5 de mayo del 2012

Aeropuerto de Chicago

-¿Quinn? – Rachel se acercó a su novia vacilante – ¿Podemos hablar? – habían ganado las nacionales en Chicago, pero, cundo estaban celebrando, Finn se le había acercado para proponerle nuevamente que se casara con él. Aún recordaba con remordimiento, como sus impulsos a casarse con el chico casi acaban con la vida Quinn.

-¿De que quieres hablar? – la rubia estaba recostada en las sillas de espera del aeropuerto. Desde que Finn se le había propuesto, Quinn había estado distante y fría

-¿De lo que pasó anoche? – aunque ella había rechazado la propuesta del chico, había vacilado y esa vacilación tenía dolida a Quinn y con justa razón, ya que ella siempre había creído que Rachel salía con ella por culpabilidad.

-Rach…

-¡Rachel! – Exclamó Finn acercándose a las chicas y colocando su brazo sobre los hombros de Rachel – ¿Por qué no vienes y te sientas con nosotros? – señaló tras de si a Puck y Sam que charlaban alegremente.

-Ve con ellos Rachel – exhaló Quinn bajando la mirada – cuando regresemos a Lima, ya hablaremos con calma – tomó su mano con cariño – en este momento es hora de celebrar.

-Ya la oíste vamos Rachel – haló a la chica casi arrancando la mano de Rachel de la de Quinn

/Atención, atención/ – una voz sonaba por los parlantes del aeropuerto – /por problemas de logística, nos veremos obligados a pedirle a algunos pasajeros con destino a Lima, que aborden el siguiente vuelo, claro está, con una pequeña remuneración. Quienes acepten, por favor acercarse al mostrador. Gracias/

Después de meditarlo por medio segundo, Quinn se levantó de su asiento y caminó hacia el mostrador para cambiar su pasaje por el del siguiente vuelo. Los demás chicos se percataron del hecho, pero solamente Kurt se le acercó.

-¿Qué estas haciendo? – preguntó mientras la recepcionista cambiaba los datos de Quinn en el sistema.

-Voy a tomar el siguiente vuelo – miró a Kurt – necesitó un poco de espacio en este momento – desvió levemente su mirada hacia Rachel y Finn que se encontraban conversando, eso sí, Rachel no perdía de vista a la rubia.

-¿Es por ellos? – el chico se había percatado de hacia dónde miraba.

-Será bueno para las 2 – suspiró pasándose una mano por el cabello – además la remuneración que me darán es de 400 dólares – susurró alzando las cejas – con eso puedo organizar una velada para Rachel.

-En ese caso, voy contigo – sonrió sacando su billete de viaje – el dinero también me sirve para el regalo de cumpleaños de Blaine, además de que hace mucho que no pasamos tiempo de calidad Hummel – Fabray – bromeó golpeándola suavemente en el hombro, sacándole una risita a Quinn.

-Listo – dijo la recepcionista llamando la atención de los dos – tu viaje quedó programado para hoy a las 5 de la tarde, con destino a Lima – Ohio – le entregó el nuevo pasaje – ¿También desea cambiar de vuelo? – le preguntó a Kurt, quien solo asintió entregando el documento.

Bromearon un poco mientras esperaban en el mostrador, una vez finalizado el tramite regresaron el grupo, para comunicarles la decisión que habían tomado.

-Chicos, no se si eso es buena idea – Will Shuester no se sentía cómodo dejando a dos de sus alumnos en un aeropuerto, solos. Se encontraba en la zona de restaurantes con Emma y Sue cuando Quinn y Kurt habían tomado la decisión.

-Son solo un par de horas – mencionó Kurt – además, Quinn y yo ya somos mayores de edad – miró a Quinn quien solo asintió – llamaremos a nuestros padres y les informaremos que tomaremos el siguiente vuelo.

-¿Están seguros?

-Déjalos Shuester, puedes esperarlos en el aeropuerto de Lima si tanto te preocupa – le dijo Sue mirándose las uñas

-Está bien – se resignó – aunque me sentiría más cómodo si alguno de los 3 viaja con ustedes… – pero, en ese momento Emma regresaba del mostrador, quien había pensado en eso minutos antes.

-Ya no se puede cambiar – miró a los chicos – les tocará viajar solos.

-Pero antes de irnos – interrumpió Emma – vamos a tomarnos una foto, para recordar este momento – llamó a los chicos que faltaban y le entregó su teléfono a un oficial que pasaba por allí – digan Wiskey – los chicos sonrieron para la foto.

/Pasajero rumbo a Lima – Ohio, dirigirse a la puerta 15 para iniciar embarcamiento/

-¿No estas haciendo esto por él, verdad? – le preguntó Rachel tomando la cintura de su chica, una vez se tomaron la foto.

-No – contestó recostando su frente con la de Rachel e introduciendo las manos en los bolsillos traseros de los vaqueros de su chica – pero, nos servirá para que reflexionemos sobre lo que ha pasado ¿Vale? – le dio un tierno beso en los labios – te prometo que apenas aterrice, voy a tu casa

-Está bien – suspiró resignada antes de recibir otro beso – sabes que te quiero

-y yo a ti cariño, te quiero mucho – la besó más tiempo, sabiendo que Finn las observaba molesto – anda – la empujó suavemente hacia la fila – te veré en un par de horas – dijo metiendo sus manos entre sus bolsillos.

-Está bien, te quiero – se despidió de Quinn antes de entregar su pase de abordaje.

-Bien y ¿Ahora que hacemos? – preguntó Kurt luego de que cerraron la puerta – tenemos casi 3 horas antes de que salga nuestro vuelo

-¿Quién dijo que no nos podemos divertir en un aeropuerto? – preguntó Quinn con una sonrisa, tomando su mochila – anda, vamos a buscar algo de comer.

Las 3 horas se pasaron rápidamente para los 2 chicos, quienes, para matar el tiempo, habían decidido jugar a los chupitos de la verdad, pero en vez de licor, con Coca-Cola.

-¿Realmente eres neoyorkina? – le preguntó Kurt cuando ya estuvieron sentados en sus sillas en el avión

-Sí – contestó Quinn mandándole un mensaje de texto a Rachel para informarle que ya iban a despegar – mis padres son de california – miró a Kurt que lucía sorprendido – mi hermana mayor nació en Los ángeles y mis padres se encontraban en Nueva York por negocios cuando nací.

-Entonces ¿Nunca viviste en Nueva York? – preguntó el chico cuando el avión empezaba a elevarse en el cielo.

-Viví un par de años y luego nos mudamos a San Francisco y luego de allí nos fuimos a Lima cuando tenía 10

-¡Vaya! – Exclamó algo sorprendido – ¿Rachel sabe que eres neoyorkina?

-No – hizo sonar su cuello – ¿Te imaginas como se pondrá cuando lo descubra? – preguntó divertida.

-Oh, créeme que lo sé – ambos rieron divertidos, cuando la luz del avión se apagó e inesperadamente el avión empezó a sacudirse, haciendo que las máscaras de oxigeno cayeran gracias a que la presión estaba disminuyendo – ¿Qué esta pasando? – preguntó Kurt después de ponerse la máscara.

-No tengo idea – contestó Quinn tratando de calmarse.

Después de cinco minutos, el avión volvió a estabilizarse y las luces volvieron a encenderse.

/Damas y caballeros, les habla el capitán, acabamos de sufrir una pequeña turbulencia que ya ha sido controlada, lamentamos lo sucedido y procuraremos que el resto del vuelo sea de manera tranquila para todos ustedes/

-¿Pequeña turbulencia? – ironizó Quinn quitándose la máscara – creo que trataré de dormir un poco

-Es una buena idea – dijo el chico acomodándose en su silla.

Poco después de media hora, se despertaron para tomar la merienda que les ofrecía el avión y se dispusieron a seguir durmiendo por lo que quedaba de viaje.

Faltando 10 minutos para llegar, Quinn abrió los ojos, miró a su compañero dormido y se decantó por mirar hacia la ventana.

-No recuerdo haber tenido un viaje más estresante que este – murmuró Kurt refregándose los ojos – menos mal hemos regresado a casa.

/Damas y caballeros, les habla el capitán, nos han solicitado descender en la pista, por favor tomen sus pertenencias y bajen con cuidado por la escalera que se esta ubicando en la puerta delantera izquierda del avión. Gracias/

-¿Esto es normal? – le preguntó Kurt a Quinn desabrochándose el cinturón

-Nop – hizo estallar la P con sus labios – Pero entre más pronto bajemos, más pronto veremos a Rachel y a Blaine – le animó levantándose.

La odisea para los dos chicos de 18 años aún no acababa. Al descender del avión, lo dejando allí de pie, sin permitírseles salir del aeropuerto.

-Voy a llamar a Rachel – le dijo a Kurt, encendiendo su teléfono – Leroy es abogado, vendrá a ver que es lo que esta sucediendo para que nos tenga aquí retenidos

-Es una buena idea – dijo sacando su propio teléfono – pero, no tengo conexión.

-Yo tampoco tengo – dijo dándole un pequeño golpe a su teléfono

-Buenas noches damas y caballeros – un militar se les había acercado – se que se preguntaran porque están aquí – antes de poder seguir hablando, un auto con varios agentes del FBI se estacionó frente a ellos.

-¿Qué esta sucediendo? – preguntó una de las pasajeras.

-Lo que sucede damas y caballeros, es que este vuelo partió de Chicago el 5 de mayo del 2012, hoy es 15 de noviembre del 2032. Estuvieron desaparecidos por 20 años.