ESTE FANFIC NO ES MÍO. ES UNA TRADUCCIÓN.
La historia original en inglés es obra de Kou (Rietto) y se llama "This Time". Cuento con su permiso para hacer esta traducción y publicarla en esta página. El link a la página del fanfic original está en mi perfil, porque no me dejaban escribirlo aquí.
Capítulo 1:
Seiryuu corrió tan rápido como pudo, las campanillas que tenía atadas a su máscara tintineaban con cada paso que daba.
Todavía era un niño, incluso aún podía ser considerado un bebé grande, y sin embargo estaba corriendo hacia un ejército con toda la intención de matarlos. A todos y cada uno de ellos.
Ellos tenían que ser asesinados.
Si no… después regresarían de nuevo con más refuerzos, y si eso ocurre, sería aún más difícil para él proteger la aldea.
La aldea tenía que ser protegida. Después de todo Ao la protegía. A pesar de todo Ao la amaba.
'Lo siento… Ao… Todavía no puedo usar la espada… Lo siento… Lo siento…'
Se disculpó una y otra vez con su ser querido mientras corría.
Hasta el final, la idea de que él podría ser asesinado nunca se cruzó por su mente.
ooooooooooooooooooooooo
A Seiryuu siempre le habían dicho que nunca usara su poder.
Pero sabía cómo activarlo. Sabía cómo controlarlo. Ao le había enseñado.
Había llorado. Había rogado a Ao que parara.
Ao no quiso escucharle.
Era por su propio bien, le había dicho.
"Por favor… Ao… Nunca voy a utilizarlo… Voy a entrenar duro… así que…"
Logró decir mientras lloraba.
"Ao… No me gusta esto, Ao… Duele… Mi máscara… por favor devuélvemela…"
Ao le dijo que terminaría pronto. Era su poder volviéndose contra él, y que además le hacía vulnerable, no se podía evitar.
Si pudiera, Seiryuu querría sacudir su cabeza. No es eso, Ao, había querido decir.
Herir a Ao es doloroso… Ver que Ao no se movía es doloroso…
"Ao… no mueras…"
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"Como si fuera a morir tan fácilmente, mocoso."
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Los soldados no son como Ao.
Mueren tan fácilmente.
Sus lindos corazones… son tan fáciles de detener y extirpar.
Es agradable… es divertido…
Ao, ¿puedes verlo? Quizás no. Ao dijo que ya no puede ver nada.
Entonces, Ao. Escucha sus voces. Dijiste que sabrías dónde estoy por el sonido de las campanillas, ¿verdad? Escucha, Ao. Sus voces son más claras que las campanillas. Más bonitas. Me gustan, Ao.
Ao, si dejo a algunos de ellos vivos, ¿volverían más?
¿Podría escuchar este bonito sonido de nuevo? ¿Podría ser capaz de ver más cosas lindas como estas?
Respóndeme, Ao…
ooooooooooooooooooooooo
"¡¿Qué está pasando aquí?!"
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Aaah… Lo siento, Ao…
No debería haberlo usado después de… todo…
oooooooooooooooooooooooo
Cuando se despertó, Seiryuu se encontró acostado en su catre. Intentó mover su cuerpo, pero no pudo. Sin embargo no entró en pánico, sabía la razón por la que no podía moverse. Después de todo se lo habían explicado a fondo. Después de todo también había entrenado.
Suspiró y trató de contener un sollozo. Todo lo que ocurrió la pasada noche había vuelto a su mente.
Había soldados. Aún no podía utilizar su espada, así que utilizó su poder en ellos.
Y…
Había matado a todos.
Seguramente lo había hecho. Si no lo hubiese hecho, no estaría vivo. No habría sido llevado de vuelta a su casa. La aldea habría sido destruida. Él habría sido el primero en ser asesinado.
"Eso es… genial…"
Seiryuu se había dado cuenta. En algún momento, olvidó completamente la razón por la que estaba luchando. Olvidó que tenía que proteger a la aldea que su ser querido amaba. Y en algún momento… consideró dejar a algunos con vida para pudieran volver muchos más.
"¿Por qué…? Ao… ¿Por qué pensé eso?"
Era extraño. Cuando estaba con Ao nunca había pensado algo así. Cuando estaba con Ao, solo quería que parara. No era para nada divertido ver el debilitamiento del corazón de Ao. No era para nada divertido tener que verle inmóvil. El gruñido de dolor de Ao no sonaba bonito en absoluto.
Y aún así…
"Estoy asustado… Ao, ¿qué me ocurrió…?"
Por supuesto, nadie podía responderle.
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"Ah, ¿te has despertado?"
Por lo menos, Seiryuu pensó que nadie podía. Por otra parte, aún si pudiera, no parecía que el hombre dorado lo haría.
Oooooooooooooooooooooooo
Dragón… amarillo.
Esas fueron las primeras palabras que vinieron a su mente cuando el extraño hombre entró en su campo de visión. El hombre aún era joven. Probablemente tan solo era diez años mayor que Seiryuu más o menos. Su pelo era del color de un rayo de sol, su flequillo estaba atado por una bandana verde con un extraño medallón al que Seiryuu se sintió arrebatadoramente atraído, y su sonrisa era aún más brillante que el mismo sol.
Creía que no le había visto antes, a pesar del extraño sentimiento de familiaridad que podía sentir.
Un extraño, eso era seguro. Sentía como si le hubiera visto antes, hace mucho tiempo, pero no podía ser. Nunca había olvidado a nadie que había visto.
Y tampoco era un aldeano. Después de todo había visto a todos los de la aldea.
Entonces Seiryuu entró en pánico.
"¡He-hey, Seiryuu! ¡Cálmate!"
No podía moverse, su cuerpo aún estaba paralizado, había un extraño en su casa y el hecho de que el extraño por lo que había dicho supiese sobre él estaba empeorando su ansiedad.
Tenía que moverse… tenía que matar a este hombre…
Incluso si tenía que usar su poder otra vez… ¡Tenía que quitarse la máscara y matarle!
Los forasteros no pueden saber sobre él a toda costa… Su existencia no debería ser conocida por los forasteros… ¡Ao le dijo que nunca olvidara eso! Si alguien se enteraba… la aldea sería-
Y entonces su visión se aclaró.
El hombre le había quitado la máscara, quitando la limitación de su poder. Parecía preocupado, sus ojos amables miraban directamente a los de Seiryuu. Su mano cálida estaba encima de su frente.
"Seiryuu, ¿estás bien?"
Seiryuu activó su poder después de un segundo de retraso.
El corazón del hombre estaba… latiendo rápido. Era como… el de todos los demás. Los corazones de todos siempre latían más rápido cuando él estaba cerca. Solo Ao se mantenía calmado bajo su influencia.
Para…
Tenía que… parar…
Todo el mundo se volvió oscuro, y la única cosa que podía ver era al hombre extraño, que aún parecía preocupado. Aún parecía asustado. Su mano todavía estaba sobre él…
¡Suéltame suéltame suéltame!
Entonces devoró su mano, porque su toque se sentía extraño en su piel. Porque en realidad se sentía atraído hacía ella. Esta mal mal mal… Este hombre es igual que todos los demás. Va a destruir la aldea. Estaba aquí intentando engañarle para ello…
No caería en eso… seguramente ahora que estaba afectado por su poder, mostraría sus verdaderas intenciones…
Como todos los demás… gritando… rogando misericordia…
Haciendo bonitos sonidos, aún más bonitos que el de sus campanillas…
Pero entonces, el hombre dejó escapar un suspiro de alivio.
Sonrió aún más ampliamente que antes.
Su ritmo cardiaco se ralentizó.
"Gracias al cielo…," dijo.
Como si no estuviera asustado en absoluto. Como si no estuviera preocupado en absoluto porque su mano derecha estuviese ahora inutilizada.
"Seiryuu está bien. Si Seiryuu aún puede usar su poder así, eso significa que aún estás lleno de salud. Pero, Zeno no cree que eso sea una buena idea ahora, así que…"
Aún… ralentizándose… él estaba calmado.
Incluso aún más calmado que Ao…
"Voy a dejar que lo uses en el corazón de Zeno después de que estés más fuerte, ¿así que Seiryuu dejará que Zeno cuide de él hasta entonces? Oh, Zeno es mi nombre."
Dijo con una sonrisa despreocupada.
Seiryuu no tenía ni idea de cómo responder a sus palabras, y antes de que se diese cuenta su poder ya estaba desactivado. La luz volvió a su visión, y con su otra mano, el hombre, Zeno, revolvió su pelo.
"Gracias. Espera aquí un segundo, ¿de acuerdo, Seiryuu? Zeno obtendrá un poco de agua para ti."
Dijo mientras se levantaba e iba a la cocina. Tarareó alegremente a la vez que llenaba un recipiente de agua, aunque con dificultad ya que una de sus manos estaba inservible y su cuerpo debía estar medio paralizado, y estaba casi saltando cuando volvió al lado de Seiryuu.
Ciertamente, Seiryuu estaba estupefacto.
"Seiryuu, ¿puedes moverte? Deberías sentarte o si no te ahogarás."
Nunca había conocido a alguien como Zeno antes, alguien que podía sonreír y no mostraba miedo hacia él. E incluso había utilizado su poder contra él. Le había paralizado. Es extraño. Si incluso los aldeanos no actuarían 'amistosamente' hacia él, si incluso Ao era duro con él, no imaginó recibir ese tipo de trato de un enemigo.
Probablemente tomando su silencio como un no, el hombre apartó el cuenco por un momento y luego tarareó, aparentemente preguntándose qué debería hacer. Levantó su mano devorada y la miró muy fijamente, como si estuviese intentando moverla por pura fuerza de voluntad.
"Como era de esperar, el poder de Seiryuu es realmente mi debilidad. Han pasado unos minutos y Zeno todavía no puede moverla. Hmm… Tanto tiempo otra vez, ¿verdad? Ha pasado tanto tiempo que lo he olvidado."
Lo dijo como si fuera un inconveniente para él, pero no parecía realmente preocupado. Más bien, aún seguía sonriendo.
¿Todavía…? Se supone que es permanente. Ao dijo que sería permanente. Los órganos devorados nunca más podrían ser utilizables. La activación de su poder podía paralizar a todos, a él incluido, y eso es reversible, pero devorar era otra cosa totalmente distinta.
"Bueno, tampoco es bueno hacerte esperar, ¿verdad, Seiryuu? Discúlpame entonces."
Y antes de saber lo que estaba pasando, Zeno le había alzado con su mano utilizable y cuando se quiso dar cuenta, ya estaba sentado en el regazo de Zeno, apoyado en su pecho, siendo agarrado firmemente con la mano izquierda de Zeno y sin embargo lo hacía con suavidad. La sorpresa le hizo chillar. Sin embargo Zeno, debió encontrarlo divertido porque se rió sobre su pelo azul corto.
"Seiryuu, realmente eres el más lindo, ¿no?"
… ¿Lindo?
Las cosas lindas eran como los niños de la aldea. Al igual que los pequeños animales en el bosque. Seiryuu no creía que él fuese lindo. No con sus ojos aterradores. Nadie le había llamado lindo antes.
Bueno, para ser justos, no debería estar pensando en eso. En vez de preguntarse qué parte de él hacía que este extraño Zeno pensara que era lindo, debería haberse preguntado quién podría ser, estaba actuando con tanta familiaridad con él.
Actuando amablemente con él.
Sin embargo Seiryuu se preguntó eso. Por un segundo realmente lo hizo.
"¡Muy bien! Ahora está bien, ¿no lo crees? ¿Estás cómodo? ¿Aún puedes sentir tu cuerpo? ¿Puedes moverte? Puede que tome más tiempo esta vez porque Seiryuu utilizó su poder cuando aún estaba paralizado."
Y… ¿él sabía? ¿Sobre su poder? ¿Sobre el efecto secundario?
A pesar de que Ao dijo que todo el mundo lo malinterpretaba. A pesar de que Ao dijo que nadie lo sabía o se preocupaba sobre ello.
Quizás… quizás Zeno también lo malinterpretaba. No parecía haberse dado cuenta de que no sería capaz de usar su mano derecha de nuevo.
¿Debería…? ¿Debería decírselo?
Seiryuu lo estaba considerando, tal vez eso llegaría a este extraño Zeno con su extraña sonrisa y amabilidad, cuando de repente sintió que algo presionaba sus labios.
Era el recipiente de agua que Zeno había traído antes de la cocina.
Pero su mano izquierda no había dejado el estómago de Seiryuu, aún le agarraba firmemente.
La respiración de Seiryuu se trabó.
"¿No? ¿No tienes sed? Hmm… Pero Zeno cree que Seiryuu tiene que beber algo… Oh, ya se. ¿Qué te parece la fruta? Creo que Zeno aún tiene alguna en mi bolsa. También son mejores las frutas húmedas, ¿no lo crees? ¡Son dulces! Seiryuu, ¿te gustan las cosas dulces?"
Dijo mientras se movía para llegar a su bolsa, y hurgar en ella.
Seiryuu tan solo podía mirar con los ojos muy abiertos su mano mientras lo hacía.
"¡Sí, Zeno todavía tiene algunos nísperos! ¿Te gustan los nísperos, Seiryuu?"
Le preguntó mientras jugaba con las frutas, sus dedos se movían con destreza. Con una mano, hizo malabares con ellos, mostrándole a Seiryuu que había recuperado el control completo de su mano derecha devorada.
Eso era… imposible…
"¿Hm? ¿Seiryuu? ¿Qué está mal?"
Ao dijo… que era imposible…
Ao nunca… le mentiría…
Seiryuu lo sabía. Ao era sincero. Nunca mentía.
Así que… Ao… ¿lo había malinterpretado también? ¿Su predecesor también?
Era confuso… Necesitaba que Ao se lo explicara. Por alguna razón, de repente le resultó aún más difícil respirar. Y el aire también, se sentía tan frío. Estaba temblando. Estaba seguro de que lo estaba haciendo, incluso aunque se sentía extrañamente ajeno a todo lo que le rodeaba en ese momento. Su visión estaba un poco borrosa, y tampoco podía oír nada.
A pesar de que estaba seguro de que alguien estaba llorando.
A Seiryuu no le gustaba. Quería huir. Lejos de la casa, lejos de este extraño Zeno… tal vez hacia el bosque. Necesitaba… escapar…
Hacía tanto frío…
Y luego, de repente, ya no hacía frío.
"Seiryuu… ya ya… todo está bien, ¿ves? Seiryuu está bien. Zeno se va a asegurar de que estás bien."
Zeno estaba… abrazándole… con más fuerza. Su respiración le hacía cosquillas en el oído.
"Lo siento, Seiryuu. Zeno debería haberte visitado antes… Lo siento."
Le susurró, y por alguna razón, Seiryuu estaba recordando a Ao.
Ao… disculpándose también.
Antes de caer enfermo, Ao también se disculpó.
Solo Ao… se disculpó con él…
No podía estar con Seiryuu por más tiempo, y se disculpó. Solo Ao era así. No como los otros, que solo lo hacían por miedo.
"Lo siento… Seiryuu… Lo siento…"
Solo en ese punto Seiryuu se convenció de que Zeno no era como los demás.
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Sin embargo Seiryuu todavía pensaba que tenía que matarle.
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Como ya he dicho, esta es simplemente una traducción, pero también tengo publicadas varios fanfics míos de Akatsuki no Yona. Os animo a pasaros a leer. Espero que también disfrutéis de mi trabajo como traductora, aunque seguiré publicando historias originales mías. Llevo un tiempo traduciendo, pero hasta ahora no le había pedido permiso al autor para publicarlo en Fanfiction.
Aprovecho para agradecer una vez más a todos los que habéis dejado reviews en mi fanfic "JÓVENES PROBLEMÁTICOS" hasta ahora. Muchas gracias a Tsukiyo-san, Merion, Patzylin-dono, oxybry, Cerisier M y Dulce-chan.
Nos vemos.
