SORPRESAS:

Aquí estoy de nuevo con una nueva historia, se me acaba de ocurrir esta idea loca, el fic es un Oliver&Hermione. Ya había hecho mis pinitos con esta pareja en otros de mis fics, pero los separé. Esta vez es un fic íntegramente de ellos. Abarcará la época postHogwarts...Espero de verdad que os guste.

Como siempre, este mundo no me pertenece es de Rowling, yo solo pongo mi imaginación.

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1-Prólogo:

Oliver Wood era uno de los chicos más populares del colegio. Era un líder en Gryffindor, no tanto por ser el capital del equipo de Quidditch, no se puede negar que eso le ayudó mucho; sin mebargo, había algo que destacaba aun más. Era un chico que sentía cierta debilidad por la soledad. Tenía sus amigos, pero de momento no se le conocía novia. Cuando se le preguntaba acerca del tema, siempre decía que no había llegado la chica perfecta. Que ninguna despertaba mayor interes que el que puede provocar una chica guapa, la miras y ya está. Todas era superficiales, decían amar el Quidditch pensando que con eso se ganaban al muchacho, pero él odiaba que la gente fuera falsa por eso, tenía cierta tendencia a no confiar del todo en la gente que se le acercaba porque el era Oliver Wood, él quería que apareciera alguien que le viera sólo como Oliver, sin más.

Ese era su quinto año, de nuevo la ceremonía de selección, de nuevo caras nuevas pero ninguna interesante...

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Los días pasaron, para su suerte, McGonagall había solucionado uno de sus problemas, ¡tenía buscador! Y no uno cualquiera, era Harry Potter, que aparte de ser El-niño-que-vivió, era uno de los mejores buscadores que había visto en su vida.

Lo curioso, era que algo aparte de ese chico había llamado su atención. Era una chica que siempre estaba discutiendo con él y el pequeño de los Weasley. Había algo en ella...pero no quería hacerse ningún tipo de ilusión...pero habia algo en esos ojos que le atraía.

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Los años pasaron, Hermione creció y Oliver seguía prendado de esos ojos color miel, de su forma de decirle hola y adiós, de su forma de negarse a ir con el Hogsmeade porque no tenían nada en común.

-Tu adoras el Quidditch, yo lo odio-Argumentaba Hermione.

-Pues no hablamos de ello y punto-Contestaba Oliver.

-Wood, ¿cuánto tiempo eres capaz de aguantar sin nombrarlo?-Oliver lo pensó, realmente ahora que le habían ofrecido una plaza en un equipo...

-¡Haré un esfuerzo!-Proponía él. Ella sonreía y se iba hasta que Oliver volvía a insistir...

Su último año en Hogwarts, Hermione estaba en tercero. Entonces apareció un rival para él. Ese profesor. Hermione hablaba de él a todas horas, que si era muy inteligente, que si le prestaba libros, que si parecía triste...siempre Remus Lupin...él reconocía que era el mejor profesor de DCAO que había tenido pero...Hermione no reparaba en él.

Así, antes de abandonar definitivamente el colegio, de perder todo contacto con ella, Oliver se lanzó. Decidió usar todo su valor.

-Podemos hablar-Dijo él. Como no, Lupin estaba recomendándole un libro a Hermione.

-Espero que te guste, ya me contarás-Dijo antes de salir de la biblioteca. Oliver sentía la mirada de varias chicas, le seguían...

-Dime-Dijo ella.

-Preferiría que fuera en otro sitio-Dijo él.

-Estoy ocupada-Dijo ella, adentrándose en un pasillo, buscando un libro.

-Esta bien-Sin más Oliver la sujetó del brazo, la atrajó hacia él y la besó. Notó que era su primer beso, frenó su ímpetu, esperó a que ella respondiera. Hermione no sabía que hacer...Respondió tímidamente.

-¿Vendrás conmigo a Hogsmeade?-Preguntó el chico.

-Ccr-creo que podré ir-Dijo ella. Oliver sonrió.

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Años más tarde, Oliver volvió a verla. Estaba en el descanso de la temporada. Dando un paseo por el Londres muggle. Allí estaba ella. Rodeada de niños. Oliver sintió que se le encogía el corazón. Él ya tenía 25 años y ella sólo 21 y ¿tenía 2 hijos?...los recuerdos de ese día sus años en Hogwarts se asaltaron...

Se acercó a ella, tenía que saber la verdad.

-Hola-Dijo él con una sonrisa. Hermione le miró sorprendida.

-¿Hola?-Dijo ella confusa. Uno de los niños espezó a taparse la boca, a tirar de la manga de Hermione.

-¿Qué pasa ahora? ¡Menuda tarde!-Dijo ella.

-¡Es él!-Dijo el niño emocionado. Hermione no entendía nada. El caso era que le recordaba a alguien...

-¡Es Oliver Wood! ¡El guardian!-Dijo más emocionado aun.

-¿No me recordabas?-Dijo él con un nudo en la garganta.

-Ehhh-

-¿Puedo pedirle un autógrafo tía?¿Puedo, puedo, puedo?-

-Toma-Dijo Oliver intentando ser simpático.

-Ronald les habla de ti como si fueras un ídolo-Dijo ella, mientras Hugo seguían dando saltitos...

-¿Qué tal todo?-Dijo mirando a los tres chiquillos. Ninguno se parecía a ella.

-Son los hijos de Ronald y Luna-Aclaró al ver como la miraba.

-Entiendo-Dijo él, estaba feliz.

-¿Quieres tomar algo?-Preguntó él, como años atrás.

-Estoy muy ocupada, tengo que llevarlos a su casa, recoger el vestido para la boda...lo siento-Oliver dejó de respirar.

-¿Tte casas?-Preguntó temeroso. Hermione sonrió.

-Dama de honor-Dijo ella, de nuevo se sintió feliz.

-¿Y esta noche tienes planes?-Insistió.

-Hay cosas que no cambian, ¿eh?-Oliver sonrió.

-No-Dijo él.-¿Qué me dices?-

-Pues...-

-¡Tia, debes decir que si!-Dijo Rose, la melliza de Hugo.

-¡Claro!-Añadió Hugo.

-¿A las ocho?-Preguntó él.

-Esta bien-Dijo al ver la cara de los niños. Oliver sonrió. Hermione empezó a caminar. De pronto Oliver se acordó de un detalle.

-¡Hermione!-Llamó.-No se donde vives-Dijo. Ella sacó un papel y un boli, apuntó algo en él y se lo entregó.