Capitulo 1/27: El encanto de la oscuridad
Heeeeeeyyyy! Volví! ^^ Después de un tiempo de ausencia con esta historia... Me decidí por continuarla! y por esooo de k venga algo enérgica pero x con eso. Probablemente me hubiera tardado más con el primer capi si no hubiera sido porque hace tiempo le prometí algo a una amiga: Majochis – san. Quien hoy 10 de Febrero cumple añoos! ¡FELICIDADES MAJO! thu ya lo sabes a la distancia pero aun asi the deseo lo mejor, the debo muchísimo porque siempre me escuchas cuando the necesitho, eres de las personas k mejor me conocen y saben por lo que paso y a quien le cuento todo lo que ocurre en mi vida (espero k thu creas lo mismo de mi), en fin, aki thienes mi humilde regalo de cumpleaños... como the prometí aki esta el primer capitulo de la segunda parte de Bakugan Traslación de Poder. Ojala the guste!
Y a todos mis queridos lectores igual, espero que lo disfruten... Aquí... ¡VAMOS!
"El aroma de la mañana es siempre tan peculiar y embriagante. Hace que el corazón se llene y comience a palpitar de forma acelerada, aunque tú no te des cuenta.
Oh, when the lights go down in the city.
Las gotas de la regadera se sienten frías y el cabello largo de cierta chica caía ondulado hasta debajo de su cintura.
You'll be right there shining bright.
Inconcientemente tarareaba una canción sin peligro a que nadie la escuchara.
You're a star and the sky's the limit.
Salió de la ducha, apresurándose a guardar sus libros y ponerse su uniforme escolar.
- Estúpido traje de marinerito – Se quejaba Runo anudándose la corbata – Odio tener que ir en uniforme a la escuela me siento como un "borrego"
Tigrera sólo se reía - Apresúrate, se te va a hacer tarde –
- ¡Runo! ¡El desayuno está listo! -
- ¡Ya voy mamá! – Dijo tomando su mochila color rojo... Que raro... Viniendo de Runo se esperaría amarillo o negro.
Pero, en fin, era el primer día de clases.
El único día de todo el año en el que no vas en el camino estresado por el hecho de saber que vas a tener que lidiar con los mismos vejetes de siempre. No sabes con quien estarás. No sabes cuales de tus mejore amigos estarán en el mismo grupo que tú. Si tendrás que enfrentarte con uno que otro chico idiota del colegio; o simplemente si podrás sobrevivir a las cinco horas diarias que pasas en esa prisión infantil.
El único día en el que se podía sentir la adrenalina por querer averiguarlo.
El día era bastante soleado, pero mantenía la frescura que tiene en las mañanas, como si el día anterior se hubiese tirado a la basura y todo lo que lo formara, se hubiera reemplazado por algo completamente nuevo.
Las hojas verdes, cafés, rojas, naranjas, amarillas y rosas de los árboles flotaban en el viento y se podía oler el aroma a rocío sobre el pasto.
Cierta peliazul tomó su patineta y emprendió el camino a su escuela. A pesar de ser niña, Runo poseía una gran habilidad para el skate y de vez en cuando le gustaba irse así por las mañanas, pasando por puentes, saltando sobre los peldaños, deslizándose en los túneles o maniobrando en las construcciones. Era un camino divertido, pero más que una ruta para ir a la secu, parecía la ruta que seguía un gato para regresar a su guarida.
- ¡Runo cuidado! – Le dijo Tigrera cuando por poco se estrella con automóvil en movimiento - ¿Que te pasa Runo? Estás muy distraída
La vio de reojo mientras aumentaba la velocidad – Nada... Esque... Cuando pasamos por el mismo parque de hace nueve años... Recordé como era todo cuando los chicos estaban cerca –
- Sí – Concordó Tigrera – Fueron buenos tiempos. Tus corajes con Julie, tus peleas con Dan... Lo bueno es que aún tienes siempre contigo a Shun y a Alice
- De hecho si no fuera por ellos no sé que es lo que haría – Dijo Runo riendo – Por separados son como mis hermanos mayores, pero juntos, es como si yo fuera su hija
- Y hablando del rey y la reina de Roma... – Indicó Tigrera cuando llegaron a la plazita que estaba frente a la escuela.
Shun y Alice estaban sentados a la sombra de un árbol con las mochilas a su alrededor y unos cuantos libros en su regazo.
- ¡Shun, Alice! – Les gritó Runo corriendo a acercarse
- Buenos días – Saludaron ambos
- ¡Hola! –
- Creímos que ibas a llegar tarde el primer día de clases – Dijo Shun
- Lo siento. Apenas y escuché la alarma esta mañana –
- No te preocupes – Dijo Alice – Pero mejor vamos entrando en unos minutos suena la campana –
Siguieron su camino hasta llegar a una barda de color beige que se alargaba hasta donde alcanzaba la vista y, ahí, en medio de su longitud, estaba la entrada.
Había tres puertas por donde acceder y ellos optaron por la que atravesaba el jardín, cruzaba los pasillos... Para finalmente llegar al "Jardín del arte" y de ahí al patio central.
Se le llamaba jardín del arte, por el hecho de que los sábados en la mañana el grupo de artes plásticas elaboraba sus obras en las mesas de piedra de ese espacio, que también se usaban para almorzar en horario normal. Las paredes que rodeaban esa área tenían pintadas escenas representativas de los éxitos obtenidos en las diversas actividades de la secundaria.
Los jardines que rodeaban las aulas estaban llenos de árboles, flores y sembradíos, que el club de ecología se encargaba de cuidar.
El patio central estaba entre el edificio A y el B, allí se encontraban las canchas y en el otro extremo el escenario para presentaciones estudiantiles.
En el segundo piso estaba el auditorio y en el edificio B el laboratorio, mientras que los salones de computación estaban en el edifico C, planta alta y baja.
Una de las bibliotecas se encontraba tras el escenario, otra más en el jardín del arte y la última en medio del jardín principal.
La escuela tenía sus desperfectos pero era muy bonita, y fuera de clases, todos se divertían mucho en sus corredores.
- Buenos días jóvenes – Dijo el director al micrófono cuando todos los chicos estaban reunidos en el patio. Se escuchó un "Buenos días" a coro de parte de los señoritos – Sean bienvenidos a nuestra institución en, este, un nuevo año. Espero que hayan descansado durante las vacaciones y que vengan con muchas ganas de trabajar – Se escucharon unos cuantos murmuros, pero obviamente el profesor o no los escuchó o los ignoró – Para los de nuevo ingreso, pasaran a los salones del edificio C con los maestros a cargo y después saldrán a ver en que grupo quedaron asignados. Mientras que para los de octavo grado en adelante, regresaran a los salones del año pasado con sus profesores y allí, les entregarán la hoja con su nueva aula. Bien, sin nada más que anunciar por el momento, pueden proceder y les deseo un año exitoso y lleno de satisfacciones.
"Exitoso y lleno de satisfacciones" Esa frase, todos la tenían grabada a fuego en el cerebro, los maestros parecían disco rayado diciendo eso cada semana, como si creyeran que con decirlo se haría realidad.
- ¿Listo Shun? – Preguntó Alice a punto de sacar la hoja del sobre, en donde venia el número del grupo y el nombre de su profesora de planta.
- Los dos juntos... 1. 2. 3
- ¡¿Es enserio?! – Pregunto Runo, sorprendida estando con ambos en uno de los corredores. - ¿Tocaron juntos?
- ¡Sí!
- Por fin después de tanto. – Dijo Shun sonriendo.
- Me da miedo preguntar pero... – Dijo Runo armándose de valor para hablar. - ¿En que grupo?
Shun saco la hoja de su bolsillo, y Runo le dio la suya.
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- En el tuyo. –
Todos procedieron a sus salones después de unos cuantos minutos. A Runo no le agradaba mucho sentarse a mero al frente, ni cerca de éste. Cuando estaba en la primaria, siempre corría para ganar ese lugar, ni siquiera le pasaba por la cabeza, la idea de platicar con alguien entre o durante las clases, sólo iba a lo que iba a la escuela, y eso le funcionó por seis años. Pero ya estando en secundaria, las cosas eran diferentes, no podía quedarse mucho tiempo callada si no estaban haciendo nada, y si se sentaba muy adelante, los profesores verían las tonterías que hacía con sus amigos.
Prefirió la última fila, que quedaba pegada a la ventana, se perdía viendo al cielo y así no se sentía tan aprisionada, en el antepenúltimo lugar, en medio de varios chicos y chicas que ya conocía y con los que se llevaba bien.
Después de la típica presentación de su nueva profesora, hizo un aviso importante:
- De acuerdo muchachos – Comenzó a decir la maestra – Antes de comenzar con la primera actividad en sus cuadernos, quiero presentarles a alguien que recién se integró a la escuela, quizá algunos ya lo conozcan, y para los que no, espero que le traten bien. Pasa por favor – Dijo y un chico entró al salón -
Se escucharon varias exclamaciones de asombro y a Runo por poco y no se le salen los ojos – Preséntate a tus compañeros
-Claro – Dijo el castaño – Hola me llamo Dan Kusso, estuve hace algunos años en esta escuela, y me acabo de matricular aquí otra vez. Espero que nos llevemos bien -
- Muy bien, siéntate en la penúltima fila, en el puesto que está vacío –
- Sí –
La fila de al lado. Dos lugares atrás de Runo. Pero eso no le impidió cuestionarlo.
- ¿Que diablos haces aquí? – Le preguntó cuando la institutriz comenzaba a explicar – ¡Te cambiaste de escuela! ¿Y no me dijiste nada?
- Jeje, tú sabes que me gusta hacer grandes entradas – Respondió él casi susurrando – Pero debo admitir que esa no era la reacción que esperaba. Te notó algo enojada.
- Estoy enojada porque no me avisaste, no porque no me agrade que hayas vuelto –
- ¿Entonces si te gusta que me haya cambiado?
Runo se giró, para que no notara su sonrojo – De cierta manera – Dijo con disimulada indiferencia – Sólo no me distraigas –
- Señorita Misaki – Dijo la maestra con cara de pocos amigos, haciendo que ambos chicos se enderezaran – Tengo entendido que usted y el señor Kusso se conocen de hace mucho, pero ese no es justificante para distraer al resto de la clase ¿Quedó claro?
Runo dio un respiro – Si, profesora –
No pudo evitar volver a enojarse cuando vio a Dan riéndose de ella.
Diablos... Creo que este va a ser un año muuuuy largo"
Casi un año después...
- Chicos... -
- Vamos tú puedes, sólo avanza un poco más –
- No es tan fácil. Siento que me voy a caer –
UN ENORME CUARTO. No había mucha diferencia si mantenías tus ojos cerrados o abiertos; te desesperabas teniéndolos abiertos sin poder ver absolutamente nada; y si los cerrabas, sentías que los párpados se te pegaban.
- Tienes que dejar de pensar que te vas a caer. Si lo sigues pensando... Te caerás – Dijo Runo dentro de la cabina de control, hablando por los altavoces. La cabina de control era una pequeña habitación situada en lo alto del oscuro sótano, que, gracias a cámaras de visión nocturna, le permitía a ella, Mira, Julie y Tray, observar y escuchar como transcurría la escena.
- Eso lo dices ¡Porque tú no estás aquí abajo! – Respondió Alice algo disgustada – Ya he perdido la noción del tiempo en este cuarto y no importa cuanto lo intente ¡No voy a ningún lado!
Dio unos cuantos pasos hacía atrás y por poco y resbala de la plataforma. -¡Aaahh!
- Alice tienes que relajarte – Dijo esta vez Mira – Si sigues desesperándote va a ser más difícil para ti -
- Mira tiene razón – Se escuchó la voz del chico – Concéntrate. Tú elemento es el Darkus. Tú eres la oscuridad. Concéntrate. Adéntrate en ella – Dijo alentándola y después añadió: - No necesitas los ojos para ver –
La chica se calmó inspiró hondo y cerró sus ojos.
"Vamos Alice, tú puedes, sólo concéntrate" – Le daba palabras de aliento desde su interior, Hydronoid – "Si tú eres la oscuridad, debes poder adaptarte a ella"
Y así, con su pupilas estando más grandes que nunca, poco a poco, divisó el contorno de lo que la rodeaba. En el suelo, círculos, unos más pequeños que otros, y unos a mayor altura.
Eran las plataformas.
La vista nocturna de Alice ~ apenas descubría ~ era como la de un búho, capaz de ver en plena noche sin ninguna dificultad. Pero... el contorno de las cosas se veía púrpura. Todo era de un mismo color.
Vio a un lado de donde ella estaba, la plataforma más cercana, se impulsó con un pie, y con un salto, se posó sobre ella. En los entrenamientos tenían súper ultra prohibido volar, si lo hacían, quebrantaban las reglas y tendrían que empezar otra vez.
- ¡Vamos Alice! ¡Ya lo tienes! – Gritaba Julie como la buena animadora que era
- Ya descubrió su poder – Dijo Runo - ¿Cierto Tray?
- Sí, sólo era cuestión de que creyera que podía hacerlo –
Después de dar unos cuantos traspiés, la agilidad de la chica fue aumentando, y por lo tanto, la velocidad también. Una a una, fue pasando las plataformas, llegó un momento en el que parecía que ni siquiera las tocaba de tan rápido que iba, pero no estaba volando, estaba pasando su prueba.
Al llegar al último trozo de suelo, en cuanto el pie de Alice hizo contacto, el piso se iluminó con una luz dorada y, escalonadas, todas las bases se encendieron. Después las luces del techo y al final, regresó toda la iluminación.
- Lo hice – Dijo como asimilando la situación
- ¡Alice! – Dijeron las chicas corriendo hacía ella
- Lo lograste - Le dijo Julie - ¿Ves que no era tan difícil?
Alice la fulminó con la mirada – Me gustaría verte intentándolo -
- Estoy jugando – Respondió algo nerviosa. De vez en cuando, hasta Alice es capaz de causar miedo.
- Felicidades Alice – Dijo Tray acercándose – Ahora que pasaste tu fase del entrenamiento, en los próximos días será el turno de las demás. ¿Entendido?
- ¡SI! – Respondieron las cuatro entusiasmadas
- ¿Y de que se trataran las nuestras? – Preguntó Mira
- Como la de Alice, tendrán que ver con cada uno de sus atributos – Dijo Tray – Alice debía adaptarse a la oscuridad, ustedes tendrán que ser capaces de controlar algunas otras capacidades –
- ¡Yo quiero ser la siguiente! – Dijo Runo - ¡Porfavoooooor! ¡Por favor, por favor!
- Ya veremos quien es la que sigue – Dijo Tray riéndose – Por ahora, hay algunas cuantas cosas que quiero explicarles –
- ¿Acerca de que? – Preguntó Alice
- ¿Recuerdan la razón por la que les pedí que vinieran a Sarfia?
- Nos dijiste que teníamos que pasar por una especie de rituales – Contestó Mira – Pero siéndote sincera... Eso no me sacó de dudas –
- Son los rituales de los cuatro elementos – Comenzó a explicar – Verán...
En la Tierra
- Lo siento chicos, pero la máquina aún no está lista – Les dijo el doctor Michael, ya estando en su laboratorio.
Antes de irse para que pudieran estar en contacto con su abuelo, Alice le había dejado la carta transportadora a Shun, así, lo verían siempre que tuvieran dudas sobre algo y él podría explicárselos todo con calma. Ella pensaba que de ese modo no se preocuparían tanto por ellas, y de cierta forma funcionaba, pero el sentimiento de angustia permanecía allí.
- ¿Aún, no? – Preguntó Marucho con desilusión en sus palabras
- No, lo lamento, pero he tenido unos cuantos problemas desde que las chicas la usaron
- ¿Que problemas? – Preguntó Ace
- Pues lo que sucede, es que cuando la máquina de traslación fue usada en Runo y las demás, era la primera ocasión en que probé su funcionamiento de manera concisa, y aunque todo salió perfecto, hubo unas cuantas cosas que no tomé en cuenta, y por las cuales la energía trascendida estallo en el mecanismo interno, dañando desde los detalles más grandes, hasta los más pequeños y esenciales
- De acuerdo... – Dijo Baron – Quisiera resumirlo –
Shun se golpeó la frente.
- Me tomó más tiempo de lo esperado reparar la MTP, pero lo más seguro es que la haya acabado para cuando las chicas regresen
- Entiendo – Dijo Shun - ¿Cree que podría avisarnos en caso de que termine antes?
- No se preocupen, si hay algún adelanto, les informaré –
-Gracias por todo Dr. Michael – Dijo Nemus
- Sabemos que usted está haciendo todo lo posible para ayudarnos – Dijo Drago
- No es nada – Dijo él – Recuerden que es mi nieta quien está corriendo el riesgo ahora; y Runo, Mira y Julie, con algo así como sus hermanas. Yo tampoco quiero que les pase nada –
- Gracias de nuevo – Dijo Dan cabizbajo y comenzando a caminar hacia la salida
- Chicos... – Les dijo cuando estaban a punto de irse – Estarán bien. Ellas no querrían que se preocupen –
Se limitaron a asentir y se marcharon.
Lo sabían. Sabían que no tenían que preocuparse. Confiaban en ellas pero talvez, de cierta forma, era su culpa que estuvieran pasando por esa situación.
Precisamente al no querer dejarlas combatir, por querer encargarse del asunto ellos solos, las pusieron en más peligro del que se imaginaban. Y aunque sabían que las chicas deseaban hacer algo así desde hace mucho, nunca se los hubiesen permitido, claro, si esa hubiera sido su decisión.
Con las chicas
- Son algo así como unas pruebas – Les decía Tray a las chicas – Cada una más complicada que la anterior, y nadie en el reino ha podido pasarlas jamás
- ¿Que? – Dijo Julie
- ¿Y como pretendes que nosotras si podamos? – Preguntó Mira
- Ellos no pudieron porque no se los permitieron – Las chicas lo miraron extrañadas – Para que me entiendan tienen que saber algo acerca de la historia de este planeta – Todas asintieron – Hace algunos años...
"Hubo una de las mayores guerras que Sarfia nunca haya tenido. Al igual que muchas otras, ésta se debía a la pertenencia de una gran fuente de poder: El Orbe Sagrado.
Sarfia y Neathia, se mantuvieron en conflicto por años, repelando acerca de, en donde debería permanecer el orbe. Durante ese tiempo, nuestros guerreros lograron apoderarse de él, y esconderlo en un lugar secreto de este castillo.
Para protegerlo, usaron un sistema de defensa muy especial, que es el mismo que usa Neathia para resguardarlo actualmente. Sólo las personas puras de corazón pueden entrar, al lugar donde se mantiene escondido.
Esto, sólo provocó más a los Neathianos, provocando que invadieran nuestro planeta para poder recuperar el orbe. Estuvieron aquí, poco menos de un año, hasta que un día, lograron llevárselo.
Al ver esto, los seis antiguos guerreros bakugan, para mantener la paz, decidieron otorgarles el derecho de proteger el orbe sagrado a los Neathianos, mientras que en Sarfia, ocultaron la fortaleza de los cuatro elementos.
Así como los seis atributos, los cuatro elementos es de lo que, dicen, están conformados los planetas con vida, por lo que, quien posea los cuatro, tendrá un poder inimaginable, capaz de usar lo poderes de los bakugan, en sí mismo"
- Eso es algo que tenemos a nuestro favor. Ustedes ya poseen las energías de atributo y eso nos facilitará la tarea. Sin embargo sólo contamos con los atributos: Haos, Darkus y Subterra. Y si me cuentan a mí, también tenemos el Pyrus. Así que en realidad sólo nos faltan el Ventus y Aquos -
- Ósea viento y agua – Completó Runo – Que son dos de los cuatro
- Exacto – Dijo Tray – Y si los obtienen, ustedes evolucionarán, al igual que sus bakugan, ya que serán capaces de convertirse en bakugan de atributo cambiante
- ¿Entonces podremos usar el Pyrus, Aquos y Ventus? – Preguntó Mira
- ¿Y Runo y yo aparte de esos, también el subterra?
- Así es –
- Woa – Dijo Julie – Sólo otra pregunta ¿En que consisten las pruebas?
- ¿Porque? – Dijo Runo - ¿Tienes miedo?
- ¡Cállate! –
- Pues... – Respondió Tray – Cada elemento se ha transformado en una piedra preciosa: Rubí, Zafiro, Esmeralda y diamante. Cada una, escondida en alguna parte del planeta. Por fortuna, hace algún tiempo logramos descubrir en donde estaban ocultas. Sin embargo para obtenerlas, tendrán que enfrentarse a 4 bestias.
- De acuerdo – Dijo Runo – Ahora yo también... Estoy oficialmente espantada
- Los seis antiguos guerreros decidieron que esa era la única forma de protegerlas, dejando a su cuidado a: Gob, espíritu de la tierra, tiene la capacidad de ponerte en contra, incluso de la persona a quien más ames en el mundo, haciéndote recordar los peores momentos compartidos con él o ella, te hace estar en un estado temporal de odio, hasta el punto de llegar al homicidio; Anhae, espíritu del viento, oculto entre los árboles, una criatura hermosa y aparentemente amable, pero es todo lo contrario, y hará todo, TODO, con tal de no permitir que nadie descubra el escondite del esmeralda; Neckna, espíritu del agua, protegiendo la piedra en un lago a las afueras de nuestro reino, tiene a todo un ejército bajo su mando, y entre todas ellas tienen la tarea de defender el zafiro; No tengo mucha información acerca de en qué consiste exactamente el ritual por el elemento fuego, lo único que sabemos es que está oculto, dentro, de un volcán en tierras muy alejadas e inhabitadas, y si logras acceder a su interior, allí, se oculta el rubí. – Explicó Tray haciendo notar que conocía todo lo que podía sobre ese tema y se lo sabía de memoria
- Oh, todo eso es pan comido – Dijo Runo, evidentemente, con sarcasmo en su voz
- Sé que no será fácil – Dijo Tray – Pero yo me encargaré de enseñarles todo lo que sea necesario. Sólo tienen que confiar en mí –
- Ya nos has salvado antes – Dijo Julie
- Ya confiamos en ti. – Dijo Mira-
Otra vez en la Tierra
- ¡¿Eh?! -
- ¡Oye! ¡No es justo! -
- ¡Devuélvenos a nuestros bakugan! –
Tres esferas colores rojo, verde y azul flotaban en el cielo, hacía la mano de un chico peliverde – Si no se van ahora les prometo que perder sus bakugan será lo menos doloroso que les pasará hoy –
De inmediato los tres chicos se fueron corriendo del lugar.
- ¿Que tienes el día de hoy? – Le preguntó su compañero – Te comportas más cruel de lo normal
- Estoy bien – Respondió Seilant
- ¿Seguro? -
- ¡Sí, Whystker! – Dijo algo fastidiado – Estoy bien –
- ¡Oye tú! – Gritó una niña a unos cuanto metros. Se encontraban en el parque. Ella desde el suelo y Seilant elevado en los aires con su bakugan, y los que acababa de ganar, en su mano - ¡Eres un aprovechado! ¡Quitándoles sus bakugan a los niños con tus poderes!
- ¿Y que vas a hacerme tú, pequeña? – Dijo él con una sonrisa burlona – No estorbes y vete a jugar a algún lado
- Eso quisieras ¡Porque sabes que ahora estás en problemas! – Respondió ella cortante
- No quiero hacerte daño Yuki – Hizo una pausa y luego sonrió – Runo nunca me lo perdonaría
- ¿Es otra de tus tácticas de conquista? Porque si es así, mejor date por vencido – Yuki normalmente solía ser una niña muy tierna y del todo bien portada, pero ahora que las chicas estaban en Sarfia, sentía que era su deber proteger su hogar de Seilant y las demás, ya que ahora, era la única con los poderes para llevar a cabo esa tarea. En definitiva había aprendido mucho de Runo - ¡Ella nunca te va a querer!
Esas palabras no le gustaron para nada al ex-príncipe. Bajó la cabeza, extendió su mano y de ella apareció su espada color esmeralda, mientras se acercaba peligrosamente apuntando con ella a Yuki.
La pobrecilla, al ver el arma, se quedó paralizada y ni siquiera tuvo el reflejo de transformarse.
Seilant blandió su espada...
- ¡Yuki cuidado! – Gritó un chico lanzándose para empujarla
Ambos cayeron con fuerza al suelo, y al ver al castaño, Seilant detuvo el ataque.
- Vaya... – Dijo él despareciendo su espada – Es la primera vez que nos vemos frente a frente ¿O no, Kusso?
En los ojos de Dan, sólo podía verse rabia – Qua bajo has caído si pretendes lastimar a una niña de 7 años ¡Pelea con alguien de tú tamaño!
Seilant no parecía molesto con lo que Dan le decía, es más, parecía como si hubiese esperado ese momento desde hacía tiempo - ¿No se te está olvidando algo? Tú no tienes poderes. No hay manera en que puedas vencerme –
- Créeme... – Dijo Dan cada vez más enojado - ¡No los necesito!
Yuki abrazaba a Dan con todas sus fuerzas, no quería que ellos dos se pelearan.
Era la primera vez que se veían, pero hace mucho que se odiaban a muerte, y por más enojado que Dan estuviera, era la ira lo que le daba fuerzas.
Seilant lo mataría fácil.
- No tienes idea de cuanto ansío una pelea contigo Dan. Yo tampoco necesito poderes para lastimarte – Dijo Seilant – Pero será otro día – Comenzó a abrir el portal para regresar a su nave – Ah... Y por cierto... Si ves a Runo, dile que Marlene las está buscando a las cuatro -
Finalizó y se fue.
- Imbécil – Dijo Dan casi en un susurro - ¿Yuki estás bien?
- Sí, gracias – Dijo Yuki sonriendo con tristeza – "Por favor chicas, si van a regresar, háganlo pronto"
Uff! YEEIII primer capiii de la segunda parte... ¡FINALIZADO! cumplí con mi misión. Como siempre espero que les haya gustado, y ya saben... criticas, comentarios, sugerencias, amenazas de muerte... ya saben donde van. SAYONARA! ^/^
SaRiii – san se va
