilar que su hijo apague todo y se acueste, el castaño volvió a su habitación.

Al entrar no vio a Amy por ningún lado. Seguramente estaría en el baño, y no se equivocó, su esposa salio.

-Sheldooon- Llamo ella.

El nombrado se dió vuelta y contempló a Amy vestida como una Hufflepuff.

-Guau- Fue lo unicó que pudo decir.

-Y tengo una capa de Gryffindor para ti... haremos travesuras de nuevo.

-Que gran escandalo- Comento sonriendo traviesamente.

¡Hola! Hace un par de semanas tenía planeado escribir este fic. Si quieren continuación haganmelo saber en los comentario... ¡Gracias y viva Shamy!