He leído, que cada siete años cada célula de nuestro cuerpo es diferente, no sé si es verdad, pero es reconfortante saber que algún día tendré un cuerpo que tú nunca habrás tocado, un cuerpo, que no me recuerde al tacto de tu piel contra la mía, es reconfortante saber que aquel día, que en medio la lluvia grité ;mientras tú llorabas, que te amaba, y me besaste, un día desaparecerá, es reconfortante saber, que en nuestra primera cita seria; no como las que habíamos tenido antes de pizza y película, en la que no pude parar de cogerte de la mano y besarte entre cuadro y cuadro de aquella exposición, de la que recuerdo que dijiste "Creo que estaba prohibido tocar las obras de arte" mientras me besabas, recuerdo perfectamente que en ese momento pensé que era yo quien estaba rompiendo la ley, es reconfortante saber, que la primera vez que sentiste cada célula de mi cuerpo, y a su vez, yo también sentí las del tuyo durante horas, un día desaparecerá, es reconfortante saber, que esa misma mañana, mientras sonreías y no me dejabas salir de la cama porque querías abrazarme más, algún día desaparecerá de mi piel, es reconfortante saber, que la primera vez que te dije que te amaba, y tú me susurraste lo mismo al oído, un día será solo el recuerdo de tu aliento en mi oído, como una historia que pasa de padres a hijos, las células de mi cuerpo se contarán todas estas historias las unas a las otras, y evitarán la última vez que tú me tocaste, después de que aquel coche viniese de frente, evitarán la historia de la última vez que tus manos, en ese entonces frías, tocaron las mías.
